trabajo no remunerado

NACIONAL
DERECHOS HUMANOS
   Determina que pueden pedir compensación en caso de divorcio
SCJN protege doble jornada de mujeres
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 01/03/2018

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, determinó que los cónyuges tendrán derecho a una compensación cuando la pidan, siempre y cuando demuestren que se dedicaron a las tareas domésticas y que esto les generó algún costo de oportunidad, aún cuando hayan dedicado alguna proporción de su tiempo al trabajo remunerado fuera de casa.

En un comunicado, la SCJN informó que la Primera Sala aprobó la propuesta del ministro Arturo Zaldívar derivada del amparo directo en revisión 4883/2017; que enfatiza el valor de la doble jornada que realizan las mujeres que cuidan de su hogar y tienen algún desempeño profesional y el derecho que tienen a que se les compense dicho trabajo cuando se disuelva el matrimonio.

El amparo analizado se trató del caso de una mujer casada bajo el régimen de separación de bienes, quien solicitó de su exmarido la compensación del 50 por ciento de los bienes que adquirieron durante su matrimonio toda vez que los 40 años que permaneció casada, si bien tuvo actividades profesionales, se dedicó preponderantemente al cuidado del hogar y sus tres hijas, lo que le impidió desarrollarse en el ámbito profesional en igualdad de circunstancias que su exmarido.

El comunicado destacó que al acudir a diversas instancias la petición le fue negada con el argumento de que para tener derecho a esa compensación debía demostrar que “nunca tuvo actividades profesionales y que se dedicó de manera exclusiva al cuidado del hogar” lo cual, consideraron las y los ministros de la Primera Sala, es una decisión que no protege “adecuadamente” a aquellos cónyuges que asumieron cargas domésticas y familiares en mayor medida sin recibir remuneración económica a cambio.

La sentencia sostiene que si las mujeres dedicaron más tiempo que sus parejas al trabajo doméstico y no recibieron remuneración alguna por el mismo, no pudieron desarrollarse profesionalmente en igualdad de condiciones que sus excónyuges, por lo que no pudieron adquirir la misma cantidad de bienes y por tanto, al no reconocer esta situación se invisibiliza el valor del trabajo doméstico y las dificultades de tener una doble jornada.

Datos del Grupo de Información y Reproducción Elegida (GIRE) en su informe "Horas hábiles. Corresponsabilidad en la vida laboral y personal" refieren que la presencia de mujeres en el mercado laboral ha reforzado una doble jornada para ellas.

En el país, de acuerdo con este informe, 52.8 por ciento de las mujeres trabajan y reciben un salario por ello al igual que 47.2 por ciento de hombres. Sin embargo, ellas dedican 76.1 de su tiempo semanal a ello en comparación con los hombres que emplean 23.9 por ciento.

En el informe se expone que, en 2012, las mujeres dedicaron 65.2 por ciento de su tiempo al trabajo no remunerado y 33.5 por ciento al remunerado. Mientras que los hombres dedicaron 76.2 por ciento a las labores con sueldo y 21.1 por ciento a las actividades sin paga.

18/LGL








NACIONAL
LABORAL
   El estado reproduce estereotipos de género: Conapred
Faltan políticas para proteger a empleadas y madres trabajadoras
Imagen de Gema Villela Valenzuela
Por: Sonia Gerth
Cimacnoticias | Ciudad de México .- 04/01/2018

El Estado debe generar estrategias para eliminar y sancionar la discriminación de mujeres en el empleo y crear incentivos para fomentar la igualdad en el trabajo como las licencias por maternidad o paternidad, garantizar a las empleadas acceso a guarderías y revisar la Ley del Seguro Social, sobre todo en la protección de madres trabajadoras, aseguró el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

En un reporte el organismo lamentó que en el país exista una percepción generalizada de que las mujeres “por naturaleza” saben hacer las tareas del hogar, y que la mayoría de las responsabilidades domésticas recaiga en ellas. Por ejemplo, las mujeres en 2014 dedicaron 30 horas semanales al cuidado de personas menores de 15 años de edad, mientras que los hombres, solamente 12 horas.

Todo eso cuando el valor del trabajo del hogar no remunerado y de cuidados equivalió a 24.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, siendo las mujeres quienes aportaron tres cuartos del mismo, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (Inegi) de 2015.

El Estado estaría reforzando este “espacio natural” del hogar, detalló el Conapred, por ejemplo, al permitir que sólo las mujeres y no los varones puedan inscribir a sus hijas e hijos en las guarderías del IMSS. Hasta ahora un hombre puede acceder a este derecho únicamente cuando se declara viudo, divorciado o si tiene la custodia de los menores de edad.

