Al Estado no le importan las desapariciones de migrantes
Migración
MP no investiga y falta coordinación con otros países
Al Estado no le importan las desapariciones de migrantes
El Estado mexicano no atiende, investiga ni contabiliza los casos de personas migrantes desaparecidas en el país, por lo que las familias afectadas buscan a sus seres queridos con sus propios recursos y sin posibilidad de acceder a la justicia, denunciaron organizaciones civiles.
Durante la última sesión del Foro Migraciones que se llevó a cabo durante el mes de mayo en el Museo Memoria y Tolerancia en esta capital, Rita Marcela Robles Benítez, integrante del Servicio Jesuita a Migrantes, advirtió que no hay cifras sobre el número de personas migrantes desaparecidas en México, ya que los ministerios públicos (MP) se niegan a realizar su trabajo.
La desaparición de una persona migrante violenta el derecho constitucional de garantizar integridad, seguridad y la vida a toda persona extranjera independientemente de su estatus migratorio, señaló la experta.
Igualmente, la inacción de las autoridades tras la desaparición de las personas migrantes violenta tres derechos fundamentales de las familias que han perdido a alguno o varios de sus integrantes: el derecho a la información, a la verdad y a la reparación del daño.
Este último derecho se ve afectado sobre todo porque el gobierno no garantiza la no repetición de los hechos, ya que es una obligación del Estado respetar, proteger, garantizar e investigar cada una de las desapariciones, remarcó Robles Benítez.
No obstante, denunció que en la mayoría de los casos cuando las familias acuden al MP para denunciar la desaparición, enfrentan obstáculos interpuestos por las mismas autoridades, quienes se niegan a investigar, no brindan traductores y no entablan comunicación con las y los familiares.
Lo único que hacen las autoridades una vez que las organizaciones civiles encuentran el cuerpo de alguna persona que fue reportada como desaparecida es solicitar al consulado en el país de origen que dé la trágica noticia a las familias, criticó la activista.
También señaló que la búsqueda de las personas desaparecidas no es responsabilidad única del Estado mexicano, sino también de los gobiernos de los países de origen.
Ante la omisión y negativa de las autoridades mexicanas, la académica observó que las organizaciones civiles son quienes acompañan a las familias afectadas en la búsqueda de las personas desaparecidas durante el tránsito migratorio.
No obstante, este proceso es muy complicado porque en la mayoría de los casos las familias habitan en comunidades de difícil acceso y con problemas de comunicación dentro de su país o hablan una lengua indígena, tienen escasos recursos y desconocen por completo el sistema judicial mexicano.
La académica explicó que existen diferentes tipos de desapariciones. Entre ellos, la desaparición voluntaria que se refiere a las personas migrantes que deciden no tener contacto con nadie de su país de origen, ya sea por una situación de violencia o peligro. Este grupo –acotó– conforma el mínimo de personas desaparecidas.
También está la desaparición por accidentes, desastres naturales o conflictos: personas que perecen cuando son atropelladas por el tren, por ejemplo; la desaparición a manos del narcotráfico y redes de trata de personas, y las desapariciones forzadas que se refieren a quienes son víctimas de alguna autoridad del Estado.
Rita Marcela Robles estimó que de 2 mil casos de desapariciones de personas migrantes que ha recibido su organización, sólo en 10 por ciento de ellos se encuentra a la persona desaparecida. En la mayoría de casos –precisó– las y los migrantes fueron asesinados o están en reclusión por haber sido acusados de algún delito.
Según un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) divulgado en 2011, de septiembre de 2009 a febrero de 2010 se registraron más de 10 mil secuestros de personas migrantes, en contraste con los 9 mil 780 detectados en el mismo lapso de 2008 a 2009. La CNDH no desglosó las cifras por sexo.
La activista aclaró que las personas que fueron encontradas en reclusorios en algunos de los casos hablaban alguna lengua indígena, y que por falta de traductores no han brindado su primera declaración.
También observó que en el procedimiento para encontrar a las personas desaparecidas es fundamental estar en contacto con organizaciones de Estados Unidos y con los refugios en los distintos estados por donde pasa la población migrante.
En ese acompañamiento se ha detectado que dentro de la población migrante, las personas más vulnerables son las y los jóvenes, y que las mujeres padecen en mayor grado la trata de personas.
En 2013, según la Organización Internacional del Trabajo había 232 millones de personas que se encontraban viviendo en un país diferente al suyo, lo que equivale al 3.2 por ciento de la población mundial; esto contrasta con la registrada en 2002 cuando eran 175 millones de personas.
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