igualdad
Arranca iniciativa a favor de igual remuneración para mujeres y hombres
Organismos internacionales quieren cerrar brecha salarial en el 2030

“Llegar de 15 a cero”, es decir, reducir la brecha salarial entre mujeres y hombres, que ronda 15 por ciento en el continente, ese es el objetivo de la Coalición Internacional sobre Igualdad de Remuneración (EPIC, por sus siglas en inglés), iniciativa liderada por la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y ONU Mujeres para lograr los objetivos de desarrollo en el año 2030.
Aunque la OIT observó una reducción de la brecha salarial de seis por ciento entre los años 2005 y 2015, lo que se busca con esta iniciativa es conseguir la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor. Esto, resaltan las organizaciones, sólo sería posible mediante la implementación de diferentes mecanismo, incluyendo instrumentos legales.
De igual manera, se tendrían que involucrar múltiples actores, como entidades gubernamentales, organizaciones de trabajadoras y empleadoras, el sector privado, y organizaciones de la sociedad civil y academia, destaca la OIT; sin embargo, hasta ahora sólo han diseñado tres indicadores para medir el avance hacia la meta: disminución de la brecha de género, compromiso demostrado para lograr la igualdad de remuneración y la ratificación universal de las normas internacionales de trabajo.
En la presentación de EPIC el pasado 29 de enero el presidente de Panamá, país centroamericano que promueve la iniciativa, Juan Carlos Varela aseguró: “corresponde a esa Coalición la tarea de articular políticas, promover y adoptar medidas y acciones concretas para aumentar la participación de la mujer en el mercado laboral”.
En ese acto, la vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel de Saint Malo, fue nombrada “campeona” de la plataforma de liderazgos de EPIC y por ello representante de América Latina y el Caribe.
Asimismo representantes de administración pública, empresas, sindicatos y organizaciones debatieron sobre las medidas a tomar en una conferencia celebrada en Panamá, que concluye hoy. Entre las participantes estuvo Lorena Cruz, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres de México.
A nivel nacional existen diferentes cifras sobre la brecha salarial en México. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) informó a inicios de enero de este año que aun cuando el empleo y educación eran similares entre mujeres y hombres, los varones ganaron 34 por ciento más que las mujeres.
Mientras tanto, el Foro Económico Global constató en su último informe que las mujeres en México ganaron apenas la mitad que los hombres en 2017. Pero esta cifra es un promedio y toma en cuenta que muchas mujeres no han entrado en el mercado laboral, no trabajan tiempo completo o de forma informal.
La Coalición Internacional sobre Igualdad de Remuneración fue lanzada a nivel global en septiembre de 2017 en el marco de la Asamblea de la ONU. Esta semana siguen los lanzamientos regionales con la presentación de la iniciativa en Asia Pacífico.
18/SG
VIOLENCIA
Necesarias para acabar con discriminación
Experta de ONU demanda acciones contra violencia de género en Bahamas

La relatora especial de la ONU sobre la violencia contra la mujer, Dubravka Šimonović, señaló hoy que Bahamas necesita adoptar una serie de medidas para acabar con la discriminación y la violencia de género.
Después de su visita oficial al país caribeño, la experta independiente de Naciones Unidas, aseguró que deberían consagrar el principio de la igualdad de género en su Constitución.
La discriminación sexual contra las mujeres no está prohibida en todos los ámbitos y el principio de igualdad entre mujeres y hombres no está consagrado en la legislación, lo cual da lugar a un marco jurídico débil para la protegerlas a ellas, recalcó en su reporte.
Šimonović instó al gobierno de Bahamas a aprobar una ley general sobre la violencia contra mujeres y niñas, y acabar con otras lagunas jurídicas al prohibir -por ejemplo- la violación conyugal o permitir que las adolescentes reciban anticonceptivos y otros servicios de salud sin el consentimiento de los padres.
La violencia contra las mujeres está profundamente arraigada en los estereotipos de género persistentes y el patriarcado, apuntó.
“Desde mi punto de vista, la violencia contra las mujeres se oculta, se niega y, lo que es aún más preocupante, se acepta como normal”.
Por ello, añadió la relatora especial, resulta indispensable más educación sobre igualdad de género y violencia de género, además de sistematizar los datos y análisis que permitan revelar el alcance de estos problemas.
Otra de las recomendaciones de la experta de la ONU fue crear más refugios y lugares asistenciales a donde puedan recurrir las mujeres si sufren violencia de género.
También mostró preocupación por la impunidad que tienen quienes cometen violaciones contra mujeres y niñas, y en ese sentido recomendó el establecimiento de tribunales especializados.
17/RED/LGL
DERECHOS HUMANOS
Desde la Luna de Valencia
Propuesta navideña

Inevitablemente se acercan las fechas navideñas. Inexorablemente son tiempos de regalos y de buenos deseos. Incluso las personas a las que no nos gustan estas fechas, acabamos pronunciando la manida frase del "felices fiestas" como consecuencia de la catarsis colectiva que sufrimos socialmente. En fin, hay que pasarlas.
Este año propongo, a quien pueda leer esto, una reflexión como idea de regalo navideño. Y es la siguiente: ¿Qué pasaría si acabáramos (de una puñetera vez) con el patriarcado? ¿Nos lo pedimos?
Si definimos el patriarcado como: "Una forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón, en la que se da el predominio de los hombres sobre las mujeres, el marido sobre la esposa, del padre sobre la madre y los hijos e hijas, y de la línea de descendencia paterna sobre la materna.
