parto

NACIONAL
FEMINISMO
   "Saber es comprometerse a que cambien las cosas”
Fallece la feminista María del Carmen Elu Cayado
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Erika Cervantes
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 26/10/2017

El día de hoy falleció en la Ciudad de México, una feminista emblemática que dedicó toda su vida a mirar a otras mujeres; las sin voz, aquellas que morían solamente por dar a luz: María del Carmen Elu Cayado.

Para muchas personas, las mujeres que mueren durante el embarazo parto o puerperio sólo son cifras, números que engrosan la estadística, pero para María del Carmen Elu Cayado eran rostros y voces que han callado, que han desaparecido, y cuyas muertes se pudieron evitar: desencuentro cultural, relaciones de poder y no respeto de las mujeres han contribuido a cavar sus tumbas.

Elu Cayado, fue doctora en antropología social. Dedicó su vida a hacer visible la injusticia en la que viven las mujeres al ejercer su derecho a ser madres. "Saber es comprometerse a que cambien las cosas, saber es hacer que no siga pasando, saber es detener el dolor", fue su consigna de vida.

En los años 60 aún no se hablaba de género, apenas se empezaba a ver cómo las mujeres ejercerían la ciudadanía y Maricarmen Elu, como también se le conocía, ya estudiaba las relaciones de poder en la pareja. Feminista o no feminista, como la calificaban las mujeres organizadas en la reivindicación de los Derechos Humanos de las mujeres, apostó a vivir en libertad.

Muchos años de su vida los dedicó a darle sustento teórico a salvaguardar la vida de las mujeres.

Su tesis doctoral, “La Luz Encarnada”, fue para darle sustento a aquello que las autoridades y los pueblos no querían ver: que la muerte materna significa el respeto y valor que tienen las mujeres para los gobiernos, porque son muertes que se pueden evitar con recursos mínimos. Sin embargo, en México continúa pasando.

"A mí me meten en eso las mujeres que se mueren, escuchar la voz de las hijas y los hijos, y me obliga a darles voz. En el premio Zazil de Avon me dieron 100 mil pesos y 90 fueron para las parteras y 10 para comprarme el vestido de noche para recibir el premio que fue entregado en un lugar muy elegante. Cuando me tocó hablar agradecí el premio y dije: nunca pensé que un lugar como éste tenía que dar voz a las mujeres que mueren por ser mujeres y ser pobres".

“Como parte de las investigaciones realizadas en el libro ‘Mujeres que hablan’, yo percibía que las mujeres no tenían voz pública, porque no son escuchadas. La idea era dejar que las mujeres hablen y hagan públicos los problemas que viven, acompañarles en el camino de la búsqueda de la igualdad y el respeto".

A ello dedicó su vida María del Carmen Elu Cayado. Hija de un agricultor vasco llamado Heriberto Elu y de una ama de casa cubana llamada María Luisa Cayado. Nació en Bilbao, España, por un error geográfico, dice ella.

Su madre, María Luisa, decidió que Maricarmen no estudiara bordado o piano, ella iría a la escuela porque llegaría a la Universidad. Y así lo hizo. Migró a los 15 años a Cuba con su familia.

A los 8 años de edad, hacía el trayecto de Bilbao a Sodupe, el pueblo de sus abuelos, donde la mano firme y dulce de ellos le enseñó a ser libre. "Yo tenía mi pedazo de río para pescar camarones, tenía permiso de andar por donde quiera, sólo llegaba a la merienda y todo el día desaparecía".

Su llegada a Cuba marcó el inicio de una nueva aventura, donde se encontró como en espera, para regresar a ver a sus abuelos o algo más. Y ese algo lo encontró en una conferencia de estudiantes universitarios católicos en El Salvador. Ahí, entre canciones con mariachis y flores en la mano, conoció a Luis Leñero, durante la disertación teórica. Tras dos años de noviazgo se casaron.

Extranjera en Cuba, María del Carmen Elu decidió, al lado de Luis, que vivirían en México a donde se dirigieron bajo el argumento de que "yo ya era extrajera en un país, no había porque ser los dos extranjeros".

