La justicia que no llega

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La justicia que no llega
Por: Lucía Lagunes Huerta
CIMAC | México.- 22/09/2009

En estos días dos casos han llamado la atención, dos casos que ejemplifican la falta de acceso a la justicia y su procuración. No importa el delito que se cometa en contra de las mujeres, la tardanza, el doble rasero en la aplicación de la justicia se hace presente cuando de las mujeres se trata.

Ya sea Jacinta en Querétaro o Nadia Alejandra en el Estado de México, ninguna realmente ha tenido justicia porque, como dicen, justicia tardía no es justicia.

Jacinta viva y libre después de más de tres años de prisión sigue reclamando justicia. A Nadia la asesinó su pareja sentimental y un cómplice, siendo sus hijos testigos del crimen, del que su madre reclama castigo para los culpables.

A Nadia Alejandra le arrebataron la vida el 12 de febrero de 2004, Bernardo López Gutiérrez --ayudado por su hermano Isidro--, aún en libertad; la causa de la muerte, dijeron las autoridades: suicidio. Hace cinco años que María Antonia Márquez, madre de Nadia, reclama que se reclasifique el delito y se dé castigo a los asesinos de su hija, cosa que tendrá que hacer a fines de este mes el juez tercero de lo penal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, Felipe Landeros.

El caso de Nadia Alejandra está lleno de irregularidades, desde el levantamiento del cuerpo y la integración de la averiguación. A lo largo de estos mil 825 días, en que la madre de Nadia ha recurrido a todas las instancias para pedir justicia, la soga con que fue asesinada desapareció, pese a ser un indicio fundamental para consignar a los culpables por homicidio.

Los peritos y personal del Ministerio Público tampoco sellaron el lugar, lo que permitió que días después del homicidio, familiares de Bernardo quemaran lo que había al interior de la casa de Nadia.

Lograr que los ministros y juzgadores se sensibilicen para que juzguen con la visión de género, transformar la jurisprudencia, ése es el reto, señaló hoy en la mañana el Ministro José Ramón Cossío Díaz, al cerrar la presentación del diagnóstico de Equidad de Género de la Suprema Corte de justicia de la Nación y la puesta en Línea del Micrositio del Programa de Equidad y Género del Poder Judicial de la federación.

La falta de una investigación eficiente para lograr que las mujeres accedan a la justicia implica varias causas; una de ellas, dice la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se encuentra en la desconfianza de lo alegado por las víctimas de violencia y su percepción del tema como un asunto privado y de poca prioridad.

Qué se requiere para lograr que esto se cambie; uno, que la vida de las mujeres sea reconocida y tenga un valor social reconocido, además de acciones concretas de las autoridades, especialmente de los gobernantes, que, más allá de acciones publicitarias, se vigile y pongan en práctica la Ley general de Acceso a las mujeres a una vida libre de violencia. Si no es así, todo son palabras al viento.

09/LL/LG