El patriarcado ha surgido de una toma de poder histórico por parte de los hombres, quienes se apropiaron de la sexualidad y reproducción de las mujeres y de su producto, los hijos e hijas, creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión que lo perpetuarían como única estructura posible. El patriarcado es el constructo primario sobre el que se asienta toda sociedad actual” tendremos pistas para poder preparar nuestra petición de regalo navideño que, al tiempo, podría ser nuestra estrategia colectiva para iniciar una campaña colectiva para sensibilizar contra este sistema opresor.
La terrible alianza entre los sistemas capitalista y patriarcal está renovando su ofensiva contra los cuerpos de las mujeres y las niñas y, de ese modo, reforzar su poder sobre ellos.
Tenemos ejemplos recientes y muy dolorosos sobre lo que digo. La violación en grupo de los malnacidos de la manada a una joven en Pamplona en julio del 2016 y el posterior juicio, incluidos algunos comentarios de los abogados de los malnacidos, la agresión sexual a una adolescente de 15 años por parte de tres jugadores de fútbol de la Arandina, la proposición de ley de Ciudadanos para regular los vientres de alquiler, los recortes de derechos a las jóvenes menores de edad para interrumpir voluntariamente sus embarazos, la cosificación masiva de los cuerpos de mujeres y niñas con el fin último de incitar a consumir y también a consumirlos por parte de los puteros, la hipersexualización de los cuerpos de las niñas siendo incluso bebés con el objetivo de vender, nos hace ver que esa perversa alianza funciona. Y funciona bien.
Desde el feminismo la cuestionamos cada día y clamamos contra ella demostrando cotidianamente que es una alianza perversa y dolorosa que condiciona nuestra cotidianeidad e incluso nos destroza la vida con sus formas violentas de manifestarse o por los corsés que nos impone con su heteronormatividad sexual.
Sé que es una ilusión, pero quiero pensar que poco a poco y denuncia tras denuncia podremos ir recortando esos efectos perversos en nuestras vidas. Quiero pensar que el trabajo que mucha gente realizamos cada día en sensibilizar sobre la desigualdad que generan en todos los ámbitos de la vida estos sistemas opresores tiene resultados.
Que a la infancia que escucha en sus clases que mujeres y hombres han de ser iguales se les quede un poso para plantar cara a ese sistema y aprendan a relacionarse en igualdad de condiciones en todos los rincones de su vida. Que en sus planes de estudio se integre la educación afectivo-sexual que les ayude a entablar unas relaciones más simétricas y menos basadas en estereotipos que solo buscan someter a las mujeres.
Que de cada asamblea de trabajadores y trabajadoras en donde se expliquen las clausulas de los convenios en donde se esconde la desigualdad, sean esos mismos compañeros y compañeras los que las denuncien y exijan unas condiciones de trabajo y retribuciones igualitarias. Y que a su vez haya más mujeres en las negociaciones de esas condiciones de trabajo y de salarios.
Que cada persona con responsabilidad política, sea en un Ayuntamiento pequeño o en las Cortes Generales, se acuerde de ponerse las gafas moradas a la hora de tomar decisiones para que estas no impliquen desigualdades en demasiadas ocasiones ocultas pero reales. Y que se impulsen planes de igualdad para caminar hacia una ciudadanía más equitativa en sus condiciones de vida cotidianas.
Que los medios de comunicación sean mucho más escrupulosos con los lenguajes que utilizan tanto escritos como audiovisuales y con la forma de redactar determinadas noticias para que todas las personas nos podamos ver reflejadas correctamente en esos marcos informativos.
Que se nos dejen de cosificar nuestros cuerpos y se consideren cuerpos humanos de pleno derecho a todos los niveles, incluso en la salud. Y, por tanto que se invierta en investigación para saber qué tipo de enfermedades padecemos como mujeres y con cuerpos de mujeres y qué tratamientos son los más adecuados, dejando de ser ciudadanas de segunda a quienes nos recetan medicamentos que han sido diseñados y probados en cuerpos de hombres, puesto que era el universal sobre el que se estudia medicina, farmacia. Y por tanto que la salud de las mujeres deje de ser "esa gran desconocida" incluso para nosotras mismas.
Que se apliquen las leyes ya vigentes en esta materia para que desde las diferentes instituciones y comenzando por el Gobierno Central se impulsen las medidas ya aprobadas para construir una sociedad menos violenta con las mujeres y la infancia y, por tanto más igualitaria en todos los aspectos.
Si, ya sé que puede parecer una carta a las Reinas Magas, pero creo que es necesaria la implicación no solo de todos los agentes socializadores (familias, escuela, iguales, medios de comunicación) sino también de cada una de las personas de buena voluntad y que tenga claro que otras realidades son posibles. Con mucho trabajo, por supuesto, pero posible al fin y al cabo.
Esa es mi propuesta navideña de este año. De ella parto cada día cuando suena el despertador. Y soy consciente que hay muchas personas que hacen lo mismo cada día. Por eso mismo creo que, aún siendo complicado e incluso a veces pareciendo imposible, realmente no lo es.
Seguiremos trabajando cada día en todas las propuestas y proyectos en los que podamos colaborar para caminar hacia esa sociedad menos violenta con las mujeres y la infancia y más equitativa entre todas las personas. Esa es mi apuesta personal. ¿Y la tuya?
* Corresponsal, España. Comunicadora de Ontinyent.
tmolla@telefonica.net
17/TMC/LGL
FEMINISMO
Necesario trabajar en conjunto para lograr cambios: expertas
Realizan Encuentro Centroamericano sobre igualdad de género

Pese a que en Nicaragua existen de las mejores leyes para lograr la equidad, aún persiste el predominio de hombres sobre mujeres en la toma de decisiones y en la participación política, por lo que se requiere trabajar en conjunto para avanzar hacia una verdadera igualdad coincidieron especialistas reunidas en el Encuentro Centroamericano “Mujeres y Hombres, caminando hacia la igualdad de género”.
