derechos humanos
DERECHOS HUMANOS
SCJN emite sentencia y dice que deberá acreditarse
Víctimas de violencia familiar podrán pedir al agresor reparación del daño

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobó la propuesta del Ministro Arturo Zaldívar, que abre la posibilidad para que las mujeres y sus hijas e hijos que hayan sido víctimas de violencia familiar, pidan a su agresor la reparación del daño.
En la sesión del 7 de marzo, la Primera Sala de la SCJN revisó el amparo 5490/2018 en el cual una mujer víctima de violencia familiar pidió una reparación por daño moral por los daños que le causó su agresor.
Luego de que el Tribunal Colegiado determinara que aunque se comprobó la violencia vivida por la mujer, no podía exigirse una reparación económica pues “no existía una base jurídica para una condena económica por este rubro”, el caso llegó a la Corte quien en la Primera Sala determinó que “cuando se demande la reparación del daño patrimonial o moral que ha resentido una víctima de violencia intrafamiliar, deberán mostrarse los elementos de la responsabilidad civil: la existencia de un hecho ilícito y el daño, además de mediar un nexo causal entre ambos. Así, sólo cuando se han probado esos elementos puede decretarse una indemnización económica”.
La Primera Sala determinó que la violencia ejercida contra las mujeres constituye un hecho ilícito generador de responsabilidad civil porque los actos u omisiones comportan una conducta dañosa en la esfera física, emocional o psíquica de algún miembro de la familia, transgrediendo el derecho a vivir en un entorno familiar libre de violencia.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), en 2016, de las 46.5 millones de mujeres de 15 años y más, 30.7 millones (66.1 por ciento) ha vivido violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación en los diversos espacios.
De éstas, 43.9 por ciento vivió violencia por su parte de su actual o última pareja, esposo o novio, la cual ha ocurrido en su mayoría en espacios públicos o comunitarios.
18/AEG/LGL
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Realizan mesa sobre violencia contra mujeres periodistas en CSW
Periodistas: valentía y unión contra la censura y la violencia

En México, principalmente en Tamaulipas, “se vive una violencia extrema contra las periodistas y una censura brutal”, “es una zona de silencio, nadie publica lo que pasa”.
Así lo denunció la periodista tamaulipeca desplazada de su estado por la inseguridad, Rosa María Rodríguez Quintanilla, durante la mesa “Violencia contra mujeres periodistas”, realizada en el marco de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Estatus de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés), que de manera paralela realizó la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG), el pasado 16 de marzo.
Un panorama similar describió la directora de la organización Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), Lucía Lagunes Huerta, quien insistió en que en México no hay democracia y es ahí donde la violencia en contra de las mujeres periodistas se normaliza.
Lagunes Huerta explicó que, cuando una periodista denuncia el hecho de violencia, el gremio la trata de ignorar e incluso la acusan de que “se quiere hacer famosa”. La mujer periodista, dijo la feminista, sufre doble riesgo.
La doctora Aimeé Vega Montiel, de Alianza Global de Medios y Género, apuntó que México, Colombia y Argentina son lugares peligrosos para las mujeres periodistas, pero es México el más peligroso. Indicó que de 2014 a 2015 se han registrado 147 casos de violencia y 15 casos de feminicidio, datos que coinciden también con los de CIMAC.
Vega Montiel retomó también la información de la organización Artículo 19, que indica que en 2016 se registraron 426 agresiones contra periodistas y 99.7 por ciento no están resueltas.
Resaltó los casos de Rodríguez Quintanilla, quien se vio obligada a migrar de su estado, porque no hay garantías para ejercer su profesión; de Carmen Aristegui, quien tras denunciar un caso de corrupción relacionado con Enrique Peña Nieto, perdió su trabajo y fue víctima de espionaje, junto con su hijo, como denunció el periódico The New York Times.
Relató también el caso de Sanjuana Martínez, quien sufre la violación de sus Derechos Humanos, precisamente por denunciar ese tipo de casos; el de Anabel Hernández, quien denunció los vínculos entre el capo Joaquín “el Chapo” Guzmán y autoridades del gobierno. Así mismo el caso de Marcela Turati, quien denunció el manejo jurídico del caso Ayotzinapa; el de Lydia Cacho, quien documentó y denunció casos de pornografía contra la infancia, y el de Miroslava Breach, quien fue asesinada por sus denuncias periodísticas.
En suma, dijo Vega Montiel, América Latina es una zona de gran peligro para ejercer el periodismo, incluidos países de Centroamérica como Guatemala, Honduras y El Salvador.
Miriam Bobadilla, de Argentina, informó que, para evitar represalias como el despido o las agresiones personales, lo que hacen las periodistas de su país “es cuidarnos y lo que nos pasa lo publica otra colega”. Llamó también a la unidad de las periodistas latinoamericanas.
En el mismo sentido habló la periodista española Montserrat Minobis, quien resaltó la unidad de las 50 periodistas que firmaron el pasado 8 de marzo un desplegado conjunto y salieron a la calle porque “necesitamos medidas comunes”. Explicó que, al igual que en muchos países del mundo, en España las periodistas tienen problemas salariales, de despidos por ajustes empresariales, de acoso sexual, entre otros, ante los cuales la voz de las mujeres es aún débil.
CIMAC citó su informe “El poder del cacicazgo. Violencia contra las mujeres periodistas 2014-2015”, que incluye casos como el de Gloria Muñoz Ramírez, directora de Desinformémonos, de quien se dice: “En aquella ocasión, los agresores entraron a su hogar en la colonia Roma y, sin sustraer nada de valor, dejaron como evidencia que habían revisado sus artículos personales y en especial su ropa íntima. Ese fue un mensaje para decirle que pueden estar tan cerca de ella como se lo propongan”.
#METOO—NOW WHAT?
A la par de la mesa “Violencia contra mujeres periodistas”, también el 16 de marzo se realizó en la sede de las Naciones Unidas la reunión “#Metoo-Now What? Mujeres en los medios, desde la protesta hasta la acción”, donde se habló de discriminación de género, explotación sexual de las mujeres en la industria de los medios.
Se habló de una solución con perspectiva holística, del papel de la industria de los medios y de un cambio que no deje a nadie fuera, un cambio que involucre a todas.
Se dijo, por supuesto, que esta revolución que significa el movimiento #Metoo no debe abandonarse. Por eso, la actriz Sienna Miller aseguró que “basta es basta” y que “no estamos solas”. Habló de que ya hay 20 millones de dólares para atender sus casos, que nadie se sienta marginada. Y se pronunció por romper el silencio porque “la revolución está aquí, el tiempo del cambio llegó y nuestra voz importa”.
En el panel de discusión, moderado por la feminista y columnista de The Guardian, Polly Toynbee, la directora de ONU-Mujer, Phumzile Milambo-Ngcuka, detalló que #Metoo “es el poder ser visible, de hablar por las otras, por las invisibles. Es un asunto global contra la impunidad. Los poderosos por primera vez no lo son más”. #Metoo puede salvar vidas. Y recordó que la voz y la lucha de la activista brasileña Marielle Franco, pese a que fue asesinada hace unos días, continuará.
En la reunión estuvieron también la secretaria del Exterior de Noruega Ine Eriksen Søreide; la representante de medios de comunicación de Egipto Fatemah Farag; la editora de África, Pamela Sitton; y Matthew A. Winkler, cofundador de Bloomberg.
Fatemah dijo que para ella el #Metoo es parte de la solución cultural y en su país está despertando la denuncia. En África, dijo Sitton, el tema ya se está discutiendo. Winkler aseguró que es un movimiento profundo, para siempre y de “cero tolerancia”.
Se mencionó también la disparidad salarial en los medios de comunicación, en donde las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres, mientras que en Hollywood ellas ganan 30 centavos, por cada dólar que ganan ellos, siendo las peor pagadas las mujeres afrodescendientes.
La feminista ecuatoriana Yolanda Terán, experta en seguridad y derecho a la Tierra, habló sobre las mujeres rurales e indígenas. “Unidas y a la acción”, dijo en la tribuna de la ONU, antes de hacer una extraordinaria exposición sobre la relación de las mujeres con la Madre Tierra.
Otro tema fue el de las nuevas tecnologías en las zonas rurales e indígenas, donde las mujeres carecen del acceso a la propiedad de la tierra y no pueden tampoco adquirir un teléfono celular de cien dólares, con ingresos que son de un dólar por día. Además, ¿cómo tener acceso a Internet si en sus comunidades no tienen electricidad?
Terán se pronunció por hacer accesible la educación para todas las mujeres, porque en las zonas más pobres sólo los hombres tienen posibilidad y derecho a la educación universitaria. “Necesitamos solución, necesitamos romper el círculo de la pobreza”, dijo. Y al hablar de la salud reproductiva, señaló que en las clínicas rurales se requiere que haya conversación con las mujeres, no imposición.
Pese a tratar temas tan diversos, las participantes en “#Metoo-Now What? Mujeres en los medios, desde la protesta hasta la acción” coincidieron en un llamado a la unidad, para que no haya más impunidad y en realizar acciones en favor de los derechos de las mujeres.
18/LPB
FEMINISMO
OPINIÓN
Mujeres Cautivas
¿Y después del 8 de marzo, qué sigue?

