EPN
VIOLENCIA
Marcela Lagarde
Obstaculizan Alerta de Violencia de Género como si se atacara a los gobiernos

Las autoridades “obstaculizan la Alerta de Violencia de Género, como si se tratara de una agresión contra los gobiernos”, cuando en realidad es una “política de emergencia” que permite a los gobiernos articularse para enfrentar el feminicidio, la trata de personas, violencia sexual, acoso y hostigamiento”, señaló la antropóloga Marcela Lagarde y de los Ríos, diputada constituyente de la Ciudad de México.
La también creadora de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), que incluye dicha alerta (AVG), dijo lo anterior este jueves, durante la mesa redonda “Igualdad de Género y Desarrollo en el marco de la agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenido”, realizada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), luego de que la Máxima Casa de Estudios se adhirió a la campaña HeForShe, impulsada por ONU Mujeres.
Lagarde y de los Ríos, considerada como referencia del feminismo en México, dijo también que existe una “simulación” de parte de los gobiernos en torno a la violencia contra las mujeres y recordó que Enrique Peña Nieto declaró una “nueva estrategia” contra la violencia –tras reconocer que 50 municipios presentan “condiciones difíciles”- aunque desde que fue creada la LGAMVLV existe un diagnóstico de la situación de violencia en el país y se conocen los focos rojos o lugares con mayor número de feminicidio.
Dijo que las organizaciones solicitantes de la activación del mecanismo de AVG también ofrecen sus diagnósticos y aun así tienen dificultades para que dicho mecanismo de emergencia contra cinco modalidades de violencia se declare en sus municipios y estados.
NUEVOS PLAZOS
Sobre el tema de la mesa, Marcela Lagarde, quien en junio pasado fue electa como diputada Constituyente, dijo que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) –compromiso de los países para lograr la igualdad entre hombres y mujeres hasta el año 2030– son la continuación de los Objetivos del Milenio, que no se cumplieron, por lo cual fueron replanteados con una perspectiva feminista, con plazos y acciones para poder lograr los compromisos en la práctica.
Entre otros temas de la mesa, la representante de ONU Mujeres, Ana Güezmes, coincidió en que se debe trabajar la violencia contra las mujeres como un tema emergente y anunció que el próximo 25 de noviembre intensificarán las campañas que han impulsado en contra del matrimonio infantil.
Por su parte, la representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Cristina Martín, dijo que otros ejes que se abordan en los 17 ODS para lograr la igualdad entre mujeres y hombres son la educación, atención médica y oportunidades laborales.
16/GVV/GGQ
VIOLENCIA
CRISTAL DE ROCA
Las buenas noticias

Yo entiendo al señor presidente. Entiendo bien cuando dice que parece que las malas noticias son las comunes y se dejan de lado las buenas noticias. El problema es que no tenemos la misma idea de lo que serían las buenas noticias.
El señor Enrique Peña Nieto está convencido de que el problema no es de fondo, sino de forma. Buen aprendiz de Jesús Reyes Heroles, quien dijo que: “en la política la forma es fondo”, nuestro presidente supone que el problema es de percepción: No es que no haya buenas noticias, es que no las vemos.
El pasado martes 16, en un discurso pronunciado en Hidalgo, dijo: “A veces nos quedamos muy marcados con las malas noticias, que parece fueran comunes o fueran las que a veces más se destacaran, y se olvidan y se dejan de lado las buenas noticias que mucho cuentan, que impactan positivamente en la vida cotidiana de las familias mexicanas. Hay que rescatarlas, porque hay muy buenas noticias”.
Y para que nos quede claro, el mensaje de su Cuarto Informe de Gobierno es: “Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho”.
En verdad, no es que yo quiera llevarle la contraria; es que, insisto, no nos estamos entendiendo.
Una buena noticia sería que, ¡por fin!, hubiera consecuencias por los actos de corrupción del presidente. Y lo mismo me refiero a la Casa Blanca, que al plagio de sendos fragmentos de la tesis de licenciatura.
Buena noticia sería que tengamos certezas de lo que pasó con los estudiantes de Ayotzinapa, y los responsables estén encarcelados.
Buena noticia sería que haya consecuencias para quienes son responsables de los crímenes de Tanhuanato.
Buena noticia sería que supiéramos quiénes son los responsables de los asesinatos en Nochixtlán y estuvieran siendo procesados legalmente.
Buenas noticias serían que no hubiera un enclave de Trata en Tlaxcala o en Hidalgo; que se atendiera con eficiencia y eficacia la desaparición de cada mujer; que los casos de feminicidio no fueran tema de discusión conceptual y sí tema de prioridad nacional.
Buenas noticias serían que viéramos al gobierno bien plantado defendiendo el Estado laico y la ley, sin recular a las presiones de grupos religiosos, hoy por el matrimonio igualitario, ayer por los anticonceptivos, y ayer y hoy por el derecho a decidir e incluso, ¡de nuevo!, por el derecho al divorcio.
Buena noticia sería que hubiera consecuencias por todas las irregularidades e ilegalidades cometidas por el titular de la Comisión Nacional del Deporte, que llevó a su novia a pasear a Brasil con dinero público, y aceptó regalos indebidos de quien diseñó los trajes deportivos de la delegación mexicana.
Buena noticia sería, que se anunciaran recortes salariales a la élite gubernamental en lugar de aumentar la gasolina y la luz comercial e industrial.
Buena noticia sería, en fin, que se pusiera un alto a la corrupción e impunidad que tiene al borde del abismo a nuestra nación.
Pero en lugar de eso tenemos verdades oficiales que, por si hiciera falta aclarar, nadie cree. Tenemos mea culpas mediocres. Tenemos muchas excusas, muchas simulaciones, muchas omisiones.
Tiene razón Armando Ríos Piter (Excélsior, 29 de agosto), la forma ya no es fondo; hoy “la forma ya no puede con el fondo”.
Así que, señor presidente, no dudo que tenga buenas noticias. Es sólo que no tenemos la misma percepción y urgencia de las buenas noticias que necesitamos.
Usted disculpará si le echamos a perder el festejo. Pero no tenemos buenas noticias para festejar.
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com
*Periodista de Quintana Roo, feminista e integrante de la Red Internacional de periodistas con visión de género.
16/CLT/LGL
Lydia Cacho Plan b*
No es el ano, señor cardenal

