Muerte materna
Mortalidad Materna
Sexto Informe de Gobierno revela pendientes en salud
Cifras de muerte materna y embarazo adolescente se mantienen

Las mexicanas siguen sin acceder a servicios de salud sexual y reproductiva, las cifras de muertes maternas y embarazo adolescente se mantienen y no se alcanza la cobertura mínima en la detección de cáncer de mama y cervicouterino, revela el sexto y último Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto (2017-2018).
El sexto Informe de Gobierno que entregó Peña Nieto el pasado 3 de septiembre y que marca el fin de su sexenio (2012-2018), dejó ver que los problemas trascendentales para las mujeres como es la salud, siguen sin tener cambios.
Un ejemplo de ello es que la Razón de Mortalidad Materna (RMM) no tuvo una reducción significativa en este sexenio, en 2016 se ubicó en 36.7 defunciones maternas por cada mil nacidos vivos, significa una disminución de apenas 1.4 puntos respecto a la RMM registrada en 2013, la cual se calculó en 38.1.
Asimismo tampoco se logró la cobertura total en la atención médica a las mujeres que presentaron un embarazo. De acuerdo con el informe que revisó Cimacnoticias el porcentaje de atención durante el primer trimestre de gestación fue de 54.4 por ciento, es decir solo cinco de cada 10 embarazadas tuvieron una primera consulta en ese periodo de gestación. En tanto, el promedio de atenciones prenatales por cada mujer embaraza fue de 6.7 consultas.
Lo mismo ocurre en el abastecimiento de métodos anticonceptivos, el informe precisa que la cobertura en las mujeres casadas o unidas entre los 15 a 49 años de edad fue del 50.9 por ciento, esto equivale a 4.5 millones de usuarias activas de algún anticonceptivo al cierre de 2017.
Y representa un incremento de 20 por ciento de usuarias en comparación con las que se tenían registradas en 2012 cuando inició el sexenio que eran 774 mil.
Asimismo se informa que la Secretaría de Salud de 2014 a 2018 hizo una inversión de 4 mil millones de pesos en la compra centralizada de anticonceptivos para el suministro de los centros de salud, con lo que hasta ahora se tienen disponibles 14 tipos de anticonceptivos de forma gratuita.
A pesar de estos avances los índices de embarazo adolescente continúan en el país, la proporción de adolescentes embarazadas en 2017 alcanzó 10.6 por ciento de dicha población, el mismo informe menciona que se trató de un “desempeñó medio”.
No obstante que una de las políticas que Peña Nieto impulsó en 2016 fue la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), de la cual, en el informe, sólo se hace referencia en una ocasión, al citar la difusión de una “campaña sobre educación sexual”.
En el rubro de salud también se destaca en el informe el “fortalecimiento de los programas de detección oportuna de cáncer de mama y cervicouterino”, de 2013 a junio de 2018 se realizaron 12 millones de mastografías a mujeres entre 40 a 69 años de edad y 30 millones de citologías a mujeres entre 25 a 64 años de edad.
Sin embargo no transparenta lo que estas cifras significaron en cobertura de estos servicios para las mexicanas, en contraste en 2015 la Secretaría de Salud publicó en su “informe sobre la salud de los mexicanos” que la cobertura nacional de mastografías en mujeres de 40 a 69 años de edad fue apenas de 14.8 por ciento.
Respecto al cáncer en mujeres el informe precisa que el Instituto Nacional de Cancerología amplio sus programas en cáncer de ovario, investigación de cáncer de mama y biomarcadores, cáncer de pulmón en mujeres no asociado al tabaquismo, y el cáncer cervicouterino.
18/HZM
SALUD
La Voz de la Coalición
El Seguro Popular y su desempeño en poblaciones vulnerables de Chiapas

En el periodo de 2001-2003 se puso en marcha un proyecto piloto llamado Salud para Todos (precursor del Seguro Popular de Salud ‒SP‒), como un instrumento de transferencia de subsidios a través de un paquete de servicios médicos.
El 15 de mayo de 2003, se adiciona a la Ley General de Salud la leyenda: “de la Protección Social en Salud”, con esta reforma el SP se transforma de un programa a una ley.
El SP surgió con el objetivo de proteger a la población que no contaba con seguridad social formal y con alto riesgo al empobrecimiento por gastos en salud.
La Comisión Nacional de Protección Social en Salud lo define como un seguro médico, público y voluntario, dirigido a poblaciones sin acceso a servicios de salud y que se empobrecían a consecuencia de los gastos incurridos para pagar servicios de salud.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Intercensal 2015, a nivel nacional, 72.7 por ciento de la población hablante de lengua indígena de 3 y más años cuenta con Seguro Popular (5 millones 362 mil 239), seguido de 15.1 por ciento sin derechohabiencia a servicios de salud (1 millón 115 mil 608), 11.1 por ciento cuenta con derechohabiencia a instituciones de seguridad social (818 mil 252) y 1 por ciento accede a servicios privados u otros (76 mil 569). De acuerdo con esta información es evidente que en el país la población HLI de 3 años y más depende de los servicios del Seguro Popular.
Guerrero es la entidad que tiene la mayor afiliación del grupo HLI de 3 y más años (85.6 por ciento), seguido de Chiapas (80.2 por ciento), Puebla (78.5 por ciento), Oaxaca (77 por ciento) y Veracruz (76.6 por ciento). En tanto que Chiapas es el estado que presenta la proporción más elevada de ciudadanos HLI de 3 años y más que no cuentan con ningún tipo de afiliación (15.3 por ciento).
Por tanto se esperaría que con estos altos índices de afiliación esta población, considerada dentro de los grupos más desprotegidos, tendrían garantizado su acceso a los servicios de salud.
El Observatorio de Mortalidad Materna de México, como parte de sus acciones de monitoreo de políticas públicas, inició en 2017 un monitoreo a los servicios de salud materna y perinatal en poblaciones vulnerables en Chiapas, junto con el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Unidad Sureste.
