Embarazo infantil
VIOLENCIA
Impunidad ante casos propicia repetición, afirman
El Salvador, Nicaragua y Guatemala obligan a niñas a llevar embarazos forzados

Un total de 3 mil 615 niñas menores de 14 años de edad fueron víctimas de violación sexual en 2015 y 2017 en los países de El Salvador, Nicaragua y Guatemala, todas ellas fueron obligadas a embarazos forzados ante las restricciones en estos países para interrumpirlos, aún por violación.
Lo anterior fue expuesto por organizaciones civiles especializadas en derechos sexuales y reproductivos de estos países, ante integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) durante las audiencias públicas que se realizan en Bogotá, Colombia.
Las organizaciones destacaron el panorama de violencia sexual y embarazos forzados en niñas menores de 14 años de edad; señalaron que según el Observatorio de violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en ese país tan sólo en el primer semestre de 2017 se registraron mil 249 víctimas de violencia sexual, de las cuales, 61 por ciento tenía entre 10 a 19 años de edad y 22 por ciento eran menores de 10 años.
De acuerdo con los datos desagregados presentados por las defensoras, la Policía Nacional Civil de El Salvador registró mil 376 niñas víctimas de violación en 2017. En Nicaragua, durante 2015 alrededor de mil 600 niñas presentaron un embarazo producto de una violación; en tanto, el Instituto Nacional de Ciencia Forenses de Guatemala registró en 2017 un total de 409 casos de violación en niñas entre 7 y 12 años de edad y otras 230 contra menores de 6 años.
Las organizaciones de mujeres denunciaron ante la Comisión Interamericana que esta expresión de violencia de sexual contra las niñas “es promovida por la impunidad y la ausencia del Estado atendiendo cada uno de estos casos”, pues dijeron, “los agresores sexuales no son investigados, sancionados, ni juzgados”.
En suma, las niñas en Centroamérica son obligadas a continuar con estos embarazos forzados ya que es una las regiones del mundo con las mayores restricciones para acceder al aborto legal y seguro.
Explicaron que en Honduras, Nicaragua y el Salvador no se puede interrumpir un embarazo bajo ninguna circunstancia, ni en casos de violación o riesgo a salud de las mujeres.
Inclusive, ejemplificaron, en países como Honduras está totalmente prohibida la Pastilla de Anticoncepción de Emergencia aún para víctimas de violencia sexual, el mismo protocolo de atención en estos casos que tiene el Estado excluye el método, indicaron.
“Ante la ausencia de los Estados de manera pasiva se naturaliza la agresión sexual contra las mujeres, niñas y adolescentes, quienes además de cargar con el peso de la impunidad de su agresor y sufrir psicológicamente, son obligadas a continuar con embarazos no deseados atentando con el derecho de desarrollar un proyecto de vida”.
Frente a la nueva presidenta de la CIDH, Margarette May Macaulay, la Comisionada de la CIDH en derechos sexuales y reproductivos, Esmeralda A. Troitiño y la Relatora de Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, Dubravka Simonovic, las agrupaciones solicitaron la despenalización del aborto en El Salvador, Nicaragua y Honduras, e implementar la legislación existente en Costa Rica y Guatemala.
Además pidieron a la Comisión que solicite a los Estados promover leyes y políticas públicas que permitan garantizar el derecho a la salud de las mujeres, acceso a la educación sexual integral y anticoncepción de emergencia.
Otros temas abordados fueron la estilización forzada en mujeres indígenas, la criminalización de las mujeres que abortan en Centroamérica y la médica salvadoreña, Xiomara Argueta, dio su testimonio sobre las dificultades que tienen los prestadores de salud para atender a las mujeres que necesitan interrumpir un embarazo por cuestiones de salud.
Las agrupaciones participantes en la audiencia fueron Ipas Centroamérica, el Grupo Estratégico por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Católicas por el Derechos a Decidir Nicaragua, Centro de Derechos de Mujeres Honduras, Agrupación Ciudadano por la Despenalización del Aborto en El Salvador, El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), entre otras.
