Vale la pena luchar por nuestros migrantes: Emeteria Martínez
Migración
Fallece pionera de las caravanas de centroamericanas a México
Vale la pena luchar por nuestros migrantes: Emeteria Martínez
Doña Emeteria Martínez nunca perdió la esperanza. La iniciadora de las caravanas de madres de migrantes centroamericanos desaparecidos en México –fallecida ayer a los 74 años– siempre animó a sus compañeras de lucha: “No es de la noche a la mañana que vamos a triunfar”.
La integrante de la primera caravana que llegó a México hace ocho años en busca de sus familiares secuestrados por bandas criminales o detenidos por las autoridades, murió ayer a las 4:45 de la madrugada en su natal Honduras, víctima de dos infartos y una embolia.
Ella vino por vez primera a nuestro país desde el municipio hondureño de Progreso Yoro a buscar a su hija desaparecida desde hacía más de 20 años, Marlene Ortiz. Su tenacidad rindió frutos hasta 2007 cuando por fin la encontró en el Estado de México.
Doña Emeteria fue entrevistada por Cimacnoticias en noviembre pasado, tras concluir la octava Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos, que durante 19 días (del 14 de octubre al 3 de noviembre) recorrió 14 entidades del país.
En ese momento, reflejaba optimismo por los avances de las activistas, recalcaba su llamado a las autoridades para que respeten los derechos de la población migrante, y exigía castigo para los responsables de secuestros, violaciones y demás maltratos durante el trayecto hacia Estados Unidos.
“Cuando encontré a Marlene mis compañeras me preguntaron ‘¿y ahora que va hacer doña Emeteria?’. Yo les respondí que esta era mi lucha y que las iba acompañar mientras tuviera fuerzas”, contó a esta agencia en esa ocasión.
Sobre los primeros pasos en la organización de las caravanas, narró: “Una conoce tantas cosas, con decirle que yo no sabía hablar en público, pero esto me ha enseñado mucho a hablar, a entender, a analizar la situación de nuestros migrantes”.
La integrante y fundadora del Comité de Familiares de Migrantes de Progreso Yoro (Cofamipro) criticó en noviembre pasado la “indiferencia” de los gobiernos de México y Honduras ante la “alarmante” situación que padece la población migrante.
“El trabajo (de búsqueda) que andamos haciendo lo tienen que hacer ellos (las autoridades); es su responsabilidad y tienen las facilidades. Nosotras sin recursos lo hemos hecho”, destacó doña Emeteria.
La primera búsqueda emprendida por las madres hondureñas sólo llegó a Tecún Umán, Guatemala, en 1999. En los años siguientes, las mujeres organizadas viajaron a Tapachula, Chiapas.
“Cada día íbamos preparando más gente, ahora son bastantes madres (decenas)”, pero no todas han podido incorporarse a la caravana por falta de recursos económicos, explicó.
Cada año, más y mejor organizadas, las mujeres provenientes de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, avanzaron a otros estados de México.
En 2011 buscaron a sus familiares en 10 entidades federativas y en 2012 con la “Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos en Tránsito por México-Liberando la Esperanza” recorrieron cuatro más apoyadas por el Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM).
La lucha de Emeteria y otras madres tuvo logros: en las ocho caravanas realizadas hasta ahora, se han encontrado a 67 personas con vida. El año pasado cinco mujeres pudieron reencontrarse con sus hijos.
Para la hondureña, la búsqueda de migrantes desaparecidos se convirtió en todos estos años en una causa justa por la que “vale la pena” trabajar.
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