Argentina
Aborto
Por séptima ocasión presentan ante Congreso proyecto de IVE
Argentinas marcharán por despenalización del aborto

La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Argentina, presentó el día de ayer, ante la Cámara de Diputados, el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), iniciativa que busca despenalizar el aborto sin importar las condiciones bajo las cuales se produzca el embarazo.
En un comunicado emitido por la Campaña, las organizaciones de mujeres presentaron por séptima ocasión el Proyecto y pidieron que el Estado argentino legalice el derecho de decisión voluntaria al aborto en condiciones sanitarias “adecuadas”.
El Proyecto cuenta con 13 artículos encaminados a eliminar las “trabas médicas y judiciales que niegan o demoran en numerosas ocasiones” la posibilidad de llevar cabo un aborto seguro. Propone reformar los artículos 85, índice 2, 86 y 88 del Código Penal de la Nación, que niegan a las mujeres el derecho a un aborto legal, aún cuando la vida de éstas corra peligro.
Actualmente el Código argentino penaliza de 1 a 4 años de prisión a quien realice un aborto con el consentimiento de la mujer y con un máximo de 6 años a quien lo realiza si la mujer muere durante el procedimiento. También contempla sanciones de inhabilitación y el doble de condena para el personal de salud que lo realice.
En Argentina el aborto sólo es permitido por violación y por peligro a la vida o la salud.
Ante ello el Proyecto de Ley propone derogar el índice 2, del artículo 86 que establece “que si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente” deberá pedir el permiso legal de su representante o tutor.
La propuesta también plantea que la interrupción del embarazo se realice dentro de las primeras 14 semanas de gestación, y que se incluyan las causales de “malformaciones fetales graves y el riesgo psíquico o social de la mujer.”
El Proyecto IVE exige que el Código Civil y Comercial de la Nación analice la interpretación del artículo 26, referente a los “tratamientos invasivos” y “tratamientos no invasivos” en el caso de adolescentes de entre 13 y 16 años de edad.
Con este Proyecto las organizaciones buscan reducir la mortalidad materna de las mujeres y adolescentes así como ser parte de los países donde el aborto inducido está permitido como Puerto Rico, Cuba, Uruguay, México, entre otros. Resaltaron que la “prohibición no evita que las mujeres se realicen abortos, sino que los convierte en una práctica de mayor vulnerabilidad”.
A pesar de que Argentina cuenta con el Protocolo de Atención Integral para las personas con derecho a una Interrupción Legal del Embarazo (ILE), las organizaciones mencionaron que éste no es acatado en todos los hospitales y centros de salud del país, lo cual dificulta el acceso de las mujeres a un aborto seguro.
De acuerdo con datos de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en este país se realizan entre 370 mil y 520 mil abortos al año, muchos de ellos en condiciones inseguras. De éstos, se estima que 49 mil mujeres son hospitalizadas debido a complicaciones por abortos realizados en estas condiciones.
El Proyecto IVE con número de expediente 4161-D-2016 está firmado por más de 40 diputados y diputadas de diversos bloques políticos, encabezado por las diputadas: Victoria Donda (Libres del Sur), Brenda Austin, de la Unión Cívica Radical (URC), Mónica Mancha de la Coalición del Frente para la Victoria, (Fp-V-PJ) y Romina de Plá del Partido Obrero/Frente de Izquierda de los Trabajadores (PO/FIT).
SUMARÁN ESFUERZOS EN MARCHA POR EL 8 DE MARZO
Como parte de las acciones para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las feministas que integran la Campaña Nacional convocaron a la marcha que se realizará este jueves cuya consigna será “Educación sexual para decidir, Aborto legal para no morir y Anticonceptivos para no abortar”. Al final de ésta realizarán una Asamblea en la que darán lectura al consenso de todas las organizaciones sobre el aborto y otros temas.
Cabe recordar que en febrero de este año se llevaron a cabo otras movilizaciones como el “Pañuelazo” y “Tuitazo” con el hashtag #AbortoLegalYa, para promover la aprobación del Proyecto de Ley, expresó la integrante de la Campaña, Patricia Lourdes.
18/AEG/LGL
VIOLENCIA
Estado garantiza apoyo económico, psicológico y educación
Aprueban en Buenos Aires, Ley para niñez en orfandad por feminicidio

En diciembre de 2014 en Buenos Aires, Argentina, Brisa y sus dos hermanos fueron testigos de cómo su padre asesinó a su madre Daiana Barrionuevo, y arrojó su cuerpo en un río de la ciudad de Moreno. El asesino declaró a la policía local que la madre los había abandonado por otra pareja. Nadie la buscó. Un mes después su cuerpo fue hallado y el hombre detenido.
Brisa, de entonces 2 años de edad y sus hermanos de 7 años ambos, quedaron en la orfandad, al cuidado de la hermana de su madre, Cintia Barrionuevo, quién además tiene tres hijos. El caso se hizo público y visibilizó que la violencia feminicida tiene afectaciones también a las hijas e hijos de las víctimas y cargas económicas para las familias, por lo que se dio paso a la creación de la “Ley de reparación económica para niñas, niños y adolescentes víctimas colaterales de feminicidio en Buenos Aires”, aprobada por la legislatura local el primero de septiembre de 2017.
La “Ley Brisa” -como también se le conoce motivada por el caso- establece un régimen de reparación económica a la niñez y adolescencia cuyo “progenitor haya sido procesado o condenado como autor, coautor o cómplice del delito de feminicidio de su pareja”.
El gobierno local está obligado a realizar un aporte económico mensual por cada víctima, y dicho apoyo es compatible con otras percepciones monetarias como la cuota alimentaria que debe otorgar el progenitor.
La iniciativa la impulsaron las organizaciones no gubernamentales “Casa del Encuentro” y la “Defensoría del Pueblo”. Para el desarrollo de esta Ley realizaron una investigación en la que registraron dos mil 518 hijos e hijas víctimas de feminicidio en Argentina entre los años 2008 al 2015, de los cuales 64 por ciento eran menores de edad, es decir mil 617 quedaron en la orfandad. En todos estos casos el perpetrador del crimen fue el padre de las víctimas.
Por esta razón la “Ley Brisa” se concentra en la reparación del daño en los casos en los que el padre o pareja de la víctima es quien comete el delito, argumentan las asociaciones, y calculan que en promedio cada semana en Argentina seis menores de edad quedan en la orfandad por un feminicidio.
La Ley establece que el Estado argentino tiene la responsabilidad de garantizar tres ejes básicos para resarcir el daño a la orfandad por feminicidio: la contención y atención psicofísica; el desarrollo educacional; y la asistencia económica a las personas que tomen a su cargo el cuidado de los niños, niñas y adolescentes.
Estos apoyos serán extendidos hasta que las víctimas cumplan los 21 años de edad y para los casos en que presenten alguna discapacidad el recurso no tiene tiempo límite. Para obtener el apoyo únicamente tienen que demostrar que residen en Buenos Aires.