18/HZM/LGL
SALUD
Investigación identifica falta de traductores y anticonceptivos en unidades médicas
Servicios de salud de 10 estados ignoran a niñas y adolescentes indígenas embarazadas

Los servicios de salud sexual y reproductiva de Aguascalientes, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Oaxaca y Puebla, así como de Chiapas, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán ignoran a las niñas, adolescentes y mujeres indígenas pues no cuentan con traductores, y el personal desconoce los Derechos Humanos de esta población.
Esto reveló la investigación “Lo público es nuestro”, elaborada por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB) y presentada la semana pasada, la cual determinó que en estas 10 entidades es deficiente el acceso y disponibilidad de métodos anticonceptivos para niñas y adolescentes indígenas.
El ILSB encontró que en las unidades de salud de primer nivel de atención de Aguascalientes, Morelos, Oaxaca, Quintana Roo y Yucatán las niñas y adolescentes indígenas no son tomadas en cuenta pues las instancias carecen de servicios de traducción y tampoco se capacita ni sensibiliza al personal sobre cómo atenderlas.
La falta de “interculturalidad” en los centros médicos representa un problema porque son miles las niñas y mujeres indígenas que acuden por atención durante sus gestaciones, señaló la organización.
Tan sólo en 2016 el Subsistema de Información sobre Nacimientos de la Secretaría de Salud (Sinac) de la Secretaría de Salud (Ss) mostró que 9.9 por ciento (mil 111) de los 11 mil 219 nacimientos de niñas de 9 a 14 años en el país y 7.2 por ciento (27 mil 675) de los 384 mil 378 partos de madres entre 15 y 19 años fueron de mujeres originarias de algún pueblo indígena.
El ILSB resaltó que a nivel nacional los embarazos de niñas indígenas se concentraron en las menores de 9 a 14 años, con 9.9 por ciento, lo que, consideró, representa “un alto nivel de vulnerabilidad y posibles situaciones de violencia sexual”.
Sin embargo no se sabe cuántos de los embarazos de indígenas fueron consecuencia de una violación sexual pues no hay un cruce de datos entre el registro de gestaciones reportadas ante las Secretarías de Salud y las cifras del delito de violación del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, donde no hay información sobre la edad de las víctimas ni de su pertenencia a un grupo indígena.
En estados como Aguascalientes y Oaxaca las niñas y adolescentes víctimas de violación sexual están más expuestas que en otras entidades a presentar embarazos no deseados y afectaciones en su salud por la gestación, pues la investigación reveló que el personal de las unidades de salud desconoce que debe otorgarles anticoncepción de emergencia y servicios de profilaxis para prevenir infecciones de transmisión sexual, una obligación estipulada en la NOM-046 Violencia familiar, sexual y contra las mujeres.
El ILSB obtuvo estas conclusiones a través de diversas solicitudes de información dirigidas a las Secretarías de Salud de las 10 entidades revisadas, entrevistas al personal de las unidades y tras recorrer diversos centros médicos.
MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS
La organización también calificó de “alarmante” que en los estados analizados únicamente en Aguascalientes el máximo de condones disponibles por adolescente fue de 3.16. En Quintana Roo fue de 0.07 condones, en Yucatán de 0.23 y en Chiapas de 0.27 preservativos.
Las cifras otorgadas por las Secretarías de Salud de Veracruz y Puebla no permiten identificar cuántos anticonceptivos destinan para cada adolescente. Además en Puebla las mujeres reciben consultas sobre sexualidad basadas en estereotipos pues, según constató el ILSB, en las unidades de salud aún recomiendan la abstinencia sexual como “método anticonceptivo”.
Por otra parte en Yucatán las unidades no cuentan con condones femeninos mientras que en los otros estados si tienen.
