derecho a la información
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Desenredo
Por un periodismo incluyente

Resulta oportuno hablar de periodismo, esta profesión que a muchas personas nos entusiasma y nos motiva a leer, escribir, entrevistar, investigar, opinar, en suma: elaborar materiales en los que podemos concretar un compromiso social a favor del bien común, del buen vivir.
Ciertamente, un reto complicado cuando predominan en los medios corporativos las visiones empresariales que desvirtúan los Derechos Humanos y se sigue utilizando el cuerpo de las mujeres como mercancía y para estimular el morbo.
Hablar de un periodismo incluyente cobra importancia porque significa reconocer la diversidad de las personas y realidades que existen en un país como Guatemala, donde predomina la injusticia social.
El 30 de noviembre se conmemora el Día del Periodista, pero si esta profesión la desempeñan mujeres y hombres, sería pertinente que para el próximo año, se conmemore a Mujeres y Hombres Periodistas en un día en el que se haga explícito cuáles medios o periodistas han atentado contra el derecho constitucional (reconocido en tratados internacionales) a la libre emisión del pensamiento.
Se requiere hablar de periodismo incluyente además porque los medios de mayor impacto siguen manipulando informaciones, invisibilizando temas y actores políticos (especialmente a las mujeres y pueblos indígenas) o tergiversando opiniones para descalificarlas.
Todas estas actitudes representan una violación a la libertad de expresión, pero pasan sin sanción alguna como algo “natural” e intrínseco del periodismo.
Los medios de comunicación tienen una línea editorial y en el entendido que gozan de la libertad de prensa, tienen la prerrogativa de definir sus enfoques sin cortapisas.
Pero esto no significa que se acepte sin cuestionamientos que un consorcio televisivo y cadena radial se conviertan en voceros de la casa presidencial, que se considere delincuentes a las personas opositoras al modelo extractivista o que se tergiversen impunemente las voces entrevistadas, en especial las feministas, cuyos planteamientos revolucionan las visiones conservadoras, acríticas o llenas de prejuicios perennes desde la época de la Inquisición (ciega obediencia, subordinación jerárquica).
Sin duda, en el periodismo tienen cabida las voces de cualquier agrupación, incluso las más rancias. Un ejercicio periodístico incluyente abre espacios para dar a conocer opiniones diferentes o poner frente a frente visiones contrastadas, es una práctica acertada; pero cuando se recurre a la tergiversación de las declaraciones por considerarlas contrarias a su línea editorial, es a todas luces una actitud que viola la ética periodística.
En Guatemala, existe una ciudadanía movilizada, que exige erradicar la corrupción, propone cambios que contribuyan a evitar los abusos de los poderosos, por tanto, requiere la difusión de opiniones diversas, demanda acabar con el predominio de las voces masculinas con corbata y quiere conocer realidades ocultas por los conservadurismos.
En consonancia con la situación actual, quienes reivindicamos el ejercicio periodístico incluyente, tenemos que insistir que se viola la libertad de expresión y el libre acceso a la información cuando se borra o manipula de las agendas periodísticas determinados temas y fuentes, es decir, cuando se ignoran los requerimientos de una ciudadanía activa.
* Periodista mexicana, residente en Guatemala y coeditora de la publicación feminista LaCuerda.
17/RHA/LGL
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Cada vez más complicado informar: Castellanos
La red, opción ante empresarios periodísticos neomachistas: Cacho

Las mujeres periodistas enfrentan amenazas, persecución y violencia como consecuencia de romper con el paradigma del periodismo tradicional y con las prácticas verticales y patriarcales de los medios de comunicación, dijo la periodista Lydia Cacho Ribeiro al participar en el Foro “Mujeres Periodistas: El Poder de sus Voces”.
Durante el foro, organizado por Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ACNUDH) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), realizado en la capital del país, la periodista también criticó a los empresarios de los medios, a quienes calificó como “neomachistas”.