Tras la manifestación de fuerza del movimiento feminista el pasado 8 de marzo en el Primer Paro Internacional Feminista, nos preguntamos qué sigue. Y al volver a la realidad cotidiana en México y otros países de Latinoamérica, las cosas no han cambiado, siguen desapareciendo mujeres y niñas, siguen las cifras sostenidas y en aumento del feminicidio, sigue el acoso sexual en las calles, el desplazamiento forzado interno, el secuestro, el peligro para las periodistas, para las defensoras y siguen los altos grados de impunidad.
El manifiesto consensuado por cientos de mujeres y respaldado por miles en las marchas del pasado jueves 8 de marzo, incluye medidas concretas que suponen una enmienda a la totalidad de políticas públicas y de justicia para poner la vida de las mujeres en el centro.
Sin embargo, lo más urgentes son las violencias. Es, de hecho, el grito de “ni una menos, vivas nos queremos” que lanzaron las feministas argentinas en 2017, el que ha prendido la mecha de la huelga feminista que las organizadoras consideran un éxito.
Y son las violencias machistas uno de los ejes que recoge una serie de propuestas. Muchas de éstas podrían entrar en vigor este año si se da cumplimiento a las medidas que recoge el “Pacto de Estado Contra la Violencia de Género” aprobado a finales del año pasado en España, lo que no ocurrirá en los países donde tendremos elecciones en 2018.
Estas son algunas de las propuestas concretas que plantea el movimiento feminista, y las medidas concretas que podrían ponerse en marcha si hubiera voluntad política y se destinara un presupuesto para ello.
- Recoger todas las violencias machistas, y no solo la que se produce en pareja.
- Que se considere la violencia machista como una cuestión que atañe a toda la sociedad, que tiene su raíz en un sistema patriarcal que organiza nuestras relaciones sociales, lo que implica “que se tengan en cuenta las diferentes causas y se visibilicen los distintos niveles y dimensiones de las violencias”.
- Ampliar la definición de violencia machista para abarcar a todas aquellas violencias que sufrimos por el hecho de ser mujeres, un planteamiento que ha salido a debate repetidamente desde la aprobación y ratificación de la Convención para la Prevención Sanción y Erradicación de la Violencia contra la Mujer o Convención de Belem do Pará, que ciñe su objeto de actuación a “la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”.
- Educar contra las masculinidades violentas. Promover una educación afectivo- sexual que eduque a los niños contra unas masculinidades violentas, posesivas, dominantes, y a las niñas para desarrollar su individualidad y salir del marco del amor romántico.
- La obligación legal de obtener y presentar datos estadísticos detallados y secuenciados sobre todas las formas de violencia contra las mujeres.
- Reforzar y ampliar en materia de Educación, los valores igualitarios y la educación afectivo-sexual obligatoria en todos los niveles educativos, fomentando que los mismos se aborden de forma integral.
- Diseñar programas de prevención, detección y protocolos especializados o actualizar los existentes en atención y actuación, adaptándolos a las especificidades de las diferentes violencias sexuales.
- Mejorar la protección a mujeres migrantes. El manifiesto también pide que a las mujeres migrantes en situación irregular se les garantice la seguridad jurídica y protección cuando se denuncia una violencia sexual, lo que requiere modificar las leyes de migración sobre derechos y libertades de los extranjeros en nuestro país y su integración social, para mejorar la protección a las víctimas de todas las formas de violencia de género evitando los procedimientos sancionadores por estancia irregular.
- Atender la diversidad de las víctimas de violencia de género. Una de las motivaciones de la huelga feminista es “que todas las mujeres, sin discriminación de ningún tipo, tengamos derechos y justicia social”. La huelga feminista se convocó, para que en todas las acciones contra las violencias machistas se tenga en cuenta la diversidad de circunstancias y condiciones de las mujeres y la intersección de opresiones que vivimos.
- Ampliar y profundizar la formación especializada que reciben los y las profesionales de la Administración de Justicia, y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en materia de prevención de la violencia de género y en materia de trata, llevando estos contenidos también a los jueces y juezas de familia y de menores, además la conformación de juzgados especializados en violencia de género”.
- Sensibilizar a los profesionales de los medios, para que se hagan cargo del impacto que tienen en la opinión pública “para que los medios de comunicación traten los temas de violencias machistas con rigurosidad, tratando a las mujeres y sus derechos como sujetos, no victimizando ni empatizando con el agresor”.
- Impulsar medidas contra la trata y la explotación sexual, logrando que se persiga de forma eficaz la trata con fines de explotación sexual, pero, sobre todo, se otorgue la protección que nuestra regulación en teoría contempla a las mujeres que se encuentran en esa situación, dejando de poner por delante la “lucha contra la inmigración irregular” en lugar de la protección de los Derechos Humanos de las mujeres, promover la eliminación de publicidad de contenido sexual o servicios y programas de protección social y recuperación integral de las víctimas, entre otras.
- Reconocer el fenómeno del desplazamiento interno forzado de mujeres por la presencia de la delincuencia organizada y diseñar e impulsar políticas públicas que reduzcan su victimización y les facilite su reincorporación a la sociedad, su reubicación nacional e internacional.
- Garantizar a las mujeres y las niñas indígenas y a las que viven en el campo y la ciudad en condiciones de exclusión social, oportunidades de vida digna, educación, vivienda, salud, vivienda, derecho a la propiedad y trabajar para poder remontar sus condiciones de exclusión social.
Y como estas hay muchas necesidades y propuestas más, que ahora que está por concluir el sexenio, nos damos cuenta que ha sido un sexenio gris para las mujeres y sus necesidades.
*Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: Catwlac Directora
18/TUZ/LGL
POLÍTICA
Concejalas se reúnen en Encuentro de El Caracol
“Las mujeres organizadas podemos y sabemos gobernar”