Al encuentro, que se realizó en Managua, Nicaragua, asistieron alrededor de 140 personas provenientes de 20 organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y promotoras de las relaciones igualitarias, entre los países invitados estuvieron Guatemala y México.
Ahí, la directora de la organización Cantera, Anabel Torres, y anfitriona del encuentro, dijo que el objetivo de este encuentro, fue la reflexión e intercambio de experiencias exitosas sobre las relaciones justas y sostenibles entre mujeres y hombres.
“Queremos encontrar pistas para crear una red que se mantenga como una familia educativa que esté en la búsqueda permanente de nuevos conocimientos, nuevas propuestas en cuanto a la perspectiva de género y que haya equidad”, dijo.
En Nicaragua muchas instituciones de la sociedad promueven que el hombre sea quien tome las decisiones, el que tiene la autoridad, eso tiene que cambiar, y ese cambio se va a dar hasta que las personas tomen conciencia y eso se puede lograr cuando las personas reconozcan la igualdad entre los seres humanos, reeducarse en cuanto al afecto y especialmente en un cambio cultural, explicó la activista.
En el caso de Guatemala hace falta mejorar las leyes a favor de la equidad, sostuvo Silvia Requena, de la organización Pastoral Social de la iglesia católica de Altaverapaz, Guatemala.
“Desde la institucionalidad hace falta mucho camino, a nivel comunitario hay avances, con trabajos pequeños ir creciendo, deconstruyendo los patrones para mejorar las condiciones de armonía e igualdad”, dijo la activista guatemalteca.
Las más afectadas con estas relaciones desiguales son las mujeres y las niñas, lo cual se expresa con la violencia, los embarazos, el femicidio/feminicidio y la discriminación hacia las indígenas, detalló Requena.
En Guatemala, explicó, desde la Pastoral Social desarrollan un programa sobre equidad de género para empoderar a las mujeres sobre la situación económica y que no sean dependientes de los hombres, además desarrollan capacitaciones sobre nuevas masculinidades que apuntan a la igualdad y a la equidad en las relaciones entre mujeres y hombres.
La intelectual feminista mexicana Marcela Lagarde y de los Ríos, una de las principales impulsoras de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en México, sostuvo que si bien en Nicaragua hay una importante participación de las mujeres, en la vida política esta se debería incrementar.
La historia de la participación de las mujeres en Nicaragua es muy rica, por lo cual estos espacios se deberían aprovechar más, dijo la activista feminista.
La participación de las mujeres en la vida pública también depende de quienes gobiernan, se requiere del reconocimiento de las mujeres no como madres, esposas o hijas, sino como ciudadanas, dijo Lagarde.
“El gran cambio de género es un cambio democrático y reconoce la autonomía de las mujeres, la libertad de las mujeres para decidir sobre nuestros cuerpos y sobre nuestra sexualidad, sobre nuestra vida, sobre un proyecto de vida personal para realizarlo en este mundo y luego además contribuir con los demás al hacerlo”, expuso Lagarde y de los Ríos.
Si las mujeres consideran que su participación en partidos políticos está limitada por el poder de los hombres, hay que promover los movimientos democráticos para ir haciendo real la participación de las mujeres, señaló la feminista mexicana.
17/NR/LGL
VIOLENCIA
Lydia Cacho Plan b*
Es el turno de los hombres

Yo soy Mara.
Hace catorce años durante un congreso feminista una joven vestida a lo darketa se me acercó para decirme que mi conferencia sobre intervención con mujeres víctimas de violencia le había gustado mucho, que tenía un par de preguntas, pero no se atrevió a hacerlas frente a su colectivo porque lo tenía prohibido. Se hacían llamar Lesboterroristas. Utilizaban una vestimenta específica, un look de cabello, ojos delineados, tatuajes, capuchas y piercings. Platicamos casi una hora sobre nuevas formas de intervención con niñas violadas. Nunca le pregunté por qué tenía miedo de su colectivo; pude comprender que el sentido de pertenencia es tan poderoso para la raza humana que cuestionarlo en ciertos contextos puede romper el diálogo. Su colectivo planteaba castrar a los violadores, erradicar la presencia masculina de toda marcha o movimiento feminista. No querían hablar de igualdad y equidad, sino de justicia pura y llana. Pude observar durante varios días la gran diversidad de grupos feministas allí reunidos, los más pacifistas, los espirituales, los filosóficos y los radicales. Nunca he pertenecido a grupos, voy por la libre con mi ideología feminista, escucho la diversidad de postura, indago en las rabias, los miedos, las desesperaciones y los grandes logros.
Desde que era adolescente me descubrí feminista al caminar en las calles de México y defender mis propios derechos, luego de sentir que andar por allí, inteligente y libre, era una afrenta insoportable que insulta o disminuye la masculinidad de muchos que se creen dioses propietarios del decreto de lo femenino sumiso; los cosificadores.
Tuve la fortuna de estar cerca de cientos de mujeres sabias, maestras que me enseñaron a encontrarle forma a mis ideas, a buscar palabras nuevas para viejos vicios sociales, estrategias contra las taras de la misoginia cultural. De ellas aprendí que hay feminismos integradores, los de la diferencia y los de la igualdad, los radicales y los light, los académicos y los de activismo puro a pie de calle; los feminismos indígenas y los anarquistas. En su diversidad filosófica, el pensamiento feminista tiene una gran coincidencia: repele y pretende erradicar toda forma de violencia contra las mujeres; eliminar el odio hacia los femenino, el acoso y todas las violencias que millones de hombres ejercen contra millones de mujeres y niñas. Entre ellas hay quienes están en la etapa de la ira, del descubrimiento, que avizoran una defensa no violenta de los derechos propios, pero aun no confían en otros.
