#8M
VIOLENCIA
Presentarán una denuncia contra Ministerio de Seguridad
Fotógrafas agredidas por la policía tras marcha 3J en Buenos Aires

Cuando ya se dispersaba la marcha del 3J --realizada el sábado en la capital argentina con las consignas #NiUnaMenos, #VivasNosQueremos y con el reclamo de que El Estado es responsable de la violencia hacia las mujeres-- un grupo de fotógrafas fueron reprimidas por la Policía Federal con gases, agua y balas de goma.
Alelí Acuña, de 32 años de edad, periodistas de Télam y una de las agredidas, informó al sitio lavaca que la acción de la policía sucedió entre las 8:15 y las 8:20 de la noche, al finalizar la marcha del 3J, que había sido “esplendorosa y pacífica”, encabezada por la Campaña Nacional por el Aborto Legal.
Ella estaba cerca del metro (subte D), donde había un grupo pequeño de mujeres “en tetas” en torno a una pequeña fogata, cantando. Estaba ahí junto con un grupo de 10 fotógrafos cuando se escuchó el primer disparo de gas y fueron a registrar lo que ocurría, junto a la Catedral.
Eran entre 40 y 50 policías, entre civiles y uniformados, formados detrás de una valla con la Catedral atrás. Se acercó y, buscó un hueco entre ellos, tomó la primera foto, era una mujer oficial. Cuando iba a sacar la tercera fotografía, de la tercera fila le dispararon gas pimienta, en la boca.
Logró fotografiar al policía, pero se empezó a ahogar, los ojos irritados. “Me entró en la boca y de a ratos me arde y siento el gusto. La cámara y el celular me quedaron todos impregnados”. Aun así siguió al policía, quien se refugió en la valla y regresó con una escopeta.
Lanzaron entonces agua y volvieron a lanzar gases. “El objetivo puntual era que no sacáramos fotos, porque tiraban al grupo de fotógrafos y fotógrafas”, relató.
Polly Palacios, fotógrafa free-lance relató a lavaca que “los policías se armaron todos atrás de la valla. Ahí veo a muchos fotógrafos que se acercan y empiezan a sacar fotos. Me acerqué para ver lo que estaba pasando: sólo estaban tomando imágenes.
Entonces, continuó su relato, veo que llega caminando un policía y le tira a una chica que estaba pegada en la valla. Era Alelí. No había nadie tirando cosas, sólo tomando fotos. Ya habían tirado gas desde antes, no te podías acercar mucho: estaban como manteniendo una distancia. Incluso le tiraron gas a una señora que era asmática”.
La señora es Mónica Buján, motociclista (motoquera), de 55 años que sufre asma y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Dijo que ella tomó fotografías de cuando tiraron gas a Alelí y aclaró que no fue la policía la agredida sino al revés. Sus imágenes, junto con las de Polly Palacios, Aleli Acuña y otras fotógrafas dan cuenta ello.
Buján relató a lavaca entre toses: “No soy fotógrafa profesional, sólo cubro estas movilizaciones porque me interesa dejar registro. Soy motoquera y fumigadora. “Tengo asma, EPOC y estoy con nebulizaciones. A mí también me tiraron”.
Denuncia que cuando se acercó a tomar fotografías a los policías, le tiraron gas pimienta a menos de 10 centímetros de distancia. “Yo respiro por la boca, así que tragué todo el gas. Me ahogué mal, muy mal. Creí que me iba a dar un paro: ya tuve dos en mi vida y no quiero un tercero”.
Buján sacó su puff (nebulizador). “Quería darme aire pero no entraba. En ese momento las chicas que estaban enfrente responden a la agresión que yo sufro”. Que quede bien claro, dijo, “no es que la policía fue agredida y por eso ´respondió´, como informaron por ahí, sino recibieron una reacción producto del ataque que me hicieron. Ahí empezaron a tirar. Balas, agua, gas, pero que quede escrito que la situación se detona cuando ellos o ellas me tiraron gas”.
