Las migrantes no se “empoderan”, son explotadas laboralmente
Migración
Necesaria política bilateral para proteger a trabajadoras
Las migrantes no se “empoderan”, son explotadas laboralmente
Es necesario que la situación laboral de las mujeres migrantes se visibilice y regule, para que accedan a empleos más calificados y reciban una remuneración justa por su trabajo, coincidieron especialistas en migración.
Durante el Segundo Simposio Internacional “Feminización de las migraciones”, que se lleva a cabo en la UNAM y al que convocaron grupos civiles y académicas, Allison Petrozziello, representante de ONU-Mujeres, explicó que los países desarrollados están demandando mano de obra para la agricultura y servicios de cuidado y limpieza del hogar.
Abundó que por la situación de las migrantes irregulares (quienes viajan sin documentos de estancia legal, son indígenas o de escasos recursos), es frecuente que acepten ese tipo de empleos.
Petrozziello detalló que hay una diferencia sustancial en el tipo de remesas que envían las mujeres en comparación con sus pares varones, ya que el dinero que ellas envían implica más trabajo que el de los hombres (laboran más horas al tener menores ingresos); además de que las remesas benefician a mayor número de integrantes de la familia, y apoyan con más frecuencia en caso de imprevistos (accidentes o enfermedades).
Agregó que ellas enfrentan, además de explotación laboral, aislamiento y estigmatización por el supuesto “abandono de sus familias” al haber emigrado.
Diana Damián Palencia, fundadora de la Red Mesoamericana Mujer, Salud y Migración, dijo que una investigación reciente de su organización en zonas fronterizas arrojó que las migrantes son forzadas a emplearse como “cuidadoras” en actividades delincuenciales como secuestro y trata de personas.
Explicó que los países de destino están solicitando trabajadores jóvenes, lo que podría explicar que en meses recientes un gran número de niñas y adolescentes estén cruzando las fronteras.
Damián Palencia criticó que si bien los programas federales que permiten que trabajadores migrantes ingresen a México y Estados Unidos de manera regular por cierto tiempo incluyen a las mujeres, éstos carecen de enfoque de género y de Derechos Humanos laborales con base en la recomendación 26 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés).
Las expertas coincidieron en que el ingreso de las migrantes al mercado laboral no significa su empoderamiento –como afirmó en el primer día del Simposio Internacional Salvador Berumen Sandoval, director de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación–, ya que las condiciones a las que ellas se enfrentan denigran su bienestar, salud y libertad.
Las participantes en el evento urgieron a crear políticas de gobierno bilaterales para proteger a las mujeres trabajadoras. También pidieron reconocer la diversidad de las trabajadoras migrantes, ya que las indígenas, las empleadas del hogar y las jóvenes, por mencionar algunos ejemplos, presentan problemáticas particulares.
Las expertas también hicieron un llamado a la sociedad civil para fortalecer redes de apoyo trasnacionales (en los países de origen de la migración y las naciones de destino).
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