Su llegada a México fue como recuperar la infancia. Los espacios llenos de luz, de montañas, la gente afable, la calidez de las personas, "A mí me pasó al revés de Cortés. Él salió de España, llegó a Cuba y conquistó México. Yo salí de España, llegué a Cuba y México me conquistó".

Desde el Comité Por una Maternidad Sin riesgos, el cual dirigió, pugnó cada día porque las mujeres no murieran, a veces como funcionaria, en los últimos tiempos desde el diálogo abierto entre la sociedad civil y los gobiernos.

Impulsora de iniciativas, aportó el elemento de las autopsias verbales para mejorar el registro de la mortalidad materna en México, que no existía.

Apoyó en la década de los 70 la implementación de la planificación familiar en las comunidades rurales y emprendió la campaña de "milagros" para sensibilizar al personal de salud en su trascendencia en la salud de las mujeres y las niñas y niños.

 

"Ustedes pueden decirle a los que no pueden caminar: levántate y anda. Está en esa vacuna de polio, ustedes hacen milagros".

 

Fundadora de la Red por la Salud de las Mujeres en Latinoamérica, la Red por las Mujeres en el Distrito Federal, y como asesora de la Organización Mundial de la Salud en el tema de la Salud Materna, Maricarmen Elu trabajó sin descanso.

 

"Como dice la canción, una piedra en mi camino me enseñó que mi destino.... es seguir trabajando para que las mujeres tengan voz, pero ya en otro lugar, este accidente en el que pude haber muerto solo aceleró la decisión tomada hace 4 años", dijo en alguna ocasión.

Maricarmen Elú, fue autora de más de 30 publicaciones sobre el tema de muerte materna e investigadora, Llevó a cabo desde 2003 el Programa Prevención de muerte materna en mujeres migrantes jornaleras agrícolas, en las entidades federativas de Oaxaca y Sinaloa, en la República Mexicana.

El Programa era dirigido a mujeres indígenas que trabajaban como jornaleras agrícolas con condición de migración circular entre estas dos entidades federativas.

El proyecto tenía como objetivo reducir la mortalidad materna a través de la instrumentación de un modelo de intervención que incluía la equidad de género, salud sexual y reproductiva, prevención y atención de la violencia familiar y derechos sexuales y reproductivos.

El Programa fue reconocido con el Premio Internacional por la Salud y la Dignidad de la Mujer ya que fortaleció al personal de salud, institucional y comunitario, para otorgar los servicios de salud materna basados en respeto a los derechos sexuales y reproductivos.

17/EC/LGL

 








INTERNACIONAL
SALUD
   Estudio internacional con 20 mil mujeres de 21 países
Ácido tranexámico reduce muerte de mujeres con hemorragia post-parto
CIMACFoto: César Martínez López
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 02/05/2017
El ácido tranexámico reduce la muerte por sangrado en mujeres con hemorragia post-parto, sin efectos adversos, confirmó un ensayo mundial de WOMAN (World Maternal Antifibrinolytic), realizado con más de 20 mil mujeres en 21 países, incluidos los que tienen las tasas más altas de muertes maternas.
  
Así lo dio a conocer la revista The Lancet el 29 de marzo, en su número 10,080 volumen 389, en donde explica que las mujeres a las que se administró el ácido tranexámico eran mayores de 16 años, tenían un diagnóstico clínico de hemorragia post-parto y estaban en 193 hospitales.
  
Recibieron un gramo de la sustancia vía intravenosa, y hubo un grupo de control al que se le administró placebo, además de la atención habitual. El ácido tranexámico se administró tan pronto como fue posible después de la aparición de sangrado.  
 
Las muertes por sangrado se redujeron significativamente en un 19 por ciento con el uso de ácido tranexámico y el resultado fue más positivo en relación al tiempo de administración, ya que la mortalidad materna se redujo en un 31 por ciento si el medicamento era administrado en el plazo de 3 horas posteriores al  nacimiento del bebé.
 