La diferencia radica en las formas y prácticas de liderazgo: Hay quienes juzgan la violencia que ejercen los varones, pero no la de las mujeres, hay quienes se niegan a ser “mujeristas”, es decir, a defender a las mujeres aunque sean machistas. Hay quienes defienden el hembrismo manipulador y juran que son feministas porque quieren una vida libre de violencia. Hay feminismos diversos, pero todos libertarios.
Las marchas de hace unos días por el caso #Mara, que derramó una gota más de la sangre acumulada de las mujeres asesinadas en México, mostraron esa diversidad. Madres acompañadas de sus familias, hombres caminando con sus parejas, con sus hijas a los hombros, padres llorando por sus hijas perdidas, mujeres indígenas, jóvenes, ancianas, transexuales, caminando contra la violencia mortal que millones aun justifican en la radio, en la televisión, en los diarios, en los hogares y en los libros.
Un pequeño grupo de jóvenes sacó de su contingente a dos o tres hombres, sí una de las chicas llevaba un tolete y amenazaba con él, pero no hizo más que eso y una parte de las redes ardió en solidaridad con mi amigo Jenaro Villamil que, pálido pero ileso, se alejó de las radicales.
La pregunta que millones de mujeres desesperadas, furiosas, rabiosas, indignadas y asustadas se hacen frente a los crecientes feminicidios es: dónde están los hombres no misóginos para juzgar, educar, detener, fustigar a los machistas y evitar que otros hombres nos maten. La pregunta es válida, la violencia no lo es. El argumento de que las madres son las únicas culpables de educar a los machos ha sido desmontado al comprender los mecanismos del control ideológico que el machismo tiene en la familia con sus mecanismos de poder y aceptación o exclusión entre débiles y poderosos.
Estamos rodeadas de hombres que se asustan frente al feminismo y se indignan de palabra frente a la misoginia, pero no hacen nada contra ella; ni en la oficina, ni en las calles, ni en las escuelas, ni en los medios, ni en la cantina con sus amigos que denostan y cosifican a las mujeres. Todos los días nos topamos con un “manexplainer” ese tipo de hombre que nos explica lo que debemos hacer, pensar y decir para ser escuchada por las élites machistas.
Los “maniterrupter” esos que a media frase de una mujer interrumpen para contradecir los argumentos sólidos porque le incomodan; los “intelecmachos” esos intelectuales poderosos, las élites caviar, que descalifican las ideas de las mujeres y creen que todo tiempo lejano fue mejor. Todos los días algún Perelló aparece diciendo que a las mujeres les gusta que las violen, o un presidente o un gobernador se compra esposas floreros en las televisoras; todos los días hay un hombre de poder que les recuerda a estas jóvenes que no tiene la razón, que su miedo no es real, que su furia no tiene sentido. Todos los días alguien que no ha estado en su piel, se niega a escuchar sus argumentos, sus temores, su clamor de libertad, su angustia de vivir con la libertad acotada por el machismo que hace juicios de valor sobre cómo deben vivir, vestir y actuar las mujeres.
Todos los días hay un hombre que nos corrige cuando decimos que ha llegado la hora de que los hombres, así como género de la raza humana, se hagan cargo de educar a los hombres que eligen la violencia contra las mujeres como el ejercicio del despliegue de su masculinidad, como un inalienable derecho natural al territorio físico e intelectual de aquellas que considera inferiores.
Sí, estamos rodeados, rodeadas de violencias, de corrupción e impunidad. A los hombres los asesinan los hombres, a las mujeres las asesinan los hombres. Durante ya un siglo las mujeres feministas hemos tomado la batuta para evidenciar el absurdo cultural de la inequidad entre hombres y mujeres; hemos creado leyes, hemos fomentado una educación igualitaria, una paridad política. Hemos trabajado horas extras desde el lugar de la exclusión para decirles a quienes nos han excluido que ya basta; les hemos invitado, muchas feministas hemos trabajado triple jornada para incluir a los hombres en nuestras batallas culturales; duran poco, son intermitentes, les aburre porque están del otro lado de la moneda.
La noticia no es que de cien mil mujeres que marcharon diez excluyeron a tres hombres de una marcha, la noticia es que durante siglos ellos, los más poderosos ilustres de la virilidad violenta, han excluido a las mujeres de los espacios de libertad, y hoy en pleno Siglo XXI, en las redes sociales las jóvenes planifican cómo salir en grupo para que no las maten, cómo elegir pareja para que no las mate si eligen divorciarse, cómo llegar a un juez que no la culpe de la violación. La violencia misógina ha llegado al límite de la irracionalidad justificada porque los hombres con poder de incidir no han participado de la lucha por la educación masculina que no tenga privilegios a costa de robarle los suyos a las mujeres y niñas. Los hombres han mirado del lado la ira contenida de sus hijos varones educados como machos controladores por el ejemplo de sus padres y abuelos, jefes y amigos, esa ira que se despliega con la muerte de su pareja cuando ella elige tomar decisiones propias; ese cinismo antojadizo de un joven taxista que decide tomar a una chica por la fuerza y arrojarla como despojo humano después de utilizarla como objeto.