Otra forma de reforzar los estereotipos de género, dice el organismo, son las licencias de paternidad que contemplan cinco días de permiso para los hombres, mientras que las mujeres reciben hasta 12 semanas. Esta desigualdad estructural, señala, dificulta la participación de las mujeres en el empleo y pone en riesgo su autonomía económica.

También en el mercado laboral, expuso Conapred, las mujeres enfrentaron discriminación. Muchos trabajos considerados “femeninos” se pagaron menos que trabajos “masculinos”. Cuando los empleos y educación de ambos sexos son similares, los hombres ganaron 34 por ciento más que las mujeres.

Esta cifra fue más baja que la reportada por el Foro Económico Mundial en su último informe sobre la brecha de género. El organismo internacional indicó que en 2017, en México, las mujeres ganaron la mitad que los hombres, aunque este dato se refiere a las ganancias anuales en general y no al salario de hombres y mujeres en puestos de similar jerarquía.

Según el Consejo, las mujeres enfrentan obstáculos para el ascenso en el trabajo y en la etapa de maternidad padecen varias formas de discriminación, por ejemplo, como requisito para su ingreso al trabajo, se les solicita un certificado que acredite que no están embarazadas o se les despide a causa de estar embarazadas.  

Por eso, Conapred pidió al Estado que genere estrategias para eliminar y sancionar la discriminación hacia las mujeres en el empleo y crear incentivos sobre igualdad como las licencias de maternidad y paternidad y el acceso a madres y padres a guarderías. De la misma manera, reclamó una revisión de la Ley del Seguro Social, sobre todo para proteger los derechos de las madres trabajadoras.

Pero en primer lugar, reiteró, sería necesario fomentar la cultura de una vida libre de violencia, ya que la violencia contra las mujeres es una práctica social ampliamente extendida en el país. Según el informe, 63 de cada 100 mujeres de 15 años y más han experimentado al menos un acto de violencia, ya sea emocional, física, sexual, económica, patrimonial, o discriminación laboral.

La expresión más brutal de violencia es la alta cifra de feminicidio. Cada día, siete mujeres son asesinadas por el hecho de ser mujeres, de acuerdo con Inegi.

18/SG








MONEDERO
LABORAL
   Monedero
La importancia de la autonomía económica
Especial
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 10/10/2017

Han pasado tres semanas desde el terrible sismo del 19 de octubre y todavía hay mucho que hacer, para las personas que se quedaron sin casa debe ser una eternidad. La participación de las mujeres como rescatistas voluntarias era y sigue siendo maravillosa.

Pero hay un hecho que ha sido objeto de varios artículos nacionales e internacionales. Desgraciadamente hubo más mujeres muertas que hombres; prácticamente 60 por ciento.

Según un artículo de la revista Nexos de este mes el saldo del 24 de septiembre era de 182 personas muertas, de las cuales 120 eran mujeres, dos mujeres por cada hombre; para el 4 de octubre eran 60.5  por ciento de las personas fallecidas. (Patricio Solís y Alejandra Donají Nuñez)

¿POR QUÉ FALLECIERON MÁS MUJERES QUE HOMBRES EN EL SISMO?

Hay varias respuestas, pero la esencial son las características de nuestro mercado de trabajo. Es muy baja la participación de las mujeres en el mercado laboral; además la mayoría de los derrumbes fue en edificios habitacionales (70 por ciento), a la hora que fue el sismo (1 de la tarde), eran mujeres primordialmente las que estaban ahí, los hombres en sus oficinas. En el edificio de Álvaro Obregón que eran oficinas, sucedió lo contrario, murieron más hombres que mujeres.

Las mujeres están en casa por varias razones. El desempleo es básicamente femenino, muchas de ellas se dedican a la venta de diversos productos a domicilio, o bien tienen un pequeño changarro ahí cerca de su casa, que atienden por la noche, no están en el trabajo formal.

Su participación en el mercado laboral como se había mencionado es muy baja, incluso dentro del contexto internacional, debido en gran medida a la división sexual del trabajo que la confina al trabajo doméstico no remunerado. Una sociedad muy patriarcal y machista. 

De acuerdo a los datos de Inegi en 1996 (hace más de 20 años), la participación de las mujeres en el mercado laboral era de 40.3 y 42.4  por ciento para la Ciudad de México. Actualmente es de 47.4 y 49.2, respectivamente. Realmente es muy poco lo que ha crecido, pese a que su nivel de educación es muy superior al que tenían hace 20 años.

En cambio la participación masculina es de 75.8 por ciento, una diferencia o brecha de género muy considerable, en detrimento de la calidad de vida femenina; ya se vieron algunos de estos efectos ahora en el sismo, para no ir más lejos  (datos de Enoe-Inegi, 2o. Trimestre).