El estudio, titulado “Efecto de la administración de ácido tranexámico sobre la mortalidad temprana, histerectomía y otras morbilidades en mujeres con hemorragia post-parto: un estudio doble ciego, ensayo internacional, aleatorizado, controlado con placebo”, define la  hemorragia post-parto, como la pérdida de sangre de más de 500 mililitros (ml) dentro de 24 horas siguientes de dar a luz y es la principal causa de muerte materna en todo el mundo, responsable de alrededor de 100 mil muertes cada año. 
 
En el estudio –que fue realizado con fondos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical, Pfizer, Departamento de Salud del Reino Unido, Wellcome Trust, y la Fundación Bill y Melinda Gates- se explica que más de 200 millones de mujeres quedan embarazadas cada año y a pesar del gran progreso durante las últimas tres décadas, las muertes durante el embarazo y el parto siguen siendo un grave riesgo (en gran medida prevenible) para las mujeres en alrededor de 75 países donde se produce 98 por ciento de la mortalidad materna. La cifra se eleva a 99 por ciento cuando se habla de países de bajos y medianos ingresos.   
 
La ONU estima que 532 mil  muertes maternas ocurrieron en 1990 y ese número se redujo a 303 mil a finales de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en 2015; sin embargo siguen ocurriendo, y 18 por ciento son causadas por hemorragia, motivo  particularmente importante de la mortalidad materna en África y Asia.  
 
Es así que el estudio se realizó en Paquistán, Nigeria, Uganda, Kenia, Camerún, Sudán, Tanzania, Nepal, Zambia, Albania,  República Democrática del Congo, Bangladesh, Etiopía, Burkina Faso y Ghana.
 
EL ESTUDIO
 
Para elegir a las mujeres del estudio, se tomó en cuenta el diagnóstico de hemorragia posparto primaria, es decir, que presentaban “pérdida de sangre estimada de más de 500 ml después del nacimiento vaginal o 1,000 ml después de la cesárea o cualquier pérdida de sangre suficiente para comprometer la estabilidad hemodinámica”, es decir que sus signos vitales (temperatura, presión, frecuencia cardíaca y respiratoria) fluctuaban e impedían una regular circulación de la sangre. 
 
Una parte de las 20 mil mujeres fueron elegidas al azar para administrarles el ácido tranexámico, mientras que al resto se les suministró un placebo, aunque estuvieron bajo los tratamientos habituales indicados en casos de hemorragia.   
 
En 2012, en un reporte de esta investigación, publicado en The Lancet, las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaban que el ácido tranexámico se utilizara para el tratamiento de la hemorragia post-parto cuando los uterotónicos (fármacos que producen una contracción uterina adecuada) no lograban controlar la hemorragia o cuando se piensa que el sangrado es debido a un traumatismo. 
 
De igual manera, se mostró que no hay evidencia de que la administración del fármaco aumente el riesgo de eventos tromboembólicos (formación de coágulos de sangre, trombos, en los vasos sanguíneos).  
 
Sin embargo, el efecto ácido tranexámico varía según la causa de la hemorragia o el tipo de nacimiento. No impidió, por ejemplo que se hiciera histerectomía (extirpación de útero y a veces de trompas de Falopio y ovarios), ya que ésta se practica poco tiempo después de la aparición de la hemorragia pos-parto primaria y no hay tiempo para que la sustancia alcance a tener algún efecto. 
 
El ácido tranexámico sí reduce sustancialmente el número de laparotomías (cirugía para examinar el abdomen o área del vientre) para controlar el sangrado, aunque la  histerectomía sigue siendo el último recurso para controlar el sangrado y la muerte por desangramiento en lugares de altos índices de ingreso a hospitales, sobre todo en África y Asia, donde muchas mujeres son anémicas y la disposición de sangre es limitada. 
 
Consideran los expertos que las investigaciones futuras deberían evaluar la disponibilidad de ácido tranexámico para administración alternativa, no intravenosa, ya que esto puede facilitar su indicación en espacios de atención primaria de salud (atención de primer nivel, según se define en México).  
 
