Zona de Reflexión
VIOLENCIA
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Más allá del oportunismo político

Hace poco más de un año, el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, quiso colocarse una medalla al solicitar la Alerta de Violencia de Género para su entidad. Contrario a lo que hizo su antecesor al negar la emergencia ante la grave situación feminicida que enfrenta la entidad, Ávila Villegas reconoció la urgencia.
Cuando el mandatario mexiquense solicitó en julio de 2015 la Alerta de Género, reconocía que en 11 municipios existía un grave problema de seguridad para la integridad de las mujeres de la entidad que él gobierna, entre ellos Naucalpan.
Y no sólo eso, sino que aseguró que la Alerta de Género sería una oportunidad para desarrollar políticas públicas a favor de la vida y la integridad de la población femenina. Su solicitud fue concedida en 19 días, concretándose un 28 de julio del 2015.
14 meses después de emitida la Alerta de Género, los focos rojos, nuevamente, se encienden en aquella entidad. La desaparición de Karen Rebeca Esquivel, el 22 de septiembre en Naucalpan, movilizó, como siempre en estos casos, a la madre de Karen para exigir se buscara de inmediato a la joven de 19 años.
El rostro de Karen circuló por las redes sociales llamando a su localización.

Y casi inmediatamente en la plataforma Change.org se inició la petición para que el mandatario mexiquense Eruviel Ávila Villegas, acelerara su búsqueda. La carta de petición era firmada por la madre de Karen, Becky Espinoza de los Monteros. Dicha petición se cerró el 28 de septiembre con 3 mil 500 firmas de apoyo.
El 25 de septiembre (3 días después de su desaparición) el cuerpo de Karen fue localizado dentro una maleta al lado de Adriana Hernández Sánchez, de quien poco se sabe, pues la exposición mediática del caso no es la misma.
El asesinato de Karen nuevamente indignó a la comunidad mexiquense y al país. Estos casos de feminicidio nos llevan a la pregunta ¿qué se está haciendo mal en las entidades que tienen declarada la Alerta de Violencia de Género?
De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, el punto débil está precisamente en la falta de reacción inmediata de las autoridades tras la denuncia de desaparición de una mujer.
De acuerdo con esta organización, la ausencia de protocolos de reacción y de investigación ante la denuncia de desaparición, hace que las víctimas queden a merced de sus captores.
Los resultados de estas malas actuaciones se documentan con las cifras de mujeres asesinadas en la entidad mexiquense.
Karen Rebeca Esquivel y Adriana Hernández Sánchez tendrían que estar con vida hoy, al igual que las 50 mujeres que han sido asesinadas de enero a abril de este año en el Estado de México, según informó la organización Suma y Mujeres en Cadena.
No basta la declaración de Alerta de Género si no hay un verdadero compromiso de los gobiernos para proteger la vida e integridad de las mujeres. No bastan las campañas que buscan que la sociedad actúe, si no pone el ejemplo la autoridad y actúa de inmediato ante cualquier denuncia de desaparición de una mujer.
La oportunidad que decía tener Eruviel Ávila en 2015 con la Alerta de Género se le fue de las manos; tanto como la vida de las mujeres que siguen siendo asesinadas en la entidad que él gobierna.
Es necesario rebasar el oportunismo político para ingresar a una verdadera era de gobernabilidad donde sea prioritario garantizar la vida de las mujeres, pues detrás de cada feminicidio que ocurre y queda impune, el mensaje para la repetición se vuelve a escribir con letras de sangre femenina.
Basta de presuntos asesinos exprés (un franelero); basta de encontrar móviles fáciles como lo expresado por el procurador estatal, Alejandro Gómez, quien asegura que el crimen contra Karen se debe a “una rencilla”, con su supuesto asesino.
¿Realmente piensan que 500 mil pesos sustituirá la investigación ministerial para darle justicia a Karen y su familia? No lo creo.
El mandatario mexiquense que está por salir, vio la oportunidad de colocarse una medalla al solicitar la Alerta de Género; los flacos resultados después de la Alerta le dejan la medalla de haberla solicitado, pero no la de eliminar el feminicidio en el Estado de México.
*Periodista y feminista, Directora General de CIMAC
Twitter: @lagunes28
16/LLH/LGL
VIOLENCIA
ZONA DE REFLEXIÓN
Dónde están las Buenas Noticias

