Amelia Valcárcel
FEMINISMO
Vida semidigna, sólo en democracia
Sociedad tradicional funciona sobre el sufrimiento femenino: Amelia Valcárcel

Amelia Valcárcel tiene una amplia labor docente e investigadora: ha dirigido, coordinado y presidido seminarios y congresos, y ha participado en diferentes proyectos de investigación sobre filosofía, valores y posición de las mujeres. Como consecuencia de su compromiso con lo público, ha desempeñado diversos cargos: en el 2006 fue nombrada Consejera de Estado y desde el 2008 pertenece a la Comisión de Estudios del Consejo de Estado. Es, también, Vicepresidenta del Real Patronato del Museo del Prado desde 2004 y Jurado del Premio Princesa de Asturias.
En 2015 fue incluida en la lista de las y los 50 intelectuales iberoamericanos más influyentes, elaborada por es global de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE).
Su vida académica tiene dos vertientes: filosofía y feminismo.
A propósito de su participación en las IV Jornadas Clara Campoamor “Voluntad común y Agenda feminista”, de la Escuela de Pensamiento Feminista Clara Campoamor de Fuenlabrada, Tribuna Feminista aprovecha para charlar con ella sobre igualdad y agenda feminista.
Tribuna Feminista: ¿Cómo ve Amelia Valcárcel el Feminismo para las mujeres del Siglo XXII, dada la situación actual?
Amelia Valcárcel: El siglo XXII está aún muy lejos; ya me conformaría con saber qué va a pasar en el S. XXI, el S. XXII está muy lejos y no lo sabemos.
En el momento actual de la globalización hay un mix planetario; lo que vaya a resultar dependerá mucho de la violencia y de poder evitar la violencia en ese momento global, donde hay retos enormes.
Las mujeres sólo pueden disfrutar de una vida semidigna en democracias, en sociedades abiertas donde la violencia esté muy rebajada. Si esas condiciones planetariamente no se dan, es evidente que la sociedad tradicional funciona sobre una masa de sufrimiento femenino aceptado por todo el mundo, y eso hace que esas sociedades sean infelices.
No conocemos cómo es una sociedad auténticamente libre; lo que sí estamos viendo, y lo que me preocupa, son los constantes usos perversos que se están dando del término libertad. Estamos viendo cómo el Feminismo, hijo no querido predilecto de la Democracia, depende de que la Democracia cumpla sus propios fines.
TF: Y sobre esos fines de la Democracia, ¿por qué no quieren las Democracias que el Feminismo sea la hija predilecta?
AV: Cada vez lo dicen más; el problema es que una vez que una cosa empieza a tener el buen nombre, y el Feminismo lo empieza a tener, lo que te van a surgir son troyanos; esto es, cosas que se llamen feminismo y no lo sean, aprovechar el buen nombre y si es posible, torpedearlo desde dentro. Porque el Feminismo sigue teniendo muchos enemigos: en nuestra sociedad occidental el feminismo pone en cuestión muchas cosas y eso hay mucha gente a la que no le gusta.
Para muchos, Occidente es un mundo aberrante sencillamente porque es Feminista; decir, de boquilla, que mujeres y hombres valen lo mismo, es una verdad aceptada, nadie en su sano juicio se atrevería a decir que los varones son mejores que las mujeres. Esto para nada quiere decir que no haya gente que lo piense, como todavía hay gente que dice que la tierra es plana.
TF: Para poder conseguir que mujeres y hombres descubran el Feminismo, ahora que se está celebrando el día del libro, ¿qué libro o libros nos recomendaría?
AV: Depende de para qué tipo de auditorio. Libros feministas, los directamente feministas, cualquier clásico es interesante, libros actuales, aquellos que hablan de algo particular.
TF: ¿Y para mujeres que estén viendo que el feminismo es una forma de vida?
AV: Para ese caso hay que ir a libros muy claros. El Feminismo no siempre se descubre en libros feministas. Las mujeres también tenemos derecho a divertirnos y muchas veces la mayor parte de los libros que vas a leer van a ser agresivos, sin querer serlo… vas a descubrir que el patriarcado va a estar presente en toda la teoría.
Y aunque es difícil, en este propio ayuntamiento (de Fuenlabrada) se editaron unos libros Palabras para regalar… que están muy bien para tareas de iniciación en el Feminismo.
Entrevista de María Delgado y Sonia Lamas.
*Este artículo fue retomado del portal de la revista feminista Tribuna Feminista.
