prostitución
VIOLENCIA
Feminista española Rosa Cobo Bedía presentó su nuevo libro
Regular la “prostitución” no soluciona la explotación sexual y económica

La “prostitución” no se puede ver como una institución que siempre ha existido y con la que hay que tratar de vivir. Al contrario, es una industria que ha crecido inmensamente en las últimas décadas, que está vinculada con otros negocios ilícitos y que está arraigada en el sistema patriarcal y capitalista. Por lo tanto, no se puede regular, sólo se puede abolir.
Ese es el punto de vista de la feminista española Rosa Cobo Bedía, quien este 30 de abril presentó su libro “La prostitución en el corazón del capitalismo”, en el cual analiza este fenómeno desde la mirada de la socióloga feminista pero también desde la perspectiva económica. Relató que nunca pensó que algún día iba a estudiar la prostitución, pues consideraba que era un fenómeno social al margen de los temas que podrían interesarla como académica.
Durante la presentación del libro se realizó un debate organizado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM. Junto con ella debatieron la doctora en Sociología, Olivia Tena Guerrero, la directora regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), Teresa Ulloa y la integrante de la Coalición por la Abolición de la Prostitución (CAP), Grethel Baeza.
“No fui abolicionista siempre”, contó la también profesora titular de Sociología del Género de la Universidad de A Coruña. Antes pensaba que legalizar la prostitución sería la mejor manera para empoderar a las mujeres pero ya no piensa así. “El capitalismo está dando al patriarcado el discurso de la libertad. La idea del consentimiento. La idea que la subordinación puede y debe ser entendida por la sociedad como un acto de libertad”, cuando en realidad enmascara la opresión, explicó.
Es por eso que a través de su investigación académica quiere exponer ante las corrientes feministas que luchan a favor de las “trabajadoras sexuales” que este camino es el equivocado. En su libro usa las palabras “prostitución” y “putero” porque, según ella, no se puede hablar de un “cliente” ni tampoco de un “consumidor”. Son explotadores que usan su poder patriarcal y económico para tomar posesión del cuerpo de la mujer, dijo.
Cobo expresó que todas las medidas para regular la “prostitución” parten de un punto de vista patriarcal y capitalista. Por ejemplo, cuando se habla de salud, de condones y de higiene para mujeres en situación de “prostitución” se habla de mantener sanos a los hombres que explotan a estas mujeres. Y cuando se habla de impuestos, se habla de los enormes beneficios que la sociedad, a través de Hacienda o el Fisco, saca de esta forma de explotación.
La investigadora también explicó que este fenómeno social “se ha hecho una industria multinacional”. Y es que según ella, la “prostitución (y la trata)” en la mayoría de los países ocupa el tercer lugar entre las industrias ilícitas, sólo por debajo de del armamento y el narcotráfico, debido a las ventajas que ofrece: “Tiene muchos beneficios, tiene costos muy bajos y casi no se ve a tratadores en los cárceles.”
La también fundadora y primera directora del Seminario Interdisciplinar de Estudios Feministas de la Universidad de A Coruña compartió una visión poco alentadora sobre México. Económicamente, dijo, países como México se van a dar cuenta que no pueden competir a nivel internacional, entonces su ventana de oportunidad van a ser las economías ilícitas: el narcotráfico, la venta de armamento, la prostitución se van a convertir en la posibilidad de la reconstrucción económica.
Todo eso, dijo, con el consentimiento de circuitos semi-institucionalizados, es decir, con la anuencia de instituciones de Estado que dejarán libre el camino a la “prostitución”.
Además, expuso que el país también se enfrenta a altos niveles de pobreza, migración y racismo, todos, factores que empujan a las mujeres a “prostituirse” o que empeoran su situación. “El sueño de un capitalismo con rostro humano se acabó”, resumió.
Para la académica, la única forma de solucionar el problema sería la abolición de esta forma de violencia, como en Suecia. El país nórdico fue el primero en penalizar a las personas que pagan para servicios sexuales. Sin embargo en México hay posturas a favor la prostitución, un fenómeno al que llaman “trabajo sexual”.
La abolición, argumentó la feminista española, quien en 2008 fue asesora del Ministerio de Igualdad de España, no significa estar en contra de las mujeres, de las mujeres trans o de los hombres que “ejercen la prostitución”. Los primeros pasos para erradicar esta práctica, según dijo, sería la penalización de “los clientes” y la encarcelación de altos líderes de la trata de personas.
También sería útil, mencionó, desmantelar las inversiones que empresas o personas de buena reputación tienen en la “industria pornográfica y de prostitución”. Esa argumentación la apoyó Teresa Ulloa, directora de la CATWLAC: “La parte económica siempre quedaba en lo oscuro, el libro de Rosa me llenó de inspiración”.
Como abogada que lucha para los derechos de las personas víctimas de trata, Ulloa agregó que la violencia es muy común en la “prostitución”. Una evidencia que citó fue un estudio según el cual 95 por ciento de las mujeres y mujeres trans que fueron investigadas, presentaron lesiones en la cabeza porque fueron golpeadas o habían sido arrojadas contra la pared.
Grethel Baeza, integrante de la CAP, recalcó la importancia del libro “La prostitución en el corazón del capitalismo”, en el contexto feminista. Según ella, en los últimos años ha ganado más influencia una corriente que aboga por la legalización y la regulación de la explotación sexual con fines comerciales. Para contrarrestar estos argumentos, dijo, sería muy importante una base académica, como la que elaboró Cobo Bedía.
En este momento el libro que se publicó en España en 2017 sólo está disponible en forma electrónica en México.