Durante el Primer Encuentro de Mujeres que luchan, realizado por las mujeres zapatistas en El Caracol Morelia, en Chiapas del 8 al 10 de marzo, en la que se dieron cita mujeres de todo el mundo pero también las concejalas que acompañaron a la candidata indígena Marichuy, quien contendió de manera independiente por la Presidencia de la República en México, Cimacnoticias habló con ellas.
Osvelia Quiroz es concejala del pueblo Nahua, de Tepoztlán, Morelos. Ella acompañó a Marichuy en sus giras y habló de cómo las zapatistas son vistas como un ejemplo de que es posible alzar la voz como indígenas y ganar dignidad, en tanto que la concejala Marisela Mejía, de la comunidad otomí que radica en la Ciudad de México, quien también fue parte de la campaña de Marichuy, adelantó que el Consejo Indígena de Gobierno (CIG) todavía está en el proceso de analizar la candidatura de su vocera, y que pronto se darán a conocer las conclusiones a que llegaron.
- Sonia Gerth (SG): ¿Por qué vino a este encuentro?
- Marisela Mejía (MM): “Cuando conocimos la propuesta (de las zapatistas) la abrazamos y dijimos, pues a echarle y si ellas pueden pues, unirnos a ellas para que seamos más fuertes, para que el gobierno vea que los pueblos nos estamos levantando y que los pueblos originarios aquí estamos para reclamar lo que es nuestro, que nos están arrebatando, porque ellos van con sus promesas, sus trabajos que ellos hacen, piensan que con eso nos engañan, duermen al pueblo.
¡No! Aquí estamos los pueblos más atentos y despiertos para decirle a ese mal gobierno que ya basta ¿no? Y por eso precisamente nosotras nos organizamos, dijimos abrazamos la propuesta de la compañera (Marichuy), más que nada que si es mujer. Pues que es una gran lucha como mujer, para que también los hombres vean que no nada más las mujeres servimos para estar en la casa, criar a los hijos y ser amas de casa. También vean que así como nosotros nos enfrentamos la vida día a día, trabajando, estando el sustento del hogar, somos políticas, y también sabemos y podemos gobernar.
Por eso el Concejo se fundió pareja, hombre y mujer, porque tenemos diferentes modos de pensar. Y no discriminamos a los hombres, pues al contrario. La lucha es pareja. Decimos que así vamos a caminar, y así vamos a avanzar. Abrazar la propuesta e invitar a más compañeros de otros países que se organicen. Que se unan y que digan, estamos con ustedes, con la gente indígena. Porque solamente así se va a dar cuenta este mal gobierno que si nos organizamos no nos pueden destruir.
- SG: Durante el viaje por todo el país ¿sí se han dado cuenta que Marichuy es un ejemplo para las mujeres y que para ellas ha sido muy positiva esta campaña?
Mejía: Sí, demasiado. Yo estuve casi veinte días en la campaña con ella, cuando estuvo en su recorrido. Los lugares en donde nosotros recorríamos, las mujeres nos decían que cómo era posible que nos organizábamos, y cómo era posible que era pura mujer la que abrazaba la propuesta de la compa, y nosotros decíamos que también al igual que ellas había miedo por el feminicidio, la desaparición de la mujer, y entonces también decíamos que al igual salíamos con miedo al recorrido y estábamos con ese miedo. Pero una cosa lo dijo nuestra vocera y lo tengo grabado en la mente: que no tiene miedo. Todos tenemos miedo, pero si no nos organizamos y no alzamos la voz, nadie nos va tomar en cuenta. Y nadie va a ver por nosotras, si no lo hacemos nosotras. Hagámoslo por nuestros jóvenes, por nuestros niños, por nuestros ancianos. Organicémonos como mujer”.
- SG: Y entonces en las comunidades indígenas alrededor esta campaña ha tenido un impacto…
- MM: ¡Éxito¡ ¡Éxito¡ porque donde hemos ido muchas compas: “Pásame tu número, yo te marco”. Y las mujeres están entrando. Le están entrando y están abrazando la propuesta, que es lo importante. Entonces nosotros como Concejo dijimos, ‘dejamos huella’. Sembramos algo, y ese árbol tiene que dar fruto. Y vamos a pasar a cosechar ese fruto. Y es lo que se está esperando.
- SG: Dijo que la lucha ni siquiera ha empezado. Entonces ¿qué se va a ver con todas las demandas que les vienen ahora, que van a armar en conjunto?
- MM: “Pues, es eso, vamos a ir recogiendo la problemática de cada pueblo, meter nuestras demandas junto con nuestra compañera y como siempre lo hemos dicho, ella sola no está, está el Concejo con ella y todo lo vamos a hacer colectivamente, organizarnos pues. Junto con ella vamos a alzar la voz y decir ya basta. Ya basta con los pueblos originarios. Decir que aquí estamos y que la lucha de nosotros no ha terminado como el gobierno lo había propuesto o lo había pensado.
Más que nada nosotros no hemos empezado nuestra lucha porque tenemos que hacer nuevamente recorrido, a fortalecer nuestros pueblos, fortalecer a nuestra gente. Ahora sí que a cosechar nuestra semilla que nosotros fuimos sembrando.
- SG: ¿Y creen que van a tener una voz mucho más fuerte, no importa qué gobierno venga en diciembre?
- MM: Se está logrando. A este gran encuentro nos hemos encontrado y veo que hay logro. Hay mucho logro. Se han acercado compañeros extranjeros a escuchar la propuesta. Cambio hay. Y se está logrando porque ustedes también llevan una gran parte compartir en su país que sí se puede. Ellas pueden ¿por qué nosotras no? Entonces eso es la espinita que cada una llevamos de cómo vamos a debatir el mal gobierno. ¿Cómo lo vamos a hacer? Organizadas, solamente así vamos a debatir el mal gobierno, todas que vinimos aquí vivimos esa experiencia de decir ‘Sí se puede’, si nos organizamos y platicamos con las compañeras, sí va haber un cambio.
18/SG/LGL
DERECHOS HUMANOS
Grupos Provida iniciaron campaña frente a su Clínica
Atacan a defensora de DSyR Sandra Peniche, en Yucatán