17/RED/GG
POLÍTICA
Práctica parlamentaria igualitaria

Este 8 de marzo pasado, el coordinador parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, nos mandó a la curul de cada diputada una rosa blanca, con ello pretendía "felicitarnos" por el Día Internacional de la Mujer. Reconocer nuestros derechos como ciudadanas plenas sigue siendo un tema pendiente que no se resuelve con flores, sino con una práctica parlamentaria comprometida con la igualdad. Y esto no se vio reflejado el día 9, que sesionamos para aprobar 5 dictámenes en materia de igualdad, que nos “regalarían” en alusión al día.
Sin embargo, al iniciar la sesión empezó a correr el rumor que se habían bajado tres dictámenes: Uno del PRI, propuesto por las diputadas Laura Nereida Placencia Pacheco y Erika Rodríguez, que pretendía que el Sistema Nacional de Salud creara programas de capacitación y evaluación para el personal del sector salud en las entidades federativas y la Ciudad de México, respecto de la violencia contra las mujeres y garantizar la atención a las víctimas y la aplicación de las normas oficiales mexicanas vigentes en la materia; en especial la norma oficial mexicana NOM-046-SSA2-2005: Violencia familiar, sexual y contra las mujeres. Además, que los municipios generaran y establecieran criterios para la promoción y difusión en todas las instancias de salud la aplicación de dicha Norma.
Otra de las iniciativas era la presentada por la diputada Arlette lvette Muñoz Cervantes, del PAN, para incluir las definiciones de “violencia económica”, “violencia laboral y docente” y “violencia laboral”, para diseñar programas que promuevan la igualdad salarial entre mujeres y hombres.
El tercer dictamen era del diputado Renato Josafat Molina Arias y de la diputada Rocío Nahle García para agilizar la Alerta de Violencia de Género. Este tercer dictamen se bajó con el argumento de “mejorarlo”.
Sin embargo, no bajaron los dictámenes para mejorarlos, los bajaron porque los derechos de las mujeres les siguen dando miedo. Dice Amelia Válcarcel que la igualdad es un reconocerse, es en primer lugar una relación concedida o pactada, a veces incluso impuesta. En este sentido, si la moral consiste esencialmente en la capacidad de ser justo, libre, benévolo o lo que se desee añadir, con los demás, cada una de estas cosas existe sobre el fundamento de que los demás son como uno mismo y que, nada que uno se conceda a sí mismo, tiene derecho a no concedérselo a otro, sino que, al contrario, tiene el deber de pensar en el otro como un sí mismo. (Válcarcel, 1993-17)
IGUALDAD QUE CONFRONTÓ
Este no reconocimiento a la igualdad entre mujeres y hombres fue una realidad que nos confrontó. Por ello, las diputadas de Movimiento Ciudadano, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), algunas de Movimiento de Renovación Nacional (Morena) y algunas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tomamos la tribuna como símbolo de alianza, para mostrarnos unidas en un tema que es transversal a nuestras prácticas políticas.
Fue un momento que nos permitió la unidad por la exigencia de nuestros derechos y de que no nos consideraran una mercancía en el toma y daca de la negociación partidaria. El PAN alegó sus “principios” del derecho a la vida, por lo cual mantuvieron siempre esa postura. Mientras que en el PRI, el disimulo es una práctica y aunque se dice de centro, al interior se manifestaron posturas idénticas a las del PAN.
Nadie nos ha regalado nada a las mujeres, todos los derechos los hemos conseguido con mucho trabajo y esfuerzo, han sido producto de una lucha de siglos, que ha estado llena de obstáculos. Lo que hemos conseguido sin duda es un gran avance, pero sigue estando pendiente el derecho al cuerpo, sobre todo cuando éste es violentado por los hombres cercanos a nuestro entorno familiar. Sigue sin quererse reconocer la violencia de género que ejercen los hombres sobre los cuerpos de las mujeres.
Hoy estoy convencida que no basta con ser 211 diputadas, si no estamos convencidas que es necesario avanzar en nuestros derechos, no sólo por nosotras, sino, por lo que representamos. Mujeres que llegamos a las Cámaras, pero que si no somos capaces de enarbolar leyes que defiendan a las que están afuera, que votaron por nosotras, lo que estamos haciendo es invisibilizarlas por prejuicios sobre sus derechos.
Tenemos una larga tarea, seguir sometidas a la ideología patriarcal de normas y sanciones sobre las mujeres y/o convertirnos en impulsoras de la igualdad. Según Válcarcel hay que seguir haciendo futuro a golpe de presente. Lo que la realidad nos ha mostrado este 8 de marzo, es que debemos mantener lo que nuestras antecesoras consiguieron, porque sus logros son nuestros.
* Doctora en Ciencias Sociales por el CIESAS Occidente
Diputada federal por el Distrito 9 de Guadalajara.
