Tras 20 años en EU, deportan a migrante guatemalteca
Ahora no encuentra empleo en su tierra natal
Tras 20 años en EU, deportan a migrante guatemalteca
Aura Judith Valenzuela, de 48 años, no puede contener el llanto al recordar la próspera condición de vida que gozó en Santa Fe, Nuevo México, al suroeste de Estados Unidos, hasta que en 2010, dos décadas después de haber llegado, "la Migra" tocó a su puerta.
"¡Ay Dios! Las condiciones allá eran mucho mejores. Para mí ha sido muy triste esta situación porque en dos años que tengo de vivir aquí no he podido salir adelante, no me adapto a la vida de aquí", relata.
Aura, como muchas otras mujeres centroamericanas, decidió abandonar su natal Guatemala en 1990, junto con su hijo de año y medio, para buscar oportunidades en EU.
"Me fui en camión de Guatemala hasta Tecún Umán, fronterizo con México. Cruzamos el río y al llegar a Veracruz nos robaron el dinero. Pasamos hambre y frío, y para subsistir me subí al tren a vender pan", cuenta.
Así logró llegar a Santa Fe, su primer objetivo. El resto se fue cumpliendo a medida que trabajaba.
Según una encuesta publicada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en 2008, la composición de la población migrante guatemalteca en EU es 72.7 por ciento de hombres y 27.3 por ciento mujeres, equivalente a unos 400 mil inmigrantes.
DE SUEÑO A PESADILLA
"Trabajé en Mcdonald?s, Burguer King, KFC y en muchos otros lados", platica Aura Judith. La mujer terminó cuidando a adultos mayores en un hospital público de Santa Fe. "Sacaba casi mil 200 dólares quincenales (más de 15 mil 800 pesos mexicanos al tipo de cambio actual). Bendito sea Dios me iba muy bien. Incluso hacía hasta dos turnos", recuerda. Así fue como logró comprar una casa.
Todo iba bien hasta que el 23 de agosto de 2010, "la Migra" ?como se conoce al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EU? llegó a su casa para deportarla por no poseer documentación de estancia legal. Un calvario comenzaba para Aura.
"Estuve en la cárcel tres semanas. Allá dejé mi casa, mis cosas, todo lo que tenía. Una se siente sin nada y fracasada", explica. Pero eso no es todo. También tuvo que dejar a su hijo, ahora de 23 años, y a su pareja, quien ahora le ayuda en su sostén económico. "Él me saca adelante, me manda (desde EU) para mi comida y mi renta", relata.
Según la Dirección General de Migración, de enero a julio de 2012 un total de 21 mil 112 personas han sido deportadas de EU a Guatemala, 6 por ciento son mujeres.
La situación de Aura al regresar deportada a su país de origen es todo menos fácil. "He buscado trabajo, pero no encuentro porque lo primero que me piden son cartas de recomendación que no tengo", lamenta esta guatemalteca que apenas alcanzó a cursar cuarto grado de primaria.
No obstante, no pierde las esperanzas de volver a EU. "He pensado regresar porque mi vida está allá", advierte.
Flora Reynosa, defensora de los derechos de los migrantes de la Procuraduría de Derechos Humanos, dice que las deportaciones "dejan en situaciones muy precarias" a las mujeres cuya condición de migrante "es más difícil que la de los hombres".
"Les crea mucha frustración porque no tienen posibilidades de salir adelante en su país, sobre todo si para llegar a EU tuvieron que ser víctimas de crímenes, discriminación y violaciones", explica.
Además, Reynosa considera que las mujeres asumen otras responsabilidades como el cuidado de las y los hijos y del hogar. "Y si lo que gana el esposo no alcanza debe incorporarse al trabajo informal y eso es muy duro", apuntó.
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