Leticia Santiago

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NACIONAL
DERECHOS HUMANOS
   Hay más dudas que certezas dice su familia
   
Belén: ser mujer y desaparecer en la Ciudad de México
CIMACFoto: César Martínez López
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 20/07/2017

Son las 2 de la madrugada del lunes 5 de junio. El teléfono de la familia Cortés Santiago suena. -¿Bueno?- contesta Benito Cortés, padre de Belén, la estudiante de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) desaparecida el 29 de abril de este año. Se oye una voz que le dice “¿papá? Soy Belén”.
 
Incrédulo y aún adormilado por la hora él responde -Tú no eres Belén-, pero la voz al otro lado de la bocina insiste -¡Sí!, ¡cómo no voy a ser yo!
 
Benito Cortés reacciona y le pregunta -¿Dónde estás? Belén responde -No puedo decirles dónde -y rectifica inmediatamente- no quiero decirles dónde estoy, pero les envío un video que me tomaron los… Benito la interrumpe- ¡Todos te queremos, te queremos ver, ven a la casa, te extrañamos! Ella responde: -Estoy bien no se preocupen-.
 
La llamada dura 33 minutos, Belén pregunta insistente sobre su hermana menor de 12 años de edad y pide que la cuiden mucho. Ésta es la primera y única ocasión, desde su desaparición, en que la familia de Belén ha podido hablar con ella.
 
“Se escuchaba extraña, ella no habla así y ¿por qué llamó a esa hora? ¿por qué dijo que gente de CAPEA fue a buscarla si ellos me dijeron que ya habían cerrado la carpeta de investigación?”, externó preocupada a Cimacnoticias la mamá de Belén, Leticia Santiago.
 
Dos días después de la llamada, el 7 de junio, familiares de Belén fueron citados en las oficinas del Centro de Atención de Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, ubicadas en la colonia Doctores, y acudieron acompañados de la académica de la UACM, Samantha Zaragoza.
 
En un cuarto con paredes amarillas y desgastadas se sentaron con el director general de Atención a Víctimas del Delito, Carlos Rodríguez Sánchez; con el director del CAPEA, José Antonio Ferrer y la subdirectora Psicosocial del Centro, Susana Méndez Cedillo.
 
“Belén se acercó y nos pidió que por favor les transmitiéramos este video porque sabía de la inquietud que tenían ustedes de no haberla visto y con la intención de tranquilizarlos”, afirmaron Antonio Ferrer y Carlos Rodríguez antes de proyectar en la pared el primer video.
 
VIDEOS
 
En un video de tres minutos se observa a Belén sosteniendo el periódico Reforma con fecha del lunes 5 de junio y su credencial de elector, la misma que el personal del CAPEA omitió pedir a Belén cuando la localizó y ella dio su declaración. Lleva puesta una sudadera gris con líneas horizontales blancas y letras rojas. Una media cola recoge su cabello ondulado que ahora es negro y no rojo como cuando desapareció. Es de noche. Está de pie frente a una pared de tabiques grises y en lo que parece ser un jardín porque hay pasto y tierra.
 
El video continúa. Belén saluda: “este video es para decirles que estoy bien, me encuentro muy bien”. Mira al piso, alarga las palabras y aprieta sus labios antes de explicar que no quiso informarles en donde estaba.
 
Belén continúa: “Hoy me vienen a ver y me dicen que siguen las marchas y muchas cosas más que están haciendo y, pues, yo no sabía nada de esto, pero quiero decirles que me encuentro muy bien”, menciona nerviosa.
 
Belén Montserrat Cortés Santiago desapareció el 29 de abril cuando tenía 19 años, hoy tiene 20. Ese día salió a trabajar vendiendo pastes en la colonia San Miguel Teotongo, Iztapalapa, pero no regreso a casa. Luego de las exigencias que la comunidad universitaria hizo para agilizar la búsqueda la PGJDF anunció su localización el 25 de mayo y aseguró que ella no quería ver a su familia.
 