Imposible no tomar un poco a broma los dichos del cardenal Norberto Rivera Carrera. Seguramente después de leer “Educación sexual para adolescentes cristianos” tuvo la genial idea de atacar el matrimonio entre hombres desde el punto de vista biológico.
Después de explicar cómo el órgano sexual de la mujer está diseñado para lubricar y recibir, declara “en cambio el ano del hombre no está diseñado para recibir, sólo para expeler. Su membrana es delicada, se desgarra con facilidad y carece de protección contra agentes externos que pudieran infectarlo. El miembro que penetra el ano lo lastima severamente pudiendo causar sangrados e infecciones”. Dios le guarde su ignorancia a este hombre que bien podría haber estudiado un texto más científico para evitar que cualquier persona con conocimiento básico de anatomía, sexualidad y prácticas sexuales le revire apuntando sus yerros. No importa, en realidad lo interesante es que las debilidades del Cardenal son muy similares a las del presidente Enrique Peña Nieto. Ambos, como líderes de grandes grupos sociales, intentan imponer sus ideas con fórmulas fallidas, en exceso débiles, interpretando el mundo sólo por el ojal de su mirilla.
El cardenal se enfoca en sus propios prejuicios sobre la sexualidad entre hombres de tal manera que es incapaz de comprender que se ridiculiza a sí mismo y a la iglesia. Sus fobias y su rusticidad sobre el sexo anal serían las delicias del doctor Freud, si no representaran la decadencia intelectual del líder del corpus político de la Iglesia. Se les han acabado los argumentos para debatir temas vitales con argumentos del Siglo XXI.
El reduccionismo ideológico es uno de los signos de la debilidad argumentativa, así como reflejo de la incapacidad para complejizar los problemas, para aceptar todas sus aristas, reconocer la postura personal y luego tomar una posición sólida al respecto. El cardenal cree que todo el problema del matrimonio entre hombres se reduce al uso del ano como órgano de placer (para ser exacta sería el punto P o punto prostático, el que produce el orgasmo anal). No mira a los hombres como seres multidimensionales y complejos que buscan que sus relaciones erótico-afectivas, familiares, íntimas y amorosas sean reconocidas legal y socialmente como fórmulas familiares; reduce todo al sexo porque no hay argumento creíble para negar el derecho a dos personas a amarse, crear vínculos, hacer familia, tener derechos y obligaciones frente al Estado.
No es el único político eclesiástico confundido con el significado del erotismo y la sexualidad; en tres juicios irlandeses sobre pedofilia clerical los abogados de la iglesia defendían a sus curas pederastas argumentando que los violadores nunca penetraron a sus víctimas; lo defensores del padre Maciel argumentaron que él “sólo” les hacía (forzaba sería lo correcto) a los niños que tocaran su miembro viril o que le hicieran sexo oral.
Resulta curioso que cuando conviene a la Iglesia los seres humanos no son alma y cuerpo sino fragmentos anatómicos, tal como lo demuestran al asegurar que la iglesia, el Estado y el hombre son fiduciarios del sistema reproductor femenino. Ven el ano porque es lo único que les queda, si vieran el todo, la Constitución, los Derechos Humanos, la libertad amorosa, la poli-identidad sexual postmoderna que se ha salido de los cánones convencionales, tendría que declararse a favor del amor entre personas y dejar atrás su homofobia producto de una cultura medieval inerte.
Peña Nieto por su parte, está también enfocado en su pequeño orificio de podredumbre. Él se ha creído que el problema es la Casa Blanca y el condominio de Miami, su obsesión vengativa se centra en un pequeño equipo de periodistas que lo evidenciaron; es incapaz de comprender que su verdadero problema es que ha elegido la corrupción como forma de vida, que las mansiones son solo un síntoma de un problema inmenso de ingobernabilidad, de una forma de ser, actuar y ejercer la función pública.
Peña ha creído que su problema es la presencia de especialistas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y no que él y su equipo gobernante hayan elegido ocultar la evidencia, proteger a un gobernador, a un alcalde y a un puñado de soldados corruptos. Su problema ha sido rodearse de hombres de mente pequeña, ignorantes, pusilánimes, que avalan la corrupción como eje del poder. Ambos hombres de poder muestran su decadencia, uno desde la política religiosa, otro desde la laica; ambos se enfocan en el ojal por el que miran el mundo, ambos están equivocados.
@lydiacachosi
* Plan b es una columna cuyo nombre se inspira en la creencia de que siempre hay otra manera de ver las cosas y otros temas que muy probablemente el discurso tradicional, o el Plan A, no cubrirá.
16/LCR/GGQ
