Política de la Ciudad de México
SALUD
Mujeres y niñas de Siria e Irak, entre las afectadas
Recorte de EU a UNFPA cancela apoyo a víctimas de extremistas

Estados Unidos retiró su apoyo económico al Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la agencia que trabaja en temas de salud sexual y reproductiva en 150 países.
La decisión se basa en la falsa acusación, arguye el UNFPA, de que “apoya o participa en la gestión de o en programas de esterilización involuntaria y de aborto coercitivo (en China)”.
El argumento figura en una carta enviada el lunes 3 de abril por el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos a la agencia en la que anuncia el retiro de ese país, a pesar de que, conocedores del trabajo que realiza la agencia, han sostenido en reiteradas ocasiones de que no tiene sustento real.
“Siempre valoramos a Estados Unidos como socio confiable y líder de las iniciativas para garantizar que cada embarazo sea deseado, cada niño sea protegido y cada joven pueda desarrollar su potencial”, reza el comunicado del UNFPA en respuesta al recorte de fondos.
Estados Unidos es uno de los grandes contribuyentes del UNFPA, que en 2015 aportó 75 millones de dólares, en tercer lugar detrás de Gran Bretaña y Suecia. También es el segundo donante de las operaciones humanitarias de esta agencia. Y al igual que sucede con otras agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los gobiernos realizan sus aportes al UNFPA de forma voluntaria.
Los recortes tendrán “consecuencias devastadoras” para las niñas y las mujeres de todo el mundo, se lamentó Shannon Kowalski, directora de políticas y campañas de la Coalición Internacional para la Salud de las Mujeres, en diálogo con IPS.
“El UNFPA desempeñó un papel fundamental en la distribución de servicios para las mujeres más marginadas, y ahora sus vidas y su salud están en juego”, subrayó Kowalski.
El trabajo de la agencia en el frente de situaciones de crisis será el más perjudicado, como el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva para las mujeres víctimas del Estado Islámico y de otros grupos extremistas en Medio Oriente, observó.
Según la Fundación de la ONU, la eliminación del apoyo de Estados Unidos pone en riesgo la capacidad del UNFPA de facilitar partos seguros a unas 48 mil mujeres en Siria y de apoyar a 55 centros que ayudan a 15 mil niñas y adultas sobrevivientes de violencia de género en Iraq, entre los que hay uno que ayuda a más de 700 yazidíes sobrevivientes de violencia sexual.
El UNFPA indicó que la contribución de Estados Unidos en 2016 le ayudó a evitar que 2 mil 340 mujeres murieran por causas relacionadas con el embarazo y el parto, así como 947 mil embarazos no deseados, asegurar mil 251 operaciones para reparar fístulas obstétricas e impedir 295 mil abortos en condiciones inseguras.
Por su parte, Seema Jalan, directora ejecutiva del Proyecto de Acceso Universal de la Fundación de la ONU, dijo a IPS que el gobierno de Estados Unidos también es el principal contribuyente de la única maternidad del campamento de refugiados sirios de Zaatari, en Jordania.
“Las sirias embarazadas no tendrán absolutamente ningún lugar donde parir a sus bebés”, subrayó.
Kowalski subrayó el enorme impacto que tendrá la decisión de Estados Unidos: “Es un claro mensaje de que al mundo no le importa dar respuestas a las mujeres en situaciones de enorme marginación y, en muchos aspectos, gratificará a los extremistas que buscan sacar provecho de esa marginación y abandono de la población femenina”.
Pero esta no es la primera vez que el UNFPA sufre recortes económicos del gobierno de Estados Unidos.
El presidente George W. Bush, ya había retirado 34 millones de dólares entre 2002 y 2008, con el mismo argumento de que la agencia participaba en políticas coercitivas en China.
Si bien el UNFPA trabaja en China, tanto Kowalski como Jalan dijeron a IPS que la acusación no tiene fundamentos y es simplemente una “excusa” para retirar su aporte a la organización que trabaja en temas de derechos sexuales y reproductivos.