17/MCOA/GG
FEMINISMO
No sólo se compra sexo, sino dominio y humillación
“Fuera de ética y de sentido común” legalizar prostitución: Amélia Valcárcel

La reglamentación o no de la prostitución tiene sus horas contadas dentro de la Constituyente de la Ciudad de México. El próximo 10 de diciembre, será votado dentro de la Comisión de Derechos Humanos, uno de los temas que más violencia ha desatado contra organizaciones y feministas abolicionistas, durante la realización de los foros públicos.
Antes de que el debate sobre la reglamentación de la prostitución en la Constituyente de la Ciudad de México estuviera en su punto más álgido- pero ya con los esbozos de lo que podría venir- en octubre del 2015, tras su seminario “Construyendo el Humanismo del Siglo XXI” impartido en el Tecnológico de Monterrey, organizado por la Cátedra Alfonso Reyes, tuvimos la oportunidad de conversar con una de las referentes teóricas más importantes en el feminismo de la igualdad, Amélia Valcárcel, quien en marzo pasado, fue reconocida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Valencia.
Uno de los temas que abordamos en esta entrevista conjunta, fue la tendencia a la reglamentación de la prostitución, que ya venía creciendo desde hace un quinquenio atrás. La también Consejera Electiva del Consejo de Estado (Supremo órgano consultivo del gobierno español) considera que la legalización de la prostitución, coloca en crisis la idea de sujeto como tal.
Para la filósofa y feminista española Amélia Valcárcel, “buscar la reglamentación de la prostitución es una posición que pertenece a la defensa del orden más antiguo, fuera de ética y de sentido común”.
- Cecilia Lavalle Torres (CLT): En la Ciudad de México hay una postura muy fuerte en la que algunas feministas están de acuerdo, para legalizar la prostitución.
-Amélia Valcárcel (AV): No me extraña. Yo creo que eso al patriarcado le encanta, encontrará muchos aliados.
- Lucía Lagunes Huerta (LLH): Uno de los argumentos es que consideran que esto es un problema de la moral de “algunas feministas” porque no entienden que haya mujeres que decidieron de manera autónoma usar el cuerpo como un terreno del trabajo.
- AV: Ya, ya. Todas trabajamos con el cuerpo, ahora mismo estamos hablando y estamos trabajando con el cuerpo, Pero una cosa es trabajar con el cuerpo y otra vender, siquiera sea por ratos, nada menos que el propio pudor y la propia capacidad de unirse a otra persona sexualmente.
Pedir esto (vender la capacidad de unirse a otras sexualmente), pedírselo a alguien; es pedir algo que definitivamente la pone al borde de la crisis como sujeto. Además todo esto es estrategia neoliberal en directo. Todo lo que se pague está bien, todo lo que se cobre está bien ¿verdad? Pues no, no todo lo que se paga está bien, no todo lo que se cobre está bien.
Que tiene que haber regulación al acceso al cuerpo de las mujeres, ¡es una atrocidad! El movimiento feminista se empeñó desde hace 200 años que la prostitución, que siempre ha estado reglamentada, dejara de estar, y le costó mucho.
Hasta 1950, realmente no se tomó el acuerdo internacional de que se desreglamentara la prostitución. Volver a decir que se reglamente pertenece a la defensa del orden más antiguo.
Hay que recordar que en el año 1949 la Asamblea de Naciones Unidas adoptó el Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena, que en su primer párrafo señala que: “la prostitución y el mal que la acompaña, la trata de personas para fines de prostitución, son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana y ponen en peligro el bienestar del individuo, de la familia y de la comunidad”.
- AV: Yo no creo que una persona que se prostituya esté haciendo nada especialmente terrible, ni que sea especialmente inmoral, por lo tanto, a mí la moralina antigua no me afecta. Probablemente esa persona lo está haciendo por muchas razones que ella conoce. Pero creo que el que va a comprar sexo está haciendo mal y no hay que facilitárselo.
El problema es el “cliente”, por llamarle “cliente”, que es una manera demasiado suave de llamarle al que va a lo que va, porque no sólo va a comprar sexo, va a comprar dominio, la humillación del otro, aunque esté sólo en su cabeza.
Y luego además decir esto en el momento en que uno de los más graves problemas internacionales que tienen las mujeres es la trata, eso ya no sólo es una falta de ética, es una falta de sentido común.
Cabe recordar que existen dos propuestas en la Asamblea Legislativa. Una presentada en octubre por la diputada priista Jany Robles Ortiz quien sugiere crear la “Ley que Regula el Trabajo Sexual en el Distrito Federal”; y la segunda presentada por el legislador del Partido Verde, Fernando Zárate Salgado, quien plantea reformar la Ley de Cultura Cívica para que la “prostitución” ya no sea una falta.