En el área de prevención de embarazos la organización denunció que los gobiernos estatales no enfatizan la responsabilidad que tienen los hombres pues para ellos sólo se promueve, mediante folletos, opciones como la vasectomía, mientras los anuncios gubernamentales de radio y televisión siguen dirigidos exclusivamente a las adolescentes.
Con los resultados obtenidos el ILSB solicitó, por medio de un comunicado, que los gobiernos federales y estatales actúen de inmediato para erradicar los embarazos de niñas y adolescentes pues, dijo, al paso al que va difícilmente cumplirán los objetivos que adquirieron en 2014 con la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA).
Esto porque, destacaron, el número de gestaciones de niñas y adolescentes entre 9 y 19 años de edad va en aumento: En 2014 el Sinac registró más de 364 mil 500 nacimientos en este grupo poblacional, mientras que en 2016 fueron 395 mil 597, es decir, un aumento de 31 mil nacimientos.
17/MMAE
VIOLENCIA
Violencia sexual es reiterada, alertan organizaciones
Niñas entre 10 y 14 años de edad han cursado hasta 3 embarazos

Pese a que el embarazo infantil es considerado producto de violencia sexual y representa un alto riesgo para la salud de las niñas, es un evento que continúa repitiéndose en el país, pues tan sólo en 2016, de los 11 mil 785 nacimientos registrados entre niñas de 10 y 14 años de edad, un 3 por ciento (353 casos) ya había cursado hasta tres embarazos.
Estos datos son recuperados del Subsistema de Información sobre Nacimientos (Sinac) de la Secretaría de Salud (Ss), por la organización en derechos reproductivos Ipas México, en los que se especifica que del total de nacimientos de menores de 14 años de edad ocurridos en 2016, para 306 niñas era la segunda vez que estaban embarazadas.
Para el resto de las niñas que ya habían cursado un embarazo en 50 casos era su tercera ocasión. Esto sucede a pesar de que legislaciones como la Ley General de Víctimas y la Norma Oficial Mexicana 046 “Violencia familiar, sexual y contra las mujeres” garantiza el aborto en casos de violación y obliga a las dependencias de servicios de salud a dar un servicio integral para las víctimas incluida la planificación familiar.
De acuerdo con los datos del Subsistema de Salud son particularmente las niñas de 10 años de edad las que presentan más de un embarazo. Pese a su corta edad, de 33 casos contabilizados en todo el país, un 17 por ciento (6) era la segunda ocasión que cursaba un embarazo.
De los 302 nacimientos registrados en niñas de 11 y 12 años de edad, 24 era su segundo embarazo, es decir, 8 por ciento.
Organizaciones civiles y personas expertas en temáticas de género y niñez alertan que la mayoría de los embarazos en niñas de 10 y 14 años de edad son producto de violaciones perpetradas por los familiares de las víctimas (padres, tíos, hermanos, primos, etc.), contexto que dificulta la denuncia y mantiene a las víctimas en un ciclo de violencia.
Las cifras de la Ss revelan que es a partir de los 13 y 14 años de edad donde comienzan a registrar más de 3 embarazos y que hay un total de 22 niñas en esta situación. También indican que es en este grupo donde se ubica la mayor cantidad de nacimientos, un total de 11 mil 453.
Sin embargo este conteo no registra datos de los progenitores. El único dato que se tiene es el de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensaut) de 2012, la cual estima que 89 por ciento de los nacimientos en los que las madres tenían entre 12 y 14 años de edad, el progenitor tenía entre 19 y 30 años de edad.
17/HZM/LGL
VIOLENCIA
Ecatepec con el mayor número de niñas-madres
En 2016 en Edomex, mil 46 niñas se convirtieron en madres

En 2016 en el Estado de México se registraron mil 046 nacimientos en niñas de entre 10 y 14 años de edad, lo que significa un promedio mensual de 87 embarazos de niñas en estas edades, lo que coloca a la entidad en el segundo lugar del país con el mayor número de niñas madre, de acuerdo con datos del Subsistema de Información sobre Nacimiento de la Secretaría de Salud.