Buján no se fue porque “no quería dejar a las chicas que me estaban defendiendo. Tenía miedo de que pase lo que ocurrió después del Encuentro Nacional de Mujeres o la cacería después del Paro del 8 de marzo. Ahí veo que a Alelí, que no sabía quién era porque no la conocía, le tiran en la cara. También vi a una compañera que estaba vomitando mal”.
Alelí señaló que los policías violaron el protocolo de seguridad, estaban además sin identificación. Luego, cuando todo “se ponía más denso”, escucharon sirenas y llegaron patrulleros.
Recordó que dos compañeras, Ana Laura Torna, del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa), Ana Laura Torna y Nancy Acosta, de la Secretaría de Mujeres y Géneros del gremio, se tuvieron que refugiar en el metro. “El ambiente era de terror”, dijo.
PERMISOS PARA MARCHAR
Para realizar la marcha del 3J --tras la cacería policiaca del #8M, cuando se realizó el Paro Internacional de Mujeres y 20 mujeres fueron detenidas sin orden judicial--, el grupo Autoconvocadas presentó una semana antes, junto al movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), un hábeas corpus colectivo y preventivo para garantizar el derecho de mujeres, lesbianas, trans y travestis a manifestarse el 3 de junio, relata lavaca.org.
El habeas corpus solicitó que el Ministerio de Seguridad se abstuviera de portar armas de fuego y de realizar acciones represivas, homofóbicas y criminalizadoras, y que estableciera personal policial mayoritariamente femenino y debidamente identificado.
El sindicato de prensa SiPreBa repudió los hechos y dijo en un comunicado: “Este ataque por parte de la Policía es un claro intento de cercenar la libertad de prensa. Exigimos el inmediato esclarecimiento de los hechos y la separación de los responsables materiales y políticos de la represión”.
Las mujeres agredidas adelantaron que presentarán una denuncia conjunta contra la acción policial.
*Texto basado en la crónica publicada en el sitio argentino lavaca.org
17/RED
VIOLENCIA
Violencia institucional en detenciones, dice ProcuVIn
#8M en Argentina: sigue cacería de mujeres con 15 procesos judiciales

Las mujeres detenidas por la policía durante las acciones el Primer Paro Internacional de Mujeres, el #8M, recibieron balas de goma, gas pimienta en los ojos, gases lacrimógeno, revisiones vejatorias, manoseos, insultos y maltratos, actos de violencia institucional; sin embargo 15 están siendo procesadas por “daño agravado”, “atentado a la autoridad” y “lesiones”. Ningún policía detenido.
Mientras, los organismos de derechos humanos y la Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN) juntan pruebas para demostrar que las detenciones fueron arbitrarias, violentas e irregulares y analizan el accionar de la Policía de la Ciudad; cómo se desató la cacería desde el día 7 hasta el 8 a la madrugada y por qué el gobierno salió a cazar mujeres.
La madrugada anterior al Paro, que reunió a más de 50 países en simultáneo, un grupo de seis jóvenes -en su mayoría lesbianas- fueron perseguidas por tres hombres que las corrieron invocando a la “justicia de Dios”. Un operativo policial desmedido se desplegó alrededor de ellas en las calles de Almagro. Las acusaron de hacer pintadas y les abrieron una causa por “daño” que las tuvo privadas de sus libertades por más de doce horas.
El multitudinario #8M terminó en Buenos Aires y recrudeció esta imagen: veinte personas-15 mujeres y 5 varones- fueron detenidas, reprimidas, vejadas y torturadas tras la marcha por la nueva fuerza de seguridad de la Ciudad. Tanto en la Comisaría Novena, como en la Primera, la 30 y la Comuna Cuarta donde estuvieron las personas presas en estas dos jornadas hubo vigilias hasta que las liberaran.
Las del #8M se fueron golpeadas y con expedientes judiciales abiertos por diferentes motivos: “daño agravado”, “atentado a la autoridad” y “lesiones”. A dos meses de esas detenciones, caracterizadas por los organismos de derechos humanos como arbitrarias e ilegales, las 26 personas detenidas el 7 y 8 de marzo tienen aún causas abiertas en su contra.
