África Subsahariana
CAMBIO CLIMÁTICO
Modificación del clima ahonda desigualdad de género
Cambio climático genera desastres y las principales víctimas son mujeres y niñas

El cambio climático es un fenómeno global que tiene efectos e implicaciones significativas para toda la agenda de desarrollo. Se refiere a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global y regional. Tales cambios se producen en diversos momentos del tiempo en los parámetros climáticos como temperatura y precipitaciones. Para muchos sistemas naturales, los efectos negativos del cambio climático podrían ser devastadores. La integración de una perspectiva de género a esta problemática es muy reciente, poco discutida e integrada a los estudios hasta ahora, pero es un asunto de suma importancia.
Los efectos del cambio climático tienden a ser desproporcionados para las poblaciones más pobres y vulnerables, generalmente sobre-representadas por mujeres. Según datos de 2008 de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se estima que el 70 por ciento de las personas pobres en el mundo son mujeres.
Las desigualdades de género existentes afectan el acceso y control sobre recursos, empleo, educación y toma de decisiones, las cuales se podrían agudizar ante los efectos del cambio climático. La desigual distribución de roles en el ámbito doméstico, la alta dependencia de las mujeres de la agricultura de subsistencia, y las dificultades de acceso a recursos como agua y leña, las hace más vulnerables ante este fenómeno.
El cambio climático genera amenazas que, de no tomarse las medidas necesarias, podrían desembocar en una situación de desastre, en la cual las mujeres se encuentran en una posición de mayor vulnerabilidad. De acuerdo a datos de Naciones Unidas (2008) las mujeres y los niños/as tienen 14 veces más posibilidades de morir durante una emergencia o desastre que los hombres.
“El cambio climático afecta a las mujeres porque, por lo general, son ellas quienes se ocupan de cultivar la tierra y producir arroz, mijo y legumbres. La falta de lluvia por el cambio climático les afecta directamente. Las jóvenes tienen que abandonar los estudios para trabajar para la familia”, señala la directora ejecutiva de Green Senegal y presidenta de la coalición no gubernamental internacional, “Conseil des ONG d’Appui au Développment (CONGAD), Voré Gana Seck,”.
LOS DATOS
Unos 2 mil 500 millones de personas – dos tercios de las cuales viven en Asia y un cuarto en África subsahariana – siguen utilizando instalaciones de saneamiento no mejoradas y 748 millones de personas carecen de agua potable. Las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada. ¿Cómo es posible? Pues porque son ellas quienes recorren más distancias para obtener agua o usar un retrete, ya que la ausencia de aseos privados y seguros hacen a las mujeres y niñas más vulnerables a la violencia.
Las mujeres y las niñas asumen también la principal carga de la recolección de agua en los países en desarrollo. De hecho, un análisis de 25 países de África subsahariana reveló que el 71 por ciento de quienes recolectan agua en la región son mujeres y niñas, y en un solo día las mujeres gastan colectivamente alrededor de 16 millones de horas en buscar agua (los hombres, 6 millones).
*Este artículo fue retomado del portal de la revista feminista Tribuna Feminista.
17/RED
SALUD
Proyecto de Mujeres por África
Evalúan políticas públicas de Ghana contra MM y de neonatos

En los países de África Subsahariana se acumulan las cifras más altas de fallecimientos de mujeres asociados al parto y de niñas y niños menores de cinco años. En Ghana, por cada 100 mil partos se producen entre 270 y 340 muertes; y por cada mil niños que sobreviven al nacimiento, 41 perecen al poco tiempo. Ante estos preocupantes datos, el Gobierno del país puso en marcha una serie de medidas a comienzos de 2010, y para determinar su efectividad es necesaria una evaluación exhaustiva que emplee técnicas estadísticas.
Este es el objetivo del proyecto “Análisis espacial predictivo de la mortalidad materna y neonatos para la evaluación de la intervención de salud pública en Ghana” (“Predictive Spatial Analysis of maternal and neonatal mortality for public health intervention evaluation in Ghan”). Lo desarrolla Atinuke Adebanji, investigadora del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Ciencia y Tecnología Kwame Nkrumah de Kumasi, Ghana, en el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICmat), dentro del programa “Science by Women” de la Fundación Mujeres por África (MxA).
“Queremos hacer un análisis espacio-temporal que nos permita ver si en ciertos momentos y lugares hay números más altos de muertes”, explica Adebanji. “Hay zonas en las que tienen más prevalencia ciertas prácticas dañinas para la salud, como la mutilación genital femenina, y resulta interesante relacionarlas con un mayor riesgo de mortalidad femenina. Una vez se establecen estas relaciones pueden ayudar a la promoción de la salud, para favorecer un cambio de comportamiento en las comunidades”, asegura.
Adebanji, experta en análisis multivariante y problemas de clasificación, se incorporará durante seis meses al equipo de estadística que configura el DataLab (laboratorio de datos) del ICmat. “Este grupo trabaja en temas cercanos a mi línea de investigación. Ellos colaborarán en mi proyecto y yo trabajaré con ellos en algunas de sus investigaciones”, declara. “Para el ICmat es muy importante porque reforzaremos las líneas de transferencia y cooperación al desarrollo. Además, colaboraremos con otros proyectos aplicados y teóricos”, señala David Ríos, director de la Cátedra AXA- ICmat y miembro del DataLab.
CIENCIA HECHA POR MUJERES
El programa es una de las líneas principales del plan de género del ICmat, puesto en marcha con el nuevo Programa Severo Ochoa. “Es una oportunidad de la que se pueden beneficiar ambas partes. Por un lado, el programa supone un apoyo al trabajo que realizan las mujeres investigadoras en África. Por otro, se trata de una aportación positiva a la vertiente más aplicada de las matemáticas dentro del Instituto”, afirma la directora de la Comisión de Género del ICmat, Ana Bravo.
Es el segundo año del programa, y el ICmat vuelve a participar junto a otros centros de excelencia como el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, el Instituto de Ciencias Fotónicas, el Instituto de Salud Carlos III, el Centro Nacional de Biotecnología, el Centro de Regulación Genómica y el Barcelona Graduate School of Economics. Este año serán ocho las investigadoras africanas sénior que se incorporarán a los centros españoles.
El objetivo de esta iniciativa es promover y apoyar el trabajo llevado a cabo por mujeres en África en áreas importantes para el desarrollo del continente, como la salud, la energía, el cambio climático, el agua, la agricultura, la seguridad alimenticia, entre otras. Con este programa de becas pretenden promover su presencia y prestigio en la comunidad científica internacional y fomentar intercambios y redes entre mujeres científicas.
*Este artículo fue retomado del portal de la revista feminista Tribuna Feminista
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