18/SG
VIOLENCIA
Mujeres cautivas
La Prostitución en Colombia en el post-conflicto

En esta ocasión quisiéramos referirnos a las graves violaciones a los Derechos Humanos de mujeres y niñas y demás población explotada sexualmente en la prostitución en Colombia, víctimas de violencia de género extrema. La Iniciativa por la Equidad de Género ha constatado la ausencia de la debida diligencia por parte del Estado colombiano para investigar, perseguir y castigar a perpetradores de inducción, constreñimiento a la prostitución y trata de personas con fines de explotación sexual, delitos que se configuran aún con el consentimiento de la víctima.
También se ha constatado cómo sentencias de las altas Cortes en los últimos años protegen el “derecho al trabajo” de proxenetas (propietarios y administradores de establecimientos destinados a la explotación de la prostitución ajena), así como un Código Nacional de Policía que reglamenta las conductas de establecimientos, clientes y personas en “situación de prostitución”, logrando un marco socio-jurídico favorable a la industria del sexo, con un efecto directo en la descriminalización tácita del proxenetismo y la trata de personas con fines de explotación sexual.
La Iniciativa Pro Equidad de Género ha documentado al menos 8 casos en prensa, y a través de testimonios de mujeres en situación de prostitución, desde finales del 2015 a la fecha, de mujeres que han sido asesinadas en establecimientos de prostitución, o por sus “parejas”, con perfiles correspondientes a mujeres explotadas sexualmente en la prostitución.
Las mujeres en situación de prostitución viven graves violaciones a sus Derechos Humanos fundamentales y son sometidas a tortura o tratos crueles inhumanos y degradantes, secuestro, desaparición, feminicidio, entre otros.
Adicionalmente, nos parece importante que ONU Mujeres promueva el lenguaje utilizado en el derecho internacional y de los Derechos Humanos, sobre la prostitución. Se sugiere que al hablar de prostitución, se evite utilizar términos como “Trabajo Sexual” que llevan a invisibilizar las violencias contra las mujeres inherentes en ella, favoreciendo la impunidad de los explotadores sexuales (proxenetas e intermediarios), poniendo la responsabilidad de la explotación sexual en las víctimas.
Contexto actual de las mujeres explotadas sexualmente en la prostitución y tratadas con este fin, en Colombia:
1. Se ha constatado el impacto desproporcionado del conflicto armado y el desplazamiento forzado en los derechos fundamentales de las mujeres en Colombia, donde todos los grupos armados han abusado, violado, explotado y tratado a mujeres, niñas, niños y adolescentes durante esta larga guerra.
2. También se ha comprobado que en contextos postconflicto en el mundo se tiende a empeorar la violencia contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes, y aumenta la explotación sexual en la prostitución, así como la trata de personas con este fin. Los grupos post-desmovilización y los traficantes de armas, cambian el negocio de la guerra por el negocio de la trata de personas que, junto con el tráfico de drogas, son los socios fundamentales del proxenetismo.
3. El proxenetismo y la mal llamada “industria del sexo” se alimenta sin restricción, principalmente, de las niñas y mujeres que son los grupos más vulnerables de la sociedad. Ellas pertenecen a poblaciones tradicionalmente discriminadas, con escasa escolaridad y recursos, además de venir de un continuo de violencias de género, y luego explotadas y tratadas para la explotación sexual y, finalmente, asesinadas porque no satisfacen a proxenetas y hombres que pagan por utilizarlas sexualmente. De hecho, es el grupo humano con más riesgo de ser asesinado en el mundo. La explotación sexual en la prostitución tiene impactos graves para su salud mental y física, así como afectaciones directas en la salud e integridad de sus hijos e hijas.
4. Además de las mujeres colombianas víctimas del conflicto armado, la violencia de la que son víctimas y la exclusión social, la crisis en Venezuela ha hecho que muchas mujeres sean atrapadas por las redes de trata y explotación sexual en Colombia, que además de ser país de destino, es conocido en el mundo como país de origen de víctimas tratadas hacia Ecuador, Panamá, México y otros continentes, todo esto facilitado por normativas que consideran la prostitución como “trabajo sexual”.
5. Adicional a una tradición de economías extractivas, cultivos temporales y narcotráfico; el turismo se está presentando actualmente como la mega industria postconflicto, y esto asociado a la naturalización de la explotación sexual como “trabajo sexual”, hace que la “industria del sexo” utilice la infraestructura del turismo y la termine desplazando, con enormes impactos en la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
6. La explotación sexual en la prostitución está normalizada tanto culturalmente, como en la actuación histórica del Estado colombiano, con una visión de salud pública o de convivencia en el espacio público, que ha dejado la responsabilidad de la explotación sexual en las víctimas, muy a pesar del bloque de constitucionalidad y el Código Penal Colombiano.
7. Supuestos “sindicatos de trabajadoras sexuales”, la academia y organizaciones han avanzado en una agenda en los últimos años para lograr una jurisprudencia favorable a la “industria del sexo” en Colombia. Estas sentencias en realidad no protegen a las mujeres, sino que sugieren soluciones que terminan facilitando su explotación sexual y la impunidad de tratantes y explotadores sexuales, efectos que ya son visibles en la jurisprudencia de las altas cortes en la que se ha exonerado e incluso ordenado la indemnización de tratantes y proxenetas bajo el argumento del consentimiento de las víctimas.
8. Cada vez son más frecuentes escándalos en medios de comunicación relacionados con violencia sexual hacia mujeres en situación de prostitución, que terminan justificándola porque “fueron pagadas” y “ellas consintieron” o porque consideran que son “trabajadoras sexuales”. No se entienden las causas estructurales ni los impactos de la prostitución en la vida de ellas, y los explotadores directos e indirectos no son judicializados ni visibilizados por la violencia que ejercen.