En el caso de la salud la Ley estipula que las víctimas colaterales del feminicidio tendrán derecho a una cobertura integral médica asignada por el Estado, y esta debe contemplar las necesidades de salud física y psíquica por tratarse de una violencia a la que pudieron estar sometidos por un largo tiempo hasta el asesinato de su madre.
“La vivencia del asesinato de la propia madre a manos del padre constituye un trauma severo. El impacto psicológico y los síntomas en las niñas y los niños son múltiples y complejos. En el ámbito emocional un profundo desconcierto, confusión, sentimientos de culpa, miedo, rabia, tristeza, descenso de la autoestima y sensaciones de impotencia”, describe el proyecto de Ley.
De acuerdo con las metas de las organizaciones el siguiente paso en Argentina es conseguir que la “Ley Brisa” sea Federal, con el fin de que todos los hijos e hijas de víctimas de feminicidio del país pueden acceder a la reparación integral del daño como es su derecho.
MIENTRAS TANTO EN MÉXICO…
En el caso mexicano los esfuerzos por resarcir el daño a los hijos e hijas víctimas de feminicidio apenas se comienzan a vislumbrar y son mínimos si se considera que en promedio cada día siete mujeres son asesinadas en el país, según Naciones Unidas.
Sin ninguna política de Estado capaz de reconocer los Derechos Humanos de estas víctimas secundarias, apenas existen tres proyectos que buscan brindarles apoyos sociales. Por ejemplo, en Jalisco este año a las hijos e hijas de víctimas de feminicidio se les da un recurso económico y atención psicológica, sin embargo únicamente es extendida para 66 víctimas por el periodo de un año.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, lugar reconocido a nivel mundial por el fenómeno del feminicidio desde los años noventa, los apoyos son dispersos y se extienden a becas de estudio y compra de materiales escolares.
En el Estado de México, donde se encuentra el municipio de Ecatepec considerado también por la ONU como el más peligroso para las mexicanas, en 2017 se comenzaron a dar becas escolares a la niñez y adolescencia en orfandad por feminicidio.
A pesar de la existencia de estos programas no se cuenta en México con cifras que dimensionen dónde están, en qué situaciones viven y cuáles son las necesidades de las hijas e hijos víctimas de feminicidio.
17/HZM/LGL
Aborto
Estados promueven o facilitan regresión en DH de mujeres
Se fortalecerán alianzas para despenalización del aborto en AL

Organizado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y Amnistía Internacional, el encuentro-debate sobre el aborto en la agenda legislativa desbordó la sala del Congreso, donde se realizó el martes pasado.
El encuentro fue convocado para tratar el panorama del aborto en la región y por qué en Argentina no se trata el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo; el rol de las organizaciones y los números que revelan un grito urgente: #AbortoLegalYA. Esta es la crónica:
El auditorio está lleno, tanto que traen sillas de otras salas para que se sienten las mujeres que están paradas. No alcanza: siguen llegando, el auditorio desborda para escuchar este encuentro debate: “Es la violencia de género, que se extiende en toda la región, la que sigue siendo uno de los fracasos más deplorables de los Estados en las Américas”, dice Erika Guevara Rosas, directora Ejecutiva de la Oficina Regional para las Américas en Amnistía Internacional, en la conferencia inaugural.
Sigue: “Los Estados de la región no sólo tienen una deuda pendiente para atender la violencia contra las mujeres y las niñas en manos de terceros, sino que sus legislaciones, sus políticas públicas y prácticas están causando daños y sufrimiento a millones de mujeres y niñas en toda la región, constituyendo una de las más graves formas de violencia estructural”.
FORTALECIMIENTO DE ALIANZAS
Erika anuncia la fortificación de alianzas con movimientos de mujeres para apoyar la lucha por la despenalización del aborto en toda la región y traza un mapa de la situación:
Más de la mitad de los embarazos son no deseados o no planificados en América Latina o El Caribe, tasa que se mantiene sin cambios desde los años 80.
El 97 por ciento de las mujeres en edad reproductiva en América Latina y El Caribe viven en países donde el aborto está severamente restringido por la ley o, en muchos casos, penalizado totalmente y bajo cualquier circunstancia.
En el año 2016, al menos el 10 por ciento de todas las muertes maternas en la región se debieron a abortos clandestinos e inseguros.
El Salvador es uno de los países en el mundo donde las muertes maternas no han disminuido, sino que se han incrementado desde el 2013.
En Argentina, las complicaciones relacionadas con el aborto siguen siendo la primera causa de muerte materna directa desde los años 80.
Alrededor de 760 mil mujeres fueron hospitalizadas el año pasado por complicaciones de aborto inseguro en toda la región.
Se calcula que alrededor de 2 mil mujeres latinoamericanas mueren cada año debido a abortos inseguros.
Agrega Erika Guevara: “Tradicionalmente, las recomendaciones sobre la violencia contra las mujeres están centradas en una serie de medidas que el Estado debe tomar para erradicar y prevenir la violencia contra las mujeres perpetradas por terceros, sin embargo hoy en día son los propios Estados de la región los que promueven y facilitan un ambiente regresivo de Derechos Humanos para las mujeres y las niñas, y su causa más próxima es la existencia de leyes, políticas públicas o practicas violatorias de los derechos sexuales y reproductivos”.
La situación, alarmante, tiene de la vereda de enfrente la organización y lucha. Erika rescata la experiencia de la Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito como un “hito importantísimo en las formas de organización de las mujeres por la demanda de sus derechos” y concluye: “El Estado no sólo debe aprender de la fuerza de este movimiento, sino asegurarse de que sus demandas se conviertan en políticas claras”.
PROYECTO EN ARGENTINA
En Argentina, el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo se presentó por sexta vez el 30 de junio de 2016. El recorrido legislativo que debe hacer para convertirse en ley empieza por la Comisión de Legislación General, presidida por el diputado nacional, Daniel Lipovetzky, quien en diálogo con lavaca se manifestó a favor, pero aún no trató el proyecto.
Desde el panel de debate que comenzó con Susana Chiaroti, miembro del Comité de Expertas en violencia contra la mujer (OEA), se recalcó la necesidad del tratamiento urgente del proyecto. Edurne Cárdenas, del Centro de Estudios Legales y Sociales, fue la encargada de continuar con el debate, planteando a cinco años del caso FAL los avances y obstáculos de la implementación del fallo.
Mario Sebastiani, director de obstetricia del Hospital Italiano fue contundente: “No se puede permitir decir que hay salud pública en un país donde el aborto está penalizado. Es inadmisible que cuando estoy en la función pública lleve mis creencias en vez de poner en marcha políticas públicas que beneficien a la población. Quitémosle a los que tienen cargos públicos la inmoralidad de traer acá sus creencias”.