Los investigadores reconocen que en muchos lugares donde la mayoría de las muertes maternas ocurren en la casa de las mujeres, es poco probable que se les pueda administrar el ácido tranexámico por vía intravenosa, por lo que sugieren que se hagan estudios para que la sustancia esté disponible para administrarse por otras vías.  
 
El descubrimiento de nuevas formas de prevenir la muerte materna, especialmente de sangrado, continúa siendo una alta prioridad y los estudios publicados por WOMAN en la revista The Lancet hoy en día constituyen un hito importante en esta búsqueda.  
 
17/GGQ
 







NACIONAL
SALUD
   De la doctora Georgina Sánchez
Libro explora las casas de parto en México, espacios “para parir diferente”
Imagen retomada del portal conacytprensa.com
Por: Ana Luisa Guerrero*
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 01/03/2017

Prácticas invasivas, suministro injustificado de medicamentos, negación de la atención médica, trato deshumanizado, discriminación, insultos, bromas y otorgar poca información son algunas formas de violencia obstétrica que a diario padecen las mujeres en México.
 
Y si a ello se suma que 46 por ciento del total de nacimientos en 2014 fue por cesárea, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que esta práctica es indispensable sólo entre 10 y 15 por ciento de los partos, el panorama nos hace cuestionar ¿dónde están los casos de partos respetados?
 
La Norma Oficial Mexicana NOM-007 establece los derechos en la atención de las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, así como del recién nacido, al tiempo que rige favorecer la humanización del parto y evitar las cesáreas.
 
En Espacio para parir diferente. Un acercamiento a las casas de parto en México, la doctora Georgina Sánchez Ramírez visibiliza estos lugares y a sus protagonistas, mostrando que son una opción para las mujeres que desean “recuperar el lugar preponderante y sagrado de ser la protagonista de su parto sin medicalización innecesaria”.
 
Tras presentar esta obra en la 38a Feria Internacional del Libro (FIL) del Palacio de Minería, la investigadora de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) explicó que en el país la atención del embarazo y el parto se ha institucionalizado y medicalizado, tratándolos como una enfermedad, por lo que esta obra muestra otros modelos y espacios de alumbramiento.
 
“Desde hace un tiempo se ha observado el incremento de la violencia obstétrica a partir del trabajo de otros colegas, entonces era importante para nosotros saber qué estaba pasando con la otra cara de la moneda, con algo que pareciera ser una ilusión, como el parto respetado”, dijo.
 
OBRA CIENTÍFICA
 
Basada en etnografía feminista, la investigación inició detectando casas de parto en el país, una tarea delicada ya que están al margen de la ley debido a que la Secretaría de Salud (SS) las clasifica como irregulares. Se detectaron nueve casas de parto a lo largo del territorio nacional, aunque no todas estaban en operación debido al acoso de la autoridad. Se pudo trabajar con cinco, realizando una labor etnográfica para conocer cómo funcionan, qué modelo de partería llevan a cabo, qué servicios ofrecen y cómo son sus instalaciones, entre otros aspectos.
 
En entrevista, la investigadora nacional nivel I señaló que en sus páginas, con absoluto rigor científico, el lector puede entrar a estas casas de parto, sumergirse en el ambiente que se respira, conocer a las directoras, parteras y doulas (asistentes de partería), así como a las usuarias a través de sus testimonios, a quienes se les respeta completamente su confidencialidad.
 
“Recuperamos las voces de usuarias que habían parido en estos lugares y para ello seleccionamos a mujeres de cierta edad, con determinada escolaridad y que tenían hijos menores de cinco años”, destacó.
 
Adicionalmente, en aras de dimensionar la situación que priva al respecto, la autora incluye un recuento histórico de las políticas demográficas en México, y de cómo a principios del siglo pasado las mujeres podían parir en su casa y que ahora se penaliza esta práctica tras la institucionalización de que los alumbramientos deben ser en hospitales.
 
No obstante, también documenta disidencias de parteras que están en desacuerdo con algunas medidas que se están tomando a nivel de organización de partería, porque algunas quieren ser autónomas y no someterse a procesos de certificación y regularización; o bien, complicaciones que se suscitan en los partos y se detalla qué hicieron las parteras en esos casos.
 