9. Existe un modelo para abolir la explotación sexual que funciona en el mundo, llamado modelo de igualdad de género, nórdico o abolicionista: Este modelo no penaliza a las mujeres en situación de prostitución, pero si prohíbe que otros lucren con la explotación de la prostitución ajena, y desestimula la demanda. Adicionalmente crea políticas públicas integrales de apoyo a las personas tratadas y explotadas sexualmente en la prostitución, medidas preventivas en población vulnerable, y educa a la sociedad en igualdad de género.
*Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: Catwlac Directora
17/TUZ
MUJERES CAUTIVAS
“La prostitución, en el corazón del capitalismo”

La prostitución en el corazón del capitalismo es el título del más reciente libro de la socióloga feminista española Rosa Cobo, que entre otras cosas nos habla de los efectos del neoliberalismo y la globalización en la prostitución. La autora señala:
La prostitución es el corazón de una industria internacional que incluye una gran variedad de negocios, desde macroburdeles o locales de striptease hasta editoriales, desde casas de masaje hasta agencias de “acompañantes”, desde películas hasta revistas sobre pornografía, sin olvidar las cifras del turismo sexual.
Pero, además, señala que la industria del sexo no acaba en los negocios que forman parte del sector de la prostitución, pues también otros muchos actores económicos se lucran de esta industria y contribuyen a su apuntalamiento como hoteles, empresas de bebidas alcohólicas, periódicos, farmacias, taxis o karaokes. ¿Qué ocurriría si las empresas productoras y distribuidoras de bebidas alcohólicas se negasen a surtir a los burdeles o los periódicos no aceptasen publicar anuncios de locales en los que se ejerce la prostitución?
Señala la doctora Cobo que la prostitución es el eje de todo un sector económico que se articula en torno a los cuerpos de las mujeres prostituidas. El centro de la industria del sexo son los cuerpos de las mujeres, que se han convertido en las mercancías sobre las que se ha edificado esta industria global.
Menciona que hasta los años ochenta del siglo XX, la prostitución apenas había tenido impacto económico en las cuentas nacionales y que su dimensión más relevante había sido marcada por el patriarcado sobre la que originalmente se edificó esta práctica social.
Además nos dice que la aparición del capitalismo global, a partir de los años setenta, cambió el rostro de la prostitución y la convirtió en parte fundamental de la industria del ocio y del entretenimiento que se ha globalizado con la ayuda de las redes sociales o informáticas, pero también con la contribución de redes criminales.
Agrega que, en otros términos, ese viejo canon de la prostitución correspondía al capitalismo previo al neoliberalismo, y, por ello mismo, su dimensión más relevante era la patriarcal.
El nuevo canon de la prostitución solo puede ser explicado en el marco de tres sistemas de dominio: el patriarcal, el neoliberal y el racial/cultural. En efecto, varones de todas las clases sociales acceden sexualmente a los cuerpos de mujeres pobres, migrantes y pertenecientes a culturas, razas y regiones que los hombres occidentalizados etnocéntricos han conceptualizado como inferiores.
LÓGICA PATRIARCAL Y LÓGICA DE CLASE
La globalización económica ha hecho posible que la prostitución se convierta en un lugar de intersección entre el norte y el sur, pues el sur exporta mujeres para el consumo sexual de los varones del norte. Y los hombres del norte viajan a países del sur a comprar sexo. Incluso en algunos países en los que la prostitución ha sido legalizada, los demandantes no solo creen tener el derecho a usar sexualmente a las mujeres prostituidas, sino que tienen consagrado por ley ese derecho: comprar sexo barato, racializado y, muchas veces, infantil.
Así mismo, nos dice que la teoría feminista ha propuesto la necesidad de estudiar la política sexual de todas las instituciones para comprender las lógicas patriarcales que habitan en su interior.
Pues bien, en este sentido, la política sexual de la prostitución muestra sociológicamente el carácter interclasista de los demandantes y la composición femenina y sin recursos de aquellas que ejercen la prostitución. La lógica patriarcal y la lógica de clase se funden en la prostitución.
La trata, el turismo sexual y el negocio de los matrimonios infantiles han asegurado que la severa desigualdad de las mujeres pueda ser transferida más allá de las fronteras locales o nacionales, de manera tal que las mujeres de los sectores o países pobres puedan ser compradas con fines sexuales por hombres de clases y países ricos, como una forma de colonialismo sexual.
MUJERES EXPULSADAS
Siguiendo los análisis de Saskia Sassen, una característica fundamental del capitalismo global es la lógica de expulsiones que pone en funcionamiento para lograr niveles de beneficios impensables. Desde este punto de vista, las mujeres prostituidas no solo representan una de las grandes expulsiones del siglo XXI, sino que son sometidas a las mismas reglas que otras mercancías para el consumo. La prostitución es así el máximo exponente de la deslocalización neoliberal, pues las mujeres son trasladadas de los países con altos niveles de pobreza a los países con más bienestar social para que los varones demandantes de todas las clases sociales accedan sexualmente a los cuerpos de esas mujeres que se convierte en una mercancía muy codiciada por los tratantes y proxenetas porque proporciona altos beneficios con bajos costos.
Son mujeres expulsadas de su condición de ciudadanía, de sus contextos culturales, de sus entornos familiares y de sus proyectos de vida. Son expulsadas de sus espacios físicos y emocionales y, cuando llegan a los destinos proyectados, ya son seres sin historia; nadie las conoce ahí y tienen que negar lo que son, en su país de origen. Por el camino aprendieron a ocultar su historia, y en muchas ocasiones su lengua, como condición de posibilidad para adoptar la nueva identidad que se le ofrece, la de mujer prostituida.
FALSA ELECCIÓN
En la intersección de los sistemas de poder patriarcal, capitalista/neoliberal y cultural/racial, ha crecido la industria del sexo hasta llegar a ser un negocio global. En estos momentos, la estructura que sostiene esta industria son las lógicas económicas que gobiernan el capitalismo global. Solo esto explica los enormes esfuerzos que se están haciendo para que el acceso sexual al cuerpo de las mujeres sea percibido como un asunto de consumo para los varones y de libre elección para las mujeres prostituidas.