En el video, al que esta agencia tuvo acceso, se observa que Belén voltea a ver a quienes la están grabando: “Me encuentro –hace una pausa de dos segundos- en un lugar muy bonito, con personas muy gentiles que empiezo a apreciar y estoy muy bien de salud, estoy aquí por mi propia voluntad”. Agradece a su familia el interés por buscarla.
 
Esforzándose por no llorar, manda saludos a su hermana menor y enfatiza “cuídenla mucho, protéjanla”.
 
También menciona: “Espero que estén tranquilos con este video, los quiero mucho, familia, gracias por todo”. Apenas termina la frase comienza a llorar, asiente con la cabeza, se cubre el rostro con el periódico y el video finaliza.
 
Al terminar la proyección y durante la reunión, el papá de Belén, Benito Cortés les dice a los de CAPEA con un tono incrédulo: “ella no está bien, su labio inferior está hinchado y se ve triste”.
 
Leticia Santiago, su madre, afirma categórica: “Estaba nerviosa, no dejaba de mover sus manos, de morder sus labios, no veía a la cámara y volteaba a ver siempre a los del CAPEA, a los que grabaron los videos, como si les preguntara ‘¿está bien lo que dije?’ como si la estuvieran obligando a decir lo que ellos querían”.
 
Cuando terminaron de ver el video, molestos, sus padres y sus hermanos insistieron en que eso no probaba que ella estuviera bien, por lo que, serios, Antonio Ferrer, Carlos Rodríguez y la directora general de Derechos Humanos de la PGJDF, Eunice Beatriz Castañeda junto con el subdirector Jurídico del CAPEA, Magdaleno Montes de Oca, también presentes en la reunión, insistieron en mostrarles un segundo video, que contiene la grabación de la llamada de la madrugada del 5 de junio.
 
“Se los mostramos para que vean el desenvolvimiento de Belén en la plática que tuvo con ustedes”, recalcó Antonio Ferrer e inició la proyección de un video de aproximadamente 35 minutos.
 
En él, Belén aparece parada en el mismo lugar que en el video anterior momentos antes de llamar a su familia. Acaricia sus brazos para darse calor, parece que tiene frío. La subdirectora Psicosocial del CAPEA, Susana Méndez, se acerca con la joven y le presta su celular. En altavoz marca a un número que nadie contesta. “Han de estar bien dormidos”, menciona Belén y pide llamar a su casa.
 
La subdirectora le pide que dicte el teléfono, la marcación es incorrecta, esto provoca la risa de Susana Méndez, Belén la observa y sonríe nerviosa, como si no entendiera por qué ríe. Están en otra entidad. La funcionaria marca en su celular la lada y el número de la Ciudad de México.
 
Detrás de la cámara, Ferrer, el director del CAPEA, se dirige a Belén: “Puedes pedir hablar con tu mamá o con quien te conteste”- “O con quien tú quieras”-interrumpe Susana Méndez. Antes de que contesten, Ferrer agrega: “Diles que les mandas un video, para que vean que estás bien y se calmen”.
 
Belén habla con su papá, su mamá y uno de sus hermanos. Al fondo, se escuchan ladridos de perros y gallos que cantan. Aún sin preguntarle, ella afirma que se fue por su propia voluntad y repite varias veces “estoy bien, me encuentro bien”.  
 
Cuando César Cortés, su hermano, le preguntó por qué llamó a esa hora Belén respondió: “porque a esta hora me vinieron a ver” y contó que el día que despareció le robaron su celular en el local donde trabajaba. En más de cuatro ocasiones insistió “cuiden mucho a mi hermanita”.
 
Al terminar el video la familia de Belén cuestionó a Juan Antonio Ferrer y Susana Méndez Cedillo qué hacían ahí y por qué la habían buscado a las dos de la madrugada.
 
Sobre la hora, el director del CAPEA aseguró: “nosotros teníamos que ajustarnos a las horas donde la podíamos ver”. Más adelante y, con un tono engreído, como si estuviera cansado de responder a esa pregunta mencionó: “fue a esa hora porque ella lo pidió así”.
 