Generalmente trabajan en micronegocios que carecen de seguridad social y son prácticamente eventuales, fácilmente desaparecen y aparecen nuevos. Los sueldos son muy bajos y carecen de  seguridad social.

Están en las jornadas de trabajo x horas, con trabajo a domicilio como las costureras; esto implica menor salario y cero prestaciones.

Lo que sucedió en la colonia Obrera donde murieron varias trabajadoras de la industria textil y del juguete es el mejor ejemplo de las condiciones tan precarias en que laboran normalmente las mujeres. Han pasado más de 30 años desde el sismo donde murieron muchas costureras, ahí en las fábricas de San Antonio Abad y las cosas siguen igual o peor.

El trabajo a domicilio se ha extendido a otras actividades, no sólo costureras y la última reforma a la Ley  Federal del Trabajo lo permite, es producto de la flexibilidad laboral o para decirlo de otra manera de la creciente precariedad laboral.

Por eso muchas de las mujeres que murieron en el sismo dentro de su casa, estaban trabajando con un salario. Muchas mujeres se han visto orilladas a aceptar estos trabajos porque les permite armonizar sus tiempos con la carga de género o el trabajo doméstico, pese a que implica menor ingreso, cero prestaciones y absorber los costos del trabajo que desempeñan.

Los patrones o empleadores no asumen ninguna responsabilidad y los gobiernos (locales y federales) son cómplices, los protegen. En una palabra total impunidad; solamente la sociedad civil y las organizaciones de mujeres salen a la palestra y hacen el trabajo de apoyo que deberían hacer las autoridades.   

Por fortuna la participación de la juventud también es maravillosa, gracias a su trabajo se salvaron muchas vidas y se mantienen los apoyos a las personas damnificadas. No sólo de la Ciudad de México, también de Morelos, Puebla, Oaxaca y Chiapas; ahí también las mujeres fueron las más afectadas y las que están enfrentando toda la problemática que se deriva de una tragedia como la que están viviendo muchas familias.

En relación al hecho de que fallecieron más mujeres y la división sexual del mercado de trabajo, es innegable que un factor que ayudaría mucho a resolver la situación laboral de las mujeres y por lo consiguiente su calidad de vida, es resolver el grave problema que implica su carga de trabajo no remunerado.

Ver gráfica aquí

El trabajo doméstico no remunerado no es otra cosa que: limpieza de la casa; alimentación de quienes integran la familia, compra de víveres y sobre todo, el cuidado de personas enfermas, adultas mayores y la niñez.

Todo este trabajo recae básicamente en las mujeres. Los hombres solo realizan 23.8 por ciento del mismo y básicamente están en trabajo remunerado (en las fábricas y oficinas o en el comercio, no están en sus casas) con una participación del 73 por ciento.

En contraste, las mujeres participan en el trabajo remunerado en un 32.3 por ciento (ver gráfica). Dicho de otra manera, no tienen ingresos propios y su autonomía económica es muy limitada, con todo lo que eso implica en la relación de géneros. Es una brecha enorme. Datos de la Cuenta Satélite de Trabajo Doméstico no Remunerado, Inegi 2015.  

El no contar con ingresos propios hace mucho más difícil su situación de damnificadas, ya sea ellas o su familia. ¿Cómo recuperar su vivienda, la alimentación de la familia?

Esta situación se agudiza en las más pobres –que son las que más necesitan los ingresos de un salario-; las indígenas, afrodescendientes y, las que tiene hijos menores de 6 años; por cierto también en las que viven con pareja.

Hay muchas soluciones a este problema, mismas que ya se han aplicado en otros países con excelentes resultados, disminuyendo considerablemente la carga de trabajo de género (trabajo doméstico no remunerado). No en vano le llaman “suelo pegajoso” claro, es muy difícil caminar y avanzar en un suelo pegajoso.

La mayoría de las soluciones descansan en políticas públicas impulsadas y aplicadas por los gobiernos o los Estados y por supuesto, acompañadas de las organizaciones de la sociedad civil, fundamentalmente de las feministas.

En el caso de México la igualdad de género solamente está en los discursos de los funcionarios públicos (y eso en algunos); en los hechos  no se hace nada, o lo que se hace es muy poco para la magnitud del problema que enfrentan las mujeres.  

Lograr autonomía económica y tener ingresos propios es básico para el avance de las mujeres y de la igualdad de géneros, por eso es tan importante disminuir la carga de trabajo de género en las mujeres y poder incorporarse  al mercado laboral con un salario digno.