A partir de esta vasta investigación, se conformó un libro que proyecta las posibilidades para tener partos respetados en el país y que resulta pertinente porque cada vez es más frecuente la violencia obstétrica y se mantiene al alza el número de cesáreas practicadas.
 
La doctora Georgina Sánchez Ramírez destacó que este libro es recomendable para público de todas las edades y sin distinción de sexo, ya que puede ser útil para las abuelas que dieron a luz a través de estos procedimientos, como para mujeres que tuvieron cesáreas y desean tener más hijos, para desmitificar que los embarazos sucesivos deben realizarse por esta misma vía; o bien, para aquellas que tuvieron parto y les imprimieron la idea de que debían ser sometidas a episiotomía.
 
Finalmente, la investigadora de Ecosur indica que ya vislumbra una nueva línea de trabajo referente al parto respetado en los hospitales.
 
*Este artículo fue retomado del portal conacytprensa.mx
 
17/ALG/GG








INTERNACIONAL
SALUD
   Proyecto de Mujeres por África
Evalúan políticas públicas de Ghana contra MM y de neonatos
Imagen retomada del portal Tribuna Feminista.
Por: la Redacción*
Cimacnoticias | Madrid, Esp .- 28/02/2017

En los países de África Subsahariana se acumulan las cifras más altas de fallecimientos de mujeres asociados al parto y de niñas y niños menores de cinco años. En Ghana, por cada 100 mil partos se producen entre 270 y 340 muertes; y por cada mil niños que sobreviven al nacimiento, 41 perecen al poco tiempo. Ante estos preocupantes datos, el Gobierno del país puso en marcha una serie de medidas a comienzos de 2010, y para determinar su efectividad es necesaria una evaluación exhaustiva que emplee técnicas estadísticas.
 
Este es el objetivo del proyecto “Análisis espacial predictivo de la mortalidad materna y neonatos para la evaluación de la intervención de salud pública en Ghana” (“Predictive Spatial Analysis of maternal and neonatal mortality for public health intervention evaluation in Ghan”). Lo desarrolla Atinuke Adebanji, investigadora del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Ciencia y Tecnología Kwame Nkrumah de Kumasi, Ghana, en el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICmat), dentro del programa “Science by Women” de la Fundación Mujeres por África (MxA).
 
“Queremos hacer un análisis espacio-temporal que nos permita ver si en ciertos momentos y lugares hay números más altos de muertes”, explica Adebanji. “Hay zonas en las que tienen más prevalencia ciertas prácticas dañinas para la salud, como la mutilación genital femenina, y resulta interesante relacionarlas con un mayor riesgo de mortalidad femenina. Una vez se establecen estas relaciones pueden ayudar a la promoción de la salud, para favorecer un cambio de comportamiento en las comunidades”, asegura.
 
Adebanji, experta en análisis multivariante y problemas de clasificación, se incorporará durante seis meses al equipo de estadística que configura el DataLab (laboratorio de datos) del ICmat. “Este grupo trabaja en temas cercanos a mi línea de investigación. Ellos colaborarán en mi proyecto y yo trabajaré con ellos en algunas de sus investigaciones”, declara. “Para el ICmat es muy importante porque reforzaremos las líneas de transferencia y cooperación al desarrollo. Además, colaboraremos con otros proyectos aplicados y teóricos”, señala David Ríos, director de la Cátedra AXA- ICmat y miembro del DataLab.
 
CIENCIA HECHA POR MUJERES
 
El programa es una de las líneas principales del plan de género del ICmat, puesto en marcha con el nuevo Programa Severo Ochoa. “Es una oportunidad de la que se pueden beneficiar ambas partes. Por un lado, el programa supone un apoyo al trabajo que realizan las mujeres investigadoras en África. Por otro, se trata de una aportación positiva a la vertiente más aplicada de las matemáticas dentro del Instituto”, afirma la directora de la Comisión de Género del ICmat, Ana Bravo.
 