El monitoreo contempla conocimientos médicos, servicios e insumos que se encuentran dentro de las intervenciones del programa de salud materna y perinatal en el SP, principalmente en unidades médicas del primer nivel de atención (centros de salud).
Se aplicó una metodología de selección de unidades médicas en municipios vulnerables a través del índice de vulnerabilidad diseñado por Freyermuth (2016). Este índice se compone de indicadores como pertenencia étnica, analfabetismo, mortalidad materna, pobreza extrema y con el Índice de Desarrollo Humano.
Empleando el índice de vulnerabilidad se seleccionaron cuarenta unidades médicas por entidad. Hemos finalizado la etapa de trabajo de campo a mediados de 2017 en los estados de Chiapas y Querétaro (próximamente Ciudad de México y Oaxaca). Se emplearon un instrumento extenso y una devolución rápida de resultados.
Algunos resultados preliminares a partir de las devoluciones rápidas en Chiapas son los siguientes: existe un desabasto notable en las inmunizaciones tanto para la mujer embarazada como para el recién nacido, casi 70 por ciento de unidades médicas carece de los toxoides que marca el programa de salud materna y perinatal.
Es importante señalar que gran parte de este desabasto obedece a la falta de condiciones de las unidades médicas para el almacenamiento de las vacunas, como la falta de electricidad y de refrigeradores.
Un 92 por ciento no cuenta con ergometrina, medicamento esencial para el tratamiento de hemorragia, 7 de cada 10 cuentan con Hidralazina, esencial para tratar la hipertensión en el embarazo.
Un 70 por ciento cuenta con pruebas rápidas para la detección de VIH y 95 por ciento de las unidades médicas sin barreras de acceso físico. Para el tratamiento IVU hay un desabasto de nitrofurantoína, en la mitad de las unidades visitadas. En cuanto al tratamiento de ITS, hay desabasto de antibióticos como la azitromicina, la eritromicina y la doxiciclina, todos ellos contemplados en las intervenciones del SP.
Otros hallazgos relevantes tienen que ver con el desconocimiento por parte de médicos y médicas (en su mayoría pasantes realizando servicio social) del protocolo de atención para la estabilización de una hemorragia postparto. En lo que corresponde a planificación familiar y a los servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes, el personal responsable no maneja los marcos normativos vigentes (la NOM- 047 principalmente).
Es necesario realizar un monitoreo ciudadano de las intervenciones y/o servicios que otorga el SP, para vigilar el cumplimiento de los servicios, el gasto acertado, que beneficie a las poblaciones a quienes están dirigidas. Al Estado le corresponde cumplir con lo dispuesto en la Ley y garantizar el derecho a la salud de las y los ciudadanos mexicanos.
*Secretaria técnica del Observatorio de Mortalidad Materna en México (OMM)
**Investigadora del Observatorio de Mortalidad Materna en México (OMM)
*** El Observatorio de Mortalidad Materna en México es parte de la Coalición por la Salud de las Mujeres, una red de organizaciones civiles con trabajo en salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
17/HAAE/AMGS/LGL
INFANCIA
Necesario registrar relación entre violencia y embarazo: OSC
Violencia y matrimonio infantil sinónimo de MM en niñas

Cimacnoticias consultó los registros de muertes maternas (MM) de la Ss, los cuales revelan que en promedio anual ocurren 7 defunciones de niñas por complicaciones durante o después de un embarazo, situación que lejos de reducirse en estos 14 años se ha mantenido. En 2002 ocurrieron 10 casos, para 2015 apenas se redujeron a 6 defunciones.
Más de la mitad de estas 97 niñas (52 por ciento) no contaba con derechohabiencia para acceder a atenciones médicas especializadas y 26 por ciento tenía Seguro Popular; 7 niñas estaban aseguradas en el IMSS, 2 en el ISSSTE y una en la Secretaría de la Defensa Nacional.
La principal causa de estos decesos fueron crisis convulsivas asociadas a la presión alta (preeclampsia) en 22 por ciento de los casos. En segundo lugar, las hemorragias previas o después del parto cobraron la vida de 15 niñas; y los casos de hipertensión por el embarazo fueron la causa de muerte de 8 niñas.
Aún cuando la ley permite la interrupción legal del embarazo por violación, las mujeres, y en particular las niñas, continúan enfrentando obstáculos para interrumpirlo, como consecuencia 2 niñas fallecieron por una hemorragia derivada de un aborto inseguro.
Otras de las causas de muerte materna en menores de edad, de acuerdo con los indicadores de la Ss fueron complicaciones respiratorias, intoxicaciones por microbios en la sangre después del parto (sepsis puerperal); el desprendimiento prematuro de la placenta y la ruptura del útero durante el parto.
En tanto, 9 niñas no tuvieron ningún tipo de atención médica al momento de fallecer.
Las cifras alertan que las defunciones de niñas por un embarazo están asociadas a otro problema: el matrimonio infantil. A su corta edad 40 de ellas estaban casadas, 46 en vivían en unión libre y una era divorciada.
El foco rojo se ubicó en Chiapas con 12 defunciones en total. A esta entidad le sigue Chihuahua y la Ciudad de México, cada una contó 8 casos; cabe destacar que dos de los registrados en la Ciudad fueron niñas provenientes del Estado de México, entidad que contó 5 muertes maternas.
Los decesos de niñas no son menores en Veracruz, ahí 6 niñas fallecieron, en Morelos 5 y Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, registraron 3 casos respectivamente.
SER NIÑA Y TERMINAR UN EMBARAZO
Para las niñas concluir un embarazo también significa riesgos a su salud física y mental. La ginecóloga y asesora de sistema de salud en Ipas México, Claudia Martínez López, describió en entrevista que después del parto las niñas terminan en situaciones de desnutrición, descalcificación y anemia, porque sus cuerpos no están suficientemente desarrollados para este proceso.