* Economista especializada en temas de género

twitter: @ramona ponce

17/CRPM/LGL








NACIONAL
LABORAL
   Falta de políticas públicas, golpe a derechos laborales: GIRE
Sin conciliación ni corresponsabilidad, mujeres trabajan más y reciben menos
CIMACFoto: Gabriela Mendoza Vázquez
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 04/04/2017

La falta de políticas públicas de conciliación y corresponsabilidad significan un golpe a los derechos laborales de las mujeres porque, sin importar si reciben o no un pago, dedican más horas que los hombres al empleo no remunerado, este último incluye actividades domésticas -limpieza y preparación de alimentos- y de cuidado.
 
Así lo aseguró la organización Grupo de Información y Reproducción Elegida (GIRE) en el informe "Horas hábiles. Corresponsabilidad en la vida laboral y personal" presentado en su sitio web el 28 de marzo de 2017.
 
GIRE plantea que en México sólo se considera como trabajo a las actividades remuneradas, ignorando la necesidad de contar con tiempo suficiente para la vida privada, el descanso y el esparcimiento. La conciliación, explican, implica facilitar la realización del trabajo del hogar y el remunerado.
 
Se refiere a la relación entre el ámbito laboral, personal y el familiar, mismos que al separarse causan explotación laboral, desigualdades y violaciones a los derechos humanos. "Se genera un malestar personal, familiar y social que repercute negativamente en los dos ámbitos que se encuentran en conflicto", menciona el informe.
 
Mientras que las "políticas de corresponsabilidad" buscan reasignar responsabilidades en el hogar y la familia y enfatizan que la conciliación "compete también a las y los empleadores, al Estado y a la sociedad". Como ejemplo refieren a las licencias de paternidad otorgadas en otros países con el fin de integrar a los hombres en los trabajos de crianza.
 
Por ello, resaltan la necesidad de crear "políticas conciliatorias o de corresponsabilidad" para implementar medidas que apoyen de manera subsidiaria y faciliten a las personas a cumplir con sus diversas responsabilidades.
 
TIEMPOS Y TRABAJOS
 
La presencia de mujeres en el mercado laboral ha reforzado una doble jornada para ellas. A nivel nacional 52.8 por ciento de las mujeres trabajan y reciben un salario por ello al igual que 47.2 por ciento de hombres. Sin embargo, ellas dedican 76.1 de su tiempo semanal y los hombres emplean 23.9 por ciento.
 
En el informe se expone que, en 2012, las mujeres dedicaron 65.2 por ciento de su tiempo al trabajo no remunerado y 33.5 por ciento al remunerado. Mientras que los hombres dedicaron 76.2 por ciento a las labores con sueldo y 21.1 por ciento a las actividades sin paga.
 
La diferencia entre las horas laborales está determinada por la división sexual del trabajo, la cual se basa en estereotipos de género, de acuerdo al informe que retoma cifras del diagnóstico "Mujeres y hombres en México 2014" hecho por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
 
DATOS Y DESIGUALDAD
 
Las mujeres dedican 11.4 horas a la limpieza del hogar y los hombres solo 5. 6, desigualdad que se extiende al porcentaje de personas que invierten tiempo en ello. El 94.2 por ciento de las mujeres consultadas en las encuestas citadas en el informe dijeron hacer labores de limpieza frente a 65.2 por ciento de hombres.
 
Lo mismo indica las horas dedicadas a la preparación de alimentos. Las mujeres que reportaron dedicar tiempo a esta actividad -88.8 por ciento- invierten 12.4 horas a la semana; y al 53 por ciento de los hombres que dijeron cocinar les toma 6.3 horas semanales.
 
En cuanto al cuidado de personas 27.4 por ciento de las mujeres asisten a niñas y niños sin discapacidad menores de 6 años, actividad que hace 22.4 por ciento de los hombres. A ello las mujeres invierten 42.1 horas semanales y los hombres 20.2 horas.
 
El tiempo empleado aumenta para el cuidado de personas mayores de 60 años sin discapacidad. El 6.2 por ciento de las mujeres que lo realizan gastan más de un día a la semana -24.6 horas-; mientras que 5.9 por ciento de los hombres dedica 16.4 horas.
 
VALOR ECONÓMICO
 
La organización informó que el valor económico del trabajo no remunerado de las mujeres en México representa 78.3 por ciento.

En el contexto internacional incluso el Banco Mundial se ha pronunciado al respecto. En el "Informe sobre el desarrollo mundial 2012. Igualdad de género y desarrollo", citado en el diagnóstico de GIRE, el banco señaló que "la distinta cantidad de tiempo que los hombres y las mujeres dedican al cuidado de otras personas y a labores domésticas conexas son un factor que impulsa la segregación y las consiguientes brechas de ingresos" entre hombres y mujeres.
 