La defensora yucateca Sandra Peniche Quintal y presidenta de la Clínica de Servicios Humanitarios en la Salud Sexual y Reproductiva (SHSS), organización con más de 17 años de trabajo en beneficio de la salud reproductiva de las mujeres, fue atacada en su domicilio la mañana de ayer.
En un comunicado, la Red Nacional de Defensora de Derechos Humanos en México (RNDDHM), de la cual también es integrante Sandra Peniche, advirtió que la defensora “sufrió un intento de homicidio: un sujeto la atacó con arma blanca”.
Peniche Quintal ha sido violentada de manera continua por integrantes de la campaña internacional “40 Días por la Vida” -un grupo Provida- por su trabajo en defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. El pasado 9 de marzo fue hostigada por policías municipales, tras una queja interpuesta por los integrantes de la campaña Provida, quienes han mantenido “una actitud hostil” frente a la Clínica, señala el comunicado.
Esta campaña “por la vida” inició en 2014- previo a las festividades por la cuaresma- frente a la Clínica que preside Peniche, a donde asisten personas “a favor de la vida” para rezar por 40 días por “los no nacidos”
Debido a que nuevamente iniciaría esta campaña, la defensora yucateca conjuntamente con 255 mujeres integrantes de la RNDDHM pidieron al gobierno de Yucatán y a la Comisión de Derechos Humanos de la entidad emitir medidas cautelares que garantizaran el pleno desarrollo de su labor en condiciones de seguridad y el acceso de la población al libre ejercicio de sus derechos sexuales.
Sin embargo, desde 2014 las autoridades de la entidad no han dado repuesta a los reportes levantados por el personal que labora en la Clínica sobre la situación de violencia, lo cual ha provocado que las “manifestaciones antiabortistas” sigan perdurando y aumente la hostilidad, denunciaron en una carta pública.
La Red Nacional destaca que el personal de la Clínica ha sido fotografiado, videograbado así como a sus vehículos, sin su consentimiento y a través de “sus rezos, plegarias y cánticos incitan al odio y a ejercer la violencia contra los y las defensores”.
La Clínica es considerada importante en Yucatán debido a los servicios que brinda a las mujeres: control del embarazo, anticonceptivos para mujeres, consejería sexual, interrupción legal del embrazo, entre otros. Hasta la fecha ha atendido a aproximadamente 11 mil personas, bajo la dirección de Sandra Peniche.
De acuerdo con el Informe presentado en 2017 por el Relator Especial de la ONU sobre la situación de las y los defensores de los DH, Michel Forst, de su visita a México, de 2010 a 2014 fueron asesinadas más de 43 defensoras de Derechos Humanos y periodistas mujeres en México y los principales agresores fueron las empresas privadas y los grupos religiosos en el caso de las personas que defienden los derechos de las comunidades.
El Relator advirtió que México podría llegar a ser el país más peligroso en el mundo para quienes defienden los DH si el gobierno no actúa, ya que existe un gran número de defensoras que han sufrido intentos de asesinatos y ataques de violencia sexual o campañas de difamación.
Asimismo, el Relator expresó que las defensoras de los DH que buscan justicia se ven enfrentadas a actos de discriminación, intimidación y obstáculos de justicia. Por estas violaciones, aseguró que las defensoras de DH corren un mayor riesgo de ser “blanco de ataques y agresiones”
18/AEG/LGL
FEMINISMO
CRÓNICA
El campamento masculino en el Encuentro Mujeres que luchan
“Prohibido entrar hombres”
Para llegar al Municipio Autónomo “17 de noviembre”, perteneciente al Caracol IV Morelia, en el estado de Chiapas, muchas mujeres y hombres recorrieron más de 40 horas en autobús. Ellos asistían como acompañantes, y ellas se darían cita en el “Primer Encuentro Internacional Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan” que se realizó del 8 al 10 de marzo.
La convocatoria era clara: “Si eres hombre, de balde estás escuchando o leyendo esto porque no estás invitado”. “Si te quiere acompañar un varón mayor de 16 años, ahí lo veas, pero de la cocina no pasa. Aunque tal vez ahí algo alcanza a ver y a escuchar, y algo aprende”.
Al llegar a las puertas de acceso al encuentro, otro letrero en una lona amarilla advertía: “Hombres no entran”.
A cuentagotas iban llegando acompañantes de las mujeres en camiones, colectivos, taxis y autos particulares. En el área designada para los hombres ya se encontraban algunos montando su casa de campaña. Para las tres de la tarde del 7 de marzo ya había una veintena de “aliados” como se autonombran.
La confusión y la duda incrementaba en el campamento, algunos se preguntaban entre sí ¿Cuándo nos dejarán entrar para “ayudar” en la cocina? ¿Dónde vamos a cocinar? Desconcertados, sólo les quedó esperar a que alguien solicitara su ayuda, para algo. Aún no sabían su papel en este Encuentro, tal vez muchos se fueron sin saberlo.

Ya entrada la noche llegaron más camiones, uno tras otro, al tiempo que pobladores de la comunidad ofrecían tamales, empanadas, café, arroz con leche. Un hombre gritaba “llegaron los tamales… de a seis, de a seis” y más tardó en abrir la bolsa que en venderlos. Y es que la zona para hombres estaba cerca del estacionamiento, lo que hizo que las participantes del Encuentro, al llegar exhaustas luego de un viaje de más de 30 horas, decidieran cenar antes de registrarse.
DÍA 1: 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer
Los primeros rayos del sol iluminaban las montañas zapatistas y a la par, en el sonido local, sonaron las mañanitas. Al terminar, la voz de una mujer enunció ¡“bienvenidas mujeres del mundo”! en respuesta, un grito masivo de alegría de miles de mujeres retumbó hasta las tiendas de campaña del campamento de hombres.
El eco de ese grito hizo que varios hombres salieran de sus tiendas de campaña, sólo escuchando, sólo mirando, tal vez preguntándose cuál sería su papel en este hecho histórico en el que por vez primera no serían los protagonistas.
EL “MOMENTO” LLEGÓ
Ya para medio día había poco más de 60 hombres en el campamento. Provenientes de diferentes estados de la República y países. Había de Chiapas, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí; también de Argentina, Bélgica, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Italia, País Vasco, Suiza y Uruguay.
Muchos de ellos “mochileros”, o viajeros nómadas como también se les conoce, que acompañaron a las mujeres al Encuentro.
Al campamento llegaron dos mujeres zapatistas: -“Compañeros, queremos hacerles una petición. Siguen llegando hombres y no tienen tienda de campaña, les pedimos quienes sí la tienen, la muevan a la orilla para que ellos queden en medio y se cubran un poco el frío”.
Mientras algunos asentían con la cabeza, otros levantaban la mano para pedir la palabra. El primero preguntó “¿Compañera, cuándo nos dejarán entrar para apoyar, nos dijeron que haríamos labores de cocina, limpieza?” Otro agregó “¿Dónde están las regaderas? ¿Dónde podemos tomar agua?”
La mujer zapatista con voz firme les contestó: - “ya tenemos cubierta la parte de la cocina, la limpieza, todo. Por ahora no necesitamos apoyo, compañero. De las regaderas vamos a preguntar. Sólo les pedimos hagan espacio para sus compañeros”-.
- “Ni modo, yo estaba dispuesto a ayudar”- se alcanzó a escuchar una voz a lo lejos. Sin embargo, un adulto mayor, con voz fuerte dijo:
- “Compañeros, aprovechando que las compañeras zapatistas lograron reunirnos, quisiera proponer, bueno, primero me presento, soy Francisco Reyes, Concejal del Congreso Indígena de Gobierno. Me gustaría que ya estando reunidos pudiéramos platicar entre nosotros sobre lo que nos trae aquí, yo quisiera hablarles un poco sobre el proceso zapatista, de Marichuy, claro, si ustedes lo desean”-.
La mayoría aprobó la idea. Se sumaron más propuestas. Entre las inquietudes salieron varias cosas, desde que un “compa” argentino lavó las letrinas porque estaban muy sucias, hasta el tema de la basura. -“Hay que recoger la basura compas, no es posible que si nos ofrecieron este espacio, les dejemos un basurero”-.
Todos voltearon a su alrededor sólo para confirmar el hecho, pero nadie levantó un solo papel.
Otra propuesta se escuchaba: -“también propongo que ya estando aquí hablemos de nosotros. Aprovechemos el tiempo ya que no nos requieren allá”-.
La propuesta generó un silencio total. Para no provocar más incertidumbre el Concejal propuso hacer una Asamblea, presentarse, de dónde venían, a qué venían.
Uno por uno se fueron presentando. Algunos se retiraron a recostar cerca de su tienda de campaña, a mirar la montaña. Luego de la ronda de presentación algunos levantaron la mano para plantear temas y grupos de trabajo: pareja, amigos, cuestiones personales, trabajo, sexualidad, conciliación, cuerpo, casa, formación, lenguaje, contexto, difusión, fueron los temas a platicar.

