poder

QUINTO PODER
FEMINISMO
   OPINIÓN
   Quinto Poder
La volubilidad y la histeria, su reivindicación
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Por: Argentina Casanova*
Cimacnoticias | Campeche, Cam.- 04/04/2018

Dos personas pueden mantenerse

sanas, brindarse apoyo, convicción,

amor, masajes, esperanza, sexo.

El camino lento, Marge Piercy

Una mujer puede ser absolutamente racional para la ciencia y los estudios teóricos, y al mismo tiempo ser calificada como voluble, histérica o emocional, porque para arribar a la escena pública, intelectual o de los intercambios sociales afectivos, se espera que asuma un rol asignado desde la impostura emocional como aprendizaje patriarcal, y es cuando se vuelve necesaria la reivindicación feminista de la volubilidad y la “histeria”.

No sólo la noción del "amor romántico" se ha patriarcalizado, también la idea misma de las relaciones humanas regidas bajo la premisa del control y el poder, el subyugamiento y su forma de concebir las emociones.

Vivimos y somos parte de una sociedad en la que hemos sido educadas y educados en un sistema social en el que se apuesta al "ocultamiento" o a la simulación, escondernos detrás de una máscara antes que mostrarnos realmente. Cuanto más encondamos y mejor, más probabilidades tenemos de tener éxito, el control de las emociones hasta domesticarlas, someterlas y por supuesto adormecerlas.

Nos han enseñado que los "sentimientos" no se deben mostrar, que es volubilidad "inestable" y que la "histeria" es cosa de las mujeres. Como una auténtica camisa de fuerza, armadura exterior de la identidad genérica, el sistema patriarcal nos hizo también una máscara interior para aprender a negarnos nuestras emociones y ocultarlas bajo las "cómodas" y lúcidas emocionalidades aceptables.

De tal forma que no hay lugar a la confrontación ni a la reflexión porque ello supone que estás saliéndote de ese deber ser lucido. Sobrevaloramos la lucidez y el autocontrol como parte de lo aceptable en un sistema social en el que solo somos funcionales si respondemos a esos parámetros porque, ante todo ser funcional, útil, servir al sistema productivo, es lo que debe ser; y si el "amor" se ha convertido en una vía para hacerte productivo, se construye la noción de un amor que te haga productivo, no improductivo para este sistema social en el que todo se privilegia a razón de tu utilidad-funcionalidad, al mismo sistema.

Por eso la poesía, el arte, el pensamiento filosófico, la reflexión crítica de lo dado, se convierten en meros accesorios que se salen del parámetro de producción de un bien.

No tener hijos te hace salirte de ese sistema porque dejas de producir "consumidores", pero en un giro de tuercas no reproducirte te hace parte de un sistema "válvula" en el que te sumas a los "cuidadores" del planeta, etc. Y la voluntad de nuevo vuelve a disolverse porque es lo último que necesita el sistema. Que te escuches a ti mismo, que pienses y escuches llanamente tus propios deseos y pensamientos, es lo que no interesa.

Entonces el amor se construye dentro de este sistema social como una práctica sobre la que no hay que reflexionar ni deconstruir, ni analizar, porque solo es "la válvula de escape" que el mismo sistema social te permite para que sigas siendo productivo, pero el amor debe y será bajo los parámetros que dicta el sistema mismo y sus propias reglas.

Impostando emociones que te han dicho que sientas, que vivas, que experimentes, en una suerte no solo de alteración genética sino de la psique amoroso-afectiva para ser lo que es aceptable en este sistema patriarcal.

En medio de esta realidad, cabe preguntarnos ¿podemos desde el feminismo plantearnos una forma de convivencia sin el ocultamiento de las emociones? ¿Cabe la posibilidad de que aprendamos a vivir sin la máscara impuesta al patriarcado bajo la cual se oculta no solo nuestra emocionalidad, sentimientos y otras formas de vivir las relaciones humanas, sino la esencia misma de lo que somos y aprender a re-conocernos?

¿Podemos aceptar que eso que ha sido llamado “volubilidad”, no es sino una expresión de lo humano? ¿que la idea de la “histeria” tan condenada y feminizada, es solo eso, un concepto rechazado por su estigmatización?

