Para huir de la pobreza, infancia marroquí migra a Europa
Difícil su repatriación
Para huir de la pobreza, infancia marroquí migra a Europa
La pobreza en que vive la infancia marroquí es uno de los principales factores que favorecen su migración. El 44 por ciento de los pobres de Marruecos son menores de quince años y la mayor concentración de personas pobres se registra en el medio rural, de donde provienen la mayoría de las niñas y niños migrantes, señala Human Rights Watch (HRW).
En su en su informe Callejón sin salida. Abusos cometidos por las autoridades españolas y marroquíes contra niños migrantes, la organización internacional señala que la mayoría de las y los menores de edad migrantes, no acompañados, entrevistados provenían de las zonas rurales de Marruecos, quienes señalaron que no veían futuro en su país, en clara respuesta a la realidad demográfica y económica de Marruecos.
En contraste con el desolador paisaje de pobreza y falta de oportunidades que ven en su país, las cadenas de televisión de Europa y el flujo regular de emigrantes que vuelven a pasar las vacaciones en sus lugares de origen son para las y los menores de edad marroquíes el reflejo de las oportunidades que ofrece Europa.
Al respecto el informe "Menores en las Fronteras, sobre los retornos llevados a cabo sin garantías a los menores de origen marroquí y de los malos tratos sufridos", elaborado por la organización SOS Racismo, indica que debido a la pobreza en la que se encuentran sumergidas las niñas y niños marroquíes, tienen que trabajar desde muy temprana edad abandonando la escuela.
En este tema, el informe de SOS Racismo califica al sistema escolar en Marruecos como deficiente e incapaz de enfrentarse al nivel de ausencia y fracaso escolar en los barrios periféricos de las grandes ciudades y en las zonas rurales.
Así la incorporación al mundo laboral de estas niñas y niños se hace en condiciones precarias y lejos de ser una experiencia de aprendizaje y de inclusión en la vida social, el trabajo de las y los menores de edad es una primera experiencia en la que verifican que en su país no tiene ningún futuro y hay que emigrar, para obtener una mejor calidad de vida, apunta el documento.
La gestación de un proyecto migratorio pasa por la convicción de que el trabajo en Marruecos no es una manera de promocionar o de ganarse la vida.
Al respecto en uno de los testimonios del informe el niño T.M indica "En Marruecos te tratan mal, trabajo 10 horas al día por casi nada de dinero. Me siento explotado. Si me voy a España podré encontrar un trabajo mejor".
La idea de "buscarse la vida" en España y encontrar un trabajo para ayudar a la familia es un elemento central en el discurso de estas y estos menores de edad y una motivación para emigrar.
RETORNO CRUEL
El documento, elaborado por SOS Racismo analiza 28 regresos de menores de edad, 46 por ciento menores de 17 años, encontrando que todos han sufrido cualquier tipo de malos tratos por parte de la policía. Con lo que concluyen que en el procedimiento de retorno se están violando sus derechos humanos. Además de que pueden llegar a ser sancionados por el sólo hecho de emigrar.
Al respecto apunta que en España no se respetan las garantías previstas en la legislación nacional e internacional. Ya que no se toma en cuenta la opinión del la niña o niño, que en la mayoría de los casos no quieren regresar a su país de origen.
Además no se deja al menor de edad con su familia, sino en ciudades de Marruecos alejadas de su lugar de origen y en ocasiones en comisaría de policía, con lo que se pone en riesgo su vida, enfatiza el documento.
En este sentido HRW, detalla en su informe anteriormente mencionado que las autoridades de la ciudad de Melilla (ciudad autónoma española situada en el norte de África), han expulsado regularmente a Marruecos a menores de edad migrantes no acompañados.
Entre julio de 2001 y febrero de 2002 hubo al menos 70 ocasiones en las que se repatriaron menores, según indica la organización. Aunque las autoridades denominan a estas expulsiones medidas de reintegración familiar, estas niñas y niños rara vez son devueltos a sus familias o entregados a los servicios sociales marroquíes, contraviniendo la legislación española.
La Consejería de Bienestar Social de Melilla informó en enero de 2002 que el 72.2 por ciento de lo que denominaba repatriaciones y reintegraciones familiares había fracasado, y que las niñas y los niños habían regresado a Melilla.
En 2001, de acuerdo con datos estadísticos oficiales, la ciudad llevó a cabo 36 reintegraciones familiares; antes de que terminara el año, 26 de las y los niños habían vuelto a Melilla.
SOS Racismo, informa que las y los niños intenten volver a España, bajo camiones o como sea, arriesgando sus vidas. Al respecto la ley indica que hay que evaluar caso por caso la conveniencia de dicha repatriación, para evitar actuar en contra de los intereses de la o el menor de edad.
La migración de los menores en Marruecos es una realidad que comienza a mediados de los años 90. Hasta finales del 2002, los menores de edad emigran principalmente escondidos en los barcos o escondidos debajo de camiones a excepción de los menores que emigran desde Tarfaya a las Islas Canarias, que utilizan pequeñas lanchas que los dejan 500 metros antes de llegar a tierra.
Cabe destacar que de desde enero del 2003 comenzó a aumentar el número de menores de edad que llegan de esta forma a las costas andaluzas. Esta sería una reciente variante de la migración de menores de edad.
SOS Racismo, señala que las niñas y niños migrantes son los nuevos protagonistas de los procesos migratorios en el panorama internacional, conforman un nuevo sujeto migratorio. Podemos afirmar que a partir de este siglo la presencia de menores sin sus familias, en los desplazamientos humanos será un factor común en las migraciones a nivel mundial.
07/GT/GG