La encargada de cerrar el panel fue Ruth Zurbrigen, quien explicó el trabajo de Socorristas en Red, que en los últimos tres años acompañaron en su decisión de abortar a 7 mil 958 mujeres.
*Este artículo fue retomado del portal lavaca.org
17/RED/GG
VIOLENCIA
Otra propone dar recursos a mujeres para alejarse de agresor
Ley argentina podría alejar a padre agresor de hijas e hijos de víctima

En enero de 2008, Rosana Galliano fue asesinada a balazos por encargo en Exaltación de la Cruz, un municipio rural a 80 kilómetros de la capital de Argentina. Quien ordenó su muerte fue su exmarido, José Arce, condenado por la justicia a prisión perpetua.
Nueve años después, Arce goza del beneficio del arresto domiciliario por motivos de salud y vive con los hijos de la pareja, dos varones que hoy tienen 13 y 12 años.
Organizaciones de mujeres sostienen que hay decenas de situaciones parecidas en Argentina, cuya sociedad se ha mostrado particularmente sensibilizada en los últimos años por casos de violencia de género.
La respuesta fue salir a las calles: desde 2015, una extraordinaria movilización social que se mantiene hasta hoy ha instalado el tema en la agenda pública y ha obligado a los políticos a ocuparse del fenómeno de las altas cifras de feminicidios o femicidios, como se tipifica a los asesinatos de mujeres por razón de su género.
Así, el caso de los hijos de Rosana Galliano fue el principal disparador de una ley sancionada el 31 de mayo por el legislativo Congreso de la Nación, que priva de la responsabilidad parental a quien sea condenado como autor, instigador o cómplice del asesinato de la madre/padre de sus hijas o hijos.
El mismo castigo se le aplica, dice la ley, al responsable de lesiones graves contra el otro progenitor o contra los hijos/hijas y de delitos sexuales contra estos últimos.
“Hemos recibido consultas por una cantidad de casos similares al de los hijos de Rosana Galliano, que no llegan a los medios de comunicación porque las familias de las mujeres asesinadas no quieren hacerlos públicos”, dijo Ada Rico, presidenta de La Casa del Encuentro, una organización con sede en Buenos Aires que combate la violencia, el abuso y la discriminación hacia las mujeres.
FEMINICIDAS, SIN RESPONSABILIDAD PARENTAL
“Nosotras presentamos en 2014 un proyecto orientado a privar a los femicidas/feminicidas de responsabilidad parental, se discutió junto otros siete similares y se alcanzó un consenso. Es una norma que seguramente va a ser copiada por otros países”, añadió en diálogo con IPS.
La Casa del Encuentro comenzó en 2008, ante la ausencia de estadísticas oficiales, a recopilar la información publicada por los medios de comunicación sobre muertes violentas de mujeres por razones de género en este país sudamericano con una población cercana a los 44 millones de personas.
Se trata de lo que, ese mismo año, fue definido como femicidio, durante una reunión del Comité de Expertos del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belem do Pará, el instrumento interamericano sancionado en 1994 para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres.
El Congreso argentino se puso en sintonía en 2012, cuando impuso la pena de reclusión perpetua a quien mate “a una mujer, cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”.
Hasta entonces, un hecho de esas características encajaba dentro de la definición de homicidio simple, penado con un máximo de 25 años de prisión.
Sin embargo, esta novedad no sirvió para que disminuyera la violencia contra las mujeres en el país. Las estadísticas de la Casa del Encuentro demuestran que los femicidios/feminicidios se han mantenido medianamente estables en un muy alto nivel: 255 en 2012, 295 en 2013, 277 en 2014, 286 en 2015 y 290 el año pasado.
Entre los cientos de casos, hubo uno que alteró por completo la vida de una comunidad del interior del país y terminó por sacudir al país. Chiara Páez, una adolescente de 14 años, desapareció un domingo de mayo de 2015 en Rufino, provincia de Santa Fe.
Buena parte de los 20 mil habitantes de la localidad salieron a buscarla, pero finalmente la policía la encontró enterrada en la casa de los abuelos de su novio, un chico de 16 años que confesó que la había matado a golpes. La autopsia reveló que Chiara estaba embarazada y que había tomado una medicación para abortar.
Unos días más tarde, cientos de miles de personas marcharon por las calles de Buenos Aires y de las principales ciudades del país para exigir un freno a la violencia machista. “Ni una menos” fue la consigna ideada por un grupo de activistas feministas y periodistas, que buena parte de la sociedad argentina hizo suya de inmediato.
Desde entonces, la marcha de “Ni una menos” se realiza anualmente, con convocatorias multitudinarias y su última edición fue el 3 de junio. Mujeres y hombres coparon la emblemática Avenida de Mayo –que une el Congreso Nacional y la Casa de Gobierno, en Buenos Aires- y una de las oradoras centrales fue Nora Cortiñas, prestigiosa dirigente de la organización humanitaria de Madres de Plaza de Mayo.
En el documento de la movilización se advirtió que muchas mujeres son asesinadas a pesar de haber denunciado ser víctimas de violencia y se señaló que, por eso, “el Estado es responsable de su desprotección y de su muerte, junto con el femicida/feminicida”.
Además, se reclamó el cese de la discriminación a las mujeres en el ámbito laboral y se exigió la despenalización del aborto, de manera que éste sea “libre, legal, seguro y gratuito”.
“La violencia contra las mujeres no va a disminuir rápidamente porque está vinculada principalmente a factores culturales muy marcados en la sociedad, como el mayor valor del hombre en todos los ámbitos”, dijo a IPS la médica presidenta de Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, Mabel Bianco.
“Además aún falta las respuestas gubernamentales. Se debe diseñar un protocolo que unifique las conductas a seguir en todo el país ante las denuncias de violencia de género”, explicó.
Actualmente, detalló la especialista, “en la mayoría de los casos la mujer hace la denuncia pero no hay un acompañamiento para saber qué le pasa después. Y cuando los jueces ordenan el alejamiento o exclusión del domicilio del agresor, esto no se cumple y la mujer no tiene defensa”.
Entre los resultados de la movilización social se incluye que, en 2015, finalmente el Estado comenzó a realizar estadísticas de femicidios/feminicidios. Están a cargo de la Corte Suprema de Justicia, que a fines de mayo presentó sus números correspondientes a 2016: fueron asesinadas por razones de género 254 mujeres, 19 más que el año anterior.
En el informe de este año la Corte discriminó por primera vez entre “mujeres biológicamente femeninas” y travestis, un colectivo en el que se registraron cinco asesinatos por cuestiones de género el año pasado.
El Congreso, por su lado, no se quedó solo en la ley de responsabilidad parental. El mismo día en que esta fue aprobada, se le dio media sanción en el Senado a otras dos normas vinculadas con la violencia de género.
Una de ellas establece una ayuda económica estatal para las mujeres que, por falta de recursos, no puedan alejarse del agresor.