Al hacer un balance sobre el papel de las mujeres en la defensa del derecho a la libertad de expresión, la feminista afirmó que las comunicadoras han incursionado en fuentes donde se creía que no podían estar, como el de “delincuencia organizada” pero además señaló que han cambiado el paradigma de la familia, la maternidad y cuestionan la inutilidad de los mecanismos del Estado.
La autora de libros como “Los demonios del Edén” y “Esclavas del Poder” sostuvo que las periodistas han tomado espacios virtuales como Facebook donde pueden hacer más de lo permitido en los medios tradicionales pero acotó que ello implica vivir en una crisis económica porque ahora nadie paga por decir la verdad.
MIEDO, SILENCIO, CENSURA Y MUERTE
En el foro, la politóloga y escritora Denise Dresser habló de las agresiones a las periodistas, quienes, dijo, conocen muy bien las palabras “miedo, silencio, censura y muerte” en un país donde existe la simulación de las leyes, ya que a pesar de que desde 2012 existe la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, estos grupos siguen en riesgo.
La columnista de la revista Proceso y editorialista del periódico Reforma dijo que alzar la voz conlleva un alto riesgo, más si se trata de mujeres, quienes son amenazadas con ser asesinadas o violadas sexualmente, como le sucedió a ella cuando en abril de 2016 se sumó a la campaña #VivasNosQueremos en Twitter.
Dresser, quien también fue amenazada con secuestrar a su hijo, dijo que un país que minimiza, trivializa y descalifica la violencia contra las periodistas revela lo que ocurre a las mujeres mexicanas, que son victimizadas, encarceladas y abandonadas por el Estado y la sociedad.
La columnista criticó que a las trabajadoras de los medios y a las ciudadanas se les califique de “histéricas, viscerales o mal cogidas” y de que no sean “testigos confiables” de sus vidas ni de su verdad y, peor, que esta violencia no se considere ni una crisis ni un patrón.
Por ello llamó a arropar a las mujeres que con su trabajo periodístico defienden el derecho a la libertad de expresión, un derecho, que dijo, muchos mexicanos, ni siquiera conocen.
CADA VEZ MÁS COMPLICADO INFORMAR
En su oportunidad, la periodista independiente Laura Castellanos, quien en 2016 fue galardonada con el Premio Nacional de Periodismo 2015 por su trabajo “Fueron los Federales” sobre la ejecución de por lo menos 16 personas, aseguró que cada vez es más complicado informar.
Para la reportera y autora de “México armado 1943-1981”, el gremio periodístico debe afrontar la impunidad del Estado, quien de acuerdo con el Informe El Poder del Cacicazgo, elaborado por CIMAC, es presunto responsable del 73 por ciento de los casos cometidos contra las comunicadoras de 2014 a 2015.
Con esta referencia Castellanos aseguró que las periodistas no esperan que el Estado proteja a quienes violenta por investigar sobre temas como inseguridad, pederastia, victimas y corrupción, de quienes ejercen su profesión pese a las instituciones, las empresas de medios y las condiciones laborales miserables.
En la mesa también estuvo la abogada y presidenta del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, Alejandra Nuño Ruiz, quien señaló que hay una falta de recursos económicos para operar esta herramienta, como lo han señalado las dependencias de Gobierno.
A decir de la abogada, al mes este Mecanismo, dependiente de la Secretaría de Gobernación, gasta 16 millones y medio de pesos en medidas de protección para periodistas y defensores y requiere de un presupuesto de 80 millones de pesos para 2018; sin embargo declaró que el diagnóstico es que este procedimiento para obtener medidas de protección es ineficaz.
ESPACIOS PROPIOS
Al tomar la palabra la comunicadora, representante de la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México e impulsora de la agencia informativa Notimia, Guadalupe Martínez Pérez, aseguró que frente a estos escenarios una de las opciones es la creación de espacios propios para hacer visibles a las mujeres, en particular a las indígenas.