17/MMAE/GG








NACIONAL
   Constituyentes aprueban apoyo a mujeres que cuidan enfermos
La CDMX implementará Sistema de Cuidados
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 09/01/2017

La Ciudad de México se convertirá en la primera entidad en implementar un Sistema de Cuidados para atender a niñas, niños, adultos mayores, personas en situación de dependencia por enfermedad o discapacidad a fin de aligerar las tareas de cuidado que realizan las mujeres.
 
El pasado sábado 7 de enero, la Asamblea Constituyente aprobó que la Constitución Política de la Ciudad de México incluya en el artículo 14, inciso B, la obligación de las autoridades capitalinas de crear un Sistema de Cuidados que preste “servicios universales, accesibles, pertinentes, suficientes y de calidad”. 
 
El pleno de la Asamblea que debate y aprobará la Carta Magna que regirá la capital –la cual deberá estar lista el próximo 31 de enero– recogió la demanda del movimiento feminista que exigió al Estado participar en las tareas de cuidados que realizan las mujeres. 
 
Este fin de semana las y los diputados constituyentes aprobaron la redacción del artículo 14, apartado B, que dirá que “toda persona tiene derecho al cuidado que sustente su vida y le otorgue los elementos materiales y simbólicos para vivir en sociedad a lo largo de toda su vida”.
 
Entre quienes propusieron incluir este tema en el texto constitucional estuvo la cofundadora de la Red de Investigación y Acción Feminista, Yazmin Pérez Haro, quien indicó que hay personas que por su edad, ciclo de vida, condiciones físicas, mentales o por afectaciones a su salud se encuentran temporal o permanente en condiciones de dependencia o requieren cuidados específicos.
 
Con el apoyo del colectivo, Las Constituyentes CDMX, Pérez Haro hizo llegar a las y los diputados una propuesta donde explicó que las mujeres son quienes realizan las tareas de cuidado, lo que constituye un trabajo no remunerado; por ello destacó que esta actividad se debe considerar un derecho y así diseñar e implementar un Sistema Público de Cuidados.
 
El objetivo es que la Ciudad de México, las familias, las empresas privadas, las organizaciones sociales y las comunidades sean corresponsables y en conjunto tomen acciones para cuidar a las personas dependientes y permitir que las mujeres obtengan una remuneración por realizar estas tareas o puedan dedicarse a otras actividades remuneradas.
 
Al respecto ONU Mujeres indicaron que dedicarse al hogar o al cuidado de personas dependientes, sin recibir remuneración alguna, restringe notablemente la posibilidad de las mujeres de contar con ingresos propios, de buscar opciones en el mercado laboral y de participar plenamente en la política y la sociedad, entre otras consecuencias.
 
El organismo también destacó que en México, de acuerdo con la Cuenta Satélite del Trabajo no remunerado de los Hogares que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2013, las labores domésticas y de cuidado no remuneradas que hacen las mujeres equivale a 42 mil 500 pesos al año.
 
En la sesión donde se aprobó este artículo, la constituyente Clara Jusidman Rapoport –designada diputada por el Jefe de Gobierno– destacó que las mujeres, en su mayoría, han sido las encargadas de cuidar a otras personas, por lo que es necesario reconocer la desigualdad que esto genera, sin que haga de la asistencia social un derecho.
 
Por otra parte el artículo aprobado también establece el derecho a la salud al más alto nivel posible; el derecho al agua; la prevención, tratamiento y control de las enfermedades transmisibles, no transmisibles, crónicas e infecciosas; el desarrollo de investigación científica; la promoción de la medicina tradicional indígena y el uso médico y terapéutico de la cannabis.
 
17/AGM/KVR
 








MONEDERO
LABORAL
   MONEDERO
¿Qué hacer con la carga de trabajo no remunerado?
Especial
Por: Carmen R. Ponce Melendez*
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 20/12/2016

Monedero cierra el año con los últimos datos El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó acerca de una de las desigualdades que más efectos tienen en las mujeres del país: la carga de trabajo doméstico no remunerado y de cuidados.
 
De acuerdo a los resultados de la Cuenta Satélite del Inegi sobre el trabajo remunerado de los hogares, durante 2015 el valor económico del trabajo no remunerado doméstico y de cuidados alcanzó un nivel equivalente a 4.4 billones de pesos, lo que representó el 24.2 por ciento del PIB del país.
 
En términos reales este valor registró un crecimiento anual de 4.1 por ciento. Su valor en el PIB supera al de actividades como manufactura y comercio.
 
En 2008 la aportación masculina era del 4.6, para 2015 creció a 6.2; en tanto que la aportación femenina –la mayoritaria- en 2008 fue de 15.8 y para 2015 aumento a 18.0 por ciento del PIB.
 
La mayor parte de las labores domésticas y de cuidados fueron realizadas por las mujeres, con el 77.2 por ciento del tiempo que los hogares destinaron a estas actividades, que correspondió, a su vez, al 74.3 por ciento si se habla en términos del valor económico.