La otra instrumenta un subsidio para las familias que críen a los niños cuyas madres hayan sido víctimas de femicidios/feminicidios. Los dos proyectos deben ser debatidos ahora en la Cámara de Diputados para convertirse en leyes.
*Este artículo fue publicado originalmente por la agencia internacional de noticias IPS.
17/DG/GG
VIOLENCIA
Presentarán una denuncia contra Ministerio de Seguridad
Fotógrafas agredidas por la policía tras marcha 3J en Buenos Aires

Cuando ya se dispersaba la marcha del 3J --realizada el sábado en la capital argentina con las consignas #NiUnaMenos, #VivasNosQueremos y con el reclamo de que El Estado es responsable de la violencia hacia las mujeres-- un grupo de fotógrafas fueron reprimidas por la Policía Federal con gases, agua y balas de goma.
Alelí Acuña, de 32 años de edad, periodistas de Télam y una de las agredidas, informó al sitio lavaca que la acción de la policía sucedió entre las 8:15 y las 8:20 de la noche, al finalizar la marcha del 3J, que había sido “esplendorosa y pacífica”, encabezada por la Campaña Nacional por el Aborto Legal.
Ella estaba cerca del metro (subte D), donde había un grupo pequeño de mujeres “en tetas” en torno a una pequeña fogata, cantando. Estaba ahí junto con un grupo de 10 fotógrafos cuando se escuchó el primer disparo de gas y fueron a registrar lo que ocurría, junto a la Catedral.
Eran entre 40 y 50 policías, entre civiles y uniformados, formados detrás de una valla con la Catedral atrás. Se acercó y, buscó un hueco entre ellos, tomó la primera foto, era una mujer oficial. Cuando iba a sacar la tercera fotografía, de la tercera fila le dispararon gas pimienta, en la boca.
Logró fotografiar al policía, pero se empezó a ahogar, los ojos irritados. “Me entró en la boca y de a ratos me arde y siento el gusto. La cámara y el celular me quedaron todos impregnados”. Aun así siguió al policía, quien se refugió en la valla y regresó con una escopeta.
Lanzaron entonces agua y volvieron a lanzar gases. “El objetivo puntual era que no sacáramos fotos, porque tiraban al grupo de fotógrafos y fotógrafas”, relató.
Polly Palacios, fotógrafa free-lance relató a lavaca que “los policías se armaron todos atrás de la valla. Ahí veo a muchos fotógrafos que se acercan y empiezan a sacar fotos. Me acerqué para ver lo que estaba pasando: sólo estaban tomando imágenes.
Entonces, continuó su relato, veo que llega caminando un policía y le tira a una chica que estaba pegada en la valla. Era Alelí. No había nadie tirando cosas, sólo tomando fotos. Ya habían tirado gas desde antes, no te podías acercar mucho: estaban como manteniendo una distancia. Incluso le tiraron gas a una señora que era asmática”.
La señora es Mónica Buján, motociclista (motoquera), de 55 años que sufre asma y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Dijo que ella tomó fotografías de cuando tiraron gas a Alelí y aclaró que no fue la policía la agredida sino al revés. Sus imágenes, junto con las de Polly Palacios, Aleli Acuña y otras fotógrafas dan cuenta ello.
Buján relató a lavaca entre toses: “No soy fotógrafa profesional, sólo cubro estas movilizaciones porque me interesa dejar registro. Soy motoquera y fumigadora. “Tengo asma, EPOC y estoy con nebulizaciones. A mí también me tiraron”.
Denuncia que cuando se acercó a tomar fotografías a los policías, le tiraron gas pimienta a menos de 10 centímetros de distancia. “Yo respiro por la boca, así que tragué todo el gas. Me ahogué mal, muy mal. Creí que me iba a dar un paro: ya tuve dos en mi vida y no quiero un tercero”.
Buján sacó su puff (nebulizador). “Quería darme aire pero no entraba. En ese momento las chicas que estaban enfrente responden a la agresión que yo sufro”. Que quede bien claro, dijo, “no es que la policía fue agredida y por eso ´respondió´, como informaron por ahí, sino recibieron una reacción producto del ataque que me hicieron. Ahí empezaron a tirar. Balas, agua, gas, pero que quede escrito que la situación se detona cuando ellos o ellas me tiraron gas”.
Buján no se fue porque “no quería dejar a las chicas que me estaban defendiendo. Tenía miedo de que pase lo que ocurrió después del Encuentro Nacional de Mujeres o la cacería después del Paro del 8 de marzo. Ahí veo que a Alelí, que no sabía quién era porque no la conocía, le tiran en la cara. También vi a una compañera que estaba vomitando mal”.
Alelí señaló que los policías violaron el protocolo de seguridad, estaban además sin identificación. Luego, cuando todo “se ponía más denso”, escucharon sirenas y llegaron patrulleros.
Recordó que dos compañeras, Ana Laura Torna, del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa), Ana Laura Torna y Nancy Acosta, de la Secretaría de Mujeres y Géneros del gremio, se tuvieron que refugiar en el metro. “El ambiente era de terror”, dijo.
PERMISOS PARA MARCHAR
Para realizar la marcha del 3J --tras la cacería policiaca del #8M, cuando se realizó el Paro Internacional de Mujeres y 20 mujeres fueron detenidas sin orden judicial--, el grupo Autoconvocadas presentó una semana antes, junto al movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), un hábeas corpus colectivo y preventivo para garantizar el derecho de mujeres, lesbianas, trans y travestis a manifestarse el 3 de junio, relata lavaca.org.
El habeas corpus solicitó que el Ministerio de Seguridad se abstuviera de portar armas de fuego y de realizar acciones represivas, homofóbicas y criminalizadoras, y que estableciera personal policial mayoritariamente femenino y debidamente identificado.
El sindicato de prensa SiPreBa repudió los hechos y dijo en un comunicado: “Este ataque por parte de la Policía es un claro intento de cercenar la libertad de prensa. Exigimos el inmediato esclarecimiento de los hechos y la separación de los responsables materiales y políticos de la represión”.
Las mujeres agredidas adelantaron que presentarán una denuncia conjunta contra la acción policial.
*Texto basado en la crónica publicada en el sitio argentino lavaca.org
17/RED
VIOLENCIA
La encabezó, por sorteo, la Campaña Nacional por el Aborto
Tercera marcha #NiUnaMenos: del luto al verde

La imagen es contundente: más de doce cuadras de organizaciones sociales, sindicales, políticas, artísticas, estudiantiles y etcéteras y etcéteras marchando detrás de la Campaña Nacional por el Aborto Legal. Este 3 de junio el movimiento social Ni Una Menos dejó en claro que el feminismo argentino tiene una historia y un reclamo concreto hacia el Estado.
Es cierto que ese reclamo no se reduce a la sanción de una ley para terminar con el asqueroso negocio del aborto clandestino, pero es el que representa -mejor que ningún otro -el carácter biopolítico de este movimiento que desacomoda a todo el pensamiento de los aparatos sistémicos: la exigencia de respeto a los cuerpos de las mujeres.