En abril pasado se fundó esta agencia de noticias encabezada por mujeres indígenas y afro descendientes, un medio nuevo que tiene la tarea de informar sobre aquellos temas que pasan inadvertidos por los medios tradicionales como el feminicidio de las indígenas, la fabricación de textiles o artesanías como propiedad intelectual, entre otros.
Al encuentro, auspiciado por la Embajada de Suecia y la Embajada Británica en México, también asistieron la periodista independiente Anastasia Moloney; la periodista y académica española, Nuria Varela; la académica mexicana, Nelly Lucero Lara Chávez; y la foto reportera de la Red de Periodistas de a Pie, Ximena Natera, quienes señalaron las condiciones e importancia de este oficio para la sociedad y para promover los derechos de las mujeres.
17/AGM/GG
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Con Apoyo de WACC, CIMAC elabora monitoreo de medios
“Las mujeres en los medios: constructoras de paz y democracia”

Los medios de comunicación digitales e impresos en México no incluyen en su agenda informativa el tema de paz y seguridad y continúan estereotipando a las mujeres, según los resultados del monitoreo de medios “Las mujeres en los medios constructoras de paz y democracia”, elaborado por Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC).
En este trabajo que analizó la representación de género que prevalece en las noticias sobre temas de paz, seguridad y violencia, el Observatorio de medios de CIMAC encontró que un pendiente de los medios mexicanos es incluir a las víctimas de la inseguridad en la información que difunden, sin revictimizarlas y respetando sus Derechos Humanos.
De acuerdo con esta revisión realizada durante los meses de abril y mayo de 2016, el Observatorio de medios de CIMAC identificó que de un total de 2 mil 236 textos periodísticos analizados en 12 medios de comunicación nacionales digitales e impresos, 53 por ciento trata sobre “delitos violentos” y en segundo lugar está el tema de “violencia contra las mujeres” con 27 por ciento del total de publicaciones.
La investigación, apoyada por la Asociación Mundial por la Comunicación Cristiana (WACC, por sus siglas en inglés), también encontró que los medios publican imágenes donde se expone la identidad de las víctimas y se hace apología de la violencia, lo que indica la necesidad de una reflexión necesaria sobre cuáles deberían ser las reglas éticas mínimas para estas coberturas.
Destaca que hasta 2010 el tema de feminicidio era un tema de cobertura casi exclusivo de las mujeres, pero una vez que se colocó en los medios la fuente se masculinizó, es decir, que cuando un tema adquiere “prestigio informativo”, las jefaturas de información lo asignan a los reporteros, la misma situación ocurrió para el tema de Derechos Humanos.
Asimismo destaca que las fuentes consultadas para la elaboración de los textos periodísticos, continúan siendo hombres “expertos”.
Los medios, señala el documento, dedican su cobertura a la información de los delitos violentos (asesinato, secuestro, desapariciones, extorsiones, violencia perpetrada por el Estado tortura, y linchamientos), así como a las acciones que desde el gobierno se realizan con el fin de garantizar la seguridad de la ciudadanía, por ejemplo el ejercicio del presupuesto y el despliegue de fuerzas armadas en las zonas registradas como las más violentas e inseguras para la población.
En los medios impresos la sección “Seguridad” fue la que más noticias tuvo, pero con una tendencia clara a minimizar la violencia al tratarla como un hecho local; en el caso de los medios digitales la sección que tuvo mayor presencia fue “Nacional”, es decir, se le da una relevancia mayor, situando los hechos violentos como temas que requieren atención nacional.
El Observatorio de medios incluyó como uno de los subtemas la “Paz” en el que se pretendía detectar aquellos textos que hablaran sobre el acceso a la justicia de las víctimas, reparación del daño o la repatriación y reasentamiento posterior a los conflictos, el resultado fue que de los más de 2 mil textos publicados, sólo 3, en medios impresos, hicieron referencia a la búsqueda de la paz o la justicia en un contexto de violencia e inseguridad que se vive en México.
