Oaxaca: promete Servicio Postal más servicios para migrantes
Plan de Transformación de Correos
Oaxaca: promete Servicio Postal más servicios para migrantes
Doña Virginia Cortés recibió una última carta. Era de sus hijos e hijas, sus nietas y nietos que se despedían de ella, si moría no vendrían a su funeral, su condición de indocumentados en Estados Unidos de Norteamérica se los impediría.
Doña Virginia escuchó la despedida, meses después cerró los ojos y murió tranquila, su familia había emigrado poco a poco, primero los hombres luego las mujeres hacia los campos agrícolas de California, "hoy viven más allá que acá".
En Santa Cruz de Bravo Silacayoapan sólo quedan las personas de más edad y cada mes de mayo la fiesta atrae a unos cuantos, los que pueden vuelven, los otros nada más cooperan, envían dinero.
Desde Maderas, California, Estados Unidos, hasta las comunidades del distrito de Silacayoapan, uno de los nueve distritos que conforman la Mixteca oaxaqueña, caracterizada por su alta marginación, entre ellas Santa Cruz de Bravo, siguen llegando las cartas, a veces largas y detalladas, en otras cortas, apenas un saludo.
Las cartas no siempre son oportunas, las noticias en ellas se vuelven viejas, pero se reciben igual, con la misma esperanza y a veces lo que se cuenta es doloroso, relata el profesor Humberto Vásquez Méndez, a quien muchas veces las personas mayores recurren para conocer qué dicen las cartas.
Doña Virginia nunca aprendió a leer y escribir a pesar de que un día un funcionario estatal dijo que las personas mayores también tenían que alfabetizarse, porque de lo contrario no sabrían que camino tomar cuando llegara la muerte, porque "el cielo" como "el infierno", tenían letreros en la entrada.
Como sucede en las comunidades de Juxtlahuaca, son cientos las y los habitantes de las comunidades que, dispersas en la geografía oaxaqueña, deciden emigrar para alcanzar el "sueño de una vida mejor en Estados Unidos". Por ejemplo, dice el maestro Humberto Vásquez, en Santiago Yucuyachi el 90 por ciento de los habitantes se fueron a vivir a comunidades campesinas del estado de California.
En estas comunidades hasta las escuelas han cerrado sus aulas, hace 25 años en Santa Cruz había ocho grupos, hoy son tres o cuatro grupos de primaria. Parecería que estos pueblos van a desaparecer, pero no siempre habrá quien regrese, siempre habrá quien se quede, confía el profesor Vásquez, quien afirma que las cartas es el vínculo que queda con sus paisanos y paisanas que han emigrado.
Por eso, pide a Purificación Carpinteyro Calderón, titular del Servicio Postal Mexicano que instale en esas comunidades una oficina de correos, así las cartas llegarán más rápido a su destino.
Carpinteyro Calderón, luego de presentar en Oaxaca el Plan de Transformación de Correos, sella con Santa Cruz de Bravo su promesa de instalar una oficina postal, como lo hará en otros 500 municipios de la entidad, "por lo menos una en cada cabecera municipal" y reconocer que sólo hay 70 oficinas frente a miles de migrantes que pagan altos costos por los servicios de envíos de remesas, paquetería y que mantienen la comunicación con sus familias a través de cartas.
La funcionaria indica que en 2012, Sepomex deberá ser la mayor empresa de distribución y logística del país, autosuficiente, que genere 10 mil millones de pesos anuales, lo que significará incluso pisar cayos a algunas empresas trasnacionales que se han apoderado del mercado.
Aún cuando se piense que el teléfono primero y luego la Internet podrían condenar la vida del servicio postal, en México esto aún está alejado de la realidad, sin embargo, serán estás tecnologías los aliados de la distribución más rápida y eficiente que Sepomex pretende alcanzar dentro de los próximos años. Se trata de garantizar la entrega del dinero que envíen los migrantes y hasta enviar las cartas por Internet e imprimirlas frente al destinatario.
En tanto, la diputada Irma Piñeyro, secretaria de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados, afirma que el planteamiento de transformar Sepomex es una urgencia en México, sobre todo para las comunidades caracterizadas por su alta migración y que pagan altos costos por envíos de giros postales o paquetería a empresas particulares.
La legisladora confía en que las poblaciones puedan contar en el corto plazo con instalaciones para el envío y recepción de correspondencia y que las remesas --segunda fuente de captación de divisas en México-- puedan ser enviadas a través del sistema mexicano a un bajo costo.
Purificación Carpinteyro sostiene que en el país en promedio cada persona envía siete cartas por año, mientras que en Estados Unidos la cifra por persona es de 260. "No sabemos si la gente dejó de escribir porque el correo no funcionaba o si dejó de funcionar el correo porque no se enviaron más cartas", y apunta que podrían ser más las mujeres que escriban cartas que los hombres.
Por ahora el Servicio Postal Mexicano depende de dos contratos de distribución de recibos, se trata de una empresa bancaria y otro de telefonía, "pues en el imaginario colectivo de que Correos no funciona ni siquiera los libros de texto se distribuyen a través de Sepomex".
Lo cierto es que en Santa Cruz de Bravo todavía hay quienes esperan cartas y quienes recurren al maestro y gestor de la comunidad para que las lea y les ayude a responder las novedades.
Esa es la realidad en estas comunidades donde todavía no existe una oficina de correos, justo a casi 101 años de que el entonces presidente de origen oaxaqueño, Porfirio Díaz, inaugurara el Palacio Postal o Quinta Casa de Correos un 17 de febrero de 1907, pero que desde 1580 tuvo un primer "correo mayor" en don Martín de Olivares, lo que muestra que la distancia hace el olvido y que las cartas construyen un puente entre las familias dividas por esa distancia.
08/SJE/GG