Sin duda, la discriminalización del aborto no es una bandera que levantarían con igual convicción todas y cada una de las miles de mujeres que hoy colmaron las calles porteñas, pero por eso mismo es contundente la postal que representó la columna central de la marcha de hoy.
Esos cuerpos así acomodados nos hablaron de cómo se organizó este movimiento y es esa historia, la de su origen, la que nos narró Ni Una Menos con esta tercera movilización.
Hoy esa historia quedó escrita con los pies y en la calle.
DES-UBICADA
El lema de esta marcha era claro: “El Estado es responsable”. Ni Una Menos nos proponía así analizar a los femicidios/feminicidios no ya como una conducta personal, una tragedia biográfica o el caso por caso. Apuntaba directamente a la ausencia de respuestas a los reclamos explicitados en marchas y paros y a lo que esa falta representa, pero también al rol que en la máquina de violencia contra las mujeres cumple la justicia, los funcionarios del Poder Ejecutivo y los integrantes del Congreso Nacional, esos que sin pudor apuran la sanción de leyes urgentes días antes de cada marcha.
A las 15 horas, la convocatoria era en la esquina de Tribunales. Fue impulsada por el grupo de periodistas al que generalmente se atribuye el origen de la primera marcha y la propuesta de incluir esta cita era señalar la responsabilidad de los tres poderes.
En el lugar y a esa hora, lo que se vio fue muy pocas personas auto-convocadas y unas 300 que formaron parte de la puesta del Frente Renovador, con globos negros, carteles de diseño y varios referentes electorales del espacio político que lidera Sergio Massa.
A esa misma hora, el movimiento MuMaLá había elegido la puerta del Consejo de la Mujer para denunciar la responsabilidad específica de ese organismo en relación a esta gran consigna que proclamaba “El Estado es responsable”.
En ese mismo momento, la titular del Consejo, Fabiana Túnez, estaba participando de la protesta en Tribunales. Es imposible imaginar al ex secretario de Cultura, Darío Lopérfido, participando de un acto del 24 de marzo o al ministro Claudio Avruj en la marcha contra el 2 x 1, pero hoy no es imposible que esté allí la máxima funcionaria estatal responsable de dar respuestas al reclamo de esta marcha. La mayoría no la reconocen y las que la reconocen, la saludan.
La postal es perturbadora. Desubica, por desubicada.
UBICÁNDO-NOS
A pocas cuadras, por la Avenida 9 de Julio hay una marea de mujeres que, de a dos, de a tres o de a seis caminan hacia Plaza de Mayo. De a gotas, suman esa oleaje que desborda a cualquier intento de ponerle etiquetas a lo que el feminismo representa hoy para estas mujeres.
Hay muy jóvenes con las caras pintadas con brillantina. Hay muy veteranas con cartulinas empuñadas como espadas. Hay familias que llevan en el cuello el retrato de sus hijas, como la de Yenilda Patiño, 17 años, desaparecida en Florencia Varela hace siete meses.
Hay hermanas, como la de Carolina Saracho, que fue prendida fuego por su pareja, en Salta. Hay adolescentes de 17 años, como Natalia, Julieta y Catalina, que asisten al mismo colegio al que fue Lola Chomalez, asesinada en Uruguay en 2014. “No marchamos solo por ella, sino por todas, para que no le pase esto a ninguna nunca más”.
Hay banderas que reclaman “Libertad para Higui”. Hay gritos ancestrales en la cuerda de tambores de La Chilinga. Hay aplausos para los parches que marcan el ritmo de la versión feminista de Despacito, que crearon las mujeres de ATE.
Hay un sinfín de emociones, dolores, cicatrices y silencios rotos en esos cuerpos que desfilan sin dueños por las calles y que van conformando de grupos, de a pequeños montones, un desfile de problemas sociales que claman que sean vistos, escuchados, resueltos.
Así recorrer la marcha y hablar con las mujeres que le dan forma representa comprobar cómo en la calle, cada 3 de junio, los números se vuelven cuerpos y las estadísticas, miradas que dan cuenta que son miles las que marchan por lo que sufrieron, por lo que sufrió una amiga o familiar o para conjurar un terrible miedo: es un forma concreta de clamar que nunca les pase. Todo este dolor se transforma en esa multiplicidad de exigencias y esos múltiples reclamos de respeto a los derechos y libertades de sus cuerpos.
DE NEGRO A VERDE, SE UBICA
A las cinco, la columna central se pone en marcha y es ahí donde lo que se ve desfilar es otra historia.
En un año electoral, el movimiento que atraviesa a todos los aparatos políticos sociales desplegó así su mensaje. Ingresó a Plaza de Mayo al grito de “Aborto legal en el hospital” y descolocó así todas las versiones escritas por otros para enunciar la propia: la marea que hasta hace menos de un año era negra y de luto, esta vez es verde y desafiante, como los pañuelos de la Campaña. ¿Cómo fue posible?
Por sorteo: las organizaciones sortean su lugar en la marcha, pero la novedad es que en esta ocasión todas tuvieron que participar del sistema. Así, la cabecera ya no mostró una selección de referentes de las diferentes organizaciones que organizaron esta marcha, sino un desfile continuado de todas las que participaban.
La Campaña Nacional por el Aborto legal quedó al frente y así quedó a la vista la mejor síntesis de la historia del feminismo argentino. Es un espacio que resume como ningún otro que eso que vimos emerger en los últimos tres años se tejió en décadas y con mucho esfuerzo y trabajo cotidiano en los barrios, en las organizaciones sociales, en los partidos y en los sindicatos.
Pinta también que a esa enorme diversidad que siempre se nombra en singular no puede representarla nadie., pero puede resumirla un reclamo que, aunque a los ajenos les parezca que no tiene consenso, al interior de esa marea no le resulta ni extraño ni lejano.
Hay que repetirlo: no se trata de un punto de unión absoluto, sino de un tema debatido, conocido y que ha recorrido desde hace años a toda la diversidad resumida en ese movimiento. Un reclamo, por cierto, que ha logrado cosechar así un amplio consenso.
También es un punto que demuestra que el feminismo argentino es, fundamentalmente, un movimiento político incómodo: interpela no sólo al poder que está arriba, sino a sí mismo y a cada uno de los espacios donde deben dar batalla cotidiana cada una de sus mujeres.
DOS LEGADOS
Ni Una Menos somos todas las que de tantas formas –tantas, tantas, tantas y más: hace falta resaltar hoy más que nunca- estamos exigiéndole al sistema que deje de violentar nuestros cuerpos, nuestros derechos, nuestros deseos, nuestras particularidades y nuestra historia.
Como bien definió una de las integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que estuvo en el país la semana pasada: “Argentina le dio al mundo dos banderas: Nunca Más y Ni Una Menos”. Que ambas hayan sido paridas por mujeres no es una casualidad: es una consecuencia de ese sutil hilván que borda con el dolor más tremendo enormes utopías.
