Ley del Seguro Social
LABORAL
Que cumpla su promesa de campaña: Sindicato de Trabajadoras del Hogar
Ultimátum a Peña Nieto para ratificar Convenio 189

El Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar y organizaciones de la sociedad civil exigieron al gobierno federal ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre trabajo del hogar (remunerado) antes de que concluya el sexenio.
En un comunicado emitido por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), las organizaciones pidieron que el titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto cumpla con una de las promesas que hizo en campaña, que es la ratificación del Convenio 189, que daría derechos laborales a las 2.4 millones de personas dedicadas al trabajo del hogar.
Denunciaron que desde hace 4 años el gobierno federal ha retrasado el envío del Convenio al Senado de la República para su ratificación
El instrumento internacional fue adoptado y firmado por México en 2011 para reconocer el trabajo doméstico como un trabajo con derechos laborales y remuneración para así enfrentar las desigualdades: contrato o salarios injustos, discriminación, abuso, explotación, en las cuales se desempeñan los y las trabajadoras del hogar. Sin embargo su ratificación no se ha llevado a cabo.
El Conapred aseguró que en la Ley del Seguro Social se excluye a las 2.4 millones de personas trabajadoras del hogar del acceso a la seguridad social obligatoria y a prestaciones indispensables como las guarderías y que la Ley Federal de Trabajo considera al trabajo del hogar, en su capítulo XIII, como un “trabajo especial” con jornadas legales de 12 horas sin descanso y restringe derechos laborales y prestaciones.
En su investigación “Hacer visible lo invisible. Formalización del trabajo del hogar remunerado en México: una propuesta de política pública” la investigadora y coordinadora académica del departamento de Ciencia Política del ITAM, Marta Cebollada, reconoció que en México, más de 2.3 millones de personas -casi todas mujeres- enfrentan una discriminación por la naturaleza de su profesión: el trabajo del hogar remunerado. Dicha labor, dijo, se ve sobrevalorada por la “percepción errónea” de que no es un trabajo real.
En el país, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de 2016, revelaron que existían casi 2.5 millones de personas trabajadoras del hogar, de las cuales la mayoría son mujeres y niñas, y reconoció que en la última década se ha registrado un incremento en esta actividad.
Desde 2011, año en el que fue firmado el Convenio189, organizaciones de la sociedad civil, instancias nacionales e internacionales así como senadoras de diversas fracciones parlamentarias se han sumado a la petición de las trabajadoras del hogar para avanzar en la ratificación del Convenio 189 con el fin de tener acceso a sus derechos laborales.
Datos de la OIT, mencionan que México es el país de América Latina con menor porcentaje de trabajadoras formales. Conapred mencionó que países con menor desarrollo al de México “han ratificado este Convenio y están dando pasos para garantizar al sector los mismos derechos que el resto de las ocupaciones”.
18/AEG/LGL
LABORAL
Es trabajo, no servidumbre, dicen
Avanza el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar

Hace un año, las trabajadoras y trabajadores del hogar concretaron la creación de un sindicato nacional, algo por lo que se había luchado desde los años 20 del siglo pasado y que hoy, tras salvar obstáculos legales, sociales, económicos, ya tiene presencia en el Estado de México (Edomex), Puebla, Colima, Chiapas y en la Ciudad de México.
A 12 meses de fundado, el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (Sinactraho), síntesis histórica de un esfuerzo colectivo, pretende extender sus actividades para lograr la protección de los derechos labores de las 2.2 millones de empleadas y empleados del hogar que hay en el país.
El Sinactraho nació el 18 de febrero de 2016 como una iniciativa del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), que desde hace 16 años se mantiene como un espacio de enseñanza, aprendizaje y desarrollo personal de las mujeres que se dedican al trabajo del hogar remunerado.
CACEH fue fundado y es dirigido por Marcelina Bautista Bautista, empleada en el sector desde que tenía 14 años de edad, quien vivió desde entonces las pocas garantías y oportunidades con que viven las empleadas.
Recuerda, en entrevista con Cimacnoticias, que “lo veía como un trabajo que no tenía el reconocimiento como cualquier otro y que tenía pocas posibilidades al futuro, por el maltrato que recibía de los empleadores, el poco pago, me veía con un estancamiento del que nunca iba poder salir”.
Bautista se organizó con empleadas que vivían la misma situación y así crearon el Sinactraho, liderado por las mismas trabajadoras del hogar, cuyos objetivos son capacitar a más mujeres para la organización y defensa de sus derechos laborales. Por eso su lema es: “Un trabajo digno para los y las trabajadoras del hogar es lo que nuestro sector solicita”.