El imaginario colectivo, resultado en muy buena medida de las estructuras de poder patriarcales y capitalistas, ofrece la imagen de la prostitución como un acto libre de ellas y un acto de consumo de ellos. Dicho de otra forma, las élites dominantes intentan que la prostitución sea vista como un contrato libre entre dos partes que están igualmente interesadas en firmarlo.
Y, finalmente, señala que la prostitución se encuentra en la confluencia de los tres sistemas de poder, lo que constituye una propuesta de cómo debe ser interpretada esta práctica social. En efecto, es una industria esencial para la economía capitalista, para la economía criminal, para los Estados que ven en esta institución una fuente de ingresos públicos, pero también las instituciones del capitalismo internacional, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, que ven en lo que han conceptualizado como industria del entretenimiento y del ocio ingresos que pueden garantizar la devolución de la deuda. Richard Poulin afirma que estas instituciones y los planes de ajuste estructural proponen préstamos a los Estados para desarrollar “empresas de turismo y entretenimiento".
*Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
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17/TCUZ/GG
La población, con escasa percepción del riesgo
Relatora de ONU elogió Plan cubano para enfrentar y prevenir trata

La escasa percepción de riesgo entre la población cubana figura entre los desafíos para enfrentar la trata humana, trascendió durante la visita de Maria Grazia Giammarinaro, relatora especial sobre los derechos humanos de las víctimas de este fenómeno global.
“No hay percepción de riesgo porque este lamentable fenómeno que ocurre en el mundo entero, en Cuba se comienza a abordar en algunos espacios públicos desde 2013”, dijo a IPS la documentalista Lizette Vila, una de los 30 representantes de organizaciones no gubernamentales con estatus legal, reunidas el lunes 10 de este mes con Giammarinaro.
Vila y otros activistas consultados por IPS identifican al diálogo abierto y directo sobre el tema como el principal saldo de la primera visita en la última década realizada por una experta independiente del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a esta isla caribeña.
Invitada por el gobierno cubano, Giammarinaro desplegó del 10 al 14 de este mes una amplia agenda en la capital y en las provincias de Artemisa y Matanzas, en reuniones además con funcionarios, parlamentarios, representantes de ONU y el estatal Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), que realiza un simposio al respecto.
“Espero que esta visita sea un punto de partida para sostener un diálogo provechoso e intenso con todo el sistema de derechos humanos”, dijo la relatora en la única conferencia de prensa, ofrecida el 14 de abril, donde habló de las fortalezas y debilidades observadas en el país caribeño.
Giammarinaro resaltó el acceso universal y gratuito a la educación y servicios de salud, seguridad social y participación femenina. También elogió el primer Plan de Acción Nacional para la Prevención y Enfrentamiento a la Trata de Personas y la protección a las víctimas (2017-2020), que aún no es público.
Valoró de adecuado el enfoque del plan y su carácter multidisciplinario, aunque precisó que el mayor reto vendrá con la implementación, cuando las autoridades deberán establecer protocolos claros y de fácil aplicación para identificar y proteger a las víctimas.
También instó a separar los delitos de trata de personas y proxenetismo, que están juntos en el Código Penal vigente; especificar el crimen de explotación laboral y proteger en el derecho penal a niños, niños y adolescentes hasta los 18 años de edad y no hasta los 16 como en la actualidad, además de “superar el estigma social hacia la prostitución”.
PROPUESTAS DE LA SOCIEDAD CIVIL
Otras inquietudes y propuestas de sectores de la sociedad civil salieron a flote gracias a la estancia de la relatora.
“Tenemos casos de los dos tipos de trata: transfronteriza e interna”, valoró Vila, que dirige el Proyecto Palomas, una productora de audiovisuales para el activismo social.
A partir de su trabajo cercano a las comunidades, la documentalista observa que en Cuba “hay grupos vulnerados por una serie de determinantes sociales, que pueden ser víctimas de esta cruel expresión de la violencia con dimensiones de pandemia mundial”.
En ese sentido, propuso, “incluir a los niños varones en las campañas mundiales preventivas de este y otros fenómenos, que solo se enfocan a las mujeres y las niñas”, algo que aseguró haberle comunicado a Giammarinaro en su momento.
Décadas de silencio sobre el problema en Cuba provocaron que hoy muchas personas desconozcan hasta el término más usado para referirse al comercio ilegal de personas con fines de esclavitud reproductiva, explotación sexual, trabajos forzados, extracción de órganos u otras formas modernas de esclavitud.
LA PERCEPCIÓN
IPS preguntó a varios vecinos de la capital si conocían sobre trata humana en esta isla de 11.2 millones de habitantes.
“Nosotros no tenemos ese problema en Cuba”, aseguró de inmediato una contadora de 47 años. “He escuchado algo en las noticias, pero no sé mucho”, respondió un mecánico, de 50 años. Y un joven profesor universitario, que dice leer los periódicos estatales todos los días, solo conoce del negocio del tráfico de personas.
Los informes nacionales publicados hasta el momento observaron conductas propias de la trata de personas en 46 casos de todos los procesados entre 2012 y 2015 por los delitos de proxenetismo y corrupción de menores. Además, en 2015 las autoridades cubanas cooperaron con las de otros países en 37 casos de trata.
Resaltaron que, a diferencia de otros países, en el orden interno no resulta frecuente el empleo de amenazas, coacción u otras formas de intimidación para realizar el delito, ni tampoco la explotación sexual de adultos, niñas y niños se asocia a redes criminales organizadas.
Pero suceden casos de captación de víctimas, principalmente mujeres jóvenes, a través de organizadores nacionales residentes en el exterior o extranjeros, con falsas ofertas laborales. Fuera de Cuba, los delincuentes las obligan a prostituirse, amenazan, privan de libertad y retiran sus documentos identificativos.