La misoginia y lesbofobia punitiva parece actuar con celeridad cuando se trata de perseguir y criminalizar a las mujeres manifestantes, una velocidad que el aparato judicial no demuestra cuando se trata de investigar agresiones y amenazas de varones o activar mecanismos de protección para víctimas de violencia machista.
LAS PAREDES ESTÁN BIEN
En el caso de las jóvenes del 7 de marzo, la causa recayó en la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas número 20 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Juan Rozas. Hay tres denunciantes –los defensores de las paredes-, quienes persiguieron a las jóvenes mientras iban caminando por calle Corrientes, dieron aviso a la policía y luego actuaron al servicio de las fuerzas de seguridad recogiendo, por ejemplo, unos aerosoles de las calles.
Ninguno de ellos las vio pintando ni la Iglesia, ni el banco ni las sendas peatonales, ya que solo había pintadas convocando al paro, que figuran como imágenes en el expediente. Pero ellos actuaron casi como un grupo parapolicial, por lo que la abogada de las jóvenes, Gabriela Carpinetti, pidió por escrito la nulidad de la causa.
A partir de la declaración de una de las detenidas, el fiscal Rozas resolvió ampliar en sede fiscal sus declaraciones testimoniales, que habían sido en la comisaría, y extraer más testimonios para investigar la eventual comisión de delitos de acción pública, es decir, si hubo violencia institucional al momento de la detención y durante las horas que duró el encierro.
De las pintadas por las que se las acusaba hoy solo quedan algunos rastros en sendas peatonales. Las paredes de la Iglesia Sagrado Jesús Sacramentado están blancas otra vez. Las chicas, con causas penales abiertas.
LAS DETENIDAS EL 8
La cacería policial post 8M de detenciones sin órdenes judiciales se bifurcó en dos caminos. El primero, tiene como imputadas a las víctimas detenidas, mujeres y 5 varones, imputados por “daño agravado”, “atentado a la autoridad” y “lesiones”.
El expediente está en el juzgado de Instrucción 35 e interviene la Fiscalía en lo Penal Número 8, a cargo de Fernando Fiszer. Actúan distintos abogados en defensa de las víctimas: la Defensoría General de la Nación, la Defensoría General de la Ciudad -dos de las detenidas son trabajadoras de este organismo- y también el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entre otros particulares.
El segundo es un conjunto de expedientes que se tramitan en el Juzgado de Instrucción 59, a cargo de Laura Belloqui. Ahí, gracias a un habeas corpus presentado la madrugada de la represión la abogada Luciana Sánchez, todas las detenidas en las comisarías y estas fueron liberadas,
La jueza de turno, Laura Graciela Bruniard, sorteó la denuncia y fue recayó al Juzgado de Instrucción 59. Ahí se tramita una denuncia penal hecha por la abogada de derechos humanos Elizabeth Gómez Alcorta contra funcionarios porteños, entre ellos, el jefe de la Policía de la Ciudad, José Pedro Potocar; el Ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo, y el Secretario de Seguridad, Marcelo D’Alessandro.
VIOLENCIA INSTITUCIONAL
La jueza Belloqui ya cuenta con un informe de la PROCUVIN, basado en 20 declaraciones con acompañamiento de la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a Víctimas (DOVIC), a partir del cual se elaboró un dictamen en el que concluyen que se trató de hechos de violencia institucional que deberán ser investigados para determinar las responsabilidades de las fuerzas de seguridad que intervinieron.
Balas de goma, gas pimienta en los ojos, gases lacrimógenos, requisas vejatorias, manoseos, insultos y maltratos de todo tipo relataron por las propias víctimas y testigos de la represión ocurrida pasadas las 20 horas, en plena desconcentración.
Entre ellas está el relato de una de las jóvenes que tuvo que ir al hospital Argerich después de recibir cuatro balazos de goma: dos impactaron en su estómago, otro en la mano y el cuarto en la ingle. Uno de los detenidos contó que perdió el conocimiento en la calle por los golpes y la paliza que recibió de los agentes armados.