El riesgo también es para los productos. Cimacnoticias consultó los registros del Sistema de Información de Nacimientos (Sinac) de la Ss y encontró que de los 47 mil 211 nacimientos de menores de 14 años, de 2010 a 2014, en 8.4 por ciento de los casos el producto tuvo un peso bajo o muy bajo y 8.1 por ciento nació de forma prematura.
En suma, son niñas propensas a desarrollar depresión, ansiedad, se aíslan de sus entornos sociales o desisten de estudiar, añadió Martínez Lopéz, y el Estado mexicano es incapaz de atenderlas y visibilizar que “hay una violencia sexual explícita hacía ellas”, afirmó en entrevista la doctora, defensora y experta en salud sexual y reproductiva, Raffaela Schiavon Ermani.
ESTADO PASIVO
A nivel nacional, calificó Shiavon Ermani, las acciones gubernamentales, como la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea), enfocadas a erradicar las gestaciones de niñas “quedan muy cortas” pues “no sólo es necesaria la educación sexual o el acceso a métodos anticonceptivos para adolescentes sino de mecanismos específicos para prevenir, detectar y atender la violencia hacia las niñas”, aseguró.
Al invisibilizar que estas niñas fueron víctimas de violencia la probabilidad de que vuelvan al entorno de violencia y presenten otro embarazo continúa. Muestra de ello es que en 2016 de los nacimientos registrados en el Sinac en menores de 14 años de edad (11 mil 785) al menos tres por ciento (353) ya habían cursado hasta tres gestaciones.
Las estadísticas también alertan que en los últimos cinco años hubo un incremento de embarazos infantiles en los estados de las fronteras norte y sur del país.
Raffaela Schiavon señaló que estos indicadores son un llamado para dejar de considerar que los embarazos en niñas están asociados únicamente al nivel de desarrollo de los estados, pues la prevalencia de estos casos también está determinada por el contexto de violencia que caracteriza a estas entidades y alcanza a las niñas.
Tabasco, por ejemplo, en 2011 contaba con una tasa de 37.3 nacimientos en menores de edad por cada 10 mil mujeres de 10 a 14 años de edad, para 2015 la tasa se elevó a 45.4 nacimientos, la más alta del país.
En Coahuila, se registró en 2011 una tasa de 20 nacimientos y para 2015 aumentó a 34.7. En tanto, Durango registró una tasa de 16, cuatro años después incrementó a 24. También sobresale Aguascalientes, donde en 2011 se registraron seis nacimientos por cada 10 mil niñas y para 2015 fueron 21.
Para hacer frente a este problema, explica la especialista en derechos sexuales Shiavon Ermani, urge que el Estado registre la relación entre embarazos tempranos y violencia sexual pues a lo largo de la investigación que esta agencia realizó encontró que no hay registro oficial que permita conocer cuántos de estos embarazos fueron producto de violencia.
El personal de los servicios de salud, de las escuelas, y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia deberían estar obligados a “reaccionar de forma proactiva” ante la sospecha de violencia sexual hacia las niñas y del embarazo como causa de ellas, con el fin de que se les garantice su derecho al aborto como lo establece la Norma Oficial Mexicana 046 (NOM 046).
Además de garantizar a las niñas medidas de protección para que no tengan que convivir con sus agresores y accedan a la justicia.
El problema no es menor, en los últimos ocho años (de 2008 a 2016) más de 100 mil niñas llevaron a término un embarazo. Es decir, diariamente 32 niñas se convirtieron en madres en el país.
17/HZM/MMAE
SALUD
En Chiapas piden reconocer su aporte a la salud materna
Parteras abonan a salud de mujeres y niñas

Alrededor de 150 mujeres indígenas y campesinas de diversas regiones de Chiapas se reunieron esta semana en San Cristóbal de Las Casas para exigir a las autoridades estatales y federales del Sector Salud ser reconocidas como tal y ser apoyadas con recursos para ejercer su labor y reducir el índice de muerte materna en las comunidades rurales del estado.
En la presentación del Movimiento de Parteras del estado de Chiapas “Nich Ixim” (Flor de maíz, en lengua indígena), dijeron que mujeres parteras tradicionales de 19 municipios chiapanecos, principalmente de las regiones Altos, Selva, Frontera, Frailesca y la zona norte se reunieron para compartir sus experiencias y las dificultades para ejercer su labor.
Desde hace dos años -recordaron- las parteras junto con organizaciones de la sociedad civil se han reunido y organizado para hacer un espacio que promueva sus derechos y tenga la interlocución directa con actores que realicen cambios para mejorar el ejercicio de la partería tradicional en comunidades, municipios y regiones de Chiapas.
“Las políticas no claras institucionales han estado cambiando el rol de las parteras que tradicionalmente atendían a las mujeres en sus partos. De pronto se les empezó a prohibir la atención, a restringir las cédulas de nacimiento y solo se les solicitaba para hacer referencias y acompañamiento a las embarazadas, violando así los derechos básicos con los que ellas contaban, como son los culturales y a la salud”, denunciaron.
El Movimiento de parteras de Chiapas Flor de Maíz (Nich Ixim) está integrado por 124 parteras tradicionales y técnicas de 19 municipios y cinco regiones de Chiapas: Selva, Frontera, Zona Norte, Altos y Fraylesca. Se trata de las zonas y territorios de los más representativos en cuanto a la práctica y saberes en partería tradicional.
Las participantes explicaron que el Movimiento es también impulsado y acompañado por más de siete organizaciones, entre ellas, Formación y Capacitación A.C. Alianza Pedriatrica Global, CESC, Sakil Ixim, Casa de la Mujer Ixim Anzetic, Comité Promotor de una Maternidad Segura y Voluntaria de Chiapas y a nivel nacional. Se trata de organizaciones con más de 20 años de experiencia.