TRABAJO PARA “SOBREVIVIR”
Con jornadas laborales excesivas y sin remuneración extra, el trabajo el hogar se ubica como uno de los empleos con el sueldo más bajo del país, la mayoría cobra sólo dos salarios mínimos de 70.10 pesos diarios. Pero en estados como Chiapas, el pago es de 60 pesos diarios, dependiendo de la región, explica Bautista.
Por eso, 45 por ciento de las trabajadoras del hogar del país se mantienen en la pobreza, pese a que trabajan 18 horas más que resto de los y las trabajadores, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“Es un trabajo que no tiene mayor importancia, incluso para las personas que contratan. Las mismas trabajadoras del hogar no lo ven tan importante, sin embargo como fuente de trabajo, viven o sobreviven muchas de él”, comentó Marcelina Bautista.
EMPLEO, NO “SERVIDUMBRE”
El trabajo del hogar es uno de los oficios más desvalorizados, dice la secretaria General Colegiada del Sinactraho, Ana Laura Aquino Gaspar, porque no es reconocido como un empleo, sino como un servicio “familiar” o “servidumbre” y es por eso que no se dan a las empleadas garantías laborales.
La legislación mexicana vigente también discrimina este empleo, señala el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) en su “Documento Informativo de las Trabajadoras del Hogar”, elaborado en 2015.
Por ejemplo, la Ley del Seguro Social no ve a las empleadas y empleados del hogar como sujetas y sujetos de aseguramiento; la Ley Federal del Trabajo, en su Artículo 340, establece como obligación especial para las trabajadoras del hogar “guardar consideración y respeto hacia su patrón, su familia y personas que concurran al hogar”, lo cual no hace extensivo para ningún otro empleo.
Producto de esto, 97 por ciento de las empleadas del hogar no cuentan con seguridad social, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2011, y esto incluye prestaciones como licencia de maternidad, pensión, pago de incapacidades y vacaciones. Conapred señala que, ante la falta de prestaciones, 72 por ciento de las trabajadoras del sector se dicen dispuestas a aportar de su sueldo para tener seguridad social.
CONTRATO COLECTIVO
El Sindicato identificó que era necesario trabajar en un contrato colectivo que permitiera plasmar los derechos y obligaciones a los que tiene acceso las empleadas del hogar, dentro de los marcos de la ley.
En febrero de 2016 el Sinactraho presentó el contrato colectivo, que incluye un tabulador salarial acorde con los servicios que brinda, acceso a los servicios públicos de salud, y derecho a emplazar una huelga.
Ana Laura Aquino dice que es necesario trabajar en su difusión pues la mayoría de las empleadas del hogar desconoce la existencia de este instrumento legal que les permitiría ejercer su oficio en mejores condiciones. Muchas creen, como lo hacía yo, recuerda Aquino, que no tenemos derechos porque no trabajamos en una empresa.
Agrega que también es responsabilidad de la Secretaría del Trabajo informar a las trabajadoras sobre sus derechos, para que puedan acceder a un empleo más formal, pues 9 de cada 10 empleadas no cuentan con algún contrato escrito.
EMPODERAMIENTO
Además de incidir en la legislación, el Sindicato busca empoderar a las trabajadoras a través de talleres, para que ejerzan sus derechos y denuncien los abusos a los que son sometidas, bajo el argumento de que es “un trabajo inferior”, explica Marcelina Bautista,
Por eso, en su mayoría, las trabajadoras del hogar son víctimas de humillaciones, abusos, maltratos, incluso de violencia sexual, actos que vulneran sus derechos a vivir una vida libre de violencia, su autonomía y autoestima, dice Bautista.
“Es necesario que pasen en un proceso para recuperar su autoestima, empiecen a valorar su trabajo y hagan algo por ellas mismas, se empoderen y se organicen para que sean más las que trabajen en mejores condiciones”, afirma.
De ahí que los objetivos del sindicato sean la erradicación de la violencia de género y laboral; la valoración económica y social del trabajo del hogar, así como el mejoramiento de la calidad de vida de quienes se emplean en el trabajo del hogar.
“Aquí el cambio no es para una, es para todas”, considera la secretaria de Organización del Sinactraho, Norma Palacios Tramabala, quien señala que ingresar al gremio le permitió reconocerse como trabajadora del hogar, además de capacitarse para conocer sus derechos y obligaciones y poder exigir y negociar con sus empleadores.
17/HZM/GGQ