El dato ha sido una constante en los últimos cuatro años, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) quien reveló que en el periodo de 2012 a 2015 se registraron 3 mil 025 nacimientos en niñas de estas edades.
Las niñas de 14 años de edad representan 88 por ciento del total de nacimientos durante estos cuatro años; es decir, 2 mil 652 casos. Las de 13 años un 11 por ciento (333 casos); y los casos de niñas entre 10 y 12 años fueron 40. De ellas, tres tenían apenas 10 años de edad, pero no se tiene un registro de si estos embarazos fueron producto de violencia sexual.
Los datos del Inegi revelan que la maternidad en niñas no ha logrado reducirse en el Edomex. Para 2015 en comparación con 2012, apenas disminuyeron un 10 por ciento los nacimientos en menores de 14 años de edad en la entidad: se pasó de 798 casos a 711. En tanto, en 2013 se contaron 780 casos y en 2014 un total de 736.
ECATEPEC FOCO ROJO DE EMBARAZO INFATIL
De acuerdo con las cifras de Inegi en seis municipios del Edomex se concentran un 35 por ciento del total de embarazos infantiles: Ecatepec, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Chimalhuacán, Toluca y Chalco, son las zonas con el mayor número de casos.
Entre ellos destaca Ecatepec que en el periodo de 2012-2015 registró 314 nacimientos, la madre tenía menos de 14 años de edad. A este municipio le sigue Nezahualcóyotl y Naucalpan, ambos suman 361 casos.
En tanto en Chimalhuacán contó 140 casos, Toluca 130 y el municipio de Chalco un total de 128. Con ello el Edomex se coloca entre los estados con mayor número de embarazos de niñas como Chiapas y Veracruz.
17/HZM/LGL
SALUD
Es la tercera entidad con más casos
En Veracruz el embarazo en niñas es 4.7 veces mayor que la media nacional

En 2016 el Subsistema de Información sobre nacimientos de la Secretaría de Salud registró que 873 niñas de 10 a 14 años llevaron a término un embarazo en Veracruz, la entidad donde la maternidad en niñas de este grupo de edad es 4.7 veces mayor que el promedio nacional, de acuerdo con un informe de la Comisión Nacional para Prevenir y Eliminar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).
En tanto, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la colocan como la tercera entidad con más casos registrados de 2012 a 2015 pues en ese periodo 3 mil 173 niñas tenían menos de 15 años al momento del nacimiento de sus hijas e hijos.
De éstas, seis tenían 10 años y en 20 casos fueron niñas de 11 años; 99 tenía 12 años, mientras que en 553 y 2 mil 495 casos se trató de menores de edad de 13 y 14 años respectivamente.
Los municipios que concentraron la mayoría de estos embarazos fueron Veracruz, con 9.39 por ciento de los casos (298); Xalapa con 225 embarazos de menores de 15 años (ocho por ciento del total) y 5 por ciento ocurrieron en San Andrés Tuxtla.
Mientras que de 2009 a 2013 la proporción nacional de nacimientos en los que la madre era menor de 15 años se mantuvo en 0.45 por ciento, en Veracruz rebasó el 1.50 por ciento, señaló la Conavim en su informe para atender la solicitud de Alerta de Violencia de Género (AVG) por Agravio Comparado en el estado, con lo que concluyó que la maternidad en las niñas de esa entidad es 4.7 veces mayor que el promedio nacional.
Cabe recordar que la organización Equifonía, Colectivo por la Ciudadanía, Autonomía y Libertad de las Mujeres, presentó el 5 de abril de 2016 la solicitud de AVG por Agravio Comparado pues las mujeres de la entidad han visto violentados sus derechos por legislaciones que las criminalizan, como en el caso del acceso a la Interrupción Legal del Embarazo por la causal de violación.