Porque así, desbordando lo posible, gritando lo indecible, el movimiento de mujeres escribió su historia. Creando consignas, fechas, acciones artísticas, presentaciones legales nacionales e internacionales, y etcéteras y etcéteras…
Hasta cambiar el mundo en el que vivimos, siempre.
*Artículo retomado del sitio argentino lavaca.org
17/RED
DERECHOS HUMANOS
Acusada de “instigar” huevazos a senador en 2009
Revisan hoy sentencia contra Milagro Sala, encarcelada hace 502 días

En el penal de Alto Comedero, a 4 mil 500 kilómetros de los Tribunales Federales de Retiro, Milagro Sala podrá seguir por televisión la audiencia en la que la Cámara de Casación revisará la única sentencia penal en su contra.
Una condena a tres años en suspenso por “instigar” un ataque a huevazos contra el entonces senador Gerardo Morales, basada únicamente en la declaración de un empleado del gobierno de Jujuy. “Espero que la Justicia no se deje apretar por los tipos que están dominando nuestro país”, dijo en una entrevista telefónica con Cosecha Roja.
Milagro lleva 502 días detenida. En la tarde de ayer, interrumpió la reunión con uno de sus abogados para atender el teléfono que está junto a la entrada del pabellón.
Junto a ella están encerradas otras cuatro referentes de la Tupac y organizaciones aliadas. Nueve de los 12 detenidos de la organización jujeña son mujeres. “Estamos acá con las compañeras presas políticas. Cada día que pasa nos fortalecemos más”, contó. “Todos los argentinos tienen que pelear por el país, que está atravesando un momento muy feo, de miles y miles de argentinos no tienen trabajo. Si nosotras estamos aguantando, estamos resistiendo acá, los argentinos tienen que salir a luchar”, agregó.
TESTIGO QUE TRABAJA PARA EL GOBIERNO
Los tres jueces de la Sala IV de Casación Juan Carlos Gemignani, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos autorizaron la presencia de medios en la audiencia de hoy. Además será transmitida en vivo a través de Cij.gov.ar, el sitio oficial de la Corte Suprema de la Nación. “Será la ocasión de ver si la condena se ajusta a derecho”, explicó la abogada defensora, Elizabeth Gómez Alcorta, a Página12.
Durante las audiencias del juicio, afines de 2016, quedó demostrado que Milagro no participó de la protesta en 2009 en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Jujuy, donde Morales iba a participar de una conferencia.
Los jueces federales jujeños consideraron prescripto el delito de amenazas y condenaron a Milagro como “instigadora” de daños agravados por las roturas a los vidrios del edificio. También condenaron a tres años a Graciela López, de la organización Libertad, y a Ramón Gustavo Salvatierra a dos.
En los fundamentos de su sentencia, los magistrados valoraron una única prueba: la declaración del Cochinillo René Arellano, un ex integrante de la Tupac. El testigo, presentado por la querella, contó que en una reunión en su casa, previo a la protesta, Milagro le encargó el ataque.
El fiscal ante Casación, Javier de Luca, pidió que se revocaran las tres condenas: cree que los jueces forzaron la prueba. “La sentencia es arbitraria porque se basó en ideas políticas preconcebidas sobre la actividad de un grupo de personas y de su líder, sin la debida demostración en el debate, porque se ha valido del testimonio de testigos falsos y, además, que violó los principios constitucionales de congruencia y de incorporación de testimonios que las partes no pudieron interrogar y refutar”, indicó De Luca.
De Luca también pidió que se investigue a Arellano y su esposa, Cristina Noemí Chauque, por falso testimonio. Cree que los testigos mintieron al ocultar su relación con el gobernador Morales. Durante el juicio, Arellano declaró que vivía de una cooperativa de construcción y un lavadero de autos y negó haber trabajado para el Estado. Un informe del Veraz demostró que era el coordinador del área de cooperativas del gobierno de Jujuy desde septiembre de 2016.
“Nosotros vamos a demostrar la errónea valoración de la prueba, por el contenido de la testimonial de René Arellano y de Cristina Chauque. Cómo se omitieron sus, por lo menos, ocho mentiras. Y cómo más allá de eso, la prueba tampoco alcanzaría para probar la instigación de Milagro. Esta fue la primera condena. Y en su momento dijimos que fue una vergüenza nacional”, planteó la abogada Gómez Alcorta.
Más allá de la audiencia de hoy, las expectativas de Milagro están puestas en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que debe resolver dos planteos sobre su prisión preventiva por otras causas.
La diputada del Parlasur tiene más de una decena de expedientes judiciales en su contra que se acumularon desde que asumió Morales en Jujuy. “Estamos con mucha ansiedad que esto de una vez por todas se defina, ya sea para bien o para mal, que se defina”, sostuvo la dirigente. Y agregó: “Ya tienen los papeles, todos los expedientes, la decisión la tienen ellos”.
*Este artículo fue retomado del portal de Cosecha Roja
17/RED
Este año, 133 casos de feminicidio
#FemicidioEsGenocidio, acción poética y mensaje al Estado argentino

Ayer por la tarde, 120 mujeres se plantaron frente a la Casa Rosada, Tribunales y el Congreso Nacional para dejar un mensaje claro, conmovedor y poético: pusieron sus cuerpos y su arte para crear una postal de lo que representa el femicidio/feminicidio como genocidio y nos informaron que este año los casos de feminicidio suman 133, mucho más que esa pila de cuerpos desnudos.
Convocada por la Fuerza Artística de Choque Comunicativo (FACC), fue la acción artística en el espacio público más conmovedora de los últimos tiempos. Ciento veinte mujeres miran de frente -en silencio y en posición firme-los edificios que representan los tres poderes del país. Se paran frente a la Casa Rosada, Tribunales y el Congreso Nacional. Son 120, dijimos, y esa sola cifra impacta, pero los femicidios que se cometieron en lo que va del año son más: 133.
¿Impacta esa cifra? ¿Cómo? ¿Dónde? Son preguntas importantes para comprender el significado de esta acción: La necesidad de señalar que hay tres poderes del Estado que no reaccionaron y por eso este mensaje, escrito con los cuerpos y un grito estremecedor.
La acción comienza de a poco. Mujeres paradas frente a los edificios que representan a esos tres poderes. Una orquesta, conformada por otras doce mujeres, toca entonces música de cámara. Alertan así a los que pasan por la calle que algo está por suceder. Los atrapa. Hombres y mujeres de paso quedan en silencio, mirando absortos lo que está por suceder.
QUÉ NOS DIJERON
El golpe de un tambor marca el cambio en la escena. Las mujeres comienzan a desnudarse. Quedan expuestas al frio, a las miradas, a la interperie. Lentamente, de a una, de a tres, de a seis, van conformando dos pilas de cuerpos inertes, rodeadas de otros cuerpos que se desparraman sin vida por la acera.