La consigna antes de iniciar las pláticas era: “Mirémonos en el espejo, ya estamos aquí compañeros, aprovechemos el espacio, reconozcamos que somos hombres con privilegios y busquemos entre nosotros la forma de romper con ello”.
Alguien más aprovechó la oportunidad y propuso: - “Compañeros, qué les parece que además de lo que hablemos, redactamos una carta y se las hacemos llegar a las compañeras del Encuentro. Decirles que estamos con ellas, que las acompañamos, que estamos afuera a la expectativa de lo que resuelvan allá adentro.
Aún no terminaba de hablar y varios ya tenían alzada la mano.
- “Amigo ¿en verdad crees que están pensando cómo la estamos pasando acá afuera? ¿Crees que van a hacer un espacio en sus actividades para leer una carta redactada por hombres? No les interesa lo que hagamos nosotros, mucho menos están esperando una carta de nosotros”-.
- “Ellas están hartas de que los hombres robemos espacios, que seamos los protagonistas. Dejémoslo así, nada de cartas ni mensajes”, decía alguien más.
En los equipos las conversaciones se alargaban, otros grupos terminaban en el tiempo estipulado y comenzaban a prender una fogata, sonaban los primeros acordes del “compa” que trae la guitarra y otro los tambores. Los equipos que daban por terminada la discusión, se acercaban al fuego. Así, simple y llanamente se “decidía” continuar con la Asamblea al día siguiente “a las 9, no, mejor a las 10 de la mañana”.
DÍA 2: LA COSTUMBRE DEL PROTAGONISMO
Mientras algunos esperaban la Asamblea, un grupo de casi 40 hombres comenzaba a recoger algunas pertenencias de su tienda de campaña y caminar rumbo a la carretera. Permeaba el desconcierto, y enseguida se difundió la noticia.
-“Ayer, fuimos 10 compas al Caracol que está más adelante y los zapatistas nos dejaron bañar, hoy nos dan chance de regresar a darnos un regaderazo, conocer los murales, y ya de paso podemos echar la ‘cáscara’”.
Nadie se opuso, pero la Asamblea organizada para las 10 de la mañana se recorrió para las 3 de la tarde. Mientras unos se iban, otros se quedaron a platicar entre ellos.
- ¿Ha venido tu compañera al campamento?
- Sí, vino ayer, me dijo que está muy contenta de estar allá, que se respira libertad, sin ningún hombre que las esté acosando. A ti ¿te han venido a ver?
- No, no sé nada, tal vez sea por eso que no vienen.
Eran casi las 2 de la tarde y empezaban a regresar de “echar la cáscara”. Para la hora de la comida, algunas mujeres acudieron al campamento a compartir la comida con sus compañeros.
Un grupo de cuatro hombres, arriba de los 45 años, que se la pasaron bajo la sombra, sentados, con los brazos cruzados, sólo mirando pasar a la gente aprovecharon para hacer “chistes” a sus compañeras:
- “¿Ya pidieron la comida?” -les pregunta una mujer a sus compañeros-.
- “No te me enojes mi chaparrita cuerpo de uva… ¡ah no! eso ya no está permitido ¿“verdá”? ¿o sí?… ¿nos van a dar un manual de qué piropos sí podemos decirles?
Acto seguido, toma el gafete color rojo de su compañera y dice a los demás:
- “Como en el fútbol. Me van a sacar la tarjeta roja por andar diciendo esas cosas”. Los tres hombres que lo acompañan se ríen.
Una hora y media después se escuchaban chiflidos y voces que gritaban: “compas, ya vamos a empezar, acérquense”. Para ese momento se juntaron cerca de 70 hombres. Uno de ellos tomó la palabra “Tenemos un acuerdo, son pocos días. No nos comprometimos, quedamos a las 10. Son casi las 4 de la tarde”. El comentario terminó siendo regaño. Nadie dijo nada.
La discusión se centró en la propuesta de un participante:
- “Compañeros, les propongo que recopilemos las reflexiones y hagamos un pronunciamiento”. Sólo un par lo secundaron, enseguida otros levantaron la mano.
- “Yo no me imagino un manifiesto, un pronunciamiento o algo por el estilo. Es un Encuentro de Mujeres, te imaginas si publicamos un texto, cómo lo van a tomar los medios, las mismas compañeras, la idea es dejar de ser protagonistas. Quitemos de la cabeza ese pensamiento”, afirmaba un joven que no pasaba de los 25 años.
Otros continuaron: “Yo más bien creo que valdría la pena juntar todas las reflexiones, hacer una comisión que redacte un texto y nos lo rolemos. Uso personal, nada público, estamos acá y han salido ideas que podemos seguir trabajando desde nuestros espacios, pero siempre en lo individual, nada de protagonismos. No le demos más herramientas al patriarcado”.
Votemos y lo que diga la mayoría, se mencionó, pero el Concejal rechazó la idea de votación y propuso seguir un principio zapatista que también es usado por las feministas: “Convencer y no vencer”. Con ese argumento, la propuesta del pronunciamiento no trascendió.
Con ese acuerdo concluyó el día. Nuevamente se hizo una fogata.
Cerca de medianoche un grupo de zapatistas se acercó a la fogata. Uno de ellos señaló a un joven. Lo llamaron y lo separaron del grupo que permanecía cerca del fuego. Lo cuestionaron de consumir droga. Al principio lo negó, sin embargo, aceptó su acción. Los insurgentes sólo le llamaron la atención y le pidieron no volver a hacerlo en espacios autónomos, de otra forma sería expulsado.
Y es que desde la “Ampliación de la Ley Revolucionaria de Mujeres Zapatistas”, acordada justamente en una Asamblea preparatoria para las actividades del Día Internacional de la Mujer en el año de 1996, quedó expresamente prohibido el uso de cualquier sustancia adictiva. “Se prohíbe estrictamente la siembra, el cultivo y el consumo de drogas, mariguana, amapola, cocaína, en nuestros cuerpos porque somos las mujeres las que más sufrimos las consecuencias de este vicio”.
Prohibir el consumo de bebidas alcohólicas y drogas fue una decisión colectiva. Las Asambleas de mujeres y hombres, de jóvenes y adultos mayores, fueron quienes definieron las Leyes Revolucionarias Zapatistas.