“La percepción de riesgo entre la población cubana es mínima”, dijo Gabriel Coderch, el coordinador del no gubernamental y de inspiración cristiana Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR), que organiza una campaña nacional contra la violencia de género, al ser consultado por IPS.
“Si se habla de trata de personas, la mayoría de las y los participantes en un taller desconocen que exista esta figura, incluso hay quienes llegan a afirmar que este delito no se da en Cuba”, abundó.
OAR, que ha impartido talleres sobre abuso sexual infantil a docentes a pedido de la educación pública, propuso “que se aborde el tema desde el nivel de escolaridad primaria para que las niñas y los niños sean capaces tener una visión clara del fenómeno”.
En 2015, se reportaron en el país presuntos hechos que implicaron a 2 mil 174 niñas y niños víctimas de algún tipo de abuso sexual, una cifra presentada por las autoridades como muestra de la baja incidencia de estos delitos en este sector de la población.
Coderch consideró que la relatora “hizo meditar sobre varios asuntos como la edad penal, además de permitirnos ver con más objetividad el problema y cómo enfrentarlo”.
“Debemos trabajar con la población para elevar la percepción de riesgo, sobre todo con las personas que van a viajar al exterior”, dijo Yoandrys González, jefe de Cooperación Operacional Internacional de la Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria, en el último simposio organizado por Cenesex en enero último.
“Algunas víctimas y familiares no muestran disposición a la cooperación debido a que no se identifican como tales. Falta experticia en todos los actores que se vinculan a las acciones de prevención, enfrentamiento y protección a las víctimas, porque es un fenómeno que antes no nos impactaba con la magnitud actual”, abundó.
González detalló que las víctimas suelen ser mujeres aunque también se registran hombres, y la mayoría de los casos son de trata transfronteriza vinculada a la explotación sexual. Sin embargo, precisó que se debe “profundizar más en investigar el impacto de la trata hacia lo interno”.
*Este artículo fue publicado originalmente por la agencia internacional de noticias IPS.
17/IG/GG
VIOLENCIA
MUJERES CAUTIVAS
La Prostitución es Siempre Explotación

El pasado 15 de marzo, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dedicó su sesión a la trata de seres humanos. La Ministra de la Niñez, de las Personas Adultas Mayores y de Igualdad de Género de Suecia, hizo una magistral intervención para promover el Modelo Nórdico para enfrentar la prostitución y sobre la necesidad de poner en marcha políticas públicas desde un enfoque sistemático sensible al género, además de abordar las causas de la trata de mujeres y niñas en la agenda internacional.
Entre otras cosas mencionó que Suecia se alinea con la recomendación de la Unión Europea y la intervención de Noruega a nombre de los países nórdicos.
Combatir las brutales violaciones a los derechos humanos que sufren las víctimas de la trata de personas debe ser una prioridad para todos los Estados Parte de la ONU. Es responsabilidad de todos. Dijo, también, que Suecia refrenda su compromiso de erradicar todas las formas de trata de personas y las distintas formas y modalidades de explotación.
El debate organizado por el Reino Unido a nivel Ministerial fue muy importante por muchas razones. En primer lugar, dijo la representante de Suecia, necesitamos asegurar que este tema se mantenga en la agenda global. En segundo lugar, porque es necesario movernos en acciones que vayan en línea con la Resolución 2331 (2016). Y finalmente, dijo, porque la trata de personas es una amenaza transnacional, que requiere respuestas transnacionales y las Naciones Unidas nos ofrecen el foro ideal para lograr esta meta.
La trata de personas y las distintas formas de esclavitud van en aumento. Y esto se debe al surgimiento o fortalecimiento de la delincuencia organizada nacional e internacional, así como a los actuales conflictos y al desplazamiento masivo de la población civil. Y se incrementa y florece porque existen aquellos que están listos y al acecho para explotar cruelmente a las personas que viven situaciones de vulnerabilidad.
La manera más efectiva para erradicar la trata de seres humanos es combatir las causas estructurales que le dan origen. La causa de origen principal es la demanda: si los hombres no compraran servicios sexuales no habría trata para la explotación sexual.
Prevenir los conflictos y el desplazamiento antes de que ocurra e invertir en desarrollo igualitario y sustentable para todas y todos son medidas importantes para combatir la trata de personas. Las obligaciones internacionales relacionadas a la trata de personas y al trabajo forzado deben ser respetadas y cumplidas.
También dijo que el Consejo de Seguridad tiene un papel muy importante que jugar en la prevención, incluyendo este tema en la Agenda de Paz Sostenible. Además, los mandatos del Consejo de Seguridad deben incluir el papel que los grupos de delincuencia organizada, así como los grupos terroristas juegan en perpetuar situaciones de inestabilidad y conflictos que facilitan la trata de personas, y la propia trata de personas. Trabajar sobre el terreno para generar instituciones del sector de seguridad efectivas y transparentes puede ampliar la capacidad de los Estados miembros para combatir a estos grupos.
Como lo había reportado previamente el Secretario General, hay un nexo claro entre conflicto y post-conflicto relacionado con la violencia sexual, la trata de personas y la esclavitud sexual, trabajos forzados, tráfico de órganos, etc., la lista es larga. Y dijo que se enfocaría en la explotación sexual – predominantemente dirigida a mujeres, niñas y niños.
Y mencionó que los efectos o daños de la trata con propósitos de explotación sexual son diferentes de los daños causados por la trata con otros propósitos de explotación. Su gravedad se debe a las formas específicas en que los cuerpos de las mujeres y niñas tratadas o explotadas son abusados y usados.
Por lo que, reconociendo que la trata de personas y la explotación sexual tienen una clara dimensión de género, es indispensable que todas las acciones contra la trata tengan obligatoriamente que contar con un enfoque género-específico.