En el video se observa que Belén no conocía a las personas que acudieron a buscarla. Cuando su hermano César le preguntó de dónde llamó ella respondió: “Hablo del celular de una –hace una pausa y voltea a ver en dirección de la cámara - ¿qué es usted?”, se escucha que Susana Méndez ríe y le responde “de una persona de CAPEA”, Belén repite esa respuesta. 
 
Las contradicciones continuaron. Los familiares de Belén confrontaron al personal del CAPEA por las incongruencias. “El problema está en lo que dicen, primero comentan que Belén los buscó a ustedes y ella claramente afirma que fue al revés”, expresó molesto, Víctor Cortés Santiago, el hermano mayor de Belén.
 
Antonio Ferrer argumentó: “La buscamos porque ustedes manifestaron que querían ver a su hija, querían saber que estaba bien y que sí contaba con su credencial de elector, por eso, a pesar de que ya cerramos la carpeta de investigación, le compartimos a Belén su inquietud y quisimos darles algún elemento visual para que estuvieran más tranquilos”.
 
Susana Méndez señaló: “Buscar a Belén no fue una diligencia de la carpeta es más bien ‘un acto’ de parte de la procuraduría sabiendo  que Belén tiene nuestra confianza –corrigió de inmediato- más bien, ella confía en nosotros. Lo que afirmó también el director general de Atención a Víctimas del Delito.
 
Al terminar la reunión, la familia solicitó, mediante un escrito, el acceso completo a la carpeta de investigación. Días después, en entrevista con Cimacnoticias, el hermano de Belén, César Cortés Santiago, dijo que ésta se les entregó, pero les fueron negados los videos con el argumento de que no pertenecen a la investigación.
 
La abogada de la familia, Karla Micheel Salas, explicó en entrevista con Cimacnoticias que la decisión del cierre de carpeta no es definitiva hasta que la PGJDF les entregue un documento oficial que lo acredite. Por lo que, luego de analizar la carpeta, pueden impugnar la decisión ante un juez de control.
 
Después de la reunión de casi dos horas, Benito Cortés fue firme y claro con los funcionarios: “No les creemos. No le enseñé a mi hija a hablarnos así, por videos, si estuviera bien nos buscaría y lo diría en persona”.
 
“Vamos a estar tranquilos hasta que volvamos a ver en persona a Belén. No es normal que de la noche a la mañana dejara a sus amigos, su escuela y a su familia, todos la extrañamos y la queremos de vuelta”, aseguró Leticia Santiago.
 
Antes de dejar las instalaciones del CAPEA, Samantha Zaragoza,  consternada, opinó que la actitud de los funcionarios y las constantes violaciones por parte de la PGJDF al Protocolo para la búsqueda inmediata de mujeres extraviadas acrecientan las dudas.
 
“Su familia y la comunidad universitaria nos cuestionamos hoy más que nunca “¿Dónde, cómo y con quién estás, Belén?”, concluyó.
 
17/RED
 








NACIONAL
VIOLENCIA
   Después de una semana rompen el silencio y preguntan ¿dónde está?
Familia de Belén no tiene certeza de que su hija apareció
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Montserrat Antúnez Estrada
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 01/06/2017

A una semana de que la Procuraduría capitalina anunció que Belén Montserrat Cortés Santiago, estudiante de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) fue hallada en el estado de Hidalgo, su familia no tiene la certeza de su aparición pues “sólo les mostraron una fotografía  de mala calidad y ninguna credencial oficial que avale que haya sido Belén quien realmente declaró”.

Así lo informaron esta mañana sus familiares- papás y hermanos- en una conferencia de prensa en el plantel Centro de la UACM, en la que estuvieron ausentes las autoridades universitarias y la cual fue moderada por la académica de Comunicación y Cultura, Aleyda Gaspar González.
 