Las mujeres fueron obligadas a desnudarse más de una vez durante la detención, a algunas les revisaron nalgas y vaginas. Además, las detenidas recibieron amenazas y agresiones atravesadas por el machismo y la lesbofobia. Las trataron de “pibe” y “negra de mierda”, entre otros insultos.
Todas las detenidas en la Comisaría 30, por ejemplo, eran mujeres lesbianas y de tez morocha (morena), por lo que la PROCUVIN concluyó que “la presente investigación debe llevarse a cabo teniendo en cuenta la particularidad del caso, pues más allá de que los hechos puedan ser subsumidos en los tipos penales vinculados a la violencia institucional, debe sumarse que, dicha violencia fue motivada por razones de género y odio hacia la orientación sexual de las víctimas”.
Según el dictamen de PROCUVIN, las detenciones fueron arbitrarias, violentas e irregulares. La mayoría no sabía por qué estaba detenida. Los policías no se lo informaron y tampoco se identificaron. En los testimonios se repite un accionar: un grupo de varones de civil las intercepta y “entrega” a los policías de uniforme.
Dice el dictamen, firmado por el titular de PROCUVIN, Félix Crous, y por el fiscal Maximiliano Medina: “Los elementos hasta ahora incorporados permitieron inferir la ausencia de recaudos especiales por parte aquellos funcionarios encargados de diagramar y coordinar el operativo policial, a fin de resguardar la integridad física y garantizar el ejercicio del derecho de reunión por parte de aquellas personas que se encontraban manifestándose en forma pacífica”.
Por su parte, el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, quien abrió una investigación administrativa, pero no separó de su cargo a ningún elemento, dijo a los medios que “actuó en función de la escalada de violencia brutal” de la movilización. Habló de “grupos violentos” que arrojaron “bombas molotov”. Nada de esto se observa en los vídeos y fotos.
*Artículo retomado del sitio argentino lavaca.org
17/MFA/RED
DERECHOS HUMANOS
Por la defensa de sus derechos, contra la violencia
8 de marzo: el Paro de Mujeres recorre el país

Por la defensa de sus derechos, contra la violencia, miles de mujeres a lo largo y ancho del país participan ese 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer en el Paro Internacional convocado en más de 50 países y en todo el territorio nacional. Estas son algunas de sus acciones.
Activistas piden alto a feminicidio en Minatitlán, Veracruz
Un grupo de mujeres del municipio de Minatitlán, Veracruz, realizaron un plantón para exigir un alto a los feminicidios y la violencia de género en aquella localidad. En el marco del Día Internacional de la Mujer. Periodistas, estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV), empresarias y la ciudadanía en general pidieron mayor seguridad a los tres niveles de gobierno.
Concentradas en el Monumento a la Madre, recordaron agravios contra las mujeres: además del hallazgo de tres mujeres sin vida en fosas clandestinas hace una semana en Minatitlán, aún permanece privada de su libertad una empresaria de la tercera edad.
"En Minatitlán nos manifestamos a favor de la paz y de la seguridad, y en contra de la violencia, la inseguridad y los feminicidios. Este día no tenemos nada que celebrar como muchos seguramente", expresaron.
Las manifestantes reprocharon la falta de vigilancia y la misoginia que impera en la entidad. Recalcaron que en Minatitlán las recientes víctimas de la violencia e inseguridad del sexo femenino no eran delincuentes sino trabajadoras o estudiantes.
"Pamela Guadalupe tenía 20 años de edad, era originaria de Minatitlán, estudiante y no era una delincuente; Libia del Carmen Sánchez era originaria de Minatitlán, era trabajadora de Pemex y no era delincuente; Giovana Itzel tenía sólo 14 años, también era de Minatitlán, era estudiante de preparatoria y tampoco era delincuente.
El último día de febrero, una mujer de 61 años fue privada de su libertad, aun no aparece, también es de Minatitlán, comerciante, madre de familia y tampoco es delincuente", manifestaron.