Sin embargo, poco o nada se sabe de lo que ha sucedido con las víctimas de violencia, si es que han tenido acceso a la justicia y a la reparación del daño. Y en el caso de las personas que viven desplazamientos forzados a causa de la violencia los medios tampoco investigan sobre si estas personas fueron restablecidas en sitios seguros para ellas y sus familias.
La investigación encontró que la violencia contra el gremio periodístico y al avance tecnológico dieron oportunidad a la apertura de nuevos espacios digitales para ejercer la libertad de expresión; sin embargo ambos espacios tienen características similares en el fondo de sus coberturas, por ejemplo el sexismo y la exclusión de las mujeres.
Con estos hallazgos, el Observatorio de medios de CIMAC propone un decálogo para que los periodistas consideren principios que los ayuden a construir un periodismo de paz y con perspectiva de género. Entre las recomendaciones está reconocer el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y considerar los derechos de las víctimas establecidos en la Constitución Política federal.
De acuerdo a este análisis, las periodistas contribuyen a una agenda mediática de paz y ciudadanía. Los resultados de este monitoreo, muestran que las periodistas escriben 19 por ciento de los textos sobre crimen y en 55 por ciento de sus trabajos hacen referencia a los instrumentos nacionales e internacionales en materia de Derechos Humanos y tratar con respecto y dignidad a las víctimas de violencia.
16/AGM/LGL
Reportaje de investigación, noticia, crónica, divulgación científica y trayectoria
Premio Nacional de Periodismo, para 5 mujeres

De 7 categorías del Premio Nacional de Periodismo, cinco fueron ganadas por mujeres periodistas, una de ellas por trayectoria periodística para Sara Lovera López, una de las fundadoras de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC).
En la categoría de trayectoria periodística, el reconocimiento se le otorgó a la periodista y feminista Sara Lovera López, por sus 50 años en el periodismo donde se ha desempeñado como reportera, corresponsal nacional e internacional y columnista.
En el diario La Jornada, además de ser socia fundadora, creó con un grupo de periodistas y feministas el suplemento DobleJornada, que durante 11 años documentó la condición social de las mujeres.
En 1988, conjuntamente con las periodistas Isabel Barranco Lagunas, Patricia Camacho, Yoloxóchitl Casas Chousal, Elvira Hernández, Josefina Hernández, Isabel Inclán, Paz Muñoz y Perla Oropeza fundó la asociación civil Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) que se convirtió en una agencia informativa multimedia hacia 1995 y donde impulsó junto con sus colegas, la creación de las Redes de periodistas con visión de género la nacional, la centroamericana, la latinoamericana, la de México-Estados Unidos y Canadá y finalmente la Red Internacional.
En la categoría “Reportaje de investigación”, la ganadora fue Laura Castellanos, por su trabajo periodístico “Fueron los federales” publicado en el portal Aristegui Noticias. En la categoría “Noticia” la ganadora es Zorayda Gallegos y comparte su premio con Silber Meza Camacho con la “Cobertura del Expediente Ayotzinapa” publicado en el periódico El Universal.
El premio para el mejor trabajo de “Crónica” se le otorgará a Ana Emilia Felker Centeno, por su publicación “El último viaje: Luis y Juan Villoro”.
En “Divulgación Científica y Cultural” la ganadora es Pilar Sánchez y el equipo de producción del Instituto Morelense de Radio y Televisión con su trabajo NICTE- Ha Bandula, transmitido en los medios de la institución ya mencionada.
El premio se otorga a las y los periodistas que sobresalen por su “desempeño y ejercicio cotidiano del derecho ciudadano a estar informado”, por la calidad y su relación con el beneficio de la opinión pública, toma en cuenta principios como la autonomía e imparcialidad al ejercer el oficio periodístico.
El reconocimiento consiste en un diploma, una escultura denominada "El águila", y remuneración.
16/GVV/LGL