DÍA 3: EL CIERRE Y “EL BAILONGO”
Ya para el último día los temas que cobraron más interés fueron los relacionados a la sexualidad, el cuerpo y el lenguaje.
Como en el primer día, los cuestionamientos permeaban el ambiente. -“Dicen que nos dejarán entrar para el cierre. Que va a haber ‘bailongo’”. Algunos se emocionaron. No querían dejar pasar la oportunidad de “sentirse” parte de esta historia, la que sería contada solo por mujeres.
Para el cierre, los cerca de 70 hombres compartieron los últimos comentarios, además de “rolar” una lista de contactos para poder compartir por medio de internet lecturas, ideas, propuestas y todo lo que aporte para seguir dándole seguimiento a este esbozo de ideas.
De pronto alguien dijo por ahí: - “Ya está confirmado, sí nos dejarán entrar para el cierre”.
Enseguida las opiniones se dividieron:
- “A mí sí me gustaría entrar pero me sentiría más cómodo si vinieran a invitarnos”.
- “¿Tú te crees que van a venir por ti a llevarte de la mano? Hermano, no nos necesitan, están súper felices allá”-.
- “Bueno, tal vez podríamos ir a la puerta”-, insistía.
- “Estarás en las rejas esperando que te abran… no… así no es la cosa, esa tiene que ser una decisión propia de si vas o no”-.
En tanto, al término de la clausura, cerca de las 10 de la noche, los demás estaban a la espera de que las puertas que dividieron los campamentos durante 3 días, se abrieran para reunirse nuevamente con sus compañeras.
18/CML/LGL
DERECHOS HUMANOS
CIDH denuncia omisión de Estado para atender a niñez
Lenta e incompleta respuesta de Guatemala a un año de incendio en Casa Hogar

A un año del incendio en la casa hogar “Virgen de la Asunción” en Guatemala –que cobró la vida de 41 niñas- el Estado guatemalteco ha dado una respuesta “lenta e incompleta” a las recomendaciones que le hizo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para garantizar la protección y el bienestar de las familias y las sobrevivientes.
El 7 de marzo de 2017, cuando miles de mujeres se preparaban para conmemorar el Día Internacional de la Mujer en todo el mundo, un incendio en la casa hogar “Virgen de la Asunción” en Guatemala cobró la vida de decenas de niñas. Días antes, habrían iniciado protestas y un intento de huida por los abusos, incluso sexuales, que padecían al interior de esta casa hogar.
A un año de los hechos, la CIDH advirtió en una comunicación pública que el Estado guatemalteco ha dado una respuesta “lenta e incompleta” para cumplir las medidas que le solicitó a fin de reparar el daño a las familias y a las sobrevivientes. Estas acciones están contenidas en la medida cautelar No, 958.16 que el organismo internacional otorgó a las familias el 12 de marzo de 2017.
Entre las medidas se encuentran: prestar atención y tratamientos adecuados a las niñas que habían resultado con graves quemaduras u otras afectaciones psicológicas por el incendio; emprender medidas efectivas para promover la reintegración de las niñas a sus familias cuando sea posible y con los apoyos necesarios, además de identificar alternativas de cuidado que sean más protectoras; y que informe sobre las acciones para investigar los hechos y evitar su repetición.
La Comisión observó que hasta ahora el Estado ha ignorado el grave contexto de desprotección de la niñez que prevalece en Guatemala y que reclama una respuesta urgente.
También alertó sobre la falta de apoyo integral en términos médicos, materiales y psicológicos para las sobrevivientes y las familias de las víctimas, además de una demora en el proceso judicial contra las personas responsables.
La Comisión se dijo seriamente preocupada ante la ausencia de información sobre las niñas que dejaron de formar parte del Hogar “Virgen de la Asunción” y reintegradas a sus familias, además de la falta de apoyos adecuados para que las familias puedan hacerse cargo de ellas.
La CIDH exhortó al Estado a que acelere la implementación efectiva del plan de respuesta para atender de modo integral a las sobrevivientes y familiares; y adopte un mayor compromiso con el proceso de “desinstitucionalización” de la niñez en el país y a promover formas de resguardo alternativo en familias de acogida y centros residenciales especializados, de pequeñas dimensiones, que cumplan los estándares internacionales.
Respecto al acceso a la justicia, llamó a impulsar procedimientos para determinar responsabilidades sobre los hechos, así como garantizar la debida diligencia con respecto a las denuncias de violencia, explotación y trata sexual anteriores.
Esta tragedia –dijo la CIDH- es sintomática de un sistema fallido de protección a la niñez en Guatemala. Para acabar con ello, “el Estado, de modo prioritario y sin dilación, debe realizar profundas transformaciones al modelo actual”.
Guatemala tiene que adoptar un marco normativo y políticas para el funcionamiento de un Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes, que tenga los recursos humanos, técnicos y financieros suficientes y apropiados, con un fuerte enfoque en la prevención en los servicios en el ámbito local, y en las políticas sociales destinadas a las familias.
MÁS DE 4 MIL NIÑAS Y NIÑOS EN RIESGO
Una de las integrantes de la Coordinadora 8 de marzo– una coalición de organizaciones a favor de los derechos de las mujeres en Guatemala- confirmó en entrevista la pertinencia de las recomendaciones y observaciones de la CIDH.
Sin embargo, recordó, el Estado Guatemalteco tiene pendiente el cumplimiento de las recomendaciones que en años anteriores hicieron otros organismos internacionales y la propia sociedad civil tras observar incumplimientos a la Convención sobre los Derechos del Niño. Desde entonces, dijo, se alertó sobre la necesidad de reformar el sistema de protección para niñas y niños institucionalizados en Guatemala.
La defensora de los derechos de la infancia dijo que hoy existe una ausencia de informes dirigidos a la sociedad civil para aclarar los hechos, y señalar las acciones que está llevando a cabo el Estado para garantizar la no repetición de nuevas tragedias, ya que se trata de un problema estructural que pone en riesgo la seguridad y bienestar de las 4 mil 500 niñas que permanecen en albergues públicos y privados en Guatemala.
Para empezar, dijo Godínez, a un año de los hechos no existe un informe circunstanciado sobre cuál ha sido la atención y acompañamiento que se ha dado a las víctimas; no hay informe que diga qué ha pasado con las niñas desaparecidas; y no hay respuesta sobre la atención para el resto de niñas y niños que están bajo su resguardo.
Agregó que tampoco hay un informe detallado que dé certeza sobre las investigaciones que debieron abrirse por los casos de tortura y violencia sexual que denunciaron las niñas y las familias de las niñas. Esto es elemental –dijo- dado que en Guatemala la violencia sexual, la violencia contra las mujeres y la desacreditación de quienes la denuncian es un patrón que se extiende en todo el país.
A decir de ellas, la causa de este incumplimiento en las recomendaciones es la debilidad institucional para atender debidamente las necesidades de las niñas y niños que quedan a resguardo del Estado; la falta de un enfoque integral de Derechos Humanos en la atención; y la intromisión de grupos conservadores en las políticas de este tema.
De acuerdo con Martha Godínez, el Estado guatemalteco ha caído en demoras, “litigios maliciosos” y negligencia respecto a este caso. Ello con la intención de quitar responsabilidad a los altos mandos de las instituciones implicadas, incluyendo al mismo poder ejecutivo, implicadas en la tragedia ya sea de forma directa o por omisión.
Hasta ahora, el Estado guatemalteco acusó penalmente al exsecretario de Bienestar Social de la presidencia, Carlos Rodas; a la exsubsecretaria de Bienestar Social Anahí Keller; y al antiguo subdirector del orfanato, Santos Torres, por homicidio culposo, abuso de autoridad, incumplimiento de deberes y maltrato contra personas menores de edad.
Sin embargo, aseguró, las responsabilidades van más allá, ya que se sabe que muchas otras instituciones habrían tenido conocimiento de las condiciones de esta casa hogar, así como de otras, pero no actuaron en su momento o tomaron acciones contraproducentes. Un caso, es el de la Policía Nacional Civil, a quienes se les acusa de haber encerrado a las niñas y de no haber actuado durante la emergencia.
De acuerdo con el balance que hizo el movimiento feminista que integra esta Coordinadora, a un año de los hechos Guatemala sólo resolvió la emergencia pero no atendió las medidas de mediano y largo plazo que garantizarían bienestar y protección a las familias.
Y ha sido la misma sociedad civil, -entre defensoras de los derechos de las mujeres, de la infancia y de las personas con discapacidad-, quienes se han hecho cargo de atender albergues, y de buscar alternativas, lo que evidencia que el Estado Guatemalteco está rebasado.
18/AJSE/LGL
DERECHOS HUMANOS
“Construir el mundo que queremos y necesitamos”
"No te rindas, no te vendas, no claudiques" el llamado de las zapatistas