Todo se reduce a dos preguntas ¿qué han hecho los hombres, varones, para cambiar la cultura colectiva de masculinidad violenta? Y ¿quién les ha hecho creer que caminar a lado de las sobrevivientes les eximirá de la responsabilidad de no haber participado en la ruptura del paradigma del machismo cultural en sí mismos, en sus hijos y sus hermanos? A ellos los excluyen de la marcha, a ellas de la vida. Quien se enfoca en lo primero apenas conoce el sabor de la exclusión y el miedo.
Efectivamente miles de hombres son excluidos de ciertos grupos de poder por no reproducir los valores del machismo, de la violencia o la corrupción. Pero muy pocos están dispuestos a crear movimientos sociales poderosos, diversos, que cuestionen la violencia masculina y sus efectos sociales. Se han unido sí, para atacar a las feministas, se han unido para erradicar la diversidad, pero apenas un puñado de amigos notables se han dado a la tarea de salir de la comodidad de sus privilegios para convertirse en un ejemplo vivo de hombres no violentos. La sociedad no puede esperar, las calles son suyas, ojalá las tomen para proteger la vida y la libertad que otros pretenden erradicar.
* Plan b es una columna cuyo nombre se inspira en la creencia de que siempre hay otra manera de ver las cosas y otros temas que muy probablemente el discurso tradicional, o el Plan A, no cubrirá.
17/LCR
DERECHOS HUMANOS
“Clave” para acabar con estereotipos
Formación obligatoria en género de todos los operadores de justicia

Gloria Poyatos, presidenta de la Asociación de Mujeres Juezas de España, apuesta por la educación transformativa, una herramienta de “ida y vuelta”, en el sentido de que produce cambios en quien imparte y en quien recibe la formación.
Esa es la experiencia que la asociación está teniendo en Lanzarote y por la que ha sido invitada a participar en una conferencia internacional que tendrá lugar en Bruselas el 12 de junio, centrada en la utilización de los Convenios Colectivos para erradicar la violencia contra las mujeres en el trabajo y en el hogar.
“La clave para acabar con los estereotipos y prejuicios machistas que contaminan la justicia y toda la sociedad es la formación obligatoria de todos los operadores que intervienen en la lucha contra la violencia de género y desde luego, de las generaciones más jóvenes”.
Si bien convenios y tratados internacionales ratificados por el Estado español y la propia Ley Integral de violencia de género contemplan la formación obligatoria de todas las personas que intervienen en un proceso de violencia de género, en nuestro país esto no se lleva a cabo correctamente.
Esta carencia, tiene importantes consecuencias. El porcentaje de mujeres que denunciaron y que a pesar de ello no fueron protegidas adecuadamente y acabaron siendo asesinadas a manos de sus parejas o exparejas roza la mitad de los asesinatos por violencia machista en España. En lo que llevamos de año, 37 mujeres fueron asesinadas por violencia de género. De ellas, solo 18 se reconocen oficialmente en el marco de la ley. De las 18, la mitad había denunciado.
“Se producen errores y descoordinación entre los distintos estamentos que intervienen en el proceso” -asegura la jueza- algo que atribuye a la “ausencia de coordinación en la formación”, lo que implicaría una dotación económica. “Lo cómodo y fácil es sostener una formación superficial y una visión fragmentada de los agentes que forman parte del proceso”.
Poyatos asegura que “no hay voluntad política” y un claro ejemplo es la poca partida presupuestaria destinada a la prevención y lucha contra la violencia machista en los Presupuestos Generales del Estado.
La actuación de juezas y jueces sigue siendo cuestionada. Sus errores pueden tener consecuencias gravísimas en la vida de las mujeres. Pero “no solo es una cuestión de jueces y juezas”, asegura Poyatos, “son muchos los operadores que comparten responsabilidad”.
“Si la acción de un juez es arbitraria e injusta se pueden ejercer acciones contra el juez que hace mal su trabajo, quejas, recursos por vía legal que pueden llegar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Pero también es importante reclamar responsabilidad estatal en la protección de las víctimas”, explica Gloria.
La presidenta de la Asociación de Mujeres juezas de España, insiste en que la formación tiene que ser transversal y no por categorías, porque “este es un mal que se persigue entre todos y todas”. “Hay que educar en igualdad si queremos un mundo libre de violencia”, concluyen.
17/GL/LGL
DERECHOS HUMANOS
Envían carta a funcionarias españolas
Piden reconsiderar supresión de recursos para temas de igualdad en Universidades

Representantes de los centros de Estudios de Género de las Universidades de Madrid, enviaron una carta a la directora del Instituto de la Mujer, Rosa Urbón Izquiero, y a la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat Montserrat, para que “valoren la decisión de suprimir las subvenciones a las Universidades para la formación en Igualdad y que nos reciban”.
La semana pasada se informó de la decisión del Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, de suspender las subvenciones para la formación en Igualdad en las Universidades públicas.
Por este motivo, el pasado 20 de enero, en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, la temática ocupó el centro de la reunión de la Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género, constituida el pasado mes de septiembre y que cuenta con la participación de más de 40 entidades universitarias, agencias de investigación y asociaciones de todo el Estado.
La integrante de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Laura Nuño, explicó que las representantes de los centros de Estudios de Género de las Universidades que asistieron a la reunión acordaron “constituir una asociación” y enviaron la misiva a la directora del Instituto de la Mujer y a la Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
La Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género considera que es necesario recibir alguna explicación en relación al oficio emitido por el Instituto de la Mujer que puso fin a la financiación de Posgrados y Actividades para el curso académico 2016-2017.
Exigieron conocer los motivos que llevaron a cortar la exigua subvención que reciben másteres, doctorados y centros de investigación de las universidades españolas que están especializadas en género, feminismo y mujeres.