Es el segundo año del programa, y el ICmat vuelve a participar junto a otros centros de excelencia como el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, el Instituto de Ciencias Fotónicas, el Instituto de Salud Carlos III, el Centro Nacional de Biotecnología, el Centro de Regulación Genómica y el Barcelona Graduate School of Economics. Este año serán ocho las investigadoras africanas sénior que se incorporarán a los centros españoles.
 
El objetivo de esta iniciativa es promover y apoyar el trabajo llevado a cabo por mujeres en África en áreas importantes para el desarrollo del continente, como la salud, la energía, el cambio climático, el agua, la agricultura, la seguridad alimenticia, entre otras. Con este programa de becas pretenden promover su presencia y prestigio en la comunidad científica internacional y fomentar intercambios y redes entre mujeres científicas.
 
*Este artículo fue retomado del portal de la revista feminista Tribuna Feminista
 
17/RED/GG
 








LA VOZ DE LA COALICIÓN
VIOLENCIA
   LA VOZ DE LA COALICIÓN
Mujeres que paren en casa: de la violencia obstétrica a la violencia institucional
Por: Cristina Alonso Lord* y Silvia María Loggia**
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 30/08/2016

La Asociación Mexicana de Partería, es la instancia que vela por los derechos de las parteras, así como la generación de estrategias para elevar los estándares de la profesión, fortalecer el modelo de partería para garantizar la seguridad y calidad de la atención.
 
Todas las mujeres en México tienen la capacidad para decidir con quién atender su embarazo, parto y puerperio, de acuerdo a sus necesidades y valores culturales. Las mujeres que deciden parir fuera del hospital, son motivadas por razones profundas, muchas han vivido violencia obstétrica, cesáreas innecesarias y separación del bebé o de sus familiares. Cuando buscan a una partera lo hacen porque la atención está centrada en sus necesidades, le dedica tiempo para disipar sus dudas, considera aspectos emocionales, familiares, económicos y nutricionales y se acerca a la mujer desde un entendimiento que el embarazo es una experiencia dentro de la vida de la mujer, no es una serie de procesos e intervenciones.
 
Cuando la mujer pare en un espacio no hospitalario, lo que procede es que tienen 72 horas para registrar a su recién nacido posterior al nacimiento y para ello, existe una normatividad en el país, elaborada por la instancia rectora en el país: la Secretaría de Salud que tiene aplicación a todo el territorio nacional. A este registro, se le denomina Certificado de Nacimiento, que es un documento obligatorio y gratuito, un derecho del nacido vivo para poder proseguir con la ciudadanía mexicana.
 
La Dirección General de Información en Salud (DGIS), tiene la obligación de enviar semestralmente a los Servicios Estatales, los formatos del Certificado de Nacimiento. Según esta normatividad, en el caso del parto no hospitalario, las parteras se harán cargo de certificar los nacimientos que atiendan; para ello, las parteras deben estar registradas y tomar los cursos de capacitación programados. La normatividad indica que, por ningún motivo se podrá condicionar su entrega.
 
En muchos lugares del territorio nacional se aplica la normatividad de acuerdo a lo estipulado; sin embargo, muchas mujeres enfrentan enormes dificultades y obstáculos, debido a que se les niega a las parteras el acceso al mismo. Así que, al decidir no vivir los maltratos y/o innumerables eventos de violencia obstétrica, al decidir parir en casa, el camino que siguen tanto las mujeres recién paridas como las parteras es la violencia institucional de diferente naturaleza. A continuación, narramos las historias que enfrentan tanto las parteras como las mujeres que deciden por otras opciones de atención.
 
Las parteras se desplazan en reiteradas ocasiones para obtener el certificado de nacimiento y se enfrentan a la problemática de la ausencia del personal, o tienen que pagar dinero de su bolsillo para obtenerlos. Cuando una partera tiene mucha productividad es cuestionada y le niegan el acceso al certificado de nacimiento, argumentando que ya se le dieron “demasiados”. Muchas parteras se ven obligadas a pedir favores a personal de salud en otras instituciones, en estos casos, el nacimiento queda registrado dentro del hospital y atendido por médico. 
 