Podríamos aproximarnos a sabernos mujeres, personas, conociendo y reconociendo nuestros sentires como sentimientos que han sido cercenados por convencionalismos de un sistema social heteronormado-patriarcalizado en el que, la debilidad no es ponderable, en el que la volubilidad es desde una construcción dicotómica, lo indeseable frente a la estabilidad exigible para ser funcional.

¿Pero qué es lo humano? ¿qué está dentro de lo aceptable y aceptable para quién? ¿Y si volvemos al tiempo de la no institucionalización de la salud mental y aprendemos a mirar el rompecabezas con todas sus partes infinitas como posibles expresiones de todo lo humana que somos...? ¿y si empezamos por despatriarcalizar la noción del ser y la persona?

Quizá así podamos entender por qué la frustración de la no expresividad deriva en la violencia entre personas, entre parejas que eligen golpearse como una forma de aproximarse y romper la detestable soledad radical. Castrados emocionalmente, condenadas y condenados a silenciar las emociones en aras del ser socialmente aceptado.

¿Es el amor un producto del sistema patriarcal-capitalista, o es la forma de entender el amor lo que se ha convertido en un producto más, con etiqueta y características definidas, peso, caducidad y formas de expresión?

* Integrante de la Red Nacional de Periodistas y Fundadora del Observatorio de Violencia Social y de Género en Campeche

18/AC/LGL








ESTADOS
POLÍTICA
   El alcalde la considera incapaz por ser mujer y sin estudios
Discrimina a indígena e impide que sea Síndica Única
Por: Eduardo Contreras
Cimacnoticias/página3.mx | Tuxtepec, Oax .- 05/01/2017

Por el hecho de ser mujer e indígena y no contar con estudios, el presidente municipal de San Juan Bautista Valle Nacional -en la región de la Cuenca del Papaloapan-, impidió que una de las concejales asumiera el cargo de Síndica Única en esa entidad.
 
La concejal de ese Ayuntamiento, Francisca López Sabino expresó las anomalías y la serie de comentarios discriminatorios por parte del recién nombrado presidente municipal constitucional de ese municipio chinanteco, Álvaro Hernández Méndez, durante la sesión solemne de instalación del cabildo el pasado 1 de enero.
 
La regidora expuso que de acuerdo con el acta de mayoría emitida por el Consejo Municipal del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), a ella le correspondía la segunda posición dentro de ese Ayuntamiento, pero el edil no respetó el documento emitido por la autoridad electoral.
 
Denunció que presentaron un acta falsa, diferente a la emitida por el IEEPCO, un documento, donde su nombre aparece inscrito pero en la séptima posición que corresponde a la Regiduría de Educación.
 
“En tres ocasiones me quisieron obligar para que firmara el acta de cabildo, pero no lo hice, entonces me sacaron de la sala porque me negué rotundamente en firmar ese documento”, dijo.
 
La regidora fue tajante al denunciar que el edil de Valle Nacional, Álvaro Hernández, refirió que por ser mujer, indígena y no tener un grado de estudios, se encontraba impedida para poder desempeñarse en la segunda posición dentro del cabildo que corresponde a la Sindicatura Única.
 
Asimismo señaló que el alcalde, previo a la jornada electoral firmó un acuerdo, donde dijo que respetaría las posiciones de cada uno de los regidores si se ganaba la contienda, y ahora que llegaron al poder no quiere cumplirlo.
 
17/EC/KVR








QUINTO PODER
DERECHOS HUMANOS
   QUINTO PODER
Las Comisiones y los DH de las mujeres
CIMACFoto:César Martínez López
Por: Argentina Casanova*
Cimacnoticias | Campeche.- 20/12/2016

A pesar de que la Reforma Constitucional del 2011 creó un nuevo escenario legal de ciudadanización en la elección de las personas titulares de las Comisiones de Derechos Humanos, éste sigue como un tema pendiente en la agenda de México.
 
En la mayoría de las entidades sus titulares son designados por réplica de los Congresos de la decisión del gobernante en turno. Un tema más para la agenda de la Evaluación Periódica Universal que el Estado mexicano deberá responder en 2018.
 
Que sea abogado, sí hombre de leyes y lo demás, es lo de menos. Así parece ser la norma de muchas de las Comisiones Estatales de Derecho en los procesos de renovación que insisten en mantener perfiles patriarcales, dogmáticos e incondicionales de los gobernantes, cerrando el paso a las y los abogadas derecho humanistas, pero también a cualquier persona experta en el área que no haya cursado la licenciatura en derecho, o siéndolo, haya dedicado su trabajo a la defensa de los Derechos Humanos (DH).
 