Suecia, dijo, quiere resaltar la importancia de no crear mercados legales para los tratantes de personas y explotadores. Hay una discusión en curso dentro de la ONU, y en todas partes, acerca de si la prostitución debe ser vista o no como una profesión; el término “trabajadoras sexuales” se usa frecuentemente en esta discusión.
La política sueca sobre este tema es clara. La prostitución NUNCA puede ser vista como un trabajo; la prostitución es siempre explotación. Por eso, Suecia hace un llamado urgente a más países para que consideren aprobar legislaciones que sancionen la demanda y ofrezcan protección y asistencia a las personas explotadas – de esa manera, se debe modificar el enfoque criminal y la sanción de las personas explotadas, a los explotadores y consumidores de sexo de paga. Para las víctimas, incluir el conocimiento de sus propios derechos, incluyendo los derechos sexuales y reproductivos es crucial.
Otro elemento esencial es la rendición de cuentas en ambientes de conflicto y post-conflicto. Suecia apoya enfáticamente la implementación de la política de las Naciones Unidas de cero tolerancia a la explotación y abuso sexual.
Como Presidente del Grupo de Trabajo sobre Niñez y Conflictos Armados del Consejo de Seguridad, señaló, también queremos resaltar la particularmente situación de vulnerabilidad de la niñez en estos contextos, así como resaltar el reclutamiento forzado y compulsivo de niñas y niños para ser usados en conflictos armados o actividades de la delincuencia organizada.
El Objetivo 8.7 de las Metas del Desarrollo Sustentable nos require eliminar cualquier forma de trabajo infantil y debemos enfocarnos con determinación en alcanzar esta meta. También necesitamos enfocarnos en la meta 5 relacionada con la igualdad de género y otras metas relevantes de la Agenda de Desarrollo Sustentable, dijo.
Finalmente, necesitamos permitir que las mujeres y niñas decidan sobre sus propios cuerpos, vidas y futuros en todos los contextos. Necesitamos involucrar más mujeres en ambas, las actividades de construcción de paz y en las acciones contra la trata y contra la explotación sexual. Si logramos impulsar una agenda de las mujeres, la paz y la seguridad, podemos garantizar que las voces de las mujeres, sus experiencias y sus soluciones sean traídas a la mesa, porque la igualdad de género también es un derecho humano.
Y mientras esto se discutía en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos organizó por primera vez una audiencia temática sobre Mujeres “Trabajadoras Sexuales” en las Américas, en donde se festinó que se haya llevado a su consideración el tema y se comprometió un informe temático, sin escuchar a las sobrevivientes, pero eso será el tema de otra columna.
*Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
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17/TUZ/GG
DERECHOS HUMANOS
MUJERES CAUTIVAS
8 de marzo: un día de lucha por los Derechos de las Mujeres

La historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos que sucedieron en esa fecha del año 1908, donde murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron, ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían. También se reconoce como antecedente las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1957, también en Nueva York.
PROTAGONISTAS DEL 8 DE MARZO
Si la máquina del tiempo existiera, podríamos ver a Celia o a Elisa, junto con sus compañeras de fábrica, caminando por las calles de Nueva York a fines del invierno de 1857. Era una época en la que cada vez más mujeres se incorporaban a la producción, especialmente en la rama textil, donde eran mayoría absoluta. Pero las extenuantes jornadas de más de 12 horas a cambio de salarios miserables sublevaron a las obreras de una fábrica textil neoyorquina que salieron a reclamar por sus derechos. Era el 8 de marzo y las manifestantes fueron atacadas por la policía.
Pero no fue la primera ni la última vez que las obreras textiles se movilizaban. Medio siglo más tarde, en marzo de 1908, 15 mil obreras marcharon por la misma ciudad al grito de “¡Pan y rosas!”, sintetizando en esta consigna sus demandas por aumento de salario y por mejores condiciones de vida.
Fue, finalmente, en 1910, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, que la alemana Clara Zetkin propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.
INSTITUCIONALIZACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL
Fue el 8 de marzo de 2011 cuando el Fondo de Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM), propuso a la Asamblea General de la ONU que todos los 8 de marzos se conmemorara el Día Internacional de las Mujeres y fue, a partir de ese año, que en lugar de conmemorar a nuestras ancestras, se convirtió en una celebración sin sentido, vacía de su contenido principal, donde hoy nos dicen felicidades y nos regalan una flor.
8 DE MARZO DE 2017
Y este 8 de marzo será, sin lugar a dudas, una conmemoración diferente, gracias a la iniciativa de convocar al Paro Internacional de Mujeres, que nos declaramos en huelga de trabajo, labores domésticas y de cuidado y de consumo, en por lo menos 40 países del mundo. Bajo la consigna “si nuestro trabajo no vale, produzcan sin nosotras”, tomaremos las calles las plazas, para protestar por la igualdad sustantiva y contra la violencia machista.
Dejaremos de trabajar, de cuidar, de limpiar y de consumir. Es un reconocimiento de que hay un sistema político, económico y sociocultural que nos oprime en todo el mundo y al que aspiramos subvertir. Es un llamado a construir un feminismo inclusivo e interseccional que nos invita a unirnos a la resistencia contra la discriminación, el racismo, la islamofobia, el antisemitismo, la misoginia y la explotación capitalista, porque nos están matando, porque nos desaparecen, porque no queremos ni una más víctima de las redes de trata y prostitución y ni una menos desaparecida o víctima de feminicidio.
Distintos grupos tomaran las calles con sus demandas específicas, nosotras contra la explotación de mujeres y niñas, sobre todo porque la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y otros Congresos estatales insisten en reglamentar la prostitución y reconocerla como “trabajo”.
