Violencia sexual, pan de cada día para las migrantes
Migración
Cárteles de la droga, redes de trata y policías abusan de ellas
Violencia sexual, pan de cada día para las migrantes
“Esta es la primera vez que salgo de Honduras y me fui de ahí por mis hijos, pues no tengo el apoyo de mi pareja. Ahora a causa de las violaciones que sufrí estoy embarazada y no sé qué hacer”, señala Rocío, migrante hondureña víctima de violencia en su tránsito por México.
Las mujeres representan entre 10 y 30 por ciento de las personas migrantes en tránsito a través de México. En 2010 representaron 14.2 por ciento de las detenidas en estaciones migratorias, la mayoría de ellas proveniente de Guatemala, Honduras y El Salvador, y en menor grado de Nicaragua, Ecuador, Brasil, Colombia, República Dominicana y Cuba, según información del Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi).
El relato de Rocío forma parte del “Cuaderno sobre secuestro de migrantes. Dimensión, contexto y testimonios de la experiencia de la migración en tránsito por México”, que reúne 33 testimonios de centroamericanas y centroamericanos secuestrados por el crimen organizado en México entre 2008 y 2010.
En mi camino hacia Estados Unidos, “cuando veníamos en el tren mis compañeros y yo cerca de Monterrey, los Zetas nos bajaron. Todos empezamos a correr, pero a mí me alcanzó uno y empezó a agredirme, a golpearme, porque me quería escapar”, narra la mujer.
“Desperté hasta el otro día, golpeada y llena de sangre en mi cara; como pude me escapé y alcancé a llegar a un pueblo que estaba cerca, en donde encontré a una pareja que me ayudó, me llevaron a la Cruz Roja y de ahí me trasladaron a la Casa del Migrante de Saltillo”, detalla.
La madre de dos niños agrega que no es la primera vez que sufre violencia en México: “Ya nos habían secuestrado antes en Medias Aguas (localidad de Veracruz), donde nos tuvieron todo el día y la noche. Ahí nos habían bajado del tren unas personas con machetes y pistolas; nos llevaron al monte y ellos se aprovecharon de nosotras, abusaron de nosotras y luego nos dejaron botadas”.
Rocío recuerda que fue en ese lugar donde uno de los migrantes hombres que también habían secuestrado se escapó y logró llamar al grupo Beta: “Ellos llegaron y nos ayudaron, nos llevaron a la estación de policía a declarar lo que nos había pasado, luego a unos nos llevaron a una casa del migrante y a otros a la Estación Migratoria”.
Ante la dilación de las autoridades para tratar sus casos, Rocío decidió junto con otras y otros migrantes continuar su viaje hacia EU. “Como las autoridades no nos daban respuesta, nos desesperamos y al pasar de los días decidimos seguir nuestro camino”.
En el cuaderno de testimonios, que forma parte de los informes anuales de la Casa del Migrante de Saltillo, y coeditados por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, se indica que hasta la fecha, las Casas del Migrante y la Comisión Nacional de Derechos Humanos han documentado 20 mil secuestros por año cometidos contra personas migrantes en tránsito por México, la gran mayoría de ellas de origen centroamericano.
Señala que los secuestros son realizados por integrantes del crimen organizado, siempre en colusión (abierta o no) de agentes estatales de los tres niveles de gobierno, entre los que destacan los servidores públicos del Instituto Nacional de Migración, Policía Federal y policías municipales.
Los secuestros van acompañados de delitos como la desaparición forzada, el reclutamiento forzado, la tortura, el homicidio, la trata de personas, el abuso sexual y la extorsión.
Para Gretchen Kuhner, coordinadora del Programa de Mujeres en Migración del Imumi, el hecho de que las mujeres en tránsito sufran altos grados de violencia puede tener un impacto importante en la salud mental, afectando su capacidad de desarrollar sus vidas laborales y sociales llegando al país de destino.
Esta situación es de particular importancia considerando el papel de las mujeres en el proceso migratorio, toda vez que ellas migran para buscar trabajo, para mantenerse a sí mismas y a sus familias.
Afirma que desde hace casi una década, la ONU ha documentado casos de violencia contra las mujeres migrantes que transitan por México, refiriendo que la violencia sexual en particular es utilizada por agentes estatales así como por civiles a cambio de la no deportación.
Cabe señalar que Naciones Unidas anunció a mediados de este mes que a partir del próximo 10 de enero implementará en Chiapas, Oaxaca y Tabasco, un programa de seguridad para migrantes, el cual constará de capacitación para los actores involucrados en la gestión migratoria, en la detección de trata de personas y víctimas de abuso, así como el fortalecimiento de servicios a migrantes.
La ONU invertirá 3 millones 100 mil dólares (cerca de 40 millones de pesos mexicanos) en la implementación de este programa y se espera que a lo largo de dos años beneficie a 300 mil personas migrantes.
12/GTR/RMB