Luego de tres días de trabajos y fiesta este sábado 10 de marzo concluyó a las 8 de la noche el Encuentro Mujeres que luchan, cuando al templete subieron las indígenas zapatistas y la comandanta Miriam para dar un mensaje a quienes llegaron desde diferentes comunidades y países para compartir sus experiencias, mirarse, escuchar y conocer las formas de organización de las otras.
"No te rindas, no te vendas, no claudiques": fue el mensaje y "seguir vivas y seguir luchando": el acuerdo. Dos ideas que cerraron el Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan que se realizó del 8 al 10 de marzo en el Caracol de Morelia, en el estado de Chiapas:
Combinando todas las emociones, Alejandra, una joven miliciana se encargó de pronunciar las palabras recogidas entre las compañeras de los cinco Caracoles zapatistas: el de Morelia, La Realidad, La Garrucha, Oventik y Roberto Barrios, lugares de encuentro ubicados en las tierras recuperadas por el movimiento zapatista de 1994.
Las zapatistas, unas dos mil que asistieron y las que no pudieron llegar porque se quedaron en las comunidades a cuidar las tierras y las familias, esperaron varios meses para planear este espacio dedicado a hablar, reír y llorar, sin la presencia y los prejuicios de los varones.
"Hermanas y compañeras, al final de cada participación encendimos una vela. Esa pequeña luz es para ti. Cuando te sientas sola, tengas miedo, cuando la lucha o la vida sean muy duras préndela de nuevo en tu corazón, en pensamiento y en tus tripas", dijo.

Palabras que cobraron sentido después de hablar con madres de mujeres desaparecidas en Ciudad Juárez o asesinadas en el Estado de México; con indígenas violadas en el conflicto armado de Guatemala, con las que son discriminadas en Marruecos, las que son violentadas en España o con las olvidadas en Chile y Sudamérica
"Llévala (la luz) a las desaparecidas, asesinadas, presas, violadas, golpeadas, acosadas y violentada, migrantes, explotadas, muertas. Llévala y diles que no están solas, que vas a luchar por ellas, por la verdad y la justicia que merece su dolor. Conviértela en rabia, en coraje y decisión".
La voz de Alejandra continuó escuchándose en medio de los montes chiapanecos, frente a unas siete mil mujeres y en presencia de María de Jesús Patricio, Marichuy, la mujer que hace unas semanas recorrió el país encabezando la campaña del Consejo Indígena de Gobierno y el Congreso Nacional Indígena para visibilizar a los pueblos olvidados durante el proceso electoral de México.
Imaginando utopías, Alejandra dijo que un día empezará el verdadero trabajo para hacer entender que se necesita que nunca más una mujer, del mundo que sea, del tamaño que sea, de la lengua y cultura que sea, tenga miedo; y por eso agregó que tal vez se vuelvan a ver y a estar juntas para para prender fuego al sistema. "Ese día que será noche vamos a construir el mundo que merecemos y necesitamos".
Sin abundar a que se refería, dejo por sentado que en algún momento todas las asistentes que estuvieron en alguna representación, una obra de teatro, una canción, una charla o un taller, hablaron del sistema capitalista, de aquel que convierte todo en mercancía, y del sistema patriarcal que violenta a las mujeres por ser mujeres.
"Y tal vez vas a estar junto a nosotras, cuidando que nadie apague ese fuego hasta que no queden más que cenizas... Ese día que será noche, vamos a construir el mundo que merecemos y necesitamos".
Sabedoras de que cada vez que se dice "ya basta", apenas empieza el camino, como sucedió con el levantamiento armado de 1994 y con la Ley Revolucionaria de Mujeres de 1993, las zapatistas llamaron a sus hermanas y compañeras a seguir vivas y seguir luchando: cada quién según su modo, su tiempo y su mundo.
Un acuerdo sin precedentes por ser tan sencillo como libertario, tan simple que hizo estallar a las miles de mujeres que asintieron con un sí prolongado.
La segunda propuesta del colectivo zapatista se hizo reconociendo que no todas están contra el sistema o que no todas reconocen que sea esta la causa de la exclusión, por eso acordaron estudiarlo en sus colectivos para reflexionar si es ese modelo de supuesto desarrollo el responsable de sus dolores.
Finalmente la tercera propuesta fue con la esperanza de seguir trabajando por la libertad de las mujeres: organizar un segundo encuentro el próximo año.
Pero como lo dijo Alejandra, las indígenas no esperan que estas reuniones sean solo en tierra zapatista o que se queden en el Caracol de Morelia "Torbellino de nuestras palabras", como se le conoce, sino en los tiempos y modos de las otras, por eso invitaron a que cada quien organice encuentros.
Concluidas las palabras y tras la despedida de la comandanta Miriam, las mujeres del mundo, representadas por emisarias de Canadá, Cuba, Marruecos, Estados Unidos, Palestina, Argentina y Brasil, entre otras, entregaron los regalos más simbólicos que encontraron, desde cartas de solidaridad, obras de arte, semillas para sembrar o incienso hasta las banderas de sus naciones.