Las mujeres minatitlecas lamentaron que al menos tres hogares hayan quedado enlutados durante los últimos días mientras que el resto del municipio se encuentra lastimado por la inseguridad. En tanto, miles de casos siguen en la impunidad en el resto de la entidad como simples cifras.
"Exigimos paz y seguridad para nuestros hijos e hijas, no queremos ser una cifra más, queremos un Minatitlán seguro, queremos paz y justicia para los minatitlecos. Ni una muerte más, ni una menos", agregaron.
Al término de la manifestación fue colocada una ofrenda en honor a las víctimas de la violencia y fueron liberados globos que llevaban consigo los deseos de las mujeres de la región.
Organizan paro activo con conferencias en Colima
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Centro de Apoyo a la Mujer “Griselda Álvarez” fue motivo de una clausura simbólica y de un “paro activo”, con un programa de conferencias sobre feminicidio, trabajo doméstico, la historia del 8 de Marzo y los derechos de las mujeres.
Directivas, trabajadoras y usuarias del que históricamente fue el primer centro de atención a víctimas de violencia de género que abrió sus puertas a nivel nacional, manifestaron su rechazo a las diferentes violencias que desde los ámbitos público, institucional y privado se ejercen a diario contra el género femenino.
Ante integrantes de asociaciones civiles defensoras de los derechos de las mujeres, en el CAM se leyó un comunicado donde se denunció la disparidad en los cargos públicos y en las representaciones populares de la entidad, y se demandó una efectiva paridad en los órganos de representación popular y de gobierno.
“En Colima queremos hacer patente que el 8 de marzo no es para festejar a las mujeres, ni sólo para recordar a las que nos antecedieron en la defensa de los derechos, lo cual es muy importante, sino para revisar cuánto se ha avanzado en la agenda social de las mujeres”, señala el manifiesto.
Entre los retrocesos, se hizo referencia a la violencia contra las mujeres, uno de los más graves problemas que tiene Colima en estos momentos, pese a lo cual no se ha emitido la declaratoria de Alerta de Violencia de Género, solicitada por el propio CAM y otras asociaciones civiles en diciembre de 2014.
“Este 8 de marzo exigimos que se detengan los asesinatos de mujeres y los feminicidios en Colima”, fue la consigna.
Detienen a activistas en Chiapas por colocar bandera morada
Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la Agrupación Política Nacional (APN) hizo una intervención en el monumento a la Diana Cazadora, uno de los lugares más emblemáticos de Tuxtla Gutiérrez, ubicado al oriente de la capital de Chiapas.
Las activistas colocaron una bandera de color morado en uno de los brazos del monumento con la leyenda #8M, que está siendo utilizado para unificar todas las movilizaciones del 8M que se realizan en diferentes partes del mundo.
Dos activistas fueron detenidas durante la intervención y llevadas a la cárcel municipal, salieron a las pocas horas después de haber pagado una fianza.
La bandera permanecía en el monumento hasta el mediodía de este jueves, en el que se están realizando diferentes acciones para visibilizar el movimiento de las mujeres para alcanzar la igualdad.
En Chiapas, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las mujeres son las que viven en peores condiciones. Son las que menos pueden acceder a la educación y la salud, así como a la participación a los espacios públicos.
Gobernador de Hidalgo se une a paro feminista
Desde las 11 de la mañana con el hashtag #8MParoHidalgo, cerca de 3 mil 500 mujeres hidalguenses entre activistas, colectivos y estudiantes, se unieron al paro internacional en la ciudad de Pachuca y Mineral de la Reforma, para visibilizar la violencia que viven en la entidad.
La campaña contra las violencias machista en Hidalgo había arrancado desde la semana pasada cuando el Instituto Hidalguense de las Mujeres y las diputadas del Congreso local fueron las primeras en sumarse al movimiento internacional.
Días después, en un acto sorpresivo para las mujeres del estado, el gobernador Omar Fayad anunció que toda la administración del Poder Ejecutivo se unía al paro, esto a pesar de que su administración comenzó con una agresión hacia las mujeres, al decir, en un acto oficial en el municipio de Acaxochitlán, que las mujeres indígenas deben dormir con ropa porque “producen mucho chamaco”.