LAS DEMANDAS
Como parte de la creación de esta red, las participantes propusieron contribuir a la defensa de la partería tradicional como un Derecho Humano a la salud cultural y de las mujeres indígenas, rurales y urbanas; construir estrategias que enlacen y organicen a la partería tradicional y la técnica sin rivalidades, abonando a la salud de las mujeres.
Al dar lectura a una carta, plantearon promover sus derechos a atender partos, defender los derechos de las mujeres y su salud sexual y reproductiva -derechos a decidir sobre su cuerpo y salud-, trabajar por el derecho de las mujeres a decidir con quién quieren parir, atenderse y donde y salvaguardar el derecho a la salud de las parteras; además del reconocimiento de sus saberes.
De igual forma, exigieron al gobierno en sus tres niveles que respeten sus derechos y las apoyen con el reconocimiento y respeto sin importar si son certificadas o no.
Además, solicitaron credenciales de instituciones de salud en caso de que así lo requieran, tener contactos directos con el personal de los hospitales de primer, segundo y tercer nivel para referir traslados, tener diálogo con el Sector Salud y actores en el ramo de manera directa.
“Que el Sector Salud no nos divida, ni impida atender a las mujeres y que no decida a quiénes sí atendemos y a quiénes no. Pedimos facilidad para los certificados de nacimiento, firmados como parteras, pero, sobre todo, mejora de los servicios de salud en los hospitales y servicios de primer nivel como casas o centros de salud, incluidos los fines de semana. Y que el sector salud tenga personal capacitado en emergencias obstétricas y sensibles a la cultura de cada pueblo con trato digno”.
Las parteras mencionaron que, para ejercer su labor, en Chiapas urge que haya más bancos de sangre suficiente a diferentes niveles de atención, porque el desabasto ha sido causa de muerte materna en muchos casos.
Lo mismo demandaron medicamentos y materiales suficientes y que no manden a comprar a las parteras ni a las mujeres que ellas atienden, además de que “no traigan a la embarazada de un lado a otro y que no la rechacen”.
Entre sus exigencias mencionaron también que el sistema de salud en Chiapas cuente con ambulancias con chofer y gasolina para los traslados; que les den apoyos económicos o gratificación; ayuda jurídica y psicológica en caso de algún problema, tal como tienen los médicos en los hospitales; apoyo de capacitación y material a todas las parteras lejanas y cercanas sin condicionamiento.
Por último, advirtieron: “Nos estaremos reuniendo en comunidades, municipios y a nivel estatal para ir construyendo espacios y estrategias de diálogo, de información y organización que mejoren la calidad de vida de las parteras tradicionales y técnicas, de las mujeres y sus comunidades en su ejercicio a el derecho a una atención de calidad y elegida”.
17/IM/LGL
FEMINISMO
"Saber es comprometerse a que cambien las cosas”
Fallece la feminista María del Carmen Elu Cayado

El día de hoy falleció en la Ciudad de México, una feminista emblemática que dedicó toda su vida a mirar a otras mujeres; las sin voz, aquellas que morían solamente por dar a luz: María del Carmen Elu Cayado.
Para muchas personas, las mujeres que mueren durante el embarazo parto o puerperio sólo son cifras, números que engrosan la estadística, pero para María del Carmen Elu Cayado eran rostros y voces que han callado, que han desaparecido, y cuyas muertes se pudieron evitar: desencuentro cultural, relaciones de poder y no respeto de las mujeres han contribuido a cavar sus tumbas.
Elu Cayado, fue doctora en antropología social. Dedicó su vida a hacer visible la injusticia en la que viven las mujeres al ejercer su derecho a ser madres. "Saber es comprometerse a que cambien las cosas, saber es hacer que no siga pasando, saber es detener el dolor", fue su consigna de vida.
En los años 60 aún no se hablaba de género, apenas se empezaba a ver cómo las mujeres ejercerían la ciudadanía y Maricarmen Elu, como también se le conocía, ya estudiaba las relaciones de poder en la pareja. Feminista o no feminista, como la calificaban las mujeres organizadas en la reivindicación de los Derechos Humanos de las mujeres, apostó a vivir en libertad.
Muchos años de su vida los dedicó a darle sustento teórico a salvaguardar la vida de las mujeres.
Su tesis doctoral, “La Luz Encarnada”, fue para darle sustento a aquello que las autoridades y los pueblos no querían ver: que la muerte materna significa el respeto y valor que tienen las mujeres para los gobiernos, porque son muertes que se pueden evitar con recursos mínimos. Sin embargo, en México continúa pasando.
"A mí me meten en eso las mujeres que se mueren, escuchar la voz de las hijas y los hijos, y me obliga a darles voz. En el premio Zazil de Avon me dieron 100 mil pesos y 90 fueron para las parteras y 10 para comprarme el vestido de noche para recibir el premio que fue entregado en un lugar muy elegante. Cuando me tocó hablar agradecí el premio y dije: nunca pensé que un lugar como éste tenía que dar voz a las mujeres que mueren por ser mujeres y ser pobres".
“Como parte de las investigaciones realizadas en el libro ‘Mujeres que hablan’, yo percibía que las mujeres no tenían voz pública, porque no son escuchadas. La idea era dejar que las mujeres hablen y hagan públicos los problemas que viven, acompañarles en el camino de la búsqueda de la igualdad y el respeto".
A ello dedicó su vida María del Carmen Elu Cayado. Hija de un agricultor vasco llamado Heriberto Elu y de una ama de casa cubana llamada María Luisa Cayado. Nació en Bilbao, España, por un error geográfico, dice ella.
Su madre, María Luisa, decidió que Maricarmen no estudiara bordado o piano, ella iría a la escuela porque llegaría a la Universidad. Y así lo hizo. Migró a los 15 años a Cuba con su familia.