“El gobierno chino todavía (violenta los derechos de las mujeres), pero como el UNFPA trabaja en el país apoyando la implementación de servicios de salud sexual y reproductiva, relacionan los dos hechos y dicen que el UNFPA apoya directamente las políticas coercitivas, lo que no es cierto”, explicó Kowalski.
MIENTE DEPARTAMENTO DE ESTADO
Una de esas políticas restrictivas es la de hijo único, que retrocede de a poco desde 2015, una iniciativa que el UNFPA ayudó a elaborar, apuntó Jalan. “El principal propósito del UNFPA en China es introducir el concepto de atención de calidad y de planificación familiar voluntaria”, precisó.
Además, Jalan subrayó que el UNFPA ni siquiera ofreció asistencia al gobierno chino ni a su agencia de planificación familiar en 2016, como arguye el Departamento de Estado en su carta.
Pero debido a la duplicación de las contribuciones de Estados Unidos desde 2002 y a las crisis humanitarias sin precedentes que aquejan al mundo, las consecuencias de este último recorte tendrán un alcance mucho mayor que antes.
AGENDAS PROHIBICIONISTAS
Kowalski urgió al Congreso a revocar la Enmienda Kemp-Kasten, sobre el retiro de fondos a la agencia de la ONU.
La enmienda prohíbe la asistencia a cualquier organización, incluidas las estadounidenses y las multilaterales, que participen en esterilizaciones involuntarias y en abortos coercitivos.
Y es similar la Ley Mordaza Global, también conocida como Política de la Ciudad de México, que prohíbe a organizaciones extranjeras que reciban asistencia de Estados Unidos, distribuir información sobre abortos o servicios de aborto.
La decisión de Washington generó críticas entre numerosos dirigentes de Nueva York y California, quienes ya condenaron la medida.
“La hipocresía del presidente (Donald) Trump alcanzó nuevos niveles con la decisión de dejar de asistir al Fondo de Población de las Naciones Unidas. Hace poco sostuvo que tenía ‘tremendo respeto por las mujeres y su papel en el mundo’, pero al mes decide recortar los fondos del UNFPA”, reza la declaración.
“Recortar esos fondos es una decisión cruel que no solo perjudicará a las mujeres y a sus hijos, sino que también atentará contra el liderazgo de Estados Unidos en el mundo. Le pedimos al presidente que ponga a las mujeres por encima de la política y modifique de inmediato esa decisión”, reclama la misiva.
Jalan dijo que ese pronunciamiento fue un comienzo “importante”, pero urgió a que se ponga en marcha una iniciativa de los dos principales partidos estadounidenses para revertir la decisión.
“Financiar la atención médica básica de mujeres y niñas, asegurar que refugiadas sirias embarazadas puedan tener un parto seguro y que sus hijos sobrevivan, y que alguien que sobrevivió a la violencia sexual pueda recibir atención y apoyo, creemos que son temas bipartidistas”, subrayó.
Por su parte, Kowalski remarcó la necesidad de que la comunidad internacional dé un paso al frente y contribuya a paliar el déficit del UNFPA.
Debido a la reintroducción de la Ley Mordaza Global, varios países reunieron unos 190 millones de dólares para paliar el déficit inminente, entre ellos Suecia, Canadá y Finlandia, que comprometieron 21 millones de dólares cada uno para no recortar el acceso global a los servicios de salud sexual y reproductiva.
Este es el primero de los recortes que el gobierno de Trump dijo que implementaría.
*Este artículo fue publicado originalmente por la agencia internacional de noticias IPS.
17/TY/GG
Derechos Sexuales y Reproductivos
Medida de Trump se extenderá a OSC que atienden malaria y VIH
En riesgo, sostenibilidad económica de organizaciones de salud sexual y reproductiva

Cualquier organización civil que atienda la salud –como prevenir la malaria, el zika o el VIH– y a la par haga acciones de planificación familiar, no podrá recibir fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y si lo hace deberá dejar de lado su trabajo en salud reproductiva de las mujeres.