Asimismo, las mujeres participantes en el acto denunciaron otras agresiones por parte de funcionarios públicos, como la que comete contra las trabajadoras el alcalde de Mineral de la Reforma, Raúl Camacho Baños, ausente del acto, como la falta de protección social, bajos salarios y un ambiente laboral marcado por la discriminación de género y el acoso sexual.
En Pachuca, el paro se adelantó dos horas, por instrucciones de la presidenta municipal, Yolanda Tellería, quien no encabezó ningún acto simbólico y solo dio indicaciones para parar actividades por una hora en la alcaldía.
En contraste, la Universidad Pedagógica Nacional, con sede en Pachuca, y el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, se unieron al paro de actividades.
Y esta tarde se realiza una marcha de Plaza Juárez en Pachuca a Plaza Independencia, en el Reloj Monumental.
Reclaman alerta de género para todo el estado de Morelos
En Morelos organizaciones de mujeres pidieron que la Alerta de Violencia de Género (AVG) que se decretó en agosto de 2015 para los municipios de Cuautla, Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Puente de Ixtla, Temixco, Xochitepec y Yautepec, se extienda para todo el estado, porque el feminicidio ocurre en todo el territorio.
En un pronunciamiento, las activistas dijeron que la AVG no ha funcionado porque los asesinatos continúan a pesar de que el gobernador Graco Ramírez está obligado a implementar acciones de prevención, atención y sanción de la violencia de género.
Las morelenses también señalaron que en 2016 se registraron 61 casos feminicidio y en lo que va de 2017 se tiene un registro de 20 casos más. Recordaron que enero de 2015 fue asesinada la alcaldesa de Temixco, Morelos, Griselda Mota, en cuya memoria también se realizó el Paro de este 8 de marzo.
Banderas violetas ondean en la Ciudad de México
Las banderas violetas ondeaban fuerte con el viento que corría en la capital del país. Miles de mujeres pararon sus actividades; dejaron sus trabajados, hogares y escuelas para sumarse al Paro Internacional de Mujeres en 23 países del mundo. Porque si la violencia contra ellas no para, ellas lo hacen.
Este 8 marzo, Día Internacional de la Mujer, no fue un día de flores, fue de lucha, de hacer valer la palabra y los derechos de las mujeres, quienes en punto de las 4 de la tarde se comenzaron a reunir en el Ángel de la Independencia, ubicado en una de las principales avenidas de la Ciudad, para denunciar todos los tipos de violencia que enfrentan día a día.
Los gritos y cánticos de justicia resonaron por el Paseo de la Reforma, se unieron académicas y estudiantes de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), sindicatos de trabajadoras, artistas, activistas y jefas de hogar.
Las pancartas denunciaban múltiples violencias: el acoso callejero, la penalización del aborto y el derecho a decidir, los derechos laborales y salarios igualitarios, las víctimas de feminicidio.
¡Ya basta de tanta asesinada! gritaron con fuerza las madres de victimas de feminicidio enfrente del Hemiciclo a Juárez, ubicado en el Centro Histórico, donde concluyó la marcha. Denunciaron que a pesar de contar con todo un aparato jurídico para garantizar los derechos de las mujeres, el Estado sigue siendo omiso al garantizar justicia a todas las víctimas y la seguridad de todas las mexicanas, por lo que exigieron una actuación pronta de éste.
Y como la revolución también se hace bailando, a la marcha no faltó la batucadas con trompetas, guitarras, panderos y tambores mientras las mujeres marchaban para confluir al son de los instrumentos, porque la alegría también es parte de ellas comenta una de las estudiantes que acudió a la conmemoración.
Mujeres periodistas de otros países denuncian discriminación y ataques
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) se pronunció contra la discriminación y tipos de violencias a las que se enfrentan las periodistas de todo el mundo por ejercer su labor. Como ejemplo señalaron el incremento de la intimidación cibernética hacia las mujeres de esta profesión.