Pese a ser legal esta causal en el estado, las mujeres y niñas víctimas de violencia sexual no están accediendo a este derecho, y muchas de ellas o terminan los embarazos o acceden a interrupciones inseguras que colocan en riesgo sus vidas.
La maternidad en niñas, dice Conavim, significa “un obstáculo a su sano desarrollo” porque generalmente “implica el fin de la escolarización y el truncamiento de oportunidades para su desarrollo personal”.
Pese a que el Estado no cuenta con datos oficiales sobre cuántas niñas presentaron embarazos producto de una violación sí se sabe que las legislaciones en Veracruz siguen forzando a las niñas a ser madres al no garantizarles el acceso al aborto.
De acuerdo a la Fiscalía General de Veracruz de enero de 2015 al 30 de abril de 2016 iniciaron 15 investigaciones ministeriales y siete carpetas de investigación por aborto. Mientras que el Inegi señala en su Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal de 2015, que en 2014 al menos 10 mujeres habían sido involucradas como presuntas culpables de aborto, para uno de los casos se abrió una carpeta de investigación y en nueve se iniciaron averiguaciones previas.
17/MMAE/LGL
VIOLENCIA
Escasa aplicación de leyes e impunidad de agresores
Violencia sexual y embarazo infantil, ignorados en México y AL

INFANCIA
En la mayoría de los casos las menores de edad son producto de abuso y violencia sexual
Embarazo infantil, un grave problema para el país

El embarazo infantil en el país es un grave problema ya que sólo entre 2006 y 2014 el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi) registró 100 mil nacimientos en menores de 15 años de edad.
Para organizaciones como Ipas México, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) y Save the Children ser madre a tan corta edad no es decisión de las niñas ya que existe la posibilidad de que muchos de estos embarazos sean producto de abuso y violencia sexual por hombres adultos cercanos, familiares, amistades o vecinos.
Los hombres, las familias y las comunidades ven los cuerpos de niñas y mujeres como su propiedad, resaltan las agrupaciones civiles; como ejemplo, GIRE reportó en su informe “Violencia sin Interrupción: aborto por violación en México” que en los últimos ocho años en todo el país hubo más de 28 mil denuncias por violación sexual a niñas menores de 15 años.
Sin embargo el problema es aún más grave, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) estima que menos del 10 por ciento de los casos de violencia sexual son denunciados, por ello la violencia sexual y el embarazo forzado en niñas es una silenciosa tragedia en México.
La organización internacional Save the Children asegura que no existen datos oficiales sobre los embarazos producto de una violación y como consecuencia es complicado conocer la situación que atraviesan las niñas embarazadas, que a su vez podrían ser víctimas de violencia y marginación.
Datos de la Secretaria de Salud indican que en 2009, 30 de cada 100 niñas de 10 a 14 años fueron hospitalizadas por presentar un embarazo pero no hay información sobre si fueron producto de una relación consensada.
En su informe “Embarazo y maternidad en la adolescencia: estado de las madres en México” la organización destacó que es necesario visibilizar el embarazo infantil, pues en el periodo de 2013 a 2014 contabilizó a nivel nacional 394 nacimientos de niñas de 10 años.
Las estadísticas no arrojan datos certeros sobre la relación de violencia ni sobre la edad de las parejas de las niñas que se embarazan pero la organización Ipas México hizo un estudio para tener un acercamiento a la edad de estos hombres.
La institución recogió información de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012 y encontró que el 92 por ciento de las parejas de las mujeres que comenzaron su vida sexual a los 12 años de edad eran jóvenes de 15 a 19 años de edad y en otro 3 por ciento ellos tenían más de 30 años.
Para la organización es clara la posibilidad de que estas relaciones entre niñas y adultos no son consensuadas, advierte que entre menos edad tienen las niñas mayor es el riesgo de sufrir violencia y abuso sexual.