Laura Nuño coincidió con algunas responsables de las unidades de Igualdad, en que este recorte dejará a las alumnas, especialmente a las que ya han empezado los másteres, en dependencia del “colchón familiar” a la hora de seguir sus estudios feministas. En la Comunidad de Madrid, un máster tiene un costo mínimo de 3 mil 900 euros (unos 89 mil 573 pesos mexicanos).
Nuño no comprende que después de tomar la decisión de quitar las ayudas, lo que se supone sucedió en julio, el Instituto haya reclamado a las universidades subsanaciones de los proyectos durante el mes de agosto. Proyectos y ayudas que jamás verán la luz si no se modifica la decisión de los organismos de igualdad. “Es una muestra del escaso interés que tienen por promocionar los estudios de género y por cumplir la Ley de Igualdad”.
A la reunión del viernes asistieron y apoyaron representantes de los centros de Estudios de Género de las universidades de Alcalá de Henares, Alicante, Autónoma de Barcelona, Autónoma de Madrid, Barcelona, Burgos, Cádiz, Carlos III de Madrid, Castilla La-Mancha, Complutense de Madrid, Córdoba, Coruña, CSIC, Deusto, Girona, Granada, Huelva, Internacional de la Rioja, Islas Baleares Jaén, Jaume I de Castellón, La Laguna, Las Palmas de Gran Canaria, León, Málaga, Miguel Hernández de Elche, Oviedo, Pablo Olavide de Sevilla, País Vasco, Pompeu Fabra de Barcelona, Politécnica de Madrid, Rey Juan Carlos de Madrid, Rovira i Virgili de Tarragona, Salamanca, Santiago de Compostela, Sevilla, UNED, Valencia, Valladolid, Vigo y Zaragoza.
17/GL/LGL
POLÍTICA
Lograron romper con la ideología machista. Están listas para trabajar en igualdad
Seis mujeres indígenas gobernarán municipios en Istmo de Tehuantepec

Seis mujeres indígenas: Gloria Sánchez López (Juchitán), Amelia Gómez (Santo Domingo Ingenio), Yesenia Nolasco (Tehuantepec), Rosa María Aguilar (Reforma de Pineda) Teresita de Jesús Luis Ojeda (San Dionisio del Mar) e Itaysa López Galván (Santiago Lachiguiri), cinco son de raza zapoteca y una ikotjs, gobernarán por vez primera sus municipios en el Istmo de Tehuantepec.
Cinco de ellas obtuvieron su triunfo el pasado 5 de junio por medio del sistema de partidos políticos, mientras que Itaysa López Galván ganó en las elecciones del 30 de octubre pasado por medio del sistema normativo interno (usos y costumbres).
Alcanzar esta meta no fue fácil, las seis han roto la ideología machista que se vive en la gran mayoría de los pueblos indígenas de Oaxaca y están listas para trabajar en igualdad.
Cada una tiene ideas innovadoras y de crecimiento; sin embargo, las seis coinciden que es necesario privilegiar la armonía, la paz y el crecimiento social.
En Oaxaca son un total de 59 mujeres las que gobernarán un municipio, algunas elegidas el 5 de junio y otras más en las elecciones por usos y costumbres, y a pesar de este número, apenas y alcanza el 10 por ciento de los municipios gobernados por una mujer.
Las seis tomas de protesta donde las mujeres gobernarán por vez primera se realizaron en completa calma y con mínimos incidentes.
En Juchitán de Zaragoza, Reforma de Pineda, Santiago Lachiguiri, San Dionisio del Mar y Santo Domingo Ingenio fue a las 10:00 horas de la mañana, y en Santo Domingo Tehuantepec se efectuó pasando el mediodía.
En Juchitán, la edilesa, Gloria Sánchez tiene un reto enorme: el ayuntamiento que recibe y que fue gobernado por Saúl Vicente Vásquez -de extracción perredista- tiene una deuda de 35 millones de pesos a proveedores y estos a su vez exigen que les paguen por los servicios prestados.
Además, este municipio es uno de los más violentos e inseguros del estado, por lo que la edilesa reiteró que su mayor reto es proveer de seguridad a su gente.
Durante su discurso, Gloria Sánchez expresó que está contenta y feliz de haber asumido esta presidencia municipal y sostuvo que junto con su cabildo buscará las mejores oportunidades para salir avante ante tantas cuestiones de la vida cotidiana de Juchitán y sus agencias municipales.
En el caso de Santo Domingo Ingenio, Yesenia Nolasco -acompañada de su cabildo- mostró una gran seguridad para la gobernanza. En este municipio por primera vez una mujer dirigirá la Dirección de Seguridad Pública: Gumersinda Mendoza Arias.
Amelia Gómez, alcaldesa de Santo Domingo Ingenio, muy emocionada agradeció la presencia de la ciudadanía y explicó que en los primeros 100 días de su gobierno trabajará con gran fuerza para mejorar la imagen urbana que hace falta.
En Santiago Lachiguiri, Itaysa López Galván estuvo acompañada del Consejo de Ancianos y de las mujeres que la llevaron al triunfo en las elecciones y a pesar de que ha enfrentado violencia política de caciques de su comunidad está contenta de ocupar un cargo de elección popular por usos y costumbres.
“Seremos un gobierno de igualdad, demostraremos que las mujeres somos buenas para gobernar, y a pesar de las amenazas que he recibido me siento contenta”.
“Tener un gran respaldo de mi gente no es fácil y ahora lo que deseo es que a Santiago Lachiguiri le vaya bien y que lo logremos en unidad”, expresó, López Galván.