A los 8 años de edad, hacía el trayecto de Bilbao a Sodupe, el pueblo de sus abuelos, donde la mano firme y dulce de ellos le enseñó a ser libre. "Yo tenía mi pedazo de río para pescar camarones, tenía permiso de andar por donde quiera, sólo llegaba a la merienda y todo el día desaparecía".
Su llegada a Cuba marcó el inicio de una nueva aventura, donde se encontró como en espera, para regresar a ver a sus abuelos o algo más. Y ese algo lo encontró en una conferencia de estudiantes universitarios católicos en El Salvador. Ahí, entre canciones con mariachis y flores en la mano, conoció a Luis Leñero, durante la disertación teórica. Tras dos años de noviazgo se casaron.
Extranjera en Cuba, María del Carmen Elu decidió, al lado de Luis, que vivirían en México a donde se dirigieron bajo el argumento de que "yo ya era extrajera en un país, no había porque ser los dos extranjeros".
Su llegada a México fue como recuperar la infancia. Los espacios llenos de luz, de montañas, la gente afable, la calidez de las personas, "A mí me pasó al revés de Cortés. Él salió de España, llegó a Cuba y conquistó México. Yo salí de España, llegué a Cuba y México me conquistó".
Desde el Comité Por una Maternidad Sin riesgos, el cual dirigió, pugnó cada día porque las mujeres no murieran, a veces como funcionaria, en los últimos tiempos desde el diálogo abierto entre la sociedad civil y los gobiernos.
Impulsora de iniciativas, aportó el elemento de las autopsias verbales para mejorar el registro de la mortalidad materna en México, que no existía.
Apoyó en la década de los 70 la implementación de la planificación familiar en las comunidades rurales y emprendió la campaña de "milagros" para sensibilizar al personal de salud en su trascendencia en la salud de las mujeres y las niñas y niños.
"Ustedes pueden decirle a los que no pueden caminar: levántate y anda. Está en esa vacuna de polio, ustedes hacen milagros".
Fundadora de la Red por la Salud de las Mujeres en Latinoamérica, la Red por las Mujeres en el Distrito Federal, y como asesora de la Organización Mundial de la Salud en el tema de la Salud Materna, Maricarmen Elu trabajó sin descanso.
"Como dice la canción, una piedra en mi camino me enseñó que mi destino.... es seguir trabajando para que las mujeres tengan voz, pero ya en otro lugar, este accidente en el que pude haber muerto solo aceleró la decisión tomada hace 4 años", dijo en alguna ocasión.
Maricarmen Elú, fue autora de más de 30 publicaciones sobre el tema de muerte materna e investigadora, Llevó a cabo desde 2003 el Programa Prevención de muerte materna en mujeres migrantes jornaleras agrícolas, en las entidades federativas de Oaxaca y Sinaloa, en la República Mexicana.
El Programa era dirigido a mujeres indígenas que trabajaban como jornaleras agrícolas con condición de migración circular entre estas dos entidades federativas.
El proyecto tenía como objetivo reducir la mortalidad materna a través de la instrumentación de un modelo de intervención que incluía la equidad de género, salud sexual y reproductiva, prevención y atención de la violencia familiar y derechos sexuales y reproductivos.
El Programa fue reconocido con el Premio Internacional por la Salud y la Dignidad de la Mujer ya que fortaleció al personal de salud, institucional y comunitario, para otorgar los servicios de salud materna basados en respeto a los derechos sexuales y reproductivos.
17/EC/LGL
SALUD
Mayo 5, Día Internacional de la Partera
“Parteras de hoy”, campaña que difunde beneficios de esta práctica ancestral

En México, 96 por ciento de los nacimientos ocurre en hospitales: 45.1 por ciento son por cesárea, lo que coloca al país como el segundo en América Latina con más práctica de esta intervención, por lo que es urgente que las mujeres tengan otra opción para parir, como las parteras.
En vísperas del Día Internacional de la Partera, que se conmemora mañana, Fundación MacArthur, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) y el Instituto de Investigación en Salud y Demografía (Insad) presentaron este día la campaña “Parteras de hoy”, que busca difundir los beneficios de la partería como una opción segura y confiable para las mujeres gestantes.
La directora del GIRE, Regina Tamés Noriega, informó que la campaña (en la que participan 20 organizaciones civiles) se difundirá en la página www.parterasdehoy.org y en Facebook con el mismo nombre, así como en autobuses, durante 6 meses. Consistirá en la divulgación de información sobre esta práctica ancestral, quiénes y cómo se realiza en nuestro país, así como testimonios de mujeres que han parido con parteras.
La directora de Fundación MacArthur en México, Sharon Bissell, destacó que la partería contribuye para que todas las mujeres tengan acceso a la salud con calidad y calidez, y para reducir la violencia obstétrica y la Muerte Materna, cuya tasa se ubicó, a 2014, en 38.9 fallecimientos por cada 100 mil nacidos vivos, de acuerdo con datos del Observatorio de Mortalidad Materna en México.
Uno de los retos, dijo la representante de MacArthur en México, es incorporar a las parteras al sistema de salud pues actualmente “los tomadores de decisión tienen conocimientos muy limitados” sobre la partería, y también, dijo, se necesitan recursos y respaldo político.
El análisis titulado “¿De cuánto hablamos, cuando hablamos de presupuesto para contratar parteras profesionales en México?” realizado por la experta en el tema de Muerte Materna, e integrante de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, Daniela Díaz Echeverría, reveló que los recortes al Programa de Salud Materna y Perinatal, provoca un impacto en la contratación de parteras profesionales y, pese a que la Secretaría de Salud informó que para este año se destinaron 2.59 millones de pesos para contratarlas, lo cierto es que se tiene poca información sobre en qué entidades federativas se utilizarán los recursos.