La voz de una mujer con megáfono comienza a recitar entonces un discurso que hilvana fragmentos de tres poesías – Nombremos a todas, de Paula Heredia (Córdoba); Otro sí digo, de Gabriela Robledo (Córdoba); India, Patricia Karina Vergara Sánchez (México)- con datos extraídos de Taringa que informan algunos de los métodos que fueron utilizados para asesinar mujeres. El discurso se clava como un cuchillo en la garganta de quienes escuchan.
Dice así:
“Nombremos a todas:
asesinadas, desaparecidas,/abandonadas, golpeadas,/discriminadas, expulsadas.
Nombremos a todas:/trabajadoras, desempleadas,
enfermas, sanas,/locas, no hay cuerdas.
Nombremos a todas:/vivas y muertas.
Decí mi nombre, el tuyo./Nombremos a todas
y existiremos siempre.
Formas de matar a una mujer:/Cortarle el cuello: muerte Instantánea./Encerrada sin agua: muerte entre 3 y 7 días.
Encerrada con agua, pero sin comida: de 15 a 40 días.
Estrangulada: de 1 a 15 minutos/ Quemada: 8 minutos
Congelada: entre 90 y 100 minutos/Desangrada: de 3 minutos a 1 hora /Ahogada por gas: 10 minutos
Golpeada con un objeto romo en el parietal: instantáneamente
Acuchillada en el corazón:10 segundos
Demandan expropiar mi cuerpo./Es legítimo según la ley.
El juez regulará copiosos honorarios./Se habrá hecho justicia.
Declararán mi placer de interés público./Hallarán la marca incandescente/de un hierro patriarcal sobre mi espalda.
Me sepultarán bajo sus escuelas, sus iglesias, sus cortes de justicia./Me quebrarán por no torcer el brazo./Me violarán gendarmes de todas las tropas./Apelaré,/esa ley que no tiene vigencia en mi cuerpo,/que me excomulga, me proscribe, me desaparece;/desnuda en el atrio/apelaré,
con los muslos, con el pubis, con los brazos, con las venas, con el cuello,/con las amígdalas, con el iris, con la córnea, con las uñas, con las rodillas…
No./Apelaré/aunque no se avoque ni escuche mi caso
apelaré con las tetas, con el puño, con los pies,
con las orejas, con las pestañas, con la espalda,
apelaré en presente, en pasado y en futuro
del derecho y del revés/con los dientes, con las pezuñas,
apelaré.
Insisto/en la libertad de decidir sobre mi cuerpo,/en territorio
de quienes realizan leyes/que buscan doblegarme.
Invoco a las diosas/entre los engranes de un patriarcado
que hace miles de años intenta ocultarlas./Participo en la lucha laboral de un pueblo/ya comerciado y en las manos del patrón.
Conozco la importancia/de la labor contestataria,
cuando en esta patria/se encarcela a quien disiente.
He dado a luz/en una era/que acabó con la esperanza
ya hace tiempo./Le apuesto a la lucha libertaria
en el reino del televisor./Soy mujer/en un tiempo
en que el femicidio/nos quiere volver desechables.
Por supuesto,/dicen que estoy loca,/extremadamente loca.
Que soy rara, que me he vuelto extraña./que no tengo lugar en el mundo./Entonces, no me queda de otra:
Tengo que señalar el desprecio,/que elegir sobre mi vida,
que inventar la fe para dársela a mi hija,/que escribir por la libertad a las presas políticas./que denunciar al Imperio,
que amar mi cuerpo,/que apagar el televisor,
que mostrar mis bolsillos,/que buscar justicia para las mías,
que demandar castigo a los asesinos./
Es por todo ello,/que no tengo más remedio/que darles la mala noticia/a las buenas y tranquilas conciencias:
estoy aquí/exigiendo a gritos/la parte que me corresponde del mundo.
Y no voy a callarme la boca, ni a desaparecer./Nombremos a todas:/asesinadas, desaparecidas,/abandonadas, golpeadas,
discriminadas, expulsadas./Nombremos a todas:/trabajadoras, desempleadas,/enfermas, sanas,/locas, no hay cuerdas.
Nombremos a todas:/vivas y muertas.
Decí mi nombre, el tuyo./Nombremos a todas/y existiremos siempre”.
LA PILA ES LA NOTICIA
Ciento veinte mujeres se desnudan en pleno invierno y en pleno centro porteño. Destapan así la variedad de cicatrices, de forma de depilarse, de peinados, de pieles y de miradas. Se apilan de a una, formando entre todas la imagen de lo que no queremos ver: la dimensión de los cuerpos femeninos masacrados por el machismo este año. Una forma que da la real dimensión de la catástrofe social que estamos viviendo. Una forma de denunciarla.
De entre la pila se pone de pie un cuerpo. La mujer sostiene la mirada a quienes la miran. De a una, de a tres, de seis, se levantan las 120 hasta volver a formar una línea que ahora apunta a las y los espectadores.
Silencio. ¿Cuánto dura? Es inmenso.
Lo rompe un grito, que es aullido, que retumbra, que rasga, que duele. ¿Cuánto dura? Es extremo. Si alguien aguantaba las lágrimas, con ese grito, desborda.
El lema que levantan como bandera es tan claro que parece obvio. Pero no lo es. Es una aclaración necesaria. Es un grito contundente: “Femicidio es genocidio”. Y lo que parece evidente se despliega ante nuestra mirada para desnudar la realidad: a las mujeres nos están matando. El Estado es responsable. Y por eso mismo nombrar al femicidio/feminicidio como genocidio en letras grandes, negras sobre blanco, grita lo indecible.
Los transeúntes se han convertido en espectadores.
Las mujeres lloran. Los hombres lloran.
El final es silencio y luego, aplauso.
Nadie en cada uno de los tres escenarios elegidos para la acción se pregunta quiénes son estas mujeres.
Ya lo saben. Son artistas. No representan a nadie: están allí y así por ellas mismas. No buscan promocionarse. No buscan un post en Facebook, que censura tetas. No buscan ni lágrimas ni aplausos. Ellas lloran. Buscan expresarse con libertad y con sentimiento. Y eso es algo que todos los que las vieron lo saben porque lo sintieron.
¿QUIÉNES SON?
Esta acción comenzó a planificarse hace varios meses. Implicó ensayos y consensuar la puesta entre mujeres que, en muchos casos, no se conocían previamente. Se identifican como autoconvocadas por las FACC, que ya sacudió la ciudad con 16 acciones dirigidas a exponer los males de esta época.
Su primera acción fue el 9 de julio del año pasado, en el acto patrio del gobierno de Cambiemos. Hicieron esa pila de cuerpos en la Avenida 9 de Julio y con la leyenda “Esto no es Independencia”. También, en noviembre pasado, realizaron una semana de acciones bajo el lema “Esto huele mal”, que los llevó a plantarse frente al Ministerio de Cultura, el de Energía y la Casa de Gobierno, entre otros emblemáticos edificios que representaban al nuevo modelo.
