Un congreso sobre la violencia que se ejerce contra las mujeres

   OPINIÓN
Un congreso sobre la violencia que se ejerce contra las mujeres
Por: Tere Mollá*
CIMAC | México DF.- 08/05/2007

Quizás el título correcto del artículo debería ser "Cómo hacer un congreso para hablar de la violencia de género sin apenas contar con las principales actoras, ni con las asociaciones que las defienden".

Eso es lo que ocurrió hace unos días en una en una ciudad de Alicante en donde lo que se pretendía afrontar, al menos yo entendí, era este problema desde el ámbito institucional.

Por lo visto lo entendí malamente, porque ni estaban las víctimas y, durante el tiempo que estuve, que fue el justo para entender que estaban insultando mi inteligencia de mujer comprometida personal y políticamente con este tema, apenas se habló de su situación jurídica, ni civil, ni emocional de estas víctimas. Nada.

Los unos (y digo unos porque durante ese tiempo sólo intervino una mujer y no sé yo si el discurso era suyo propio, lo cual es todavía más triste) y los otros sólo nos contaron qué hacen en su trabajo de jueces o policías.

Y, ¡oh! Sorpresa la gente allí presente tuvimos que escuchar frases del tipo "ojo con las detenciones inmediatas a los maltratadores, que pueden traernos problemas". Claro está, el orador era policía y el auditorio estaba formado mayoritariamente por policías de todos los tipos y ámbitos como lo son policías nacionales, locales y autonómicos y por supuesto la guardia civil. Sólo faltaba el ejército, pero no tiene competencias en esta materia.

Se habló del perfil de los maltratadotes, de cómo reinsertarlos, de cómo formarlos para que dejen de pegar y todo ello con una delicadeza digna de personas desvalidas y sin posibilidad de auto defensa en ningún ámbito y casi como diciendo aquello de ¡Pobres, son las verdaderas víctimas de este desaguisado que han montado las rudas feministas de hoy en día!

De las verdaderas víctimas, las que son golpeadas, insultadas e incluso muertas, se habló para poder explicar la situación del problema que ellos, los jueces, magistrados y policías, tienen. Del trabajo extra que les produce. De los esfuerzos que determinados jueces han tenido que hacer para formarse en esta materia, del número de denuncias falsas que formulan las mujeres en contra de los pobres hombres indefensos.

Digamos que las mujeres muertas o golpeadas fueron el vehículo para el lucimiento de todas las personas que expusieron sus ponencias. Claro que ese tipo de ponencias y participación en congresos, luego van al currículum personal y lo engrosa considerablemente.

Pero de las causas, de los orígenes del terrorismo machista que nos mata y nos mutila a las mujeres, ni una sola palabra.
De las secuelas que nos deja el hecho de ser humilladas y cuestionadas, de nuevo y después de la agresión por determinados números de la policía con sus actitudes inculpadoras hacia las mujeres que van a denunciar, tampoco ni una sola palabra.

De la situación de desamparo en la que quedan los menores a cargo de la mujer víctima cuando se producen estos hechos violentos en sus hogares, que en teoría deberían ser espacios de paz y protección, ni una sola palabra.

De educación en valores igualitarios, en la paz y la no violencia desde las escuela, ni una palabra.

De todas esas cosas y de otras muchas que son las que realmente nos interesan a las mujeres comprometidas en esta lucha ni una mísera palabra.

Un despilfarro de tiempo, recursos y palabrería. Las mujeres seguimos muriendo a manos de quienes dicen amarnos, y cuando no consiguen matarnos y por fin decidimos denunciar, algunos nos siguen maltratando con sus formas.

Pero en el congreso no faltó ni un detalle: materiales escasos, pero carpetas bonitas y acreditaciones digitales. Toda una novedad en un evento de este tipo.
Qué pena…

tmolla@teremolla.net

* Feminista española, en Ontinyent, Valencia, España.

07/TM/GG