NORMAS Y REGULACIÓN
Otro de los retos que señaló Sharon Bissell es la normatividad y la regulación de la partería, pues actualmente pese a que existen 5 escuelas en la materia, algunas de ellas no cuentan con la capacidad de expedir cédula ni título profesional.
De acuerdo con información de la Asociación Mexicana de Partería, las únicas escuelas que cuentan con un plan de estudio reconocido son CASA AC, ubicada en Guanajuato; y la escuela de Tlapa, en Guerrero.
En su participación, la promotora de salud, Sebastiana Vázquez, de la organización Sakil Nichim (organización participante de esta campaña) llamó al gobierno a abrir más escuelas para formar parteras ya que se necesita el relevo generacional pues la mayoría ya son grandes de edad.
En el evento también se adelantó la creación de una plataforma para compartir experiencias de las organizaciones en el tema de partería, la cual servirá también para difundir el trabajo de partería, elaborada por Insad.
17/LGL/GG
SALUD
Estudio internacional con 20 mil mujeres de 21 países
Ácido tranexámico reduce muerte de mujeres con hemorragia post-parto

SALUD
Una de las casi 3 mil parteras de Chiapas
Ser partera fascina, es un “basta a la injusticia”: María de la Luz

Usar las manos para ayudar a una mujer a parir es un oficio que fascina, “es querer ayudar, decir basta de tanta injusticia hacia las mujeres”, dice sonriente María de la Luz Díaz Hernández, indígena y partera tradicional de la ranchería San Rafael, en Comitán, Chiapas, la entidad con mayor número de parteras en el país, de acuerdo con cifras de Sistema Nacional de Información en Salud (Sinais)
María de la Luz es una de las casi 3 mil parteras en la entidad, que trabajan sobre todo en comunidades rurales e indígenas y que atienden 9 por ciento de los casi 90 mil partos que se presentan en tierra chiapaneca al año (Sinais, 2014).
Desde que tenía 17 años de edad, Luz se dijo dispuesta a caminar las montañas para llegar a donde una mujer embarazada la necesitara y lo haría con gusto, aunque le costara trabajo por las secuelas que le dejó en una pierna la poliomielitis que padeció de recién nacida.
Dice en entrevista con Cimacnoticias que comenzó a ser partera tradicional durante la adolescencia: “Estaba chiquita, me dormía en la noche y soñaban a la mujer con su pancita y llorando y me decía `ayúdame´. Yo le decía que no, que estaba muy chiquita, que no podía, y ella me decía que le ayudara”.
“Un mes estuve soñando lo mismo: que le tenía que ayudar. Le conté el sueño a mis abuelas, a mi mamá. Me dijeron que yo traigo la herencia de ser partera como era mi abuelo. Yo les decía ¿cómo, si no tengo taller?”, recuerda Luz.
En un principio, no necesitó capacitación alguna, porque “en mis sueños me dijeron como va a venir el bebé, dónde está la placenta, cómo cortar el cordón umbilical cuando salga, cómo sobarlo, que plantas utilizar cuando salga, que plantas voy a utiliza para que se cure el parto, cuando tenga amenaza de aborto”.
La labor de Luz se vuelve indispensable en un estado de mayoría indígena, de pobreza, de falta de acceso a servicios de salud y donde ocurrieron 68.1 muertes de mujeres por cada 100 mil nacidos vivos en 2014, de acuerdo con el Observatorio de Mortalidad Materna.
En la entidad, entre todas las instituciones públicas, las camas de hospital apenas llegan a 2 mil 240, según datos de la Dirección General de Información en Salud (DGIS, 2014).
Y aunque la Razón de Mortalidad Materna (RMM) va a la baja en Chiapas, sigue siendo una de las entidades con más muertes de mujeres prevenibles. En 2002 morían 77 mujeres por cada 100 mil nacidos vivos; en 2005 pasó a 68.9 y en 2010 a 60.20.
Los datos obtenidos de la DGIS de la Secretaría de Salud, también señalan que entre las causas están la hipertensión, hemorragias obstétricas y complicaciones durante el embarazo, parto y puerperio.
UNA TRADICIÓN
Como es tradición en las comunidades indígenas, Luz reconoció en su sueño una señal de sabiduría y lo tomó como un mensaje. “Pasó eso y como a los tres meses mi cuñada se embarazó y me dijo: si ya lo soñaste, vas a hacer partera y vas a atender mi parto”.
Desde entonces Luz usa sus manos para revisar a las mujeres embarazadas, toca, siente el volumen del vientre, lo recorre con las palmas y reconoce cómo se desarrolla la gestación.
En su casa tiene libretas donde lleva el control de cada caso que atiende porque, dice, no sólo se trata de llegar a la hora de que alguna mujer va a parir sino de dar seguimiento al embarazo, a los dolores del estómago y a los malestares vaginales para detectar a tiempo alguna complicación.
Al pasar de los años, ha tomado capacitaciones y talleres para tener más conocimiento del cuerpo femenino, de las infecciones de transmisión sexual, de los síntomas de un embarazo de alto riesgo y de cómo atender o qué hacer ante una urgencia obstétrica.

CAMATI
Luz combina sus tareas de partera y madre de dos hijos con el trabajo en la organización, Camati, agrupación que fundó hace aproximadamente un mes junto con otras tres parteras. “Significa mujeres construyendo desde abajo”, explica.
Las cuatro parteras se conocieron en un taller y se juntaron para hablar de un proyecto de apoyo a las mujeres indígenas de Chiapas. En un principio ella dudó y pensó que era una locura, qué podían hacer si “ellas son raras, yo soy rara”, señala mientras ríe a carcajadas cuando lo recuerda.
“Me gusta estar en una organización que ayuda a servir, que no se quiera servir”, dice. Así nació Camati, organización que tiene como objetivo apoyar la salud de las mujeres embarazadas, conseguir fondos para su hospedaje, alimentación y materiales de curación cuando así se requiere.