VER GRÁFICA AQUÍ

Una desigualdad de género –de las más altas en el concierto de naciones latinoamericanas-, que causa efectos muy negativos en el bienestar de las mujeres, de las familias y en el desarrollo integral del país.
 
Claramente se aprecia en la grafica que las actividades que absorben el mayor tiempo son: cuidados y apoyo, y alimentación. La primera es la de mayor valor económico, en su dimensión con el PIB. (Ver gráfica)
 
Por eso los hogares con mayor carga de trabajo no remunerado para las mujeres son los que tienen hijos menores de 6 años y los más pobres, entre otras razones porque no pueden pagar servicios de salud.
 
En 2015, los resultados en cifras netas per cápita (el sueldo neto que podrían percibir los miembros del hogar por realizar una actividad similar en el mercado), mostraron que cada persona participó en promedio con el equivalente a 35 mil 131 pesos anuales por sus labores domésticas y de cuidados.
 
Al desagregar este valor según el género de quien realizó estas actividades, se observó que el trabajo de las mujeres tuvo un valor equivalente a 49 mil 586 pesos, mientras que el de los hombres fue de 18 mil 109 pesos durante el mismo año.
 
Lo que significa que el país no podría funcionar en su dinámica económica, política o social sin la aportación que hacen estas mujeres, además pagarlo como sueldo sería incosteable.
 
El hecho de que el 77.2 por ciento de las horas destinadas a las labores domésticas y de cuidados realizadas en el hogar recaiga exclusivamente en las mujeres representa en primer término un importante obstáculo para que ellas se puedan integrar al mercado laboral o al trabajo asalariado, tiene efectos en los niveles de pobreza del país y de las mujeres.
 
La principal causa de que el mercado laboral femenino sea tan precario es la limitación que tienen, por eso trabajan pocas horas, con salarios más bajos y en microempresas.
 
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recomendó a México contar con políticas públicas que atiendan este grave problema.
 
PD:
En 2017 el Salario Mínimo diario paso de 73.64 a 80 pesos, un incremento de 9.58 por ciento; sin embargo para los contractuales será de 3.9 por ciento, una camisa de fuerza para los sindicatos.
 
Sin embargo, los 80 pesos están por debajo de la canasta alimentaria de Coneval. Otra novedad importante es el aumento en las tasas de interés. Banco de México (Banxico), incrementó la tasa de referencia 0.50 puntos porcentuales, con lo cual la tasa de interés pasa de 5.25 a 5.75.
 
Se prevé que para 2017 la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), active diversos incrementos en su tasa de interés, que obviamente se repetirán aquí en México, a través de Banxico. Nuevos precios de los créditos, la intención es atraer la inversión extranjera, a pesar de Trump.
 
Evidentemente esto afectará la inflación, se estima que llegará a 4.0 por ciento o más, con menor crecimiento económico, según Banxico de 1.6 por ciento para 2017. Un año difícil, por decir lo menos.

De todos modos ¡Feliz año nuevo!
 
*Economista especializada en temas de género

twitter @ramonaponce








NACIONAL
LABORAL
   Necesario generar políticas públicas: experta de OIT
Invertir 2 por ciento del PIB en cuidados y salud incrementaría empleo
Foto: Cirenia Celestino Ortega
Por: Cirenia Celestino Ortega
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 25/11/2016

Pese a contar con más escolaridad y mejores niveles educativos, las mujeres de la región continúan enfrentando problemas de empleo en comparación con los hombres, por lo que es importante generar políticas públicas de cuidados y mejorar también la condición de las personas que se dedican al trabajo del hogar remunerado.
 
Durante el primer Foro Internacional “Economía del Cuidado e Igualdad Laboral de la Ciudad de México” realizado ayer, la asesora en Género en el Área de Centroamérica de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), la maestra María José Chamorro,  refirió que las mujeres se insertan con mayor frecuencia en el mercado informal en 54 por ciento, mientras los hombres lo hacen en apenas 48 por ciento.
 
La especialista costarricense agregó que “pese a tener mejores niveles educativos que los hombres, las mujeres enfrentan mayores problemas de empleo en América Latina, como más niveles de desempleo, sub empleo, menores niveles de protección social y mayor informalidad.”
 
En el foro, convocado por la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo, la representante de la OIT destacó que invertir 2 por ciento del PIB en sectores de cuidado  y salud generaría incrementos en empleo de entre 1.2 por ciento y 3.2 por ciento.
 
Señaló que hay países latinoamericanos con pendientes en reformas legislativas que mejoren la situación y donde ya hay legislación hay una brecha de implementación de éstas. Ejemplificó el caso del Convenio 189 sobre trabajo decente para las trabajadoras del hogar, donde solamente 18 por ciento de los países latinoamericanos lo cumplen.
 