En el estado de Campeche acaba de concretarse la renovación-imposición, bajo el mismo procedimiento y desde la persistente línea institucional-gubernamental, una vez más dejando fuera todo reconocimiento  y escucha a la ciudadanía representada por la sociedad civil, especialmente por las organizaciones de defensa de Derechos Humanos que impulsaron perfiles derecho-humanistas.
 
Es el absoluto autoritarismo por ejercer el control y el poder y mandar el mensaje de que no se tiene interés por mediar y escuchar, por tomar acuerdos con la sociedad civil que defiende los DH y que apoyan candidaturas independientes, y de defensa a los derechos de las mujeres.
 
Si algo persiste es la intromisión del gobernante en la decisión. No pueden dejar ese “cabo suelto” que consideran más una extensión de sus secretarías que un organismo autónomo para la vigilancia del cumplimiento al respeto de los DH.
 
Esto evidencia que no hay interés de respetarlos o que su cumplimiento avance en el sentido más amplio.
 
El mismo caso se presenta en Querétaro en donde se prepara la reelección del actual titular, que ha estado rodeado de acusaciones en su contra por acoso y hostigamiento laboral, y una vez más como una decisión tomada desde fuera y desde el poder, más pensando en los intereses institucionales y no en los DH.
 
El escenario es el mismo y no ha cambiado a pesar de la reforma constitucional del 2011, que trajo consigo nuevos criterios y compromisos –de ley- aunque no de facto, y son escasos los estados de la República en donde hay verdaderos defensores o defensoras al frente de las Comisiones, aunque dentro de las instituciones cada vez es más frecuente encontrar aliadas y aliados que conocen y saben de la responsabilidad real que implica estar en la institución.
 
El más grave riesgo es el desconocimiento de lo que implica ser y asumirse como una persona defensora de DH y tener claro que no es para hacerle el trabajo sucio al gobernante en turno, ocultar o quizá por ahí bajarle los criterios de evaluación a las faltas cometidas por su policía o sus servidores públicos. No, eso ya no funciona. Para eso tenemos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
 
El  mejor ejemplo que debiera servir de modelo de lo mal que pueden quedar las Comisiones Estatales de Derechos Humanos si no hacen su trabajo, incluso la propia Comisión Nacional, es lo que sucedió con la denuncia de las mujeres víctimas de tortura sexual en el Estado de México, donde fueron violadas por los policías que haciendo mal uso del poder y el control que tuvieron durante la detención las sometieron a la violencia sexual.
 
México ha postergado su informe ante el Comité de Expertas de la CEDAW, pero se espera que a más tardar en 2017 esto se concrete, y/o posiblemente se junte con el Examen Periódico Universal (EPU) en el que estamos casi seguras que México saldrá reprobado.
 
Este tipo de actuaciones de los gobiernos de los estados de manipular los procesos de decisión de las Comisiones de DH constituye la prueba más concreta de que no les interesa la opinión que las organizaciones defensoras tienen, ni las trayectorias que avalan.
 
Los titulares de las Comisiones sólo salen en tiempos de renovación para buscar su aval, pero son escasos los que representan realmente los intereses ciudadanos, que los respalde y escuchen, tal es el caso de San Luis Potosí, donde no sólo fue la promovente de la solicitud de la Alerta de Violencia de Género, sino que trabaja de la mano con las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres.
 
Otro caso parecido es el de la Comisión de Baja California que incluso trabajo en la promoción de la profesionalización de las corporaciones policiacas en materia de género e investigación de delitos de alto impacto contra las mujeres. Pero la última palabra siempre la tendrán las ONG defensoras de cada entidad que conocen mejor sus contextos.
 
Hay excepciones que dan puntos positivos al Estado Mexicano, pero en términos generales y sobre todo en algunos estados de hegemonías políticas, las Comisiones de Derechos Humanos y su ciudadanización son el gran pendiente del que deberá rendir cuentas el Estado Mexicano en el EPU y que tendría que aparecer en el Informe CEDAW por el desinterés en los derechos de las mujeres.
 
* Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.
 
16/AC/KVR/LGL








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