En paralelo la Asamblea Constituyente analiza el proyecto de Constitución Política de la Ciudad de México, un borrador que en su artículo 15, apartado F, numeral 3, inciso b, dice que las autoridades de la ciudad “reconocen y protegen el trabajo sexual voluntario y autónomo como una actividad lícita”.
16/LLH/CLT/LGL
Participación Política de las Mujeres
ZONA DE REFLEXIÓN
El discurso de los privilegios

No cabe duda que los privilegios masculinos están fuertemente resguardados por los hombres. Perderlos no es fácil y argumentos para asegurarlos hay, sobre todo cuando se trata de cuestionar a las mujeres que buscan tomar lo que por derecho les toca.
Estos hombres, los del discurso a favor de los privilegios masculinos, se parecen al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump: dicen buscar lo mejor, sin importar que sea rechazando, discriminando y fomentando la desigualdad.
Algo así estamos observando ahora. En pleno proceso para la renovación de siete magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), los señores del poder sobre la justicia han logrado la fórmula perfecta para mantener la mayoría de los asientos y “ceder” dos lugares para las mujeres.
Incluso, algunos realmente se sienten orgullosos de este acto de “desprendimiento” al lograr pasar –casi como hazaña, como en milagro y hora que la violación al principio de laicismo está de moda– de uno a dos lugares para las mujeres. Acto más noble no puede caber, pues de los siete lugares que se renovarán ellos se quedan con cinco.
Pese a la evidente desigualdad del proceso, ahora en manos del Senado, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y algunos senadores han logrado mantener el “equilibrio” para este cambio en las magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral, a la que tocará, ni más ni menos, resolver los conflictos legales durante los proceso electorales de Estado de México en 2017, las elecciones presidenciales de 2018, así como 29 elecciones estatales.
Veamos el equilibrio: de 126 aspirantes registrados al inicio del proceso 20 eran mujeres, en la segunda etapa de 42 aspirantes 10 eran mujeres, al final de 21 candidatos 6 son mujeres.
Claro que argumentos para mantener los privilegios hay, y miremos si no. En julio pasado el magistrado del TEPJF, Manuel González Oropeza, afirmó que en la renovación de la Sala Superior lo “deseable” era privilegiar el mérito a la equidad del género.
La afirmación sonó maravillosa, quién quiere funcionarios mediocres, magistrados que no sepan o que su ética se acomode al mejor postor, ustedes me dirán. ¡Claro!, queremos que sean los méritos los que cuenten, pero también para ellos.
Sí, que demuestren méritos quienes han mantenido su posición de poder en la mayoría de los cargos públicos y los puestos de decisión, quienes por ejemplo decidieron invitar a la casa a quien la insulta. Sí, hablo de la invitación que Enrique Peña Nieto hizo a Donald Trump para venir a México.
¿POR QUÉ ESTA EXIGENCIA?
Cómo diría la filósofa Amelia Valcárcel, la meritocracia debe funcionar para todas y todos. Exigirla sólo para una parte –la que ha sido excluida– y dar por sentado que los otros –los de poder y los privilegios– ya tienen el mérito incluido sólo por ser hombres, es un argumento que busca justificar que ellos sigan teniendo el mayor número de sillas en todos lados.
En días pasados, diversas organizaciones civiles y personalidades a favor de la democracia llamaron a que en esta renovación de la Sala Superior del Tribunal Electoral se tomaran en cuenta los principios de legalidad, integralidad, honestidad, justicia e independencia de los partidos políticos, al momento de la selección de quienes ocuparán las siete sillas que en unos días estarán vacantes.
¿Por qué esta exigencia?, sencillamente porque en las cifras del Informe País sobre la Calidad de la Ciudadanía en México (INE, 2014), las instituciones encargadas de impartir justicia son parte del problema y tienen los más bajos niveles de confianza.
Los jueces ocupan el quinto sitio con los menores niveles de confianza ciudadana (25 por ciento) sólo superados por los policías (22 por ciento), sindicatos (21 por ciento), partidos políticos (19 por ciento) y diputados (18 por ciento). Todos estos integrados mayoritariamente por hombres.
Sin duda alguna hay guardianes fuertes y aguerridos que defienden los privilegios masculinos, aun cuando el juicio de la historia demuestre que los méritos no han sido los que les han dado el poder, sino que el poder les ha dado los méritos para seguir en él.
* Periodista y feminista, Directora General de CIMAC
Twitter: @lagunes28
16/LLH/GGQ