POR QUÉ NOS OPONEMOS
Es acaso porque las abolicionistas somos de derecha y tenemos pactos con Bush, como se ha estado divulgando por Marta Lamas, o que vemos la sexualidad humana desde una postura moral y nos resistimos al progreso. No, no es así, nos oponemos porque como ha sucedido en Holanda, Alemania, el Estado de Victoria, en Australia, o Brasil y Uruguay, la antigua dicotomía entre la mujer virtuosa y la puta se reemplazó por una nueva dicotomía: trabajadora sexual – mujer víctima de trata.
Mientras tanto, con el objeto de defender a la prostitución como un “trabajo”, se articuló la definición de la trata como neutral al género, mediante la trata para explotación laboral y la trata para explotación sexual se integraron bajo el mismo rubro, como “trata de personas”.
De otra manera, hubiera sido muy evidente que el daño profundo de la trata con propósitos sexuales es decididamente una condición de género mediante la cual la víctima de la trata es trasladada o transportada para la prostitución. “La prostitución” fue borrada del léxico y fue reemplazada por “trabajo sexual”. De la misma manera, “proxeneta, lenón o padrote”, “reclutador” y “propietario de burdel” se reemplazaron por “dueños de negocios o empresarios” o “gerentes”.
Sin embargo, el término “trata” resulta un poco complicado, porque significaba que aquellas personas tratadas son víctimas. Entonces, el término “trata” empezó a reemplazarse con uno mucho más neutral, “migración”. Debido a que era peligroso que los agentes que se benefician de la transportación de mujeres fueran estigmatizados como tratantes comunes, por lo que se acuñó la frase de “migración asistida”.
La verdad es que lo que se insiste llamar trata sexual no es nada menos que la prostitución globalizada. Los industriales del sexo transportan niñas y mujeres a través de fronteras nacionales o locales y las “lanzan” a la prostitución en lugares donde sus víctimas son menos capaces de resistir y donde existe la mayor demanda para ellas, siendo, finalmente la demanda la que a través de la prostitución, propicia la trata. En países con mayor grado de avance de las mujeres es donde existen relativamente pocas mujeres disponibles localmente para la explotación sexual comercial. Los burdeles de los Estados Unidos, Canadá, Holanda, Alemania, Austria, Suiza y Australia están llenas con mujeres tratadas de Asia, América Latina y Europa del Este.
El crear distinciones entre prostitución (o “trabajo sexual”) y la trata protege a los negocios de la industria sexual. Aquellas personas que han promovido ese tipo de distinciones han sido en su mayor parte los que tienen intereses económicos relacionados con la industria del sexo. Países entre los que sobresalen Holanda y Alemania, que legalizaron y establecieron impuestos a los negocios de la industria del sexo y financian el cabildeo a favor de la prostitución a través de organizaciones no gubernamentales, grupos libertarios y los intereses de la industria del sexo.
Su filosofía fue originada por una organización cuya sede está en Coyote, California, quienes se abrogan el crédito de haber acuñado el término de “trabajadoras sexuales” en los principios de los años 70. Ahora, Coyote representa solo una mezcla de activismo libertario y empresarios de la industria del sexo, asociados con la Alianza Global contra la Trata de Mujeres (GATW) cuya filosofía es que la prostitución es un trabajo, como cualquier otro y que debería ser legalizado como tal.
Si esta postura avanza en nuestro país, además de que competiríamos con Brasil por el segundo lugar mundial como destino de turismo sexual, personajes como Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, expresidente del PRI en la Ciudad de México, serían empresarios, en lugar de delincuentes.
**Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: Catwlac Directora
17/TUZ/GG
DERECHOS HUMANOS
CRISTAL DE ROCA
La llaga

Ahí están las llagas. Supuran. Duelen. Hieden. Y, sin embargo, en general, a lo mucho se mueve la cabeza en señal de consternación o, a lo poco, se voltea a otro lado para mirar “cosas más importantes”.
Las violencias contra las mujeres suponen llagas enormes a nuestro sentido de humanidad. O, más precisamente, a lo que hemos supuesto o queremos suponer que significa nuestra humanidad.
Son muchas las violencias que se infligen a las mujeres de todo el mundo. Y se les infligen porque son mujeres. Nacer mujer implica en los hechos –y a menudo en el derecho también- no tener garantizados distintos derechos humanos o simplemente no tener derecho a tener derechos.
Y a menudo se justificará: Es que hizo tal cosa que estaba prohibida (claro, prohibida por ser mujer, porque de ser hombre no estaría prohibida). Es que estaba en tal lugar a tales horas (porque hay lugares y horas vedados para las mujeres).
En el fondo, y sin rebuscar mucho, el tema es que nacer humana no te garantiza los mismos derechos que nacer humano.
Y, lo que es peor, a media humanidad le parece bien que así sea, y a buena parte de la otra mitad le parece que es una barbaridad, pero qué se le va a hacer, ni modo.
Entonces, a tres cuartas partes de la humanidad le parece bien o poca cosa, lo mismo que mujeres ganen menos que hombres por el mismo trabajo, o que el “Club de Tobi” esté instalado en el poder político, económico, académico, cultural o religioso; y apenas si respinga con el acoso y el hostigamiento sexual, las violaciones sexuales, la prostitución, la Trata o los feminicidios.
Porque no veo indignaciones colectivas cuando el 95 por ciento de las personas víctimas de Trata son mujeres y niñas. No hay indignación nacional –en casi ningún país- cuando aparece una mujer tumultuariamente violada, asesinada y su cuerpo tirado a la basura. Vamos, no veo exigencia colectiva en México porque una de cada dos mujeres es víctima de violencia en su hogar, hay decenas de miles de mujeres y niñas desaparecidas, y hay pueblos enteros dedicados a la Trata.
¿Acaso no se nos considera humanas? O, más bien, deberíamos preguntarnos, ¿qué clase de humanidad somos?