Aquella semana culminó con una caravana que bautizaron “Genocida Suelto” y que marcó dónde estaban 5 militares condenados por delitos de lesa humanidad beneficiados por la prisión domiciliaria. Hoy volvieron a sacudir a la ciudad con su arte para hacerla chocar con su realidad. Las mujeres que lloraron, los hombres que lloraron, saben qué buscaban. Fue un mensaje de los cuerpos a los cuerpos. Y por eso, las sintieron.
*Artículo tomado del sitio argentino lavaca.org
17/RED
Publican en Argentina Manifiesto No al Silencio
Macri debe pronunciarse contra agresiones a periodistas de México

Periodistas, medios y organizaciones de prensa, así como escritoras y escritores, editores, firmaron en Argentina un manifiesto de solidaridad con México, que repudia los crímenes contra periodistas, exige a Enrique Peña Nieto investigarlos, reclama garantías para el ejercicio de la profesión y solicita al Estado argentino que rompa el silencio y “haga explícita la solidaridad del pueblo argentino para con las víctimas de la narco violencia estatal mexicana”.
El Manifiesto, al que se suman la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG), Pikara Magazine, el sitio Economía Feminista, Revista Mu, Revista Anfibia, Cosecha Roja, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, la Federación Argentina de Trabajadores de la Prensa, entre otros, así como cientos de periodistas en lo personal, señala que México padece una tragedia sin precedentes que volvió a quedar en evidencia el pasado 15 de mayo, con el asesinato de periodista Javier Valdez Cárdenas en Sinaloa.
Hay más de 100 periodistas asesinados, recuerda el Manifiesto y “ninguno de esos crímenes ha sido investigado. Reina la impunidad. También hay por lo menos 23 periodistas desaparecidos y decenas más amenazados y desplazados de su ciudad de origen”.
Por eso México es hoy el país más peligroso para ejercer el periodismo en América Latina y uno de los más peligrosos para los trabajadores de prensa en todo el mundo, señala, y recuerda que este 2017 han sido asesinados Cecilio Pineda Brito, de 38 años, ejecutado el 2 de marzo por sicarios que le dispararon desde una motocicleta mientras él descansaba en una hamaca.
El 19 de marzo, en Veracruz, el periodista Ricardo Monlui, de 57 años, fue asesinado a balazos cuando salía de un restaurante. El 23 de marzo, en Chihuahua, mataron de 8 balazos a la periodista Miroslava Breach, de 54 años, en la puerta de su casa y frente a su hijo.
El 14 de abril, en Baja California, mataron de 15 balazos al periodista Maximino Rodríguez, de 73 años, en el estacionamiento de un centro comercial. Estaba con su esposa. El 2 de mayo, en Morelos mataron el periodista Filiberto Álvarez, de 71 años. Fue acribillado cuando volvía a su casa en su auto. El 15 de mayo, en Sinaloa mataron al periodista Javier Valdez, de 50 años. Lo sacaron de su coche y lo masacraron a tiros.
Todas y todos, los periodistas asesinados “habían denunciado violaciones a los derechos humanos, vínculos entre políticos y narcotraficantes, el recrudecimiento de la violencia provocado por la guerra narco y la inacción o complicidad del Estado”.
El asesinato de periodistas en México entraña una gravedad particular, dice el texto, ya que afecta a la libertad de expresión y el acceso a la información, derechos fundamentales en una democracia, y recuerda cómo a partir de 2006, “Felipe Calderón sumió al país en una irresponsable guerra contra el narcotráfico que ha continuado… Enrique Peña Nieto”.
Desde entonces ha habido más de 100 mil asesinatos y más de 30 mil desapariciones. Las masacres masivas y manipuladas por las fuerzas de Seguridad se multiplican. A diario se cometen delitos de lesa humanidad. Cada vez son más numerosos los casos que prueban la vinculación de gobernadores y alcaldes con el crimen organizado.
“México se ha convertido en un cementerio. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos reveló que a lo largo del país se han encontrado 855 fosas comunes con miles de cuerpos amontonados. Fosas descubiertas en su mayoría no por el Estado, sino por familiares de desaparecidos que se auto organizan para excavar la tierra.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) reveló que México es el país más letal después de Siria. En 2016 fueron asesinadas 23 mil personas. 63 cada día. Más que en Afganistán y que en Irak.
En medio de esta guerra que no resolvió nada y sólo incrementó la violencia, los defensores de derechos humanos, padres y madres que buscan a sus hijos desaparecidos y los periodistas se convirtieron en un blanco de ataque.
Frente a esta tragedia, dice el Manifiesto, las y los abajo firmantes repudian los crímenes y exigen que Peña Nieto “haga efectivos los mecanismos de protección para periodistas y al Estado en su conjunto que investigue, aclare y sancione asesinatos que siguen marcados por la plena impunidad”.
Y al presidente Mauricio Macri, “que ponga fin a su silencio sobre la tragedia humanitaria que vive México y que se solidarice con los desaparecidos, asesinados, desplazados, amenazados y con el resto de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico”.
17/RED
VIOLENCIA
En 15 días, 40 mil descargas
App Angela, para prevenir situaciones de violencia de género

Una aplicación móvil que ayuda a prevenir situaciones de violencia de género cobra hoy cada día más popularidad en esta nación austral.
La ingeniosa app, llamada Angela te protege y creada por jóvenes en la provincia de Salta, en tan solo 15 días fue descargada por más de 40 mil personas.
Esta herramienta, similar a otras en el mundo, destaca por dos cosas principalmente, un acceso nombrado Vuelta a casa segura, que conduce a quienes se predetermine, la geolocalización del usuario, saber en qué se está trasladando y el recorrido, y un botón antipánico.
Este último al pulsarlo seis veces se activa y emite un llamado de auxilio que llegará a los contactos de seguridad preestablecidos por la persona con la ubicación exacta donde se encuentra.
Según relató a la agencia Télam Fernando Zerega, su creador, la aplicación ha tenido el resultado esperado y el botón antipánico se activó 840 veces en los dos fines de semana últimos.
En el proyecto trabajaron también Giancarlo Bianchi, Enzo Notario, Gisela Rottigni de la empresa Hawk.
Zerega explicó a ese medio informativo que están procesando los datos para mapear lugares y situaciones.
Hacemos esto como un servicio ciudadano, dijo, y lo ponemos a disposición para que, con los datos, las autoridades apliquen las políticas públicas que consideren.
En Argentina cada 30 horas se reporta un femicidio/feminicidio en un país donde este flagelo golpea fuerte sin contar las denuncias por acoso, violencia y abuso sexual.
De acuerdo con un reciente informe del Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei, en los primeros 43 días de 2017 se reportaron más de 60 asesinatos de este tipo.
17/RED/GG
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