Así lo advirtió la organización mexicana Balance, que promueve la salud sexual y reproductiva de las mujeres, y quien expuso las consecuencias del decreto que el pasado 23 de enero firmó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para reestablecer la Ley Mordaza (Global Gag Rule, por sus siglas en inglés).
En un comunicado la organización señaló que esta ley, también conocida como Política de la Ciudad de México (porque se dio a conocer en esta ciudad hace más de 30 años) fue instaurada por el ex presidente estadounidense Ronald Reagan en 1984 para prohibir que ese país brinde ayude económica a cualquier organización civil que mencione, trabaje o preste servicios de aborto.
Balance aclaró que las restricciones en el uso de fondos de la USAD existen desde hace décadas y están contenidas en el Helms Amendment, que impide, desde 1973, que los fondos federales obtenidos a través de impuestos se gasten en el extranjero para realizar abortos.
Sin embargo el decreto que se firmó el lunes expande los alcances de la de 1984 a todos los fondos enfocados a salud en general. Es decir, que ahora las organizaciones que trabajan para eliminar la malaria, responder al VIH, atender la salud de la niñez, también deberán obedecer a la Ley Mordaza o no podrán recibir los recursos.
“Este cambio hará que la nueva versión de la política sea 15 veces más atroz que la de Reagan. Esta decisión es una manera de coartar las decisiones y autonomía de miles de mujeres, restringiendo el acceso a otros servicios de salud, así como el acceso a información y servicios de aborto seguro”, explicó la organización.
La Ley Mordaza, señala Balance, se usará para controlar la manera en la que las organizaciones no gubernamentales que trabajan temas de planificación familiar fuera de Estados Unidos utilizan sus fondos.
Ahora cualquier organización de salud que reciba fondos de la USAID será forzada a elegir entre promover, proveer y/o defender el derecho de las mujeres a decidir interrumpir un embarazo o perder los recursos que obtienen para promover otros servicios de salud sexual y reproductiva.
Lo más grave, alertó la agrupación mexicana, es que las organizaciones que tienen financiamiento de la USAID para temas de salud y que han conseguido recursos de otras fuentes de financiamiento para trabajar en el tema de aborto, deberán dejar de promover la interrupción voluntaria del embarazo para continuar recibiendo recursos de Estados Unidos.
Esa es la razón del riesgo de la sostenibilidad económica de organizaciones que brindan vacunas, mosquiteros para reducir el riesgo de malaria y zika, que tienen programas para mejorar la salud durante el embarazo, métodos anticonceptivos, que brindan atención médica para personas que viven con VIH o que generan estrategias con el gobierno para reducir la mortalidad y morbilidad durante el embarazo, parto y puerperio, entre otras.
Esta orden ejecutiva de Trump –anunciada a un día de que cientos de mujeres latinas, afroamericanas, musulmanas y estadounidenses salieran a las calles a protestar por las políticas racistas, antinmigrantes y sexistas del mandatario– arriesgará la sostenibilidad de organizaciones civiles de otros países, sin importar el estatus legal del aborto en cada Estado.
Así los servicios que brindan organizaciones en todo el mundo para apoyar las acciones de sus gobiernos en países en desarrollo para mejorar las condiciones de salud están en riesgo.
“Esta es una muestra de que el colonialismo sigue vigente y que los países desarrollados de manera frontal y directa amenazan la soberanía de los países en desarrollo. Las consecuencias reales en la vida de las personas no se toman en cuenta. Tenemos que analizar y hacer visible la gran dependencia de muchos países al financiamiento de Estados Unidos”, expuso Balance.
La agrupación también aseguró que cortar los recursos para aborto –tema considerado un problema por el gobierno estadounidense– sólo orilla a las mujeres a buscar abortos inseguros que ponen en riesgo su vida y su salud.
17/AGM