Al parecer y por lo pronto, la emergencia en la que nos encontramos nos aconseja dejar esa pregunta para después. Y por eso los movimientos de mujeres han organizado para este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una huelga masiva de mujeres.
Con el lema “Nosotras paramos”, se invita a que las mujeres paren sus labores, cualesquiera que estos sean, al menos durante media hora. Y en más de 40 países habrá marchas para exigir la garantía a nuestros derechos, empezando por el derecho a una vida libre de violencia. “Si nuestras vidas no valen, nosotras paramos”, es la consigna.
Se busca hacer evidente lo que aportamos cotidianamente; hacer patente que sin nosotras el mundo no funciona: ni el hogar ni la política ni la economía. Nada.
Y con todo y que me parece una buena idea –probada con enorme éxito en Islandia en 1975- y con todo con que estoy absolutamente segura que tarde o temprano esta estrategia tendrá éxito y, por supuesto, deseo que lo tenga, no dejo de tener un mal sabor de boca.
Porque no basta ser la mitad de la humanidad, no basta ser humanas, sino que hay que demostrar que valemos por lo que hacemos.
De modo que no será un elemental sentido de justicia o de solidaridad, o de cualquier otro considerado esencialmente humano, el que sea motor para que se detengan las violencias contra las mujeres; sino el pragmatismo.violencias contra las mujeres, acoso, hostigamiento sexual, violaciones sexuales, prostitución, Trata, feminicidios, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, huelga masiva de mujeres, “Nosotras paramos”
Entonces quedará pendiente ganar la humanidad. Y acaso esa sea la gran llaga que hoy nos debe doler.
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com
*Periodista de Quintana Roo, feminista e integrante de la Red Internacional de periodistas con visión de género.
17/CL/GG
DERECHOS HUMANOS
Revela investigación en España
Volantes que anuncian prostitución en parabrisas ocultan explotación sexual
Los cada vez más habituales flyers (volantes) que anuncian prostitución y que se sitúan en los limpiaparabrisas o por el suelo de las calles de Madrid han sido sometidos a un estudio para analizar su contenido. Lo han hecho profesionales de la investigación y docencia de la Universidad de Comillas ICAI-ICADE, Carmen Meneses, Jorge Uroz y Antonio Rúa.
Entre los datos revelados sorprende que los mensajes “ofrecen una visión de la prostitución libre, voluntaria e independiente” que es contraria a la realidad de la prostitución. Este estudio forma parte de uno mayor sobre prostitución y trata llevado a cabo dentro del marco del proyecto I+D+I “Visibilizando a las víctimas de trata: actuando contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual”.
En Sexo por anuncios: Análisis de los flyers de servicios sexuales en Madrid han analizado 107 flyers recogidos en la vía pública de la ciudad, mediante un análisis del discurso y de contenido, complementado con un análisis cuantitativo de las variables principales.
El análisis ha permitido señalar que los destinatarios de estos anuncios son principalmente varones, casi en exclusividad. Sólo unos pocos incluían a parejas, y solo uno prestaba servicios a mujeres.
EURO, PALABRA MÁS REPETIDA
Facilitado por el programa Nvivo, se profundizó en la frecuencia de las palabras contenidas en los anuncios o flyers. La palabra “euro” es la que destaca en todos los flyers analizados; se encuentra en prácticamente todos los anuncios, lo que apunta a mostrar la prostitución como un producto más en la sociedad de consumo y que el dinero es la principal razón para ejercer la prostitución.
Tras “euro”, las palabras más repetidas son “años”, “discreta”, “discreción”, “chicas”, “copa gratis”, “nuevas” y “zona”.
VOLUMINOSA Y LATINA O ANIÑADAS Y ASIÁTICAS
El estudio analiza también cómo se presentan las imágenes de estos flyers. Se trata, generalmente, de una iconografía e imágenes provocadoras, con una carga erótica importante, resaltando aquellos atributos corporales femeninos que más puedan atraer sexualmente a los varones: el pecho y las nalgas.
Distinguen tres iconografías femeninas: 1. La mujer voluminosa, representada en su mayoría por las mujeres latinoamericanas. 2. Las mujeres asiáticas, con rostro aniñado. 3. La figura delgada y esbelta propia de la imagen femenina de la moda y la estética publicitaria seductora y provocadora.
NORMALIZAN EXPLOTACIÓN SEXUAL
El estudio concluye que la imagen que transmiten estos flyers, con “una mujer diferente, independiente y liberal que utiliza su cuerpo para obtener beneficios económicos” se aleja de la realidad que existe detrás.
Se enmascara la explotación sexual de estas mujeres y se normaliza la prostitución.
Apuntan también a que “El alto contenido erótico que muestran y el fácil acceso a los menores, para los que supone un juego de colección de cromos, y que ha hecho que Asociaciones de Madres y Padres (AMPAS) denuncien la situación al Ayuntamiento y éste determine la regulación de este tipo de anuncios por los mensajes que transmite a la población adolescente”.
PRÁCTICAS SEXUALES DE RIESGO
Para completar el estudio, llamaron a más de cien número de teléfono que aparecían en los flyers, de los cuales sólo respondieron 58.
Al contrastar la información que proporciona el flyer con la que encontraron en foros de internet donde “valoran” a las mujeres prostituidas, encontraron prácticas sexuales de riesgo como felaciones sin preservativo (si se paga un precio mayor) o penetración sin preservativo, especialmente entre las asiáticas prostituidas.
*Artículo retomado del portal Tribuna Feminista
17/RED/GG
LABORAL
Mujeres Cautivas
“Prostitución” y su impacto en la Igualdad de Género

LABORAL
El término no se incluyó en la Carta Magna
Desechan propuesta de incluir “trabajo sexual” en la Constitución

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