Libro rescata historia de Asociación de Mujeres Comunicadoras
FEMINISMO
Aportes de quienes impulsaron periodismo de género en Cuba
Libro rescata historia de Asociación de Mujeres Comunicadoras

Fue necesario esperar más de 20 años para contar el intenso quehacer de Magín. El volumen “Tiempo de contar esta historia” reúne las memorias de este grupo de mujeres, quienes marcaron el devenir de los estudios de género y comunicación en esta isla.
“A lo largo de estos 20 años se han tejido muchos mitos sobre Magín y en este libro las nuevas generaciones podrán saber qué hicimos y qué seguimos haciendo”, dijo Daysi Rubiera, una de las autoras, durante la presentación del libro.
La Casa de las Américas acogió la presentación del título el pasado martes 3 de noviembre. El encuentro se convirtió en una jornada de celebración y homenaje a la Asociación de Mujeres Comunicadoras Magín, como más se le recuerda.
La solidaridad y el empeño hicieron posible la existencia del libro, que reúne testimonios de parte de sus integrantes, en este caso 34 mujeres y un hombre.
La asociación entendía la comunicación en un amplio espectro, por ello no sólo la conformaron profesionales de los medios, sino también historiadoras, psicólogas, sociólogas, arquitectas e ingenieras.
El grupo surgió en 1993, uno de los años más duros de la crisis socioeconómica que vivió el país en la década del 90. En aquel contexto, las cubanas vieron emerger, junto a los rigores de la sobrevivencia diaria, prejuicios machistas y situaciones discriminatorias.
La existencia de Magín fue corta, pero intensa. En solo tres años llegaron a ser una agrupación de más de un centenar de personas. Realizaron talleres sobre autoestima, género y fotografía, sexismo en el lenguaje, roles y estereotipos machistas. También compartieron con expertas y feministas de otros países, además de impulsar investigaciones y realizar productos comunicativos.
La Asociación de Mujeres Comunicadoras, nombre oficial del colectivo, marcó la ruta de muchas profesionales que hoy constituyen referentes obligados en materia de género y feminismo en Cuba.
La periodista Sara Más no formó parte de su membresía, pero muchas de sus mejores fuentes han sido integrantes de Magín.
“Cuando hurgaba en fuentes y estudios para nutrir notas y reportajes, empecé a encontrar esa visión transgresora y aguda, la que iba más allá de lo aparente, en un grupo de mujeres de diversas profesiones que hablaban con impulso y lenguaje renovados”, comentó la periodista, prologuista del volumen.
En 1996 la asociación fue desactivada por autoridades del Partido Comunista de Cuba. Entonces un velo de silencio cubrió la historia “maginera”. A tal punto que aún en la actualidad las autoras debieron sortear no pocos obstáculos para llevar a buen puerto el proyecto de libro.
Aunque tuvo evaluaciones positivas, ninguna editorial nacional apostó por su publicación. “Al final decidimos publicar por cuenta propia”, reconoce Rubiera.
Para sus integrantes, la magia que por décadas sigue uniendo a Magín radica en su apuesta por el crecimiento espiritual y académico, la sororidad, la perseverancia y deseos de hacer a favor de la equidad de género en Cuba.
La periodista Mirta Rodríguez Calderón formó parte del equipo gestor y en su testimonio reconoce la vigencia del proyecto.
“Las semillas que esparcimos y los criterios que sustentamos, las tantas, tantísimas cosas que aprendieron las Magineras en nuestros talleres, pertenecían al futuro y las recuperará Magín o cualquier otro grupo de mujeres que se llamarán como nosotras o de otra manera”, afirma Rodríguez Calderón en las páginas del volumen.
15/LGP/RMB