El estigma de ser mujer, inmigrante y discapacitada

   OPINION
El estigma de ser mujer, inmigrante y discapacitada
Por: Tere Mollá*
CIMAC | México DF.- 31/07/2007

El hecho de que en la sociedad actual existan varios tipos de personas no es nada nuevo. Que entre esos tipos de personas la peor parte (sea la clase social que sea) normalmente se la lleven las mujeres tampoco es nada nuevo bajo el sol. Aún nos queda mucho camino por recorrer para poder borrar de los diferentes mapas las desigualdades existentes en todos los ámbitos entre mujeres y hombres que seguimos viviendo cada día.

Con la llegada de las mujeres inmigrantes otro tipo de desigualdad se ha asentado en nuestras sociedades bienpensantes y acomodadas: la desigualdad dentro de la propia desigualdad.
Pero si alguna situación discriminatoria clama al cielo es la de las mujeres inmigrantes que por cualquier situación, sobrevenida o no, tengan alguna discapacidad.

A ellas, a las mujeres inmigrantes y con discapacidad las podríamos llamar las verdaderas "parias" de esta sociedad acomodada y acolchada en la que vivimos.

Y son parias por que son las pobres entre las pobres. Las "sin derechos" de ningún tipo. Las que por no poder, incluso no pueden ni solicitar ayudas a las administraciones ni reconocimientos de discapacidad o dependencia por no tener papeles.

Las que aún siendo carne de cañón del terrorismo machista, no pueden ir a una comisaría de policía puesto que encima han de sufrir en demasiados casos el escarnio de algunos agentes (cada día menos afortunadamente) sobre su doble condición de mujer discapacitada y agredida.

Son aquellas sobre las que ceba la falta de empleo puesto que para ellas no existe ninguna acción positiva que facilite su acceso al mercado laboral puesto que sin papeles, sencillamente, no existen.
Sobre ellas es sobre las que también se ceban los terroristas machistas que las ultrajan y las maltratan aprovechándose de su falta de recursos.

Y ante estas situaciones reales que existen en nuestras ciudades yo me pregunto ¿Cómo podemos ayudarlas? Y sigo sin encontrar respuestas.

Y no las encuentro porque nuestro sistema de aceptación de personas inmigrantes, es demasiado encorsetado. Porque vivimos en unas sociedades en las que si no tienes papeles, sencillamente no existes, y se te niega incluso la condición de persona.
Pero estas mujeres existen. Están ahí y tienen necesidades que cubrir e incluso en algunas ocasiones tienen responsabilidades familiares pero no existen para las administraciones a quienes no pueden acudir por no tener papeles.

Lanzo al vuelo esta reflexión que ha de hacernos pensar a todas y todos sobre la situación de estas mujeres que, aún teniendo necesidades específicas, continúan siendo invisibles en demasiados casos.

Y también la lanzo para ver si con ella, somos capaces de articular alguna vía de solidaridad no sólo institucional (que también) sino además de hacer visible lo que en demasiados casos sigue invisible a nuestros ojos porque moleste o no nos resulte grato a nuestros ojos, cada día más acostumbrados a la belleza retocada, neumática y menos natural.

No conozco cual puede ser la solución o soluciones, pero sé que la necesidad existe y también sé que hacemos un flanco favor a estas mujeres mirando hacia otro lado cada vez que pasan por nuestro lado.

Para ellas, para todas ellas mi admiración, respeto y solidaridad en la medida de lo posible.

Para el resto una llamada de atención sobre este colectivo que existir, como las brujas, existe y al que tenemos en el más completo de los olvidos cuando diseñamos acciones positivas para colectivos en riesgo de exclusión social o ya directamente excluidos.

Ellas, las mujeres inmigrantes y con discapacidades, también existen. No las olvidemos. Ellas también nos necesitan. Ellas también merecen nuestra atención más urgente.

tmolla@teremolla.net

* Periodista y feminista en Ontinyent, Valencia, España.
07/TM/CV