Rosita Aguilar rindió protesta como edilesa de Reforma de Pineda. Rosa María Aguilar, la primera mujer que ocupará una presidencia municipal por la vía independiente en el país, reconoció que su triunfo fue ciudadano y sin compra de votos, por lo que su primera acción será no recibir dieta alguna y todo lo destinará a obras sociales para escuelas y apoyo al deporte de Reforma de Pineda.
Por último, en San Dionisio del Mar, Teresita de Jesús Luis Ojeda de raza ikotjs, quien es la edilesa más joven del país con solo 27 años de edad y además soltera, tomó protesta en la Casa del Anciano debido a que los integrantes de la Asamblea de Pueblos de San Dionisio del Mar (APSDM) decidieron no liberar el palacio municipal que mantienen en resguardo desde el 2012 ante la defensa de la tierra y territorio lejos de proyectos eólicos.
El dirigente de la APSDM, Melvin Gallegos, expresó que existe un respaldo hacia Teresita de Jesús y su cabildo por lo que confían plenamente en que trabajarán a favor del pueblo y rechazarán todo proyecto trasnacional que intente imponerse en la comunidad.
17/DM/KVR
DERECHOS HUMANOS
QUINTO PODER
Las Comisiones y los DH de las mujeres

A pesar de que la Reforma Constitucional del 2011 creó un nuevo escenario legal de ciudadanización en la elección de las personas titulares de las Comisiones de Derechos Humanos, éste sigue como un tema pendiente en la agenda de México.
En la mayoría de las entidades sus titulares son designados por réplica de los Congresos de la decisión del gobernante en turno. Un tema más para la agenda de la Evaluación Periódica Universal que el Estado mexicano deberá responder en 2018.
Que sea abogado, sí hombre de leyes y lo demás, es lo de menos. Así parece ser la norma de muchas de las Comisiones Estatales de Derecho en los procesos de renovación que insisten en mantener perfiles patriarcales, dogmáticos e incondicionales de los gobernantes, cerrando el paso a las y los abogadas derecho humanistas, pero también a cualquier persona experta en el área que no haya cursado la licenciatura en derecho, o siéndolo, haya dedicado su trabajo a la defensa de los Derechos Humanos (DH).
En el estado de Campeche acaba de concretarse la renovación-imposición, bajo el mismo procedimiento y desde la persistente línea institucional-gubernamental, una vez más dejando fuera todo reconocimiento y escucha a la ciudadanía representada por la sociedad civil, especialmente por las organizaciones de defensa de Derechos Humanos que impulsaron perfiles derecho-humanistas.
Es el absoluto autoritarismo por ejercer el control y el poder y mandar el mensaje de que no se tiene interés por mediar y escuchar, por tomar acuerdos con la sociedad civil que defiende los DH y que apoyan candidaturas independientes, y de defensa a los derechos de las mujeres.
Si algo persiste es la intromisión del gobernante en la decisión. No pueden dejar ese “cabo suelto” que consideran más una extensión de sus secretarías que un organismo autónomo para la vigilancia del cumplimiento al respeto de los DH.
Esto evidencia que no hay interés de respetarlos o que su cumplimiento avance en el sentido más amplio.
El mismo caso se presenta en Querétaro en donde se prepara la reelección del actual titular, que ha estado rodeado de acusaciones en su contra por acoso y hostigamiento laboral, y una vez más como una decisión tomada desde fuera y desde el poder, más pensando en los intereses institucionales y no en los DH.
El escenario es el mismo y no ha cambiado a pesar de la reforma constitucional del 2011, que trajo consigo nuevos criterios y compromisos –de ley- aunque no de facto, y son escasos los estados de la República en donde hay verdaderos defensores o defensoras al frente de las Comisiones, aunque dentro de las instituciones cada vez es más frecuente encontrar aliadas y aliados que conocen y saben de la responsabilidad real que implica estar en la institución.
El más grave riesgo es el desconocimiento de lo que implica ser y asumirse como una persona defensora de DH y tener claro que no es para hacerle el trabajo sucio al gobernante en turno, ocultar o quizá por ahí bajarle los criterios de evaluación a las faltas cometidas por su policía o sus servidores públicos. No, eso ya no funciona. Para eso tenemos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El mejor ejemplo que debiera servir de modelo de lo mal que pueden quedar las Comisiones Estatales de Derechos Humanos si no hacen su trabajo, incluso la propia Comisión Nacional, es lo que sucedió con la denuncia de las mujeres víctimas de tortura sexual en el Estado de México, donde fueron violadas por los policías que haciendo mal uso del poder y el control que tuvieron durante la detención las sometieron a la violencia sexual.
México ha postergado su informe ante el Comité de Expertas de la CEDAW, pero se espera que a más tardar en 2017 esto se concrete, y/o posiblemente se junte con el Examen Periódico Universal (EPU) en el que estamos casi seguras que México saldrá reprobado.
Este tipo de actuaciones de los gobiernos de los estados de manipular los procesos de decisión de las Comisiones de DH constituye la prueba más concreta de que no les interesa la opinión que las organizaciones defensoras tienen, ni las trayectorias que avalan.
Los titulares de las Comisiones sólo salen en tiempos de renovación para buscar su aval, pero son escasos los que representan realmente los intereses ciudadanos, que los respalde y escuchen, tal es el caso de San Luis Potosí, donde no sólo fue la promovente de la solicitud de la Alerta de Violencia de Género, sino que trabaja de la mano con las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres.
Otro caso parecido es el de la Comisión de Baja California que incluso trabajo en la promoción de la profesionalización de las corporaciones policiacas en materia de género e investigación de delitos de alto impacto contra las mujeres. Pero la última palabra siempre la tendrán las ONG defensoras de cada entidad que conocen mejor sus contextos.