En la rueda de prensa, la madre de Belén, Leticia Santiago, precisó que los funcionarios del Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) “nos dijeron que el caso está cerrado. La pregunta que nos hacemos todos, mencionó, es: ¿dónde está Belén? La queremos de vuelta en casa y en su universidad”. 
 
El padre de Belén, Benito Cortés, comentó que la madrugada del 25 de mayo cuando, según les confirmaron autoridades del CAPEA, Belén acudió a declarar los funcionarios “no le pidieron una identificación oficial que constatara que era ella, no tenían que dejarla ir hasta que acudiéramos a identificarla”, externó.
 
Otra irregularidad, agregaron, es que no fueron​ notificados cuando Belén rindió declaración en CAPEA, “esto aunque fuimos nosotros quienes denunciamos su desaparición”, mencionó Benito Cortés. 
 
“Como prueba de que está bien solo nos mostraron una foto de ella en blanco y negro, ni siquiera era de buena calidad”, dijo a Cimacnoticias Leticia Santiago.
 
Belén, quien trabajaba vendiendo pastes en las calles de la colonia donde vivía con su familia, San Miguel Teotongo, en la delegación Iztapalapa, no regresó a su casa el 29 de abril después del trabajo, pese a que había avisado a sus padres que eso haría. Tras varios días, la PGJDF anunció en los medios que había sido localizada y no quería ver a sus padres, lo que inconformó y preocupó a la familia, a quien tampoco se le ha dado copia del expediente.
 
Al término de la conferencia, alumnado, familiares y docentes de la UACM caminaron a la Procuraduría capitalina para entregar una carta firmada por más de 400 personas de la comunidad universitaria, cerca de 300 ciudadanos externos y 40 colectivos y organizaciones civiles, donde piden a la autoridad que compruebe que Belén prefería no ver a su familia, como se dijo a los medios. Esta fue entregada en la Oficialía de Partes.
 
Ahí, fueron atendidas por el director general de Atención a Víctimas del Delito, de la PGJDF, Carlos Rodríguez Campos, quien les reiteró que no podían proporcionarles información de su paradero por decisión de la joven, ya que ella es mayor de edad.
 
Ante las irregularidades presentadas, el hermano de Belén, César Cortés Santiago expuso que su familia prevé acudir a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal para denunciar el tratamiento de la Procuraduría capitalina hacia el caso.
 
AMIGOS DESCONOCÍAN PARADERO
 
En el anuncio del 25 de mayo el Procurador señaló que personas cercanas a Belén siempre supieron de su paradero y que ella decidió ausentarse de manera voluntaria. Sin embargo, la académica Tania Paloma Hernández Ramírez y el profesor de Belén, Samuel Cielo Canales, negaron esta versión.
 
Señalaron, en entrevista con Cimacnoticias, que luego de consultar a las y los compañeros de clase de la joven de 19 años, éstos negaron lo dicho por el Procurador. “Ellos, como nosotros y su familia, no saben ni sabían dónde estaba, por eso desde antes organizamos brigadas para buscarla”, comentó Cielo Canales.
 
El suyo no es el único caso en la zona. “Quince días después de la desaparición de mi hija una chica que vive en la colonia también desapareció, no saben dónde está”, comentó Leticia Santiago.
 
El profesor Samuel Cielo aseguró que durante las dos brigadas de búsqueda realizadas por la comunidad estudiantil en dicha colonia, previo al anuncio de la procuraduría, otras familias denunciaron que sus hijas también habían sido desaparecidas. “Son tantas que perdimos la cuenta”, señaló.

El caso de Belén ocurrió en un contexto donde desde 2013 el número de mujeres desaparecidas ha aumentado. De acuerdo al "Sexto Informe del Observatorio para Prevenir y Combatir la Trata de Personas" (2016) del Centro de Estudios Sociales y Culturales, en 2013 se registraron mil 322 casos de mujeres desaparecidas en la Ciudad de México. 

De acuerdo con el informe, las desapariciones suman 3 mil 839 (de 2013 a 2015) pero sólo en 20.7 por ciento (795) de los casos, las mujeres fueron localizadas.

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