José Chamorro explicó que la ratificación de este Convenio busca equiparar los derechos de las trabajadoras del hogar a los de cualquier otra trabajadora y así exigir derechos laborales como el acceso a seguridad social, entre otros.
 
Cabe destacar que México no ha ratificado el Convenio, pese a los diversos exhortos que se le han hecho desde diferentes instancias al Ejecutivo Federal.
 
En su participación, la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, doctora María Ángeles Durán Heras, se refirió al trabajo de cuidado no remunerado que recae principalmente en las mujeres.
 
Durán Heras destacó que son las mujeres quienes dedican más tiempo al trabajo no remunerado del cuidado, sobre todo en la filiomaternidad (cuando una hija adulta cuida a su madre de la tercera edad).
 
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) destacan que durante 2013 la contribución que realizó cada mexicana de 12 años o más de manera cotidiana a través de las labores domésticas y de cuidado no remuneradas, representó 42 mil 500 pesos anuales; para mujeres en aéreas rurales la contribución fue de 49 mil 700 pesos anuales; y para las casadas de 57 mil  600 pesos en comparación con los 13 mil 900 pesos que los hombres aportaron.
 
De acuerdo con el Inegi, el trabajo doméstico no remunerado equivale al 20.5 por ciento del Producto Interno Bruto nacional, superior a lo que representa la industria manufacturera o el sector comercio para la economía nacional.
 
Por tiempo dedicado al trabajo doméstico y de cuidados, ONU Mujeres destacó en un estudio sobre el tema, que las mujeres dedican 59 horas semanales al trabajo doméstico y de cuidados, mientras los hombres dedican apenas 22 horas, lo que refleja la carga desigual en la distribución del trabajo como consecuencia de los estereotipos arraigados en la sociedad.
 
Finalmente, la directora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvior, Ximena Andión, señaló que es necesario reconocer el trabajo de cuidado como un derecho en la próxima Constitución capitalina y reconoció que aunque son muchos los programas sociales dedicados a este tema, se concentran solamente en algunas Secretarías.
 
16/CCO/LGL








INTERNACIONAL
LABORAL
   A mayor ingreso, menos tiempo dedicado a este trabajo dice Cepal
Mujeres de AL y el Caribe realizan entre 71 y 86 por ciento del trabajo no remunerado
Especial
Por: Gema Villela Valenzuela
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 27/10/2016

La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) recomendó reducir los horarios laborales y crear políticas públicas en donde el Estado asuma responsabilidades de cuidados de menores de edad y adultos mayores, para ayudar a reducir esa tarea que se le asigna a las mujeres.
 
Durante el Panel “Cuidar y ser cuidado en igualdad: la división sexual del trabajo en entredicho” realizado durante la XIII Conferencia Regional de la Mujer, en Montevideo, personas expertas en el tema hablaron sobre la medición de la economía del cuidado y de la división del trabajo en el hogar de acuerdo al sexo y género.   
 
En el panel, la ministra de la Mujer de República Dominicana, Janet Camilo, recordó que durante la X Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe efectuada en Quito en 2007, los gobiernos de la región acordaron “formular y aplicar políticas de Estado que favorecieran la responsabilidad compartida y equitativa entre mujeres y hombres en el trabajo doméstico para la reproducción económica y el bienestar de la sociedad como una de las formas de superar la división sexual del trabajo”.
 
La especialista en Economía y asistente del Instituto Haitiano de Estadística e Informática, Nathalie Lamaute-Brisson, dijo que “reconocer, reducir, redistribuir y remunerar el cuidado”, son puntos clave para incluir en las políticas públicas de los países latinoamericanos y para incorporarlos a la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
 
En tanto, el director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia, Mauricio Perfetti, dijo que las encuestas que miden el uso del tiempo dedicado al cuidado de otros y al trabajo no remunerado, deben ser utilizadas como base para los programas que promuevan la igualdad y reducir la división sexual del trabajo en el hogar.
 
Un ejemplo de política pública encaminada a involucrar al Estado en las responsabilidades de cuidado de otros, es el Sistema de Cuidados (SNIC) de Uruguay, aprobado en noviembre del 2015.
 
Sobre eso habló la Secretaria Nacional de Cuidados de ese país, Patricia Cossani, quien explicó que esa política pública contempla la ampliación de los servicios de escuelas y guarderías, la regulación laboral para ajustar las jornadas de trabajo, para de esa manera asegurar que las niñas y niños estén bajo el cuidado de instituciones y reducir la carga de este trabajo, regularmente asignado a las mujeres.
 