En ocasiones se trata de partos complicados que requieren ser atendidos en un hospital. “Vamos a trabajar con ellas y apoyar en lo que necesiten, para que den un mejor servicio a las mujeres, porque no llega médico y si hay médico y a las cinco horas no hay nadie se va a su pueblo, ya no regresa”.
También dan talleres de sexualidad a adolescentes y tienen una casa donde se dedican a trabajar con plantas. “No soy charlatana, yo soy promotora, partera tradicional y promotora comunitaria. No te voy a decir que te voy a ramear, que soy espiritista”, aclara.
En esta casa, que llama “clínica de plantas naturales”, atiende a todo tipo de gente, niñas, niños y adultos, que llegan de pueblos aledaños o de otros municipios como Tuxtla Gutiérrez o San Cristóbal de las Casas, y a quienes les hace su “diagnóstico bio-energético”.
Para los tratamientos, cada noche de luna llena, Luz sale a recoger sus plantas, lo hace muy temprano porque sus hierbas, como cordoncillo, sábila o cáscara de encino, tienen que estar frescas. Aunque no requiere de un laboratorio, sus preparaciones si deben tener exactitud: 200 gramos de planta, 800 mililitros de alcohol y 200 de agua.
“Es cierto, hay mucha gente que piensa que una pastilla o una inyección es lo mejor, cuando en realidad de las plantas se hicieron los antibióticos”, afirma. Y confía tanto en las plantas como confía en su capacidad de ayudar a una mujer a dar a la luz. Quizás en su nombre traía el destino: “es algo que te envuelve, que te gusta, es algo que se trae”.
17/AGM/GG
SALUD
Proyecto de Mujeres por África
Evalúan políticas públicas de Ghana contra MM y de neonatos

En los países de África Subsahariana se acumulan las cifras más altas de fallecimientos de mujeres asociados al parto y de niñas y niños menores de cinco años. En Ghana, por cada 100 mil partos se producen entre 270 y 340 muertes; y por cada mil niños que sobreviven al nacimiento, 41 perecen al poco tiempo. Ante estos preocupantes datos, el Gobierno del país puso en marcha una serie de medidas a comienzos de 2010, y para determinar su efectividad es necesaria una evaluación exhaustiva que emplee técnicas estadísticas.
Este es el objetivo del proyecto “Análisis espacial predictivo de la mortalidad materna y neonatos para la evaluación de la intervención de salud pública en Ghana” (“Predictive Spatial Analysis of maternal and neonatal mortality for public health intervention evaluation in Ghan”). Lo desarrolla Atinuke Adebanji, investigadora del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Ciencia y Tecnología Kwame Nkrumah de Kumasi, Ghana, en el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICmat), dentro del programa “Science by Women” de la Fundación Mujeres por África (MxA).
“Queremos hacer un análisis espacio-temporal que nos permita ver si en ciertos momentos y lugares hay números más altos de muertes”, explica Adebanji. “Hay zonas en las que tienen más prevalencia ciertas prácticas dañinas para la salud, como la mutilación genital femenina, y resulta interesante relacionarlas con un mayor riesgo de mortalidad femenina. Una vez se establecen estas relaciones pueden ayudar a la promoción de la salud, para favorecer un cambio de comportamiento en las comunidades”, asegura.
Adebanji, experta en análisis multivariante y problemas de clasificación, se incorporará durante seis meses al equipo de estadística que configura el DataLab (laboratorio de datos) del ICmat. “Este grupo trabaja en temas cercanos a mi línea de investigación. Ellos colaborarán en mi proyecto y yo trabajaré con ellos en algunas de sus investigaciones”, declara. “Para el ICmat es muy importante porque reforzaremos las líneas de transferencia y cooperación al desarrollo. Además, colaboraremos con otros proyectos aplicados y teóricos”, señala David Ríos, director de la Cátedra AXA- ICmat y miembro del DataLab.
CIENCIA HECHA POR MUJERES
El programa es una de las líneas principales del plan de género del ICmat, puesto en marcha con el nuevo Programa Severo Ochoa. “Es una oportunidad de la que se pueden beneficiar ambas partes. Por un lado, el programa supone un apoyo al trabajo que realizan las mujeres investigadoras en África. Por otro, se trata de una aportación positiva a la vertiente más aplicada de las matemáticas dentro del Instituto”, afirma la directora de la Comisión de Género del ICmat, Ana Bravo.
Es el segundo año del programa, y el ICmat vuelve a participar junto a otros centros de excelencia como el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, el Instituto de Ciencias Fotónicas, el Instituto de Salud Carlos III, el Centro Nacional de Biotecnología, el Centro de Regulación Genómica y el Barcelona Graduate School of Economics. Este año serán ocho las investigadoras africanas sénior que se incorporarán a los centros españoles.
El objetivo de esta iniciativa es promover y apoyar el trabajo llevado a cabo por mujeres en África en áreas importantes para el desarrollo del continente, como la salud, la energía, el cambio climático, el agua, la agricultura, la seguridad alimenticia, entre otras. Con este programa de becas pretenden promover su presencia y prestigio en la comunidad científica internacional y fomentar intercambios y redes entre mujeres científicas.
*Este artículo fue retomado del portal de la revista feminista Tribuna Feminista
17/RED/GG
INFANCIA
En la mayoría de los casos las menores de edad son producto de abuso y violencia sexual
Embarazo infantil, un grave problema para el país

El embarazo infantil en el país es un grave problema ya que sólo entre 2006 y 2014 el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi) registró 100 mil nacimientos en menores de 15 años de edad.
Para organizaciones como Ipas México, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) y Save the Children ser madre a tan corta edad no es decisión de las niñas ya que existe la posibilidad de que muchos de estos embarazos sean producto de abuso y violencia sexual por hombres adultos cercanos, familiares, amistades o vecinos.