Hay excepciones que dan puntos positivos al Estado Mexicano, pero en términos generales y sobre todo en algunos estados de hegemonías políticas, las Comisiones de Derechos Humanos y su ciudadanización son el gran pendiente del que deberá rendir cuentas el Estado Mexicano en el EPU y que tendría que aparecer en el Informe CEDAW por el desinterés en los derechos de las mujeres.
* Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.
16/AC/KVR/LGL
DERECHOS HUMANOS
Lydia Cacho Plan b*
El fin del sueño americano

Como ustedes, llevo varios días harta de las premoniciones, especulaciones y proyecciones sobre el futuro de México y el mundo a partir de la llegada de Donald Trump a la presidencia.
Durante más de una década he viajado de norte a sur en los Estados Unidos, de California a Utah, de Wisconsin a Florida, de Carolina del Norte a Washington State, estas travesías las he llevado a cabo trabajando directamente con organizaciones civiles educativas y enfocadas en la defensa de todas las áreas de los Derechos Humanos; con académicas, políticas, feministas, ambientalistas que documentan y enfrentan a diario los problemas más serios de su país, esa “América” que durante décadas se ha convertido en la policía del mundo y ha dejado de mirarse a sí misma con un optimismo cosmético promovido sistemáticamente por las y los políticos en el poder.
Por ello entiendo que la llegada de Trump, por deleznable que nos parezca debido a su ignorancia supina y una visión de empresario capitalista, misógino y racista que contraviene todo avance de los Derechos Humanos, de igualdad y democracia, ha tenido un efecto positivo: despertó a la sociedad del sueño de los inocentes. O como dirían algunas antropólogas sociales americanas “the American dream is over, we have awaken”.
Siempre, particularmente desde que documenté los altos índices de trata de personas dentro de los Estados Unidos a la par de los casos de feminicidio, he pensado que el sueño americano no implica que cualquiera que intente tener éxito económico y académico lo logre; significa que la gran mayoría de la población está adormilada, soñando que viven en un país de libertades amenazado a tal grado por los enemigos externos que es preciso unirse sin mirar los problemas internos. Los terroristas, los rusos, los narcos mexicanos, la lista de enemigos externos a los que la “policía mundial” debe mantener a raya” es tan larga como cuantioso el presupuesto para hacer la guerra en los países lejanos, esos territorios que un 60 por ciento de los norteamericanos no pueden encontrar en el mapa, pero de los cuales el Pentágono ha sabido apropiarse.
En ese sueño americano, ellas y ellos, en particular las personas blancas y privilegiadas, sueñan que son el país construido por inmigrantes, el de la diversidad que permitió la rebelión contra el colonialismo británico, el que se unió bajo el símbolo de la estatua que da la bienvenida a todos los barcos viajeros (de preferencia cargados de personas de raza blanca y con dinero para invertir en la gran empresa capitalista). Esa es la Gran América (“The Great America”) de la que habló durante toda su campaña Donald Trump.
La patria que Trump celebra y a la que inspira es a esa en la que los hijos de los privilegiados tendrán acceso al poder, la fama, el lavado de dinero y la gloria. La patria que ha hecho a los personajes más famosos y representativos del sueño americano de esta década de las Kardashian, muñecas de mente vacua, iletradas, artificialmente construidas gracias al multimillonario negocio de la cirugía estética que convierte en blancas a las personas negras y morenas, dedicadas a vender su vida íntima al mejor postor.
Guiadas por esa madre muy americana que teme a la vejez y es capaz de vender a sus hijas para ganar celebridad ante sus carencias para aportar algo a su país que no sea la fantasía de ser Miss Universo. Trump ha sido siempre el padre de la misoginia capitalista, rey de los concursos de belleza que promueven el hostigamiento y acoso sexual como estrategias para acercar a las mujeres al poder. Él es el “all american man”, el verdadero blanco americano perfecto, el hombre-man que ha comprado esposas de los países con mayor número de novias en venta, el experto en hacer pasar la trata y compraventa de mujeres en una elección capitalista positiva.
Estamos obsesionados con el muro, mientras más de dos terceras partes de nuestra frontera norte ya tienen un muro y estrategias legalizadas de radicales “mata-migrantes”. Frente a un gobierno democrático americano que ha deportado a cientos de miles de personas mexicanas y latinas. Pero estamos frente a un empresario que obedece las reglas del mercado, una población cuyos mercados de agricultura dependen un 90 por ciento de la esclavitud humana de personas latinas, mayormente mexicanas.
Un empresariado del “cinturón bíblico” que votó por Trump ha promovido y defendido la esclavitud laboral a fin de no darle empleo a los millones de desempleados blancos y resentidos por un falso discurso. No, los pro-Trump no quieren empleados norteamericanos con derechos y sindicatos, quieren esclavos sin papeles, amedrentados, callados y explotados. Tal vez por eso la pantomima recién montada por el secretario Osorio Chong con los empresarios mexicanos: ellos saben que la esclavitud humana ha mejorado notablemente la agricultura americana, ellos saben que, en cuanto a México, esto seguirá prácticamente igual. Los norteamericanos tendrán que mirar las ruinas de su país y actuar con fortaleza para reconstruir un tejido social que ha sido descubierto, por fin. Ya era hora.
* Plan b es una columna cuyo nombre se inspira en la creencia de que siempre hay otra manera de ver las cosas y otros temas que muy probablemente el discurso tradicional, o el Plan A, no cubrirá.
16/LC/LGL
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