18/AGM/LGL
DERECHOS HUMANOS
Inicia 62 periodo de sesiones de la CSW en Nueva York
En 217 años podría alcanzarse paridad de género:ONUmujeres

La subsecretaria de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONUmujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka advirtió que ante la desaceleración del progreso en el desarrollo e igualdad, se necesitarán 217 años para alcanzar la paridad de género, por lo que llamó a los líderes mundiales a responsabilizarse de las promesas hechas para alcanzarla.
Durante su mensaje del día de hoy en la inauguracion del 62 periodo de sesiones de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Estatus de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés), la directora de ONUmujeres, señaló que de acuerdo con el Informe Global de Brecha de Género, del Foro Económico Mundial para 2017, no sólo existe un estancamiento en el progreso de la humanidad sino que en aquellos espacios ganados hay retrocesos.
De acuerdo con este informe, por primera vez desde el año 2006 se presentó un aumento en la desigualdad y la brecha de paridad en salud, educación, política y el lugar de trabajo.
La directora mundial de ONUmujeres, explicó a la Asamblea de Naciones Unidas, que este panorama de estancamiento y retroceso en la igualdad de las mujeres, hace que, como nunca, exista una urgencia para que los líderes mundiales asuman su responsabilidad sobre las promesas de acelerar el progreso de la humanidad.
Al inaugurar los trabajos de la CSW -que analizará la situación de las mujeres rurales y examinará el papel de los medios de comunicación en la construcción de igualdad para las mujeres y las niñas- Phumzile Mlambo-Ngcuka conminó a la comunidad internacional y en especial a los líderes mundiales, a mirar la CSW como una oportunidad para garantizar los progresos necesarios y crear consensos que sirvan a las mas pobres de entre los pobres.
“Este es un momento decisivo para tomar medidas que respondan al tamaño de los problemas que enfrentan las mujeres que viven en áreas rurales” explicó la directora de ONUmujeres.
Por esta razón este año el enfoque de la Comisión se centró en las mujeres y niñas que viven en áreas rurales, ya que esta es parte integral de la ambiciosa Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, puntualizó la subsecretaria de las Naciones Unidas.La pobreza, la desigualdad, la interseccionalidad y el fin de la violencia y la discriminación contra mujeres y niñas, son los mayores desafíos para la humanidad y su progreso al desarrollo sostenido y a la igualdad.
EL MUNDO COME TODOS LOS DÍAS GRACIAS AL TRABAJO DE LAS MUJERES RURALES
En todo el mundo, casi un tercio de las mujeres empleadas trabajan en la agricultura. 400 millones de mujeres son trabajadoras agrícolas.
De acuerdo con la investigación sobre la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenido, preparada especialmente para la 62 sesión de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el estatus de la mujer, 60 por ciento de la fuerza agrícola mundial es femenina.
Sin embargo, el ser mayoría, no garantiza a las mujeres rurales mejores condiciones de vida. De acuerdo con este informe sólo 13 por ciento de las mujeres poseen la tierra que trabajan. Ellas enfrentan desequilibrios de poder que les impiden controlar sus ingresos, sus vidas y sus cuerpos.
La directora de ONUmujeres explicó que en casi dos tercios de los países, ellas son las productoras de los alimentos, por lo cual, enfatizó, el mundo come todos los dias gracias a su trabajo. Paradójicamente, las mujeres rurales, tienen más probabilidades que los hombres de padecer inseguridad alimentaria y hambre.

Sólo 20 por ciento de las mujeres de las zonas rurales tienen acceso a agua potable, frente a 68 por ciento de sus contrapartes urbanas.La mitad de todas las mujeres rurales pobres de los países en desarrollo carecen de alfabetización básica, y 15 millones de niñas en edad de asistir a la escuela primaria nunca, nunca, tendrán la oportunidad de aprender a leer o escribir en la escuela primaria.
ME TOO Y TIME UP
En referencia a la gran movilización de las mujeres a partir de las violencias que viven bajo los hashtag “#MeToo” y “#TimeUp”, la Directora Ejecutiva de ONUmujeres, advirtió que las mujeres están luchando por cambiar sus vidas y se niegan a aceptar las prácticas que normalizan la desigualdad de género, la violencia sexual, la exclusión y la discriminación en todos los ámbitos de su vida.
"El momento es ahora", aseguró Phumzile Mlambo, para el cambio y la rendición de cuentas para poner fin a la impunidad.
Reivindicó que las víctimas estén dando sus testimonios sobre la violencia machista, y aseguró que sus historias tienen que ser contadas.
Ante las críticas que se han realizado por las denuncias de las mujeres víctimas de violencia misógina a través de las redes sociales y utilizando los hashtag “#MeToo” y “#TimeUp”, Mlambo, si bien apeló al debido proceso, subrayó que sólo “un puñado de hombres han experimentado las consecuencias de sus acciones”.
Esta Comisión no necesita buscar el significado de los derechos de las mujeres, enfatizó, al hacer referencia a los resultados de búsqueda de Google. Conocemos la definición de los derechos de las mujeres; sólo necesitamos acción.
La semana pasada, Google dio a conocer que en 2017 el mundo googleó los "derechos de las mujeres" más que nunca, con un aumento de más del 700 por ciento en enero.
18/LLH/LGL
FEMINISMO
Mujeres zapatistas organizan pláticas y talleres
En el Caracol, rinden homenaje a mujeres asesinadas

A pleno rayo del sol, en medio de la explanada del Caracol de Morelia, en Chiapas, una mujer adulta, protegida solo por un rebozo azul, trata de seguir las palabras de otra mujer que habla, y aunque intenta no perder las ideas, tampoco lleva premura, así que lentamente desliza la pluma sobre su cuaderno para anotar cada letra, tratando de hacerla bien redonda o muy espigada.
Ella y otras mujeres, la mayoría con pasamontañas, van y vienen de un lado a otro con su cuaderno y pluma en mano para anotar lo que escuchan en los talleres y pláticas del “Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultura de Mujeres que Luchan” organizado por las integrantes y simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y del Consejo Indígena de Gobierno y el Congreso Nacional Indígena.
Durante la segunda jornada del encuentro que inició ayer y concluirá este sábado 10, las mujeres del mundo, mexicanas, europeas o latinas, continuaron una jornada de celebración que ayer 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, cerró con un homenaje a las mujeres rebeldes pero sobre todo a las que han sido asesinadas o que murieron mientras luchaban por una vida digna.

La noche de este jueves las zapatistas suspendieron la música y apagaron las luces para que en todo el Caracol se vieran las veladoras que alumbraron el lugar y que por unos momentos permanecieron encendidas para recordar a quienes fueron asesinadas o ya no están vivas.
A partir de las ocho de la mañana de este viernes comenzaron los talleres y pláticas, sesiones donde las zapatistas llegaron dispuestas a aprender, y es que quienes no cargaron a sus hijos en brazos, llevaron sus libretas para recoger la palabra escrita que es una de las pertenencias más valiosas cuando se trata de comunicar la filosofía del movimiento zapatista.
A la par del baile y de las retas de fútbol o volibol, las reflexiones estuvieron presentes y aunque la tradición indígena ha hecho que las mujeres tengan precaución para hablar en público y con gente desconocida, entre ellas comentan las exposiciones donde se ha hecho ver las batallas de otros países pero también la violencia sistemática contra las mujeres.
Con frases como: "Hija sírvele a tu esposo, las mujeres como las escopetas, cargadas y en el rincón... ya vas a chillar...pareces vieja... Para ser mujer no está mal... Como la van a respetar si se viste así ¿Y sí puedes o que te ayuden?..", un colectivo montó una propuesta dancística y sonora que puso el debate sobre la mesa.
Y mientras unas escribieron la palabra otras hablaron de la migración, del ser mujer, de expresar emociones; y otras más hicieron contacto con el cuerpo, con los movimientos de manos, caderas y pies porque resulta más efectivo cuando no todas hablan el mismo lenguaje y se entienden mejor que en tzotzil, español, italiano o inglés.
18/AGM/LGL
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