Por medio de un comunicado de la Coordinación Colegiada de la RIPVG, denunciaron que urge mejorar las condiciones de trabajo de las periodistas, exigencia que incluye erradicar la brecha salarial por género. Las periodistas señalan que, si bien la profesión periodística es ejercida por cada vez más mujeres, los puestos de poder en los medios son ocupados en mayor medida por hombres.
La RIPVG señaló la importancia de estar alerta frente al riesgo de que los derechos humanos de las mujeres sufran retrocesos, esto ante el contexto del nuevo orden de gobierno internacional en donde las políticas gubernamentales de diversos países amenazan con incumplir sus compromisos en la materia.
Tal es el caso de Estados Unidos, país encabezado por Donald Trump, en donde este año se implementó la “Ley Mordaza”, con la que se elimina el apoyo a económico a las organizaciones civiles internacionales enfocadas en los derechos sexuales y reproductivos, particularmente el aborto. Mientras que en Argentina el presidente Mauricio Macri redujo 67 millones de pesos (casi 90 millones de pesos mexicanos) al presupuesto del Consejo Nacional de la Mujer
Por ello, las periodistas del mundo que integran la Red demandan a los gobiernos internacionales tener cero tolerancia frente al feminicidio y las violencias por razones de género, no retroceder en la garantía de derechos sexuales y reproductivos, así como detener la criminalización de personas migrantes y refugiadas, y terminar con el tratamiento estereotipado de todas las mujeres en los medios de comunicación.
La RIPVG exigió el cumplimiento de los instrumentos legales internacionales que protegen los derechos de las mujeres. Entre ellos el Convenio de Estambul, la Resolución 1325 de la ONU, la CEDAW, Belém Do Pará, la Plataforma de Acción de Beijing y el apartado 5: Igualdad de Género de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Tan sólo en México, las periodistas ejercen en un contexto de violencia relacionada con su labor. En el periodo de 2014 a 2015, Comunicación e Información de la Mujer A. C. registró 147 casos de violencia contra mujeres periodistas, de acuerdo al informe “El Poder del Cacicazgo: Violencia contra Mujeres Periodistas 2014-2015”.
*Con información de la Red Nacional de Periodistas de Veracruz, Colima, Chiapas, Hidalgo y Morelos y de la RIPVG
17/RED/GG
DERECHOS HUMANOS
LENGUANTES
#8M al paro: el capitalismo nunca fue feminista (ni lo será)

Llegamos de nuevo al 8 de marzo. Una vez más, las rosas rojas cubrirán los escritorios de las mujeres que trabajan en oficinas, los medios de comunicación harán despliegues de sensiblería ignorante en torno a “La mujer” y en la radio sonará ese himno del mansplaining que canta “si yo fuera mujer, si fuera mujer…”. Como cada año, el mundo se desquiciará en debates en torno a la igualdad y el backlash antifeminista hará gala de sus prejuicios violentos.
Las luchas de las mujeres por mejores condiciones y una posición igualitaria en la sociedad tienen momentos históricos específicos, coyunturas donde mujeres organizadas en diversos países lograron conseguir derechos para sí mismas y para quienes habitamos el mundo ahora. Teorizaron sobre ello, hicieron política. La conmemoración del 8 de marzo se inscribe en esta genealogía y sin embargo, la crítica propuesta por el pensamiento feminista siempre corre el riesgo de ser utilizada por la ideología dominante para perpetuarse.
Los ejemplos van del machismo progresista a los discursos neoliberales de un supuesto feminismo que brilla por ser blanquizado o burgués.
Dicho lo anterior, aclaro que mi opinión no tratará de juzgar qué mujeres pueden o no ser feministas o cómo deberían manifestarlo. Sostengo que cuando hablamos de lo personal-político no hacemos apología de los chismes ni situamos nuestras opiniones personales sobre otras mujeres como argumentos políticos; decir que lo personal es político es asumir una praxis, feminista y dialógica, que nos libere también de las opresiones que vivimos en la esfera de lo privado.