Ahora que nos han llenado de comerciales sobre la importancia de las buenas noticias, me quedé pensando qué buena noticia podrían tener las mexicanas.
Por más que busqué, no encontré las buenas noticias, por el contrario, las malas noticias, aquellas que afectan a las mujeres crecen y crecen. Y son tan graves, que es éticamente imposible dejar de mencionarlas.
En un pincelazo hecho por varias organizaciones el pasado 24 de agosto en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el Encuentro “Cumplir para Avanzar México ante el 9° informe periódico de la CEDAW 2016” -que se realizó del 24 al 26 de agosto por la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos-
las malas noticias fueron muchas y cuentan mucho en la vida, integridad y desarrollo de las mexicanas, sus familias y el país.
Estamos frente a un problema de seguridad nacional. En 21 entidades federativas se ha solicitado la Alerta de Violencia de Género ante el incremento de violencia contra las mujeres y la impunidad que impera sobre el feminicidio. Es decir, 66 por ciento del territorio nacional está llamando a salvar la vida de sus ciudadanas y se encuentra con oídos sordos, con actitudes políticamente correctas del funcionariado que busca cuidar las espaldas a su gobernador.
A este panorama de violencia contra las mujeres se suma la violencia política, recrudecida por la omisión e inacción del Estado en entidades como Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
El embarazo temprano sigue en aumento, y niñas de entre 10 y 12 años están siendo madres con todas las consecuencias negativas que esto trae. Podemos creer que detrás de cada niña embarazada hay violencia, sí.
En Chiapas, por ejemplo, 12 por ciento de las niñas menores de 12 años presenta embarazos y se casan, informó la abogada chiapaneca Martha Figueroa, durante el Encuentro “Cumplir para Avanzar, en donde no solamente se habló del incremento de la violencia contra las mujeres sino de la saña con la cual se les asesina; por ejemplo, en Guerrero, donde las mujeres están siendo lapidadas y en algunos casos presentan signos de canibalismo, explicó la guerrerense Marina Reyna Aguilar.
No, no hay buenas noticias que contar en cuanto al cumplimiento del Estado para la protección efectiva de los Derechos Humanos de las mujeres; situación que se ha visto agravada en estos 4 años de gobierno de Enrique Peña Nieto. Como ejemplo, el informe que tenía que presentar el Estado Mexicano ante la CEDAW para este año se ha pospuesto para el 2018.
La persecución contra las mujeres por aborto se incrementó de 2008 a 2016; de acuerdo con investigaciones hechas por la doctora Lourdes Enriquez, en 8 años las mujeres presas por homicidio en razón de parentesco -que es como se está juzgando a las mujeres que abortan intencionalmente o no- pasó de 80 casos en 2008 a 600 en el primer semestre de 2016.
De estas 600 mujeres en reclusión, 60 por ciento fueron juzgadas por aborto y de ellas, 40 por ciento bajo la premisa de homicidio en relación al parentesco, es decir, se está equiparando un producto en gestación con una persona viva, lo cual implica una aberración jurídica, explicó Enriquez.
A la ausencia de buenas noticias ahora se avizoran otras más, como la ausencia de las mujeres en las cinco prioridades anunciadas por el ejecutivo federal para los próximos 2 años.
Otra mala noticia es que el borrador que actualmente se discute en el Senado sobre la Ley General de Víctimas, elimina a las víctimas de violencia sexual. De concretarse, dejará en desprotección a las mujeres y niñas víctimas de delitos sexuales, negándoles la atención integral, la reparación del daño y violando el principio pro persona que mandata nuestra Constitución.
No es que no queramos dar buenas noticias, pero cuando se tiene enfrente un panorama tan doloroso e indignante, las buenas noticias son las que hacen falta.
16/LLH/LGL
Participación Política de las Mujeres
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El discurso de los privilegios