Los hombres, las familias y las comunidades ven los cuerpos de niñas y mujeres como su propiedad, resaltan las agrupaciones civiles; como ejemplo, GIRE reportó en su informe “Violencia sin Interrupción: aborto por violación en México” que en los últimos ocho años en todo el país hubo más de 28 mil denuncias por violación sexual a niñas menores de 15 años.
Sin embargo el problema es aún más grave, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) estima que menos del 10 por ciento de los casos de violencia sexual son denunciados, por ello la violencia sexual y el embarazo forzado en niñas es una silenciosa tragedia en México.
La organización internacional Save the Children asegura que no existen datos oficiales sobre los embarazos producto de una violación y como consecuencia es complicado conocer la situación que atraviesan las niñas embarazadas, que a su vez podrían ser víctimas de violencia y marginación.
Datos de la Secretaria de Salud indican que en 2009, 30 de cada 100 niñas de 10 a 14 años fueron hospitalizadas por presentar un embarazo pero no hay información sobre si fueron producto de una relación consensada.
En su informe “Embarazo y maternidad en la adolescencia: estado de las madres en México” la organización destacó que es necesario visibilizar el embarazo infantil, pues en el periodo de 2013 a 2014 contabilizó a nivel nacional 394 nacimientos de niñas de 10 años.
Las estadísticas no arrojan datos certeros sobre la relación de violencia ni sobre la edad de las parejas de las niñas que se embarazan pero la organización Ipas México hizo un estudio para tener un acercamiento a la edad de estos hombres.
La institución recogió información de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012 y encontró que el 92 por ciento de las parejas de las mujeres que comenzaron su vida sexual a los 12 años de edad eran jóvenes de 15 a 19 años de edad y en otro 3 por ciento ellos tenían más de 30 años.
Para la organización es clara la posibilidad de que estas relaciones entre niñas y adultos no son consensuadas, advierte que entre menos edad tienen las niñas mayor es el riesgo de sufrir violencia y abuso sexual.
Además alertan sobre los riesgos a la salud de un embarazo temprano. En este grupo de edad, la Muerte Materna (MM) es más elevada; en 2014, el 14 por ciento de las defunciones maternas en México ocurrieron en mujeres menores de 20 años de edad, según datos del Inegi.
La principal causa de estos fallecimientos es la preeclampsia (presión arterial alta), pues sus cuerpos al no estar completamente desarrollados son incapaces de llevar a terminó el embarazo.
Ipas México y GIRE coincide al afirmar que sin el acceso a servicios de calidad en salud sexual y reproductiva, sin la atención que las niñas víctimas de violencia necesitan y con las legislaciones que restringe el aborto legal y la falta de seguro en México, las niñas y mujeres se ven obligadas a recurrir a un aborto en la clandestinidad, arriesgándose a ser sujetas de un proceso penal, además de poner en riesgo su salud y su vida.
ABORTO INSEGURO
El aborto inseguro fue la quinta causa de MM en el país en 2015, al registrarse 659 decesos de mujeres por esta causa, de las cuales, 10 por ciento eran menores de 15 años, de acuerdo con Ipas México.
A partir de estas consideraciones el 24 de marzo de 2016 se modificó la Norma Oficial Mexicana sobre Violencia familiar, sexual y contra las mujeres (NOM 046) para que las víctimas de violencia sexual de 12 años de edad o más pueden acceder a un aborto sin que sea requisito presentar una denuncia penal.
Las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual podrán recurrir a la interrupción del embarazo sin necesidad de presentar una denuncia judicial, o consentimiento de sus padres o tutores.
Esta modificación legislativa permite que las niñas y mujeres puedan tomar decisiones libres, informadas y seguras sobre su salud reproductiva.
Sin embargo, GIRE observó en su informe sobre violencia y aborto que aun cuando la ley así lo indica, el desconocimiento de las obligaciones de los prestadores de salud y el afán de imponer sus creencias personales por encima de la salud de las niñas, hacen que todavía existan obstáculos para que ellas accedan a los derechos mínimos que les permitan recuperarse de esta situación de violencia y de un embarazo que nunca debieron tener.
SER MADRE Y NIÑA
Si bien el acto mismo de una violación es devastador para las niñas, tanto en su salud física como mental se deben considerar los peligros y secuelas que enfrentan al tener un embarazo.
Las organizaciones especializadas en derechos sexuales y reproductivos advierten que las consecuencias que atraviesan las niñas cuando presentan un embarazo son devastadoras; no cuentan con servicios de atención prenatal, tienen riesgos de sufrir partos prematuros o complicaciones en el proceso, inclusive su vida corre riesgo ante el embarazo.
Una vez que se convierten en madres las niñas tiene mayor probabilidad de truncar sus proyectos de vida, pueden tener empleos precarios y en general perpetuar los ciclos de pobreza en su descendencia.
Cuando una niña presenta un embarazo pueden abandonar la escuela al sentir vergüenza, miedo al rechazo, discriminan en el ámbito escolar y por si fuera poco se enfrenta a la escases de recursos económicos. De acuerdo con Save The Children las cifras de 2011 indican que el 31 por ciento de las menores de 15 años embarazadas abandonan la escuela.
Ser niñas y ser madres también las obliga a acceder a los trabajos mal remunerados, precarios y con riesgo de sufrir explotación laboral, de acuerdo con la Estrategia Nacional para Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea); por ejemplo, el 7 por ciento de las niñas embarazas de 10 a 14 años tuvieron una actividad mal remunerada en 2015.
El futuro que enfrentan las niñas que son madres es duro, tanto para ellas como para sus hijos e hijas, por lo cual, en 2015 se creó la Enapea que tiene como objetivo reducir un 50 por ciento la tasa de fecundidad en las adolescentes entre 15 a 19 años de edad, además de erradicar embarazos en niñas menores de 14 años para 2030.
16/HZM/KVR
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