Lo que sí intento enunciar es que en los tiempos del capitalismo más voraz, el neoliberalismo, se hace fundamental revisar la historia de los feminismos y reconocerles una tradición llena de fuentes conceptuales, momentos históricos precisos, signos de identidad teóricos, reivindicaciones interseccionales y, por supuesto, mujeres que hicieron historia y nos heredaron derechos.
LUCHA, NO CELEBRACIÓN
Una de esas mujeres fue Clara Eissner, quien propuso durante el II Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, llevado a cabo en Dinamarca en 1910, que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Es 2017 y los colectivos feministas de más de 30 países han convocado a un paro internacional de mujeres para este día que nos remite a una huelga que en 1857* iniciaran las obreras de la textilera Cotton en Nueva York para lograr su reivindicación salarial y una regulación de las jornadas de trabajo.
¿Por qué importa tanto decir que el #8M es una conmemoración que invita a luchar y no una celebración? Porque las condiciones impuestas desde las políticas públicas del Estado neoliberal nos obligan a vivir en condiciones similares a las de esas mujeres en cuyo honor se estableció el 8 de marzo como Día de la mujer: feminización de la pobreza, violencia y despojo patrimonial, precarización laboral, dobles o triples jornadas de trabajo, trata, feminicidio y la eterna discriminación familiar, escolar, laboral y comunitaria.
No hablamos de cosas menores; cumplimos aún una función central en el proceso de acumulación capitalista porque nuestra fuerza de trabajo no se remunera o se remunera mal y encima no tenemos tierra, patrimonio ni derechos. Es por eso que el paro internacional del próximo 8 de marzo importa tanto. Cuando decimos que “Si nuestras vidas no importan, produzcan sin nosotras” hacemos una clara enunciación: la importancia de nuestras vidas está en diálogo con la de nuestra fuerza de trabajo y es fundamental visibilizar todas las formas en las que somos explotadas, desde la cama hasta los centros donde laboramos.
Las raíces de la explotación social y económica de las mujeres no se encuentran en el patriarcado como un sistema aislado del capitalismo. Por el contrario, clase raza y género son sistemas de opresión que se interseccionan para despojarnos y obstaculizar el ejercicio nuestros derechos. El capitalismo nunca fue amigo del feminismo porque fundó muchas de las raíces del patriarcado que criticamos.
Si reconocemos esto, podemos notar que los discursos neoliberales que utilizan la teoría de género para legitimarse y producir mayor explotación de las mujeres son trampas evidentes. El paro internacional #8M se presenta como un gran momento para comenzar a explicarnos qué función tenemos en el capitalismo y cómo la pérdida de derechos laborales nos afecta a todas.
El paro es un gran pretexto para reflexionar sobre los servicios que brindamos sin ser remuneradas: ¿cómo servimos y sostenemos una casa, un partido, un movimiento político, una relación amorosa?, ¿cuántas veces a la semana somos libres de descansar, de tirarnos a la cama y leer un poco?, ¿qué tan cansadas están nuestras madres, las sabias, las abuelas?, ¿qué tan cansadas estamos nosotras y cuánta culpa sentimos por ello?
Nuestra explotación es doméstica, emocional, laboral, sexual y afectiva. Eso también es lo personal-político. Sobre esta explotación se sostiene el capitalismo heteropatriarcal y es ante ello que la organización se hace necesaria. Es momento de parar la maquinaria que sostenemos para poder parar nosotras mismas, para poder pensar fuera del engranaje y observar cómo funciona la fábrica y cuánto en ella nos ha sido arrebatado.
Porque vivas y libres nos queremos.
*Existen referencias distintas al año de esta huelga, María Esther Aguirre Lora escribe en Imágenes en torno a la mujer que fue el 8 de marzo de 1857. Otros textos hablan de 1908 o 1909.
**Cynthia Híjar Juárez es educadora popular feminista. Actualmente realiza estudios sobre creación e investigación dancística en el Centro de Investigación Coreográfica del Instituto Nacional de Bellas Artes.
17/CHJ/GG