No cabe duda que los privilegios masculinos están fuertemente resguardados por los hombres. Perderlos no es fácil y argumentos para asegurarlos hay, sobre todo cuando se trata de cuestionar a las mujeres que buscan tomar lo que por derecho les toca.
Estos hombres, los del discurso a favor de los privilegios masculinos, se parecen al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump: dicen buscar lo mejor, sin importar que sea rechazando, discriminando y fomentando la desigualdad.
Algo así estamos observando ahora. En pleno proceso para la renovación de siete magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), los señores del poder sobre la justicia han logrado la fórmula perfecta para mantener la mayoría de los asientos y “ceder” dos lugares para las mujeres.
Incluso, algunos realmente se sienten orgullosos de este acto de “desprendimiento” al lograr pasar –casi como hazaña, como en milagro y hora que la violación al principio de laicismo está de moda– de uno a dos lugares para las mujeres. Acto más noble no puede caber, pues de los siete lugares que se renovarán ellos se quedan con cinco.
Pese a la evidente desigualdad del proceso, ahora en manos del Senado, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y algunos senadores han logrado mantener el “equilibrio” para este cambio en las magistraturas de la Sala Superior del Tribunal Electoral, a la que tocará, ni más ni menos, resolver los conflictos legales durante los proceso electorales de Estado de México en 2017, las elecciones presidenciales de 2018, así como 29 elecciones estatales.
Veamos el equilibrio: de 126 aspirantes registrados al inicio del proceso 20 eran mujeres, en la segunda etapa de 42 aspirantes 10 eran mujeres, al final de 21 candidatos 6 son mujeres.
Claro que argumentos para mantener los privilegios hay, y miremos si no. En julio pasado el magistrado del TEPJF, Manuel González Oropeza, afirmó que en la renovación de la Sala Superior lo “deseable” era privilegiar el mérito a la equidad del género.
La afirmación sonó maravillosa, quién quiere funcionarios mediocres, magistrados que no sepan o que su ética se acomode al mejor postor, ustedes me dirán. ¡Claro!, queremos que sean los méritos los que cuenten, pero también para ellos.
Sí, que demuestren méritos quienes han mantenido su posición de poder en la mayoría de los cargos públicos y los puestos de decisión, quienes por ejemplo decidieron invitar a la casa a quien la insulta. Sí, hablo de la invitación que Enrique Peña Nieto hizo a Donald Trump para venir a México.
¿POR QUÉ ESTA EXIGENCIA?
Cómo diría la filósofa Amelia Valcárcel, la meritocracia debe funcionar para todas y todos. Exigirla sólo para una parte –la que ha sido excluida– y dar por sentado que los otros –los de poder y los privilegios– ya tienen el mérito incluido sólo por ser hombres, es un argumento que busca justificar que ellos sigan teniendo el mayor número de sillas en todos lados.
En días pasados, diversas organizaciones civiles y personalidades a favor de la democracia llamaron a que en esta renovación de la Sala Superior del Tribunal Electoral se tomaran en cuenta los principios de legalidad, integralidad, honestidad, justicia e independencia de los partidos políticos, al momento de la selección de quienes ocuparán las siete sillas que en unos días estarán vacantes.
¿Por qué esta exigencia?, sencillamente porque en las cifras del Informe País sobre la Calidad de la Ciudadanía en México (INE, 2014), las instituciones encargadas de impartir justicia son parte del problema y tienen los más bajos niveles de confianza.
Los jueces ocupan el quinto sitio con los menores niveles de confianza ciudadana (25 por ciento) sólo superados por los policías (22 por ciento), sindicatos (21 por ciento), partidos políticos (19 por ciento) y diputados (18 por ciento). Todos estos integrados mayoritariamente por hombres.
Sin duda alguna hay guardianes fuertes y aguerridos que defienden los privilegios masculinos, aun cuando el juicio de la historia demuestre que los méritos no han sido los que les han dado el poder, sino que el poder les ha dado los méritos para seguir en él.
* Periodista y feminista, Directora General de CIMAC
Twitter: @lagunes28
16/LLH/GGQ
DERECHOS HUMANOS
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Otro mundo, necesario y posible
Otro mundo, necesario y posible