En el documento de posición “Autonomía de las mujeres e igualdad en la agenda de desarrollo sostenible” emitido por la Cepal, se muestra que las mujeres de los países de América Latina y El Caribe, realizan entre 71 y  86 por ciento del total de trabajo no remunerado que demandan los hogares.
 
Destaca que entre mayor es el nivel socioeconómico de las mujeres menor el tiempo dedicado a las labores domésticas y de cuidados de otros; por ejemplo de la población de mujeres mexicanas de 20 a 59 años de edad de hogares considerados no pobres, dedicaron un promedio de 73.3 horas semanales al trabajo no remunerado durante el 2014, mientras que las mujeres del mismo rango de edad de hogares considerados pobres le dedicaron 76.7 horas semanales a esas labores.
 
Lo anterior indica que las mujeres que tienen mayores ingresos pueden pagar servicios para el cuidado de otros, así como productos tecnológicos que les permitan realizar sus labores domésticas.
 
Respecto al trabajo remunerado, las mexicanas que se ubican en el rango de edad de 20 a 59 años de hogares no pobres, le dedicaron 36.2 horas semanales mientras que en las de hogares pobres -de la misma edad- registraron 23.8 horas semanales.
           
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NACIONAL
   Inicia XIII Conferencia Regional sobre la Mujer
Mexicanas, entre las más pobres de 18 países de AL: Cepal
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Gema Villela Valenzuela
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 25/10/2016

Las mexicanas se encuentran entre las más pobres de 18 países de América Latina y el Caribe, ya que de 2005 al 2014 la pobreza se incrementó al pasar de 35.5 por ciento a 41.2 por ciento respectivamente, reveló el documento “Autonomía de las mujeres e igualdad en la agenda de desarrollo sostenible”, presentado durante la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal).
 
Durante la inauguración de la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer en Montevideo, Uruguay, la cual reúne a representantes de 20 países, sociedad civil y de las Naciones Unidas para trabajar sobre la agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la secretaria general de la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra, sostuvo que las mujeres son las más pobres de los países de América Latina.
 
En el documento  “Autonomía de las mujeres e igualdad en la agenda de desarrollo sostenible”, México aparece entre los países con altos índices de pobreza que no pudieron disminuirla, lejos de ello se incrementó.
 
El documento también contempla un análisis del tiempo dedicado al trabajo remunerado y no remunerado en México, y destaca que durante 2014 las mujeres de entre 20 a 59 años de edad dedicaron 59.9 horas semanales al trabajo no remunerado (cuidado de otros y labores domésticas) mientras que los hombres dedicaron19.9 horas semanales a la misma actividad.
 
En el trabajo remunerado cambia la situación ya que los hombres dedicaron un total de 52.8 horas semanales en el 2014 a este trabajo y las mujeres 24.8 horas semanales, lo que significa que  persisten desigualdades de oportunidades en el ámbito laboral por motivos de género y una división del trabajo no remunerado por el mismo motivo, agrega el documento.  
 
El informe aborda la situación de 18 países de América Latina y el Caribe y advierte que una de cada tres mujeres en la región no tiene ingresos propios, y en aquellos países donde se han mejorado las políticas públicas que promueven la inclusión de las mujeres en el ámbito laboral, como el caso de Argentina, hay un “estancamiento” como resultado del “techo de cristal” (que son las limitantes sociales y políticas para el avance de las mujeres).
 
La Cepal informó que en estos países latinoamericanos, 28.9 por ciento de las mujeres no tiene ingresos propios, mientras que los hombres sin ingresos propios representan un 12.5 por ciento de su población.
 
La secretaria general de la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra dijo que las mujeres que estudian una carrera y no encuentran trabajo remunerado, se regresan a sus hogares a dedicarse a labores
domésticas no remuneradas.
 
Lo anterior, agregó, se refleja en la población de jóvenes de 15 a 29 años de edad que no estudian, ni trabajan y que representan 21.9 por ciento de la población en América Latina y El Caribe, de ellos 51 por ciento son mujeres.
 
En cuanto a salarios y ganancias indicó que existe una brecha salarial entre hombres y mujeres de 16.1 por ciento, por lo que los gobiernos deben implementar programas y políticas laborales que reduzcan la discriminación y desigualdad por motivos de género.
 
Por último indicó que los derechos que se buscan garantizar en la construcción de la agenda para lograr la igualdad y autonomía de las mujeres son: a una vida libre de violencia y discriminación; sexuales y reproductivos; así como los civiles, políticos, económicos y socioculturales.
 
A 40 años de la celebración de esta conferencia, este año se centrará en la igualdad de género, la autonomía de las mujeres y el desarrollo sostenible, temas que trabajarán los días 26, 27 y 28 de octubre.
 
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