Además alertan sobre los riesgos a la salud de un embarazo temprano. En este grupo de edad, la Muerte Materna (MM) es más elevada; en 2014, el 14 por ciento de las defunciones maternas en México ocurrieron en mujeres menores de 20 años de edad, según datos del Inegi.
La principal causa de estos fallecimientos es la preeclampsia (presión arterial alta), pues sus cuerpos al no estar completamente desarrollados son incapaces de llevar a terminó el embarazo.
Ipas México y GIRE coincide al afirmar que sin el acceso a servicios de calidad en salud sexual y reproductiva, sin la atención que las niñas víctimas de violencia necesitan y con las legislaciones que restringe el aborto legal y la falta de seguro en México, las niñas y mujeres se ven obligadas a recurrir a un aborto en la clandestinidad, arriesgándose a ser sujetas de un proceso penal, además de poner en riesgo su salud y su vida.
ABORTO INSEGURO
El aborto inseguro fue la quinta causa de MM en el país en 2015, al registrarse 659 decesos de mujeres por esta causa, de las cuales, 10 por ciento eran menores de 15 años, de acuerdo con Ipas México.
A partir de estas consideraciones el 24 de marzo de 2016 se modificó la Norma Oficial Mexicana sobre Violencia familiar, sexual y contra las mujeres (NOM 046) para que las víctimas de violencia sexual de 12 años de edad o más pueden acceder a un aborto sin que sea requisito presentar una denuncia penal.
Las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual podrán recurrir a la interrupción del embarazo sin necesidad de presentar una denuncia judicial, o consentimiento de sus padres o tutores.
Esta modificación legislativa permite que las niñas y mujeres puedan tomar decisiones libres, informadas y seguras sobre su salud reproductiva.
Sin embargo, GIRE observó en su informe sobre violencia y aborto que aun cuando la ley así lo indica, el desconocimiento de las obligaciones de los prestadores de salud y el afán de imponer sus creencias personales por encima de la salud de las niñas, hacen que todavía existan obstáculos para que ellas accedan a los derechos mínimos que les permitan recuperarse de esta situación de violencia y de un embarazo que nunca debieron tener.
SER MADRE Y NIÑA
Si bien el acto mismo de una violación es devastador para las niñas, tanto en su salud física como mental se deben considerar los peligros y secuelas que enfrentan al tener un embarazo.
Las organizaciones especializadas en derechos sexuales y reproductivos advierten que las consecuencias que atraviesan las niñas cuando presentan un embarazo son devastadoras; no cuentan con servicios de atención prenatal, tienen riesgos de sufrir partos prematuros o complicaciones en el proceso, inclusive su vida corre riesgo ante el embarazo.
Una vez que se convierten en madres las niñas tiene mayor probabilidad de truncar sus proyectos de vida, pueden tener empleos precarios y en general perpetuar los ciclos de pobreza en su descendencia.
Cuando una niña presenta un embarazo pueden abandonar la escuela al sentir vergüenza, miedo al rechazo, discriminan en el ámbito escolar y por si fuera poco se enfrenta a la escases de recursos económicos. De acuerdo con Save The Children las cifras de 2011 indican que el 31 por ciento de las menores de 15 años embarazadas abandonan la escuela.
Ser niñas y ser madres también las obliga a acceder a los trabajos mal remunerados, precarios y con riesgo de sufrir explotación laboral, de acuerdo con la Estrategia Nacional para Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea); por ejemplo, el 7 por ciento de las niñas embarazas de 10 a 14 años tuvieron una actividad mal remunerada en 2015.
El futuro que enfrentan las niñas que son madres es duro, tanto para ellas como para sus hijos e hijas, por lo cual, en 2015 se creó la Enapea que tiene como objetivo reducir un 50 por ciento la tasa de fecundidad en las adolescentes entre 15 a 19 años de edad, además de erradicar embarazos en niñas menores de 14 años para 2030.
16/HZM/KVR