Desde hace 15 años, miles de personas de todo el mundo se reúnen en algún lugar del planeta bajo una idea: otro mundo es necesario y posible, un mundo donde la igualdad sea el piso por el cual camine la humanidad.
Este espacio nació en 2001, en Porto Alegre, Brasil bajo el nombre Foro Social Mundial y en medio del auge de los gobiernos sociales emergentes del cono sur. Por primera vez, este año se realizó en un país del norte, en las tierras del maple, en Montreal, Canadá, en medio de los cuestionamientos sobre las mineras canadienses que explotan a cielo abierto grandes territorios de Mesoamérica.
A lo largo de los años se han sumado temas a este nuevo mapa mundial que se intenta construir desde lo humano. Por ejemplo, en esta emisión, el derecho a defender Derechos Humanos y el rechazo a las políticas extractivistas, al fracking, a los paraísos fiscales, a la corrupción y a la impunidad.
En esta construcción de la hoja de ruta del nuevo mundo, las feministas han estado presentes desde el inicio de este ejercicio ciudadano y en este año no fue la excepción.
En este nuevo mundo las defensoras no son asesinadas, como sí sucede en México, en Honduras, Pakistán o la India. En este nuevo mundo, necesario y posible, las mujeres no son violentadas ni asesinadas, se respeta su autonomía y su libertad. Sus cuerpos no son mercancía ni para el sexo, ni para la maternidad de otros.

Todas y cada una de ellas, en todas las etapas de su vida, gozan de los mismos derechos y tienen las mismas oportunidades para ejercerlos plenamente.
Las razas, creencias religiosas, identidades genéricas, las etnias, los idiomas no son motivos de discriminación. Sin importar el lugar donde se nazca, todas las personas se desarrollan plenamente y respetan el planeta.
El derecho a la comunicación, la libertad de expresión y de información están garantizados por medios libres.
Ningún ser humano es perseguido por cruzar de un lugar a otro el mundo, no se crean muros ni se criminaliza la migración.
La niñez no va a la guerra, las niñas no son madres y las madres que así lo deciden no mueren por falta de atención.
Para llegar a este mundo, necesario y posible, aún hay barreras que derribar, por ejemplo, que los países sedes del encuentro permitan el ingreso de las personas participantes. En el caso de Canadá, de las 35 mil personas registradas de 125 países, fueron negadas 70 por ciento de las visas.
Desde América Latina llegaron las voces de Honduras, Brasil y México. Berta Zúñiga, hija de la defensora hondureña asesinada en marzo de 2016, llevó la voz de su madre, “una mujer indígena, rebelde gestora de la vida, que fue asesinada por su lucha por defensa de la tierra, de los ríos, por su lucha anticapitalista, antirracista y antipatriarcal”.

También estuvieron presente las defensoras de Ciudad Juárez, quienes exigieron dejar de ser nombradas como “las muertas de Juárez”, porque “no estamos muertas, estamos vivas luchando”, como aseguró Itzel González, durante la Conferencia Voces en Resistencia desde las Alternativas.
Sí, otro mundo es necesario, porque este no aguanta más corrupción, sangre, miseria, guerra, desigualdad.
*Periodista y feminista, Directora General de CIMAC
Twitter: @lagunes28
16/LLH/GGQ