Para el caso de parteras técnicas, enfermeras obstetras o perinatales que cuentan con cédula profesional, el personal de las jurisdicciones sanitarias, se niega a registrarlas como personal autorizado, por lo tanto, al no poder darse de alta como personal autorizado no pueden acceder al certificado de nacimiento y, las mujeres se quedan sin acceso al registro de sus bebés. Otras deben viajar a un estado colindante donde reciben el certificado sin condicionamientos.
 
Algunas autoridades de salud, argumentan que su lineamiento estatal es institucionalizar los nacimientos y se prohíben los partos en casa y, que la única forma de obtener certificados es formando una asociación estatal de parteras. En algunas jurisdicciones, el registro depende de que se haga una capacitación a parteras, sin fecha para ello y, existen parteras con más de 6 años esperando aviso para la capacitación.
 

Foto: Asociación Mexicana de Partería

Las mujeres que ejercen su derecho de dónde y con quién parir son maltratadas por el personal de salud, viven cuestionamientos, gritos e insultos incluyendo amenazas de quitarles el bebé, hasta que puedan demostrar que no “lo robaron”. En algunos estados obligan a la partera a llevar a la mujer recién parida al centro de salud, para que el médico de fe que ella dio a luz, en otros estados las mujeres una vez paridas, deben ir al hospital, siendo obligadas a revisiones de cavidad uterina y a la realización de un acta de hechos de un ginecólogo y pediatra.
 
Estas son sólo algunas de las ejemplificaciones documentadas del camino tortuoso que viven las mujeres que no se apegan a vivir un parto institucionalizado y medicalizado y se enfrentan a violencia institucional.
 
El personal de las instituciones de salud, como lo demuestran los hechos antes narrados, hace una reinterpretación del procedimiento normativo para el acceso a certificados de nacimientos. A pesar de la existencia de “un manual de implementación” donde se exponen los pasos a seguir en todo el territorio nacional, existen políticas no oficiales, que presionan y obligan a que las mujeres que paren fuera del hospital sean castigadas y maltratadas por su decisión, y las parteras que deciden no trabajar en el sistema de salud, también sean castigadas por ello, como diría Foucoult en su obra célebre “vigilar y castigar”.
 
El modelo de partería incluye parteras –escolarizadas y no escolarizadas - enfermeras y médicos trabajando juntos en red, que ha demostrado mejores resultados clínicos y emocionales para asegurar la salud de la madre y bebé. La partería se ha ampliado, existen escuelas de partería en el país y otros modelos de formación, pero el personal de salud presenta un desconocimiento tanto de la evidencia actual en torno a las funciones y quehacer de la partera, como a la normatividad vigente en el país; la Norma Oficial 007 “para la atención del embarazo parto y puerperio”, integra como recurso humano en salud a las enfermeras obstetras, parteras técnicas y tradicionales capacitadas para la atención del parto de bajo riesgo, y es una libre profesión que no limita su ejercicio al espacio hospitalario, sino principalmente su quehacer en la atención primaria y parto en casa.
 
Por las razones expuestas, hacemos un llamado al Secretario de Salud y a tomadores de decisión de la Dirección General de Información en Salud, a capacitar en la aplicación de la normatividad vigente en el país, a que tenga un mayor diálogo con el Grupo Impulsor de la Partería en México.
 
Todas las personas nacidas en territorio nacional tienen derecho a la ciudadanía mexicana sin condicionantes, independientemente de los valores y elecciones tomadas por su madre. Nos sumamos a dialogar con las autoridades para juntos generar un entorno habilitante al ejercicio de la partería, garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos y de buscar alternativas basadas en la paz para la atención del parto en el país.
 
*Cristina Alonso Lord es presidenta de la Asociación Mexicana de Partería (AMP).
**Silvia María Loggia es secretaria técnica de AMP.
***AMP es parte de la Coalición por la Salud de las Mujeres, una red de organizaciones civiles con trabajo en salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
 